lunes, 1 de octubre de 2012

Tercera concentración frente al Congreso español que reclama la dimisión del Gobierno.

ESTADO ESPAÑOL


Manifestaciones de protesta contra las medidas de austeridad y la crisis tuvieron lugar ayer en varias capitales europeas, mientras que en París está convocada hoy. En Madrid miles de personas se concentraron cerca del Congreso, en la plaza Neptuno al grito de «dimisión».

GARA | MADRID

En medio de un fuerte despliegue policial, varios miles de personas se congregaron ayer en la plaza de Neptuno de Madrid dentro de la iniciativa «Rodea el Congreso», gritando consignas como «dimisión», «lo llaman democracia y no lo es» «Menos Policía y más Educación» o «No es una crisis, es una estafa».

La protesta comenzó a las 18.00 en ambiente festivo, con sonoras pitadas en ocasiones y con sentadas parciales en otras. Pasadas las 22.00 un petardo hizo que los policías se colocaran cascos preparando una posible intervención, lo que provocó que la multitud congregada en las proximidades del vallado retrocediera unos metros.

El número de concentrados había comenzado a disminuir, pero los policías seguían preparados para el desalojo. La delegación del Gobierno había advertido que la de ayer era una convocatoria «absolutamente ilegal».

La manifestación había sido convocada por la coordinadora 25S después de que el pasado día 25 de setiembre varios miles de personas ocuparan las cercanías del Congreso para demandar más democracia y un cambio en el sistema político. La intervención policial de ese día supuso la detención de 35 personas y decenas de heridos. El día 26 volvió a repetirse la protesta. Según la coordinadora del 25S, los incidentes y las detenciones forman parte de una «estrategia de producción de miedo» y de criminalización que ha emprendido el Ejecutivo, por lo que defendió la necesidad de continuar con las protestas. «Vamos a volver a rodear el Congreso y decirles que gobiernen para los ciudadanos y no para los bancos», aseguró Nico Sguiglia, uno de los portavoces «eventuales» de la coordinadora.

Las concentraciones se reprodujeron ayer ante varios parlamentos autonómicos, en Valencia, Oviedo, Málaga, Sevilla, Palma, Valladolid, Santander o Extremadura. También en Bruselas, decenas de personas, en su mayoría españoles residentes en Bélgica, quisieron protestar contra la gestión de la crisis por parte de los líderes europeos y expresar su rechazo a la «desproporcionada reacción policial» del pasado martes en Madrid. La concentración se desarrolló frente al céntrico edificio de la Bolsa de la capital belga.

Alemania

También en Alemania, miles de personas salieron a la calle en 40 ciudades para protestar por la creciente brecha social y reclamar una redistribución de la riqueza. Las marchas, convocadas por el sindicato del sector servicios Ver.di y el movimiento antiglobalización Attac, llegaron a concentrar, según datos de los organizadores, a hasta 7.000 manifestantes en Hamburgo (norte). En Berlín, los organizadores cifraron el número de asistentes en 5.000, aproximadamente los mismos que en Fráncfort, mientras que en Bochum (oeste) marcharon unas 4.000 personas.

La protesta en Lisboa prepara la huelga general
El mayor sindicato luso, la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP), realizó ayer una multitudinaria manifestación en la capital lusa para protestar contra la política de austeridad del Gobierno conservador.

Hace apenas dos semanas decenas de marchas recorrieron las mayores ciudades del país para reclamar atención a los problemas sociales de Portugal, y ayer la CGTP llenó el centro de Lisboa de manifestantes para demostrar el descontento popular al primer ministro, Pedro Passos Coelho. Los manifestantes marcharon desde la plaza de los Restauradores hasta la de Comercio, que estaba abarrotada y en la que se estima que caben unas cien mil personas. Armenio Carlos, secretario general del sindicato exigió al Ejecutivo que escuche al pueblo cuando pide su dimisión y el fin de la política de austeridad. Carlos advirtió que su sindicato no aceptará más recortes a los salarios y anunció que estudiará convocar una huelga general, la tercera que sufriría el Gobierno conservador luso desde que llegó al poder hace quince meses. Los organizadores consideraron un éxito la pro

Miles de españoles volvieron a congregarse cerca del Congreso en Madrid, por tercera vez en una semana, para reiterar su exigencia de renuncia del presidente Mariano Rajoy y del fin de la política anti crisis centrada en el ajuste.

?¡Dimisión, dimisión?! corearon al unísono y entre silbidos varios miles de personas, mucho de los cuales aseguran no conformarse con la renuncia de Rajoy y reclaman la disolución de las Cortes Generales (Parlamento), para abrir un proceso Constituyente.

?Primero necesitamos que se vayan todos y, a partir de ahí, queremos poder decidir a través de un proceso constituyente cómo queremos vivir?, decía a Télam Marcos Monero Martín-Apudia, un madrileño de 43 años en plena protesta.

?El pueblo no puede más, la situación es la que es, y la gente comprende que el modelo del neoliberalismo no es la respuesta?, apunta este desocupado, quien además insiste en que la protesta es ?una acción no violenta? que tiene como objetivo abrir ?una negociación? con el Ejecutivo.

La nueva manifestación fue convocada después de que la policía reprimió con dureza el martes una primera concentración que reunió a unas 10.000 personas -6.000 según el gobierno- en la plaza Neptuno, a unos 200 metros del Congreso de los Diputados de Madrid, y que terminó con 64 heridos y 35 detenidos.

Al día siguiente, los manifestantes regresaron, aunque en menor número, y tras varias horas de protesta pacífica fueron igualmente dispersados por la policía, que efectuó otras tres detenciones.

La protesta de este sábado tiene lugar coincidiendo con la aprobación del presupuesto de 2013, que el gobierno remitió al Congreso, y que incluye el mayor ajuste de la democracia, equivalente a unos 40.000 millones de euros, importe similar al que España debe pagar por su deuda.

De la misma manera que en los días anteriores, más de 1.000 policías rodearon las inmediaciones de la Cámara Baja, donde a su vez se dispusieron vallados de seguridad para impedir el paso hacia el edificio del Parlamento.

Los manifestantes comenzaron a concentrarse por la tarde en la Plaza de Neptuno, animados por la misma plataforma ciudadana, ?25-S. Rodea el Congreso?, -nacida del movimiento de los indignados- que organizó la protesta del martes a través de las redes sociales.

La concurrencia fue aumentando hasta llegar aproximadamente a un número similar al del martes, en su mayoría jóvenes que portaban pancartas con la palabra ?No?, en referencia a los recortes.

?¡No es una crisis, es una estafa!?, ?¡Manos arriba esto es un atraco!? o el ya famoso ?Que no, que no, que no nos representan?, fueron algunas de las consignas coreadas por los asistentes.

?Esto nos pasa por un gobierno facha? o El que no bote (salte), apoya los recortes" cantaban también los concentrados entre saltos y animados.

Entre los manifestantes circuló una gran pancarta con el dibujo de un león la frase ?Rodea el Congreso, Actúa sin miedo?.

Los primeros en llegar, que se colocaron junto a la valla de seguridad, gritaban indignados a los policías: ?¿Dónde está el número de placa??.

La actuación del martes de los agentes antidisturbios fue respaldada sin matices por el gobierno y criticada por las fuerzas opositoras, que incluso reclamaron una investigación para determinar si hubo abusos así como ?infiltrados? de la propia policía entre las personas que lanzaron objetos a los antidisturbios, lo que detonó una de las cargas.

En las redes sociales circularon en los últimos días cómo pólvora las imágenes de policías reprimiendo a manifestantes en los andenes de la estación de trenes de Atocha así como la de un agente de civil pidiendo a sus ?compañeros? que no le pegaran en plena represión.

La Delegación del Gobierno de Madrid afirmó que la convocatoria de hoy era ?ilegal? porque no fue comunicada, y que habían llegado a la capital grupos de ?anti sistemas?.

La policía acusó a las personas detenidas el pasado martes de un delito contra las Instituciones del Estado, penado con hasta un año de prisión, pero la Audiencia Nacional lo desestimo. Ahora un juez de Madrid estudia inhibirse para que se les impute ese delito.

Pero los indignados de Madrid siguen en lucha, y lo hacen acompañados por protestas en una veintena de ciudades españolas y Europeas, como Londres, París, Amsterdam, Bruselas y Berlín. También en Portugal y en Italia, donde miles de personas salieron a las calles hoy contra los recortes.

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