EUSKAL HERRIA /PAIS VASCO
Informe de los familiares de los presos vascos (Etxerat) que recoge los sucesos que se han dado en las cárceles y fuera de ellas en el mes de noviembre:
Noviembre ha sido un mes de muchos altibajos. 55 familiares y amigos han regresado a casa, después de largos años en prisión. Aunque no podemos olvidar que muchos de ellos y ellas deberían haber estado en casa desde hace mucho tiempo. En algunos casos, hasta han pasado nueve o diez años desde que cumplieron su condena. Pero, al final han quedado en libertad después de que el Tribunal Europeo de Drechos Humanos dejara claro que sus derechos fueron vulnerados. Aun así, después de estar durante largos años en situación de detención ilegal, nuestros familiares y amigos han sufrido un acoso total y absoluto al salir de la cárcel; tanto por parte de algunas personas, como por parte de algunos políticos y sobre todo por parte de algunos medios de comunicación. En estos medios se ha iniciado una durísima campaña en contra de nuestros allegados, y están sufriendo un seguimiento asfixiante y constante, cuando después de cumplir su condena y permanecer durante muchos años más en prisión, por fin han salido a la calle. Vulnerando por completo así, los derechos que ya les habían sido vulnerados. ¿Pero, cúal es el objetivo de este linchamiento? ¿Qué es lo que buscan?
Por otra parte, el acoso no solo lo sufren nuestros familiares. También lo sufrimos nosotros y nosotras. Ejemplo de ello son las amenazas e insultos que recibimos en la cárcel de Puerto I; o la furgoneta de familiares y amigos que fue apedreada el 16 de noviembre en la cárcel de Murcia y después en la autovía, cuando volvía de realizar visitas. Poniendo así en riesgo nuestras vidas. . Utilizan nuestra condición de familiar para tener una actitud totalmente pisoteadora contra nosotros. ¡No hay derecho! Nuestros familiares están en la calle por sus derechos y nosotros estamos y estaremos con ellos; pero, ¡ya basta! No podemos seguir aceptando este tipo de situaciones y que que las personas que nos agreden y nos insulten tengan la total impunidad para ello.
Y tampoco nos podemos olvidar de los presos políticos vascos que estuvieron 31 días sin comer nada, en huelga de hambre, en la cárcel de Sevilla II. Ellos han tenido que iniciar esta protesta tan extrema, para denunciar la extrema vulneración de derechos básicos que sufren en esta cárcel. Sus reivindicaciones son muy elementales: fin del aislamiento indefinido, reagrupamiento de los presos y presas vascas, respeto de los derechos básicos, fin del constante hostigamiento y agresiones. El 28 de noviembre tuvieron que finalizar la protesta que estaban llevando a cabo por problemas de salud, pero, la situación de los presos no ha cambiado en absoluto. El director ni siquiera ha tenido ningún contacto con los presos. Por ello, ahora somos nosotros y nosotras, junto a toda la sociedad vasca, los que tenemos la responsabilidad de trabajar para que la situación de Sevilla cambie. Tenemos que conseguir que se respeten los derechos humanos de nuestros allegados presos en Sevilla.
Y para todo ello, tenemos claro que hay que acabar con la dispersión. Porque la dispersión no se reduce únicamente a mantener a las y los presos vascos alejados cientos de kilómetros de su entorno social, cultural y afectivo, sino que constituye un marco que facilita las agresiones, el aislamiento y otras vulneraciones de derechos que se están dando por ejemplo en Sevilla. O también facilita las situaciones que se han repetido en Puerto I y Murcia. Poniendo en riesgo nuestras vidas.
Por tanto, con el trabajo que realicemos junto a la sociedad y los agentes tenemos que terminar con la política de dispersión, y tenemos que conseguir inmediatamente que nuestros familiares y amigos, presas y presos políticos vascos, estén en Euskal Herria.
ETXEAN NAHI DITUGU! (¡EN CASA LOS QUEREMOS!)
Informe de los familiares de los presos vascos (Etxerat) que recoge los sucesos que se han dado en las cárceles y fuera de ellas en el mes de noviembre:
Noviembre ha sido un mes de muchos altibajos. 55 familiares y amigos han regresado a casa, después de largos años en prisión. Aunque no podemos olvidar que muchos de ellos y ellas deberían haber estado en casa desde hace mucho tiempo. En algunos casos, hasta han pasado nueve o diez años desde que cumplieron su condena. Pero, al final han quedado en libertad después de que el Tribunal Europeo de Drechos Humanos dejara claro que sus derechos fueron vulnerados. Aun así, después de estar durante largos años en situación de detención ilegal, nuestros familiares y amigos han sufrido un acoso total y absoluto al salir de la cárcel; tanto por parte de algunas personas, como por parte de algunos políticos y sobre todo por parte de algunos medios de comunicación. En estos medios se ha iniciado una durísima campaña en contra de nuestros allegados, y están sufriendo un seguimiento asfixiante y constante, cuando después de cumplir su condena y permanecer durante muchos años más en prisión, por fin han salido a la calle. Vulnerando por completo así, los derechos que ya les habían sido vulnerados. ¿Pero, cúal es el objetivo de este linchamiento? ¿Qué es lo que buscan?
Por otra parte, el acoso no solo lo sufren nuestros familiares. También lo sufrimos nosotros y nosotras. Ejemplo de ello son las amenazas e insultos que recibimos en la cárcel de Puerto I; o la furgoneta de familiares y amigos que fue apedreada el 16 de noviembre en la cárcel de Murcia y después en la autovía, cuando volvía de realizar visitas. Poniendo así en riesgo nuestras vidas. . Utilizan nuestra condición de familiar para tener una actitud totalmente pisoteadora contra nosotros. ¡No hay derecho! Nuestros familiares están en la calle por sus derechos y nosotros estamos y estaremos con ellos; pero, ¡ya basta! No podemos seguir aceptando este tipo de situaciones y que que las personas que nos agreden y nos insulten tengan la total impunidad para ello.
Y tampoco nos podemos olvidar de los presos políticos vascos que estuvieron 31 días sin comer nada, en huelga de hambre, en la cárcel de Sevilla II. Ellos han tenido que iniciar esta protesta tan extrema, para denunciar la extrema vulneración de derechos básicos que sufren en esta cárcel. Sus reivindicaciones son muy elementales: fin del aislamiento indefinido, reagrupamiento de los presos y presas vascas, respeto de los derechos básicos, fin del constante hostigamiento y agresiones. El 28 de noviembre tuvieron que finalizar la protesta que estaban llevando a cabo por problemas de salud, pero, la situación de los presos no ha cambiado en absoluto. El director ni siquiera ha tenido ningún contacto con los presos. Por ello, ahora somos nosotros y nosotras, junto a toda la sociedad vasca, los que tenemos la responsabilidad de trabajar para que la situación de Sevilla cambie. Tenemos que conseguir que se respeten los derechos humanos de nuestros allegados presos en Sevilla.
Y para todo ello, tenemos claro que hay que acabar con la dispersión. Porque la dispersión no se reduce únicamente a mantener a las y los presos vascos alejados cientos de kilómetros de su entorno social, cultural y afectivo, sino que constituye un marco que facilita las agresiones, el aislamiento y otras vulneraciones de derechos que se están dando por ejemplo en Sevilla. O también facilita las situaciones que se han repetido en Puerto I y Murcia. Poniendo en riesgo nuestras vidas.
Por tanto, con el trabajo que realicemos junto a la sociedad y los agentes tenemos que terminar con la política de dispersión, y tenemos que conseguir inmediatamente que nuestros familiares y amigos, presas y presos políticos vascos, estén en Euskal Herria.
ETXEAN NAHI DITUGU! (¡EN CASA LOS QUEREMOS!)
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