ECUADOR
El presidente del Ecuador, que amenazó con renunciar si se despenalizaba el aborto en su país, dijo que sostener que no existen hombres y mujeres y que "todo es construcción cultural no resiste el menor análisis"
Rafael Correa dedicó la última emisión de Enlace Ciudadano, su programa semanal de radio y TV, a fustigar la ideología de género. Al mismo tiempo, defendió el feminismo, entendido como la lucha por la igualdad de derechos, que no significa la "igualdad total", según precisó. Y aludió a quienes afirman que no existe una diferenciación sexual natural sino que todo es "construcción cultural".
Correa aseguró estar a favor de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, pero no de la igualdad en todo, como si no existiesen diferencias biológicas entre los sexos.
Aunque expresó respeto hacia quienes defienden estas teorías, rechazó que "traten de imponer sus creencias a todos". "Que no existe hombre y mujer natural, que el sexo biológico no determina al hombre y a la mujer, sino las 'condiciones sociales'. Y que uno tiene derecho a la libertad de elegir incluso si uno es hombre o mujer. ¡Vamos, por favor! ¡Eso no resiste el menor análisis!", exclamó el Presidente.
"Esas no son teorías, sino pura y simple ideología, muchas veces para justificar el modo de vida de aquellos que generan esas ideologías. Los respetamos como personas, pero no compartimos esas barbaridades", aseguró.
Correa advirtió, además, que se está adoctrinando en esa ideología (que calificó de "peligrosísima") en muchas escuelas: "No traten de imponerlo al resto y no se lo impongan a los chicos, porque hay gente que está enseñado eso a nuestros jóvenes".
En octubre pasado, Correa había amenazado con dimitir si el Congreso ecuatoriano aprobaba el aborto. Ahora, se declaró partidario de la familia natural, aun a costa de parecer "cavernícola" y "conservador", aclaró, abriendo el paraguas a las críticas que sabe que recibirá: "Creo en la familia y creo que esta ideología de género, que estas novelerías, destruyen la familia convencional, que sigue siendo y creo que seguirá siendo la base de nuestra sociedad".
Consciente de las críticas que recibirá por colocarse a contramano del pensamiento dominante en el progresismo, Correa señaló que ser de izquierda no implica apoyar el aborto o estar en contra de la familia tradicional. "Esa es otra 'novelería': quien no se adscribe a esas cosas no es de izquierda. ¿Qué es eso de que si uno no es proaborto no es de izquierda? -desafió Correa-. Entonces, ¿si Pinochet está a favor del aborto, es de izquierda? ¿Y si el 'Che' estaba contra el aborto, entonces era de derecha?", preguntó también.
"Esas son cuestiones morales, no ideológicas", sostuvo, contrariando a una izquierda latinoamericana que, casi mayoritariamente, milita por la despenalización del aborto, en nombre del "derecho" de la mujer a "decidir" sobre su propio cuerpo.
El pasado 13 de diciembre, el presidente de Ecuador se había reunido, sin embargo, con representantes de los grupos LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) para asegurarles que se opondría a su discriminación laboral o en otros ámbitos, pero sin que ello implicase considerar matrimonio a sus uniones.
El presidente del Ecuador, que amenazó con renunciar si se despenalizaba el aborto en su país, dijo que sostener que no existen hombres y mujeres y que "todo es construcción cultural no resiste el menor análisis"
Rafael Correa dedicó la última emisión de Enlace Ciudadano, su programa semanal de radio y TV, a fustigar la ideología de género. Al mismo tiempo, defendió el feminismo, entendido como la lucha por la igualdad de derechos, que no significa la "igualdad total", según precisó. Y aludió a quienes afirman que no existe una diferenciación sexual natural sino que todo es "construcción cultural".
Correa aseguró estar a favor de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, pero no de la igualdad en todo, como si no existiesen diferencias biológicas entre los sexos.
Aunque expresó respeto hacia quienes defienden estas teorías, rechazó que "traten de imponer sus creencias a todos". "Que no existe hombre y mujer natural, que el sexo biológico no determina al hombre y a la mujer, sino las 'condiciones sociales'. Y que uno tiene derecho a la libertad de elegir incluso si uno es hombre o mujer. ¡Vamos, por favor! ¡Eso no resiste el menor análisis!", exclamó el Presidente.
"Esas no son teorías, sino pura y simple ideología, muchas veces para justificar el modo de vida de aquellos que generan esas ideologías. Los respetamos como personas, pero no compartimos esas barbaridades", aseguró.
Correa advirtió, además, que se está adoctrinando en esa ideología (que calificó de "peligrosísima") en muchas escuelas: "No traten de imponerlo al resto y no se lo impongan a los chicos, porque hay gente que está enseñado eso a nuestros jóvenes".
En octubre pasado, Correa había amenazado con dimitir si el Congreso ecuatoriano aprobaba el aborto. Ahora, se declaró partidario de la familia natural, aun a costa de parecer "cavernícola" y "conservador", aclaró, abriendo el paraguas a las críticas que sabe que recibirá: "Creo en la familia y creo que esta ideología de género, que estas novelerías, destruyen la familia convencional, que sigue siendo y creo que seguirá siendo la base de nuestra sociedad".
Consciente de las críticas que recibirá por colocarse a contramano del pensamiento dominante en el progresismo, Correa señaló que ser de izquierda no implica apoyar el aborto o estar en contra de la familia tradicional. "Esa es otra 'novelería': quien no se adscribe a esas cosas no es de izquierda. ¿Qué es eso de que si uno no es proaborto no es de izquierda? -desafió Correa-. Entonces, ¿si Pinochet está a favor del aborto, es de izquierda? ¿Y si el 'Che' estaba contra el aborto, entonces era de derecha?", preguntó también.
"Esas son cuestiones morales, no ideológicas", sostuvo, contrariando a una izquierda latinoamericana que, casi mayoritariamente, milita por la despenalización del aborto, en nombre del "derecho" de la mujer a "decidir" sobre su propio cuerpo.
El pasado 13 de diciembre, el presidente de Ecuador se había reunido, sin embargo, con representantes de los grupos LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) para asegurarles que se opondría a su discriminación laboral o en otros ámbitos, pero sin que ello implicase considerar matrimonio a sus uniones.
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