SIRIA
Por. Basem Tajeldine
La información suministrada el día de ayer por PRESSTV, sobre la supuesta invasión mercenaria a la República Árabe Siria, se trata de un plan diseñado por EE.UU. y sus aliados de la región y Europa que ya se encuentra en marcha, y que cuenta con la participación de más de 12.000 mercenarios traídos de varias partes del mundo árabe, entre ellos mercenarios integristas libios, jordanos y sauditas (salafistas) para desestabilizar y destruir al gobierno legítimo de Siria que encabeza el Dr. Bashar Al Asad. El plan de EE.UU. supone una invasión desesperada de esas fuerzas mercenarias que, apoyadas por la fuerza aérea del Reino Unido, crearían una especie de ?cabeza de playa? de la misma forma como ocurrió contra la Jamahiriya Libia con el apoyo de la aviación y fuerzas especiales de la OTAN. Un incidente frustrado el día de ayer por las fuerzas del Estado sirio en las regiones fronterizas de ese país, anunciado también por PRESSTV, se
inscribe como parte de la preparación y ejecución de ese mismo plan, así lo informaron varios analistas entrevistados por esa misma cadena de noticias.
En esta ocasión, según comentan algunos analistas entrevistados, Reino Unido violaría las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que no permiten la intervención armada de fuerzas extranjeras en Siria (gracias al veto de Rusia y China) y atacaría los puestos de control y bases militares fronterizas del Estado sirio para permitir la entrada masiva de fuerzas mercenarias a ese país y erigir una nueva ?Benghazi? en Siria. Otros analistas, consideramos que ese plan fracasaría rápidamente, porque las fuerzas armadas de ese país cuentan con una capacidad de respuesta significativa para repeler cualquier agresión mercenaria y aérea extranjera.
Lo cierto es que la invasión mercenaria en Siria ya es un hecho. Las tropas militares del Estado sirio han venido combatiendo contra grupos mercenarios bien pertrechados por Occidente, que han penetrado y salido de Siria a través de sus fronteras con Turquía, Líbano, Irak y Jordania, contando con el apoyo de algunos de sus gobiernos. En reiteradas ocasiones, el Presidente sirio Bashar Al Asad y movimientos civiles de Siria y varias partes del mundo han responsabilizado a estos grupos terroristas de las masacres perpetradas en la localidad de Al Houla, y en otros poblado pertenecientes a Homs, que han cobrado la vida de cientos de civiles inocentes, la mayoría de ellos afectos al gobierno sirio. El plan bautizado por la administración de Bush hijo, denominado ?El Nuevo Gran Medio Oriente?, y adaptado por la actual administración de Obama, busca generar guerras civiles en la región y enfrentamientos sectarios entre las diferentes comunidades
religiosas para dividir aún más los territorios árabes, de forma que permita a los Estados Unidos re-hegemonizar una región que poco a poco ha venido perdiendo. La salida desastrosa de las tropas estadounidense de Irak en diciembre de 2011, la hábil resistencia del Hezhballah en el Líbano y la digna posición de Irán, así como la fracasada guerra de la OTAN en Afganistán; representan una clara muestra de ello.
Las acciones terroristas perpetradas por estos grupos apoyados por Occidente, e imputadas al gobierno sirio por las transnacionales de la información, han permitido justificar la agresión e intervención de la mal llamada ?Comunidad Internacional?, so ?pretexto? de la ?Responsabilidad de Proteger? a los civiles inocentes. Los grupos mercenarios en Siria se han atribuido la responsabilidad de varios asesinatos selectivos de militares sirios, también han reiterado que no acatan la propuesta de paz traída por el enviado especial de Naciones Unidas, Kofi Annan, y que continuarán su lucha armada contra el gobierno legitimo de ese país; posición que confirma el carácter antidemocrático y terrorista de estos grupos.
Vale recordar que, ha sido el gobierno sirio el único en aceptar el plan de paz de Naciones Unidas, al tiempo que ha desarrollado vías internas propias para una salida política negociada a la crisis generada por Occidente, con la reforma constitucional que ha concedido la apertura de mayores espacios democráticos en el país.
La información suministrada el día de ayer por PRESSTV, sobre la supuesta invasión mercenaria a la República Árabe Siria, se trata de un plan diseñado por EE.UU. y sus aliados de la región y Europa que ya se encuentra en marcha, y que cuenta con la participación de más de 12.000 mercenarios traídos de varias partes del mundo árabe, entre ellos mercenarios integristas libios, jordanos y sauditas (salafistas) para desestabilizar y destruir al gobierno legítimo de Siria que encabeza el Dr. Bashar Al Asad. El plan de EE.UU. supone una invasión desesperada de esas fuerzas mercenarias que, apoyadas por la fuerza aérea del Reino Unido, crearían una especie de ?cabeza de playa? de la misma forma como ocurrió contra la Jamahiriya Libia con el apoyo de la aviación y fuerzas especiales de la OTAN. Un incidente frustrado el día de ayer por las fuerzas del Estado sirio en las regiones fronterizas de ese país, anunciado también por PRESSTV, se
inscribe como parte de la preparación y ejecución de ese mismo plan, así lo informaron varios analistas entrevistados por esa misma cadena de noticias.
En esta ocasión, según comentan algunos analistas entrevistados, Reino Unido violaría las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que no permiten la intervención armada de fuerzas extranjeras en Siria (gracias al veto de Rusia y China) y atacaría los puestos de control y bases militares fronterizas del Estado sirio para permitir la entrada masiva de fuerzas mercenarias a ese país y erigir una nueva ?Benghazi? en Siria. Otros analistas, consideramos que ese plan fracasaría rápidamente, porque las fuerzas armadas de ese país cuentan con una capacidad de respuesta significativa para repeler cualquier agresión mercenaria y aérea extranjera.
Lo cierto es que la invasión mercenaria en Siria ya es un hecho. Las tropas militares del Estado sirio han venido combatiendo contra grupos mercenarios bien pertrechados por Occidente, que han penetrado y salido de Siria a través de sus fronteras con Turquía, Líbano, Irak y Jordania, contando con el apoyo de algunos de sus gobiernos. En reiteradas ocasiones, el Presidente sirio Bashar Al Asad y movimientos civiles de Siria y varias partes del mundo han responsabilizado a estos grupos terroristas de las masacres perpetradas en la localidad de Al Houla, y en otros poblado pertenecientes a Homs, que han cobrado la vida de cientos de civiles inocentes, la mayoría de ellos afectos al gobierno sirio. El plan bautizado por la administración de Bush hijo, denominado ?El Nuevo Gran Medio Oriente?, y adaptado por la actual administración de Obama, busca generar guerras civiles en la región y enfrentamientos sectarios entre las diferentes comunidades
religiosas para dividir aún más los territorios árabes, de forma que permita a los Estados Unidos re-hegemonizar una región que poco a poco ha venido perdiendo. La salida desastrosa de las tropas estadounidense de Irak en diciembre de 2011, la hábil resistencia del Hezhballah en el Líbano y la digna posición de Irán, así como la fracasada guerra de la OTAN en Afganistán; representan una clara muestra de ello.
Las acciones terroristas perpetradas por estos grupos apoyados por Occidente, e imputadas al gobierno sirio por las transnacionales de la información, han permitido justificar la agresión e intervención de la mal llamada ?Comunidad Internacional?, so ?pretexto? de la ?Responsabilidad de Proteger? a los civiles inocentes. Los grupos mercenarios en Siria se han atribuido la responsabilidad de varios asesinatos selectivos de militares sirios, también han reiterado que no acatan la propuesta de paz traída por el enviado especial de Naciones Unidas, Kofi Annan, y que continuarán su lucha armada contra el gobierno legitimo de ese país; posición que confirma el carácter antidemocrático y terrorista de estos grupos.
Vale recordar que, ha sido el gobierno sirio el único en aceptar el plan de paz de Naciones Unidas, al tiempo que ha desarrollado vías internas propias para una salida política negociada a la crisis generada por Occidente, con la reforma constitucional que ha concedido la apertura de mayores espacios democráticos en el país.
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