GRECIA
Por Juan Etxenike
La detención de los parlamentarios de Amanecer Dorado, y de sus máximos responsables se produce al cabo de una semana del asesinato del cantante de Hip Hop Pavlos Fyssas y el mismo día que la Policia griega ha negado a un grupo de reservistas desfilar hacia la plaza Syntagma de Atenas para reclamar al Gobierno y al presidente de la nación que dimitan de sus cargos y la creación de un gobierno de concentración nacional con una lista de 10 puntos.
2013/09/28
Si cuando llegué a Grecia, hace cuatro años, hubiera sugerido como hipótesis una situación como la actual, estoy seguro de que ni un solo griego me habría tomado mínimamente en serio. Recuerdo ver entonces a cientos de militantes del PASOK celebrando la victoria de Giorgos Papandreu. En principio en este otoño se estaría acabando su legislatura y estaría Grecia celebrando elecciones legislativas. Pero la realidad es que Giorgos Papandreu se ha convertido en un personaje que apenas puede pisar Grecia, su partido se enfrenta a su posible desaparición parlamentaria y Syriza y Amanecer Dorado han pasado del 4% y del 0,3% al 17% y al 7%, respectivamente, en menos de 3 años. Es un vuelco tan espectacular que la misma sociedad griega parece todavía no ser consciente. En las calles, para un observador, es difícil pensar que uno de cada cuatro ciudadanos vote a Syriza y mas difícil aun imaginarse que otra gente, a veces encantadora, esté votando a un partido de orientación neonazi. De hecho, a veces es difícil distinguir a los votantes entre ellos incluso en conversaciones sobre política. Quienes entienden muy bién la situación son Samarás y su equipo, que son capaces de cambiar de discurso cada semana para asegurar su mantenimiento en el poder. Samarás fué durante un año entero contrario al memorándum, lo que mantuvo su cuota de votos de oposición intacta. Tras integrar el Gobierno tripartito con un presidente independiente, supo dar el giro político a la vez que lanzaba constantemente guiños a la ultraderecha. Tras la salida de Laos del Gobierno tripartito, supo negociar que dos de sus políticos mas carismáticos se unieran a Nueva Democracia, y así llegamos a las elecciones de mayo.
Con un nuevo tripartito liderado por Nueva Democracia, Samaras ha sabido crear un partido de concentración que va desde el liberalismo hasta la extrema derecha; mientras tanto, Amanecer Dorado ha sido capaz de hacerse un hueco entre sus votantes más descontentos. Ya en el Gobierno, Nueva Democracia ha sabido con sus praxis legitimar a los neonazis, con redadas masivas y centros de retención para los imigrantes, así como cambios legales que convertirían a los hijos de imigrantes en ilegales a partir de los 18 años aunque estos hubieran nacido en Grecia. Dicha legitimación del programa de la extrema derecha no ha hecho otra cosa que hacer de Amanecer Dorado una opción aceptable, o la versión auténtica garante del programa Samarás. A a eso hay que añadir una larga lista de comentarios de periodistas y políticos de Nueva Democracia y del PASOK que mostraban a los neonazis como una opción legitima de gobierno, o bien como una oposición equiparable a los comunistas o a Syriza mediante la teoría de los extremos que se tocan.
El giro actual del gobierno de Samarás, organizando redadas en todas las oficinas de Amanecer Dorado y deteniendo a toda su cúpula, es demasiado brusco como para que pueda tener como resultado el borrado del mapa político a una fuerza que tiene medio millón de votantes y que según las encuestas podrían llegar ya al millón. Tantas detenciones y tantas redadas serán revisadas por la justicia y en más de un caso rechazadas por improcedentes. Entonces Amanecer Dorado podrá fácilmente salir crecido y presentarse como el único partido que lucha de verdad contra el sistema, diciendo que por ello es temido y perseguido.
Mientras tanto, no olvidemos que la austeridad va hundiendo cada día inexorablemente a más griegos en la miseria. Es por ello que la ilegalización de Amanecer Dorado será posible no tanto por parte de un estado corrupto y carente de autoridad moral como por la creación de una fuerza regeneradora desde la izquierda que no se limite a la conquista del poder por la vía electoral, sino que se comprometa a crear una nueva Grecia desde ahora mismo, que sepa estar en la calle y en los barrios, que solucione problemas concretos aquí y ahora a los ciudadanos y que presente un proyecto de regeneración total y absoluto. Si no, mientras tanto, entre rejas o en sus oficinas, los políticos de Amanecer Dorado tienen todo el terreno abonado para crecer en apoyo popular.
Por Juan Etxenike
La detención de los parlamentarios de Amanecer Dorado, y de sus máximos responsables se produce al cabo de una semana del asesinato del cantante de Hip Hop Pavlos Fyssas y el mismo día que la Policia griega ha negado a un grupo de reservistas desfilar hacia la plaza Syntagma de Atenas para reclamar al Gobierno y al presidente de la nación que dimitan de sus cargos y la creación de un gobierno de concentración nacional con una lista de 10 puntos.
2013/09/28
Si cuando llegué a Grecia, hace cuatro años, hubiera sugerido como hipótesis una situación como la actual, estoy seguro de que ni un solo griego me habría tomado mínimamente en serio. Recuerdo ver entonces a cientos de militantes del PASOK celebrando la victoria de Giorgos Papandreu. En principio en este otoño se estaría acabando su legislatura y estaría Grecia celebrando elecciones legislativas. Pero la realidad es que Giorgos Papandreu se ha convertido en un personaje que apenas puede pisar Grecia, su partido se enfrenta a su posible desaparición parlamentaria y Syriza y Amanecer Dorado han pasado del 4% y del 0,3% al 17% y al 7%, respectivamente, en menos de 3 años. Es un vuelco tan espectacular que la misma sociedad griega parece todavía no ser consciente. En las calles, para un observador, es difícil pensar que uno de cada cuatro ciudadanos vote a Syriza y mas difícil aun imaginarse que otra gente, a veces encantadora, esté votando a un partido de orientación neonazi. De hecho, a veces es difícil distinguir a los votantes entre ellos incluso en conversaciones sobre política. Quienes entienden muy bién la situación son Samarás y su equipo, que son capaces de cambiar de discurso cada semana para asegurar su mantenimiento en el poder. Samarás fué durante un año entero contrario al memorándum, lo que mantuvo su cuota de votos de oposición intacta. Tras integrar el Gobierno tripartito con un presidente independiente, supo dar el giro político a la vez que lanzaba constantemente guiños a la ultraderecha. Tras la salida de Laos del Gobierno tripartito, supo negociar que dos de sus políticos mas carismáticos se unieran a Nueva Democracia, y así llegamos a las elecciones de mayo.
Con un nuevo tripartito liderado por Nueva Democracia, Samaras ha sabido crear un partido de concentración que va desde el liberalismo hasta la extrema derecha; mientras tanto, Amanecer Dorado ha sido capaz de hacerse un hueco entre sus votantes más descontentos. Ya en el Gobierno, Nueva Democracia ha sabido con sus praxis legitimar a los neonazis, con redadas masivas y centros de retención para los imigrantes, así como cambios legales que convertirían a los hijos de imigrantes en ilegales a partir de los 18 años aunque estos hubieran nacido en Grecia. Dicha legitimación del programa de la extrema derecha no ha hecho otra cosa que hacer de Amanecer Dorado una opción aceptable, o la versión auténtica garante del programa Samarás. A a eso hay que añadir una larga lista de comentarios de periodistas y políticos de Nueva Democracia y del PASOK que mostraban a los neonazis como una opción legitima de gobierno, o bien como una oposición equiparable a los comunistas o a Syriza mediante la teoría de los extremos que se tocan.
El giro actual del gobierno de Samarás, organizando redadas en todas las oficinas de Amanecer Dorado y deteniendo a toda su cúpula, es demasiado brusco como para que pueda tener como resultado el borrado del mapa político a una fuerza que tiene medio millón de votantes y que según las encuestas podrían llegar ya al millón. Tantas detenciones y tantas redadas serán revisadas por la justicia y en más de un caso rechazadas por improcedentes. Entonces Amanecer Dorado podrá fácilmente salir crecido y presentarse como el único partido que lucha de verdad contra el sistema, diciendo que por ello es temido y perseguido.
Mientras tanto, no olvidemos que la austeridad va hundiendo cada día inexorablemente a más griegos en la miseria. Es por ello que la ilegalización de Amanecer Dorado será posible no tanto por parte de un estado corrupto y carente de autoridad moral como por la creación de una fuerza regeneradora desde la izquierda que no se limite a la conquista del poder por la vía electoral, sino que se comprometa a crear una nueva Grecia desde ahora mismo, que sepa estar en la calle y en los barrios, que solucione problemas concretos aquí y ahora a los ciudadanos y que presente un proyecto de regeneración total y absoluto. Si no, mientras tanto, entre rejas o en sus oficinas, los políticos de Amanecer Dorado tienen todo el terreno abonado para crecer en apoyo popular.
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