VENEZUELA Por Carlos Aznárez En los próximos días, más precisamente el domingo 8 de diciembre, Venezuela irá nuevamente a las urnas para renovar o ratificar las gestiones de 336 municipios, igual que las cámaras y los concejales en cada uno de esos municipios, para los próximos cuatro años. Para hablar de estos comicios y de otros temas fundamentales que hacen al devenir de la Revolución Bolivariana, RL conversó con el embajador venezolano en Argentina, el general retirado Carlos Martínez Mendoza. -¿Qué significado le otorga a este nuevo proceso electoral en lo que hace al desarrollo y avance de la Revolución? -Estas elecciones juegan un papel fundamental en el contexto político y social de Venezuela. Se someten a la consideración del país todas las estructuras gubernamentales del poder local. Estos comicios representan la expresión popular y democrática con relación a un segmento que hace a las demandas más cercanas de la sociedad venezolana. Se trata del instrumento más cercano del Estado para analizar, corregir o impulsar medidas que hacen al beneficio de nuestro pueblo.En ese marco, estamos convencidos que el mapa político del país, en esta expresión de la democracia venezolana, va a ser altamente favorable a proceso que ha trabajado profundamente en darle viabilidad a la relación gobierno y pueblo, en las áreas más sensibles de este último. El fortalecimiento del poder popular y los consejos comunales, y el esfuerzo que hemos venido haciendo en los últimos años para darle forma a las Comunas, van a garantizar resultados electorales favorables. -El presidente Maduro está insistiendo en que hay ponerle coto a la guerra económica que desarrolla la oposición, pero también ataca la burocracia y la corrupción, incluso la que pueda darse en sus propias filas. -El presidente Maduro viene trabajando, en cumplimiento del Plan de la Patria, en tres áreas fundamentales: 1) Ponerle freno al sabotaje económico que impulsan sectores opositores, a través del acaparamiento de todo tipo de productos, incluidos los alimenticios, o la fuga de divisas, que ha sido brutal. 2)Enfrentar la maniobra de la oposición que intenta dar una imagen, de cara al exterior, de que prácticamente el país se está cayendo a pedazos. Algo que no es cierto, sino muy por el contrario, ya que en este período se ha seguido avanzando en muchos aspectos. Otro punto destacado es la lucha contra la corrupción, donde se han dado pasos importantes, aún cuando la oposición ha tratado de invisibilizarlo. El tercer elemento es avanzar hacia la creación de un Estado Comunal que garantice la transferencia del poder al pueblo.El país ha visto como nosotros hemos puesto el dedo en la llaga en temas tan álgidos como es el de la corrupción. Por eso hay una gran cantidad de funcionarios, de nivel alto y medio, que están sometidos a investigación.Lo interesante es que el Presidente y todo su equipo han venido demostrando que nadie tiene la patente de Corso para eludir el peso de la ley si han llevado adelante un hecho doloso. -También se ha decidido solicitar una Ley Habilitante. ¿Qué significa y qué consecuencias otorga este instrumento jurídico? -Si bien hay una tradición de que la ley Habilitante se utiliza para tomar medidas eminentemente financieras, eso no ha sido siempre así. Incluso, el presidente Chávez hizo valer esa ley para medidas de carácter político. Por lo tanto, no tengo la menor duda que la Asamblea va aprobar esa ley porque es absolutamente constitucional, y veo muy cuesta arriba que el segmento opositor coloque argumentos para frenarla, ya que quedarían muy mal parados. -Otro tema que generalmente se agita contra la Revolución es la situación en que están las Fuerzas Armadas, buscando establecer una falsa matriz de desinteligencias. -Quienes hablan de problemas en las Fuerzas Armadas, no conocen su conceptualización, que indica que el papel fundamental del uniformado es el de ciudadano. Eso lo hace tener una visión mucho menos elitista y más amplia de la dinámica política. Es acuerdo cerrado su necesidad de fortalecer un proceso que ha transformado al país. La politización social de Venezuela, y la fuerza con que el segmento militar ha venido contribuyendo al desarrollo nacional lo coloca en una posición de lealtad al proceso, sin fisuras ni enfrentamientos. Creo conocer bien a este sector -fui parte treinta y tantos años, y 20 de ellos estuve en los institutos militares-, lo que me hace afirmar que esta Fuerza Armada es consciente del papel político que juega en el camino que va desde una democracia liberal burguesa a otra, popular y revolucionaria.Recientemente pude leer algunos análisis internos de la oposición venezolana, y en los mismos dicen que una de las dificultades que han encontrado para crear un ambiente de desestabilización, ha sido la solidez de la Fuerza Armada Bolivariana. Hoy tenemos un alto mando de lujo, que ha transitado el camino del proceso revolucionario en estos 14 años. Y ellos saben que el pueblo es quien dispone y manda sobre las directrices de esta Revolución.Otro aspecto que la oposición ha querido manejar es desmerecer la figura de Nicolás Maduro en su quehacer con las Fuerzas Armadas, pero allí también fracasaron. En él, en nuestro Presidente, las Fuerzas Armadas han tenido un intérprete perfecto en su concepto integral de Patria. Estamos en el mes de noviembre y se recuerda otro aniversario de la derrota del ALCA, en Mar del Plata. Sin embargo, el imperio ha puesto en marcha una nueva contraofensiva que merece nuevos análisis. -El imperio norteamericano no va a dejar de buscar opciones para tratar de sostener los niveles de dependencia de nuestros pueblos hacia ellos. La amenaza sigue latente: hacia afuera dicen que América Latina no es prioritario para ellos, pero por debajo instalan mecanismos para lo contrario. Tratan de viabilizar estrategias que permitan desestabilizar los gobiernos populares que se han generado en el continente. -¿Hay peligro de que lo logren? -A pesar de todas las contradicciones que aparecen en la región, seguimos adelante. Ahora se está abriendo una nueva etapa en el proceso de unidad latinoamericana y caribeña. Se trata de fortalecer por un lado el Mercosur, con el ingreso de Venezuela y la reincorporación plena de Paraguay. Igualmente pasa con ese organismo de integración más política que es Unasur, y lo mismo ocurre con la CELAC. Además hay que ponderar los esfuerzos que se están haciendo para acercar países a Petrocaribe y al ALBA.Por otra parte, apareció la Alianza del Pacífico, que está aglutinando a algunos países de la región. Es evidente que se trata de una alternativa de restauración del ALCA, pero creo que serán los pueblos de esos países los que decidirán si están o no de acuerdo con esas viejas fórmulas de libre comercio que ya fracasaron en su momento.Por nuestra parte, desde Venezuela, estamos empeñados, en el fortalecimiento de la relación Sur-Sur. Hoy en la región hay elementos no negociables, y una visión clara de la priorización en términos de bloques en materia internacional.No tengan la menor duda de que la expresión regional, aún por encima de las diferencias ideológicas, la unidad en términos de decisión de gobierno está garantizada.
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