SIRIA
Varios sitios sirios se han hecho eco del relato del periódico alemán Bild, que narra la historia de un futbolista alemán que se unió a las filas del Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS), vinculado a Al Qaida, y murió el mes pasado.
El jugador en cuestión es Borak Karan, un alemán de origen turco. Él formó parte de la selección nacional de menores de 17 años y jugó en los equipos juveniles del Hamburgo, Hannover 96 y Alemannia Aachen. Según los comentaristas, él tenía un brillante futuro en el fútbol alemán.
En 2008, sin embargo, se separó del mundo del fútbol, a los 20 años, y se unió a un grupo de extremistas.
Según Syrian Documents, él desplegó esfuerzos para recolectar fondos con el fin de enviarlos a los grupos militantes que luchan en Siria, pero decidió más tarde ir personalmente a ese país cuando supo que los fondos no llegaban a sus destinatarios.
Un vídeo colocado en YouTube el 22 de Octubre le mostraba con un fusil de asalto. Un texto debajo del vídeo se refería a él como Abu Abdulá al Turki y añadía que había luchado contra las filas del PKK (militantes kurdos).
En octubre, él fue abatido durante un bombardeo aéreo cerca de la localidad siria de Asas, en la provincia de Alepo.
La familia culpó de la radicalización de Karan a un amigo suyo, Emrah Erdogan, un extremista que viajó a Afganistán en Abril de 2010 junto con su hermano Bünyamin. Este último falleció allí en octubre de ese año en el ataque de un drone estadounidense. Emrah se convirtió en miembro de Al Qaida en Pakistán y más tarde del grupo extremista Al Shabaab en Somalia. En Junio de 2012 fue detenido en Tanzania y extraditado a Alemania donde ha sido procesado.
La Oficina del Fiscal General de Alemania inició una investigación sobre Karan por apoyar a una organización terrorista extranjera, pero su caso no llegó a los tribunales.
Varios sitios sirios se han hecho eco del relato del periódico alemán Bild, que narra la historia de un futbolista alemán que se unió a las filas del Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS), vinculado a Al Qaida, y murió el mes pasado.
El jugador en cuestión es Borak Karan, un alemán de origen turco. Él formó parte de la selección nacional de menores de 17 años y jugó en los equipos juveniles del Hamburgo, Hannover 96 y Alemannia Aachen. Según los comentaristas, él tenía un brillante futuro en el fútbol alemán.
En 2008, sin embargo, se separó del mundo del fútbol, a los 20 años, y se unió a un grupo de extremistas.
Según Syrian Documents, él desplegó esfuerzos para recolectar fondos con el fin de enviarlos a los grupos militantes que luchan en Siria, pero decidió más tarde ir personalmente a ese país cuando supo que los fondos no llegaban a sus destinatarios.
Un vídeo colocado en YouTube el 22 de Octubre le mostraba con un fusil de asalto. Un texto debajo del vídeo se refería a él como Abu Abdulá al Turki y añadía que había luchado contra las filas del PKK (militantes kurdos).
En octubre, él fue abatido durante un bombardeo aéreo cerca de la localidad siria de Asas, en la provincia de Alepo.
La familia culpó de la radicalización de Karan a un amigo suyo, Emrah Erdogan, un extremista que viajó a Afganistán en Abril de 2010 junto con su hermano Bünyamin. Este último falleció allí en octubre de ese año en el ataque de un drone estadounidense. Emrah se convirtió en miembro de Al Qaida en Pakistán y más tarde del grupo extremista Al Shabaab en Somalia. En Junio de 2012 fue detenido en Tanzania y extraditado a Alemania donde ha sido procesado.
La Oficina del Fiscal General de Alemania inició una investigación sobre Karan por apoyar a una organización terrorista extranjera, pero su caso no llegó a los tribunales.
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