BRASIL
por CALPU 24/1/2014 La HaineLos rolezinhos (dar una vuelta) han pasado a tener un claro perfil activista, social y político. Pero la derecha intenta convertirlo en una "primavera árabe"
El poder instituido y los medios burgueses sigue buscando a los líderes donde apenas hay manifestantes. No acaba de encontrar a los jefes del rolezinho, una acción agregadora cocinada en las favelas. Por lo tanto, y como siempre ocurre, optan por contenerlo, incorporarlo al sistema, y quitarle todos los componentes de crítica social.
Lo primero es hacerlo pasar por el filtro de las "redes sociales"; usar un palabro de moda como "flashmob", o 'multitud instantánea'. Luego quitarle base social: ya no son los pobres de las favelas los que acuden a los centros comerciales, si no la clase media baja surgida con los gobiernos de Lula que envidia a la clase media 'de toda la vida'. Por último le cambian el contenido: en lugar de protesta y funk antirracista, lo que sale en los medios es 'funk ostentação', hip hop comercial yanqui, diversión, consumo, 'paquera' (ligoteo) y baile.
Pero la pertinaz realidad no ceja. En el vídeo incluido en un tuit - 'Rolezinho no Shopping Leblon 19/01/14', del Colectivo Tatu- un grupo de personas se manifiesta en la puerta del exclusivo shopping [centro comercial] Leblon, en Río de Janeiro. Bailan funk carioca, gritan y corean consignas contra el racismo de los centros comerciales que vetan la entrada de los afro descendientes.
Al final del vídeo, la multitud se aleja por las calles con uno de los gritos más vivos de las protestas de Brasil: "Não Vai Ter Copa" (No va a haber Copa, por el Mundial de fútbol). El centro comercial estaba cerrado. La dirección del mismo se asqueó al ver los más de 9.000 pobres que habían llegado al rolezinho. Un día antes, el elitista shopping Iguatemi de São Paulo había cerrado sus puertas, ante un rolezinho convocada por varios colectivos que luchan contra el racismo.
¿Por qué se ha extendido esta oleada de movilizaciones y se ha tensado el debate racial en Brasil? Hay una relación directa con el racismo profundamente presente en el nuevo Brasil rico y moderno. Se comprueba el 'apartheid' en los shoppings. Se exacerba la lucha de clases.
El rolezinho ("dar um rolê" significa dar una vuelta) de las clases más desfavorecidas por los centros comerciales existe hace décadas. 'Chopis Centris', la popular canción del grupo Mamonas Assasinas, de 1990, refleja esa práctica: "ese tal Chopis Centris / está muy bien / para llevar a las novias / y dar unos rolezinhos".
El texto 'Etnografía do rolezinho', de la investigadora Rosana Pinheiro, describe el fenómeno de jóvenes pobres que ya en 2009 "los comerciantes y guardias de seguridad les despreciaban". Afirma que "El acto de ir al shopping es político: porqué esos jóvenes se están apropiando de cosas y espacios que la sociedad les niega día a día"
Los rolezinhos activistas, coordinados por organizaciones sociales, no son novedad. El documental 'Hiato' relata cómo en el año 2000 un autobús de ciudadanos de las favelas del Río Norte llega al shopping Rio Sul. Y cómo las tiendas cerraban sus puertas cuando el rolezinho de pobres se aproximaba.
Uno famoso fue en el shopping Parangaba, en Fortaleza, a finales de noviembre del año pasado. Como siempre, estaba presente la cuestión racial y la represión de las fuerzas 'de seguridad'. La ola de rolezinhos se expandió desde la periferia sur de São Paulo a partir de diciembre.
Las marcas son objeto de deseo. Foto: cartacapital
Y la policía, pública y privada, al servicio del dinero. Guardias de seguridad impiden la entrada a los centros comerciales a jóvenes vestidos con ropa barata, la mayoría mulatos o negros. Los guardias de seguridad, en su esquizofrenia, llegan a preguntar a los convocantes de rolezinhos si pertenecen a una organización terrorista (!). La Policía Militar (PM) de São Paulo, siempre lista, lanza gas lacrimógeno y balas de goma a participantes de rolezinhos. Y una oleada de convocatorias se expande por todo Brasil (el pasado día 13 ya había al menos 17 megarolezinhosconvocados). Y facebook cierra algunos eventos a petición de los centros comerciales. Algunos shoppings consiguen el apoyo de la justicia para vetar a los rolezinhos. Y muchos otros piden a la justicia que los prohíba.
Apartheid en los templos del consumo
Los rolezinhos tienen un claro perfil activista, social y político. El Movimento dos Trabalhadores Sem-Teto (Sin techo, MTST) lanzó en los shoppings Jardim Sul e Campo Limpo de São Paulo el ?O rolezão contra o Apartheid?. Asimismo, el Rolezinho no Xópim Iguatemi do Lago Norte de Brasilia está convocado por gente que participó en la toma del techo del Congreso del pasado junio.
La descripción del rolezinho de Brasilia lo confirma: "Convocado para protestar contra la privatización de los espacios públicos y la criminalización de la pobreza". La red de colectivos y plataformas activistas surgida desde el estallido de las protestas de junio está usando el rolezinho para denunciar la violencia policial o el racismo. O para movilizar con creatividad artística (aquí el Coletivo Vinhetando), con humor ("Hitler descubre la verdad de los rolezinhos de los shoppings") o con lemas anticonsumistas como el "Não vai ter shooping", una remezcla del popular grito "Não vai ter copa", similar al de los Tupamaros uruguayos de 1970, aquel del o hay piscina para todos, o no hay piscina para nadie.
Por si fuera poco, la 'izquierda' gobernante, o nueva derecha según otros -partidos políticos, sindicatos, movimientos afines cercanos al poder- ha visto en el rolezinho una oportunidad de entrar en las protestas y de redirigirlas contra las antiguas élites. Y de desviar un poco la atención de las crecientes convocatorias contra la FIFA, la corrupción que promueve y los desalojos provocados por las obras del Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos, en general contra la enorme cantidad de dinero destinada a estos eventos en un país lleno de pobreza.
¿Qué pasará con la oleada de rolezinhos que sigue en marcha? El investigador de redes Fábio Malini considera el rolezinho como una variante de ataque DDos, usado en Internet, que provoca que una página web caiga por el exceso de visitas. Un ataque DDos anticonsumista (cierre de shoppings) que podría generalizarse en las próximas semanas: "Sin saberlo, los jóvenes descubrieron una nueva táctica política: el ataque DDos en los shoppings. Mucho acceso hace que el sistema (de la economía política capitalista) caiga. Señores, sean bienvenidos al ataque de negación de servicio en el mundo real. Sin vidrio roto [de momento]. Pero con el comercio suspendido".
por CALPU 24/1/2014 La HaineLos rolezinhos (dar una vuelta) han pasado a tener un claro perfil activista, social y político. Pero la derecha intenta convertirlo en una "primavera árabe"
El poder instituido y los medios burgueses sigue buscando a los líderes donde apenas hay manifestantes. No acaba de encontrar a los jefes del rolezinho, una acción agregadora cocinada en las favelas. Por lo tanto, y como siempre ocurre, optan por contenerlo, incorporarlo al sistema, y quitarle todos los componentes de crítica social.
Lo primero es hacerlo pasar por el filtro de las "redes sociales"; usar un palabro de moda como "flashmob", o 'multitud instantánea'. Luego quitarle base social: ya no son los pobres de las favelas los que acuden a los centros comerciales, si no la clase media baja surgida con los gobiernos de Lula que envidia a la clase media 'de toda la vida'. Por último le cambian el contenido: en lugar de protesta y funk antirracista, lo que sale en los medios es 'funk ostentação', hip hop comercial yanqui, diversión, consumo, 'paquera' (ligoteo) y baile.
Pero la pertinaz realidad no ceja. En el vídeo incluido en un tuit - 'Rolezinho no Shopping Leblon 19/01/14', del Colectivo Tatu- un grupo de personas se manifiesta en la puerta del exclusivo shopping [centro comercial] Leblon, en Río de Janeiro. Bailan funk carioca, gritan y corean consignas contra el racismo de los centros comerciales que vetan la entrada de los afro descendientes.
Al final del vídeo, la multitud se aleja por las calles con uno de los gritos más vivos de las protestas de Brasil: "Não Vai Ter Copa" (No va a haber Copa, por el Mundial de fútbol). El centro comercial estaba cerrado. La dirección del mismo se asqueó al ver los más de 9.000 pobres que habían llegado al rolezinho. Un día antes, el elitista shopping Iguatemi de São Paulo había cerrado sus puertas, ante un rolezinho convocada por varios colectivos que luchan contra el racismo.
¿Por qué se ha extendido esta oleada de movilizaciones y se ha tensado el debate racial en Brasil? Hay una relación directa con el racismo profundamente presente en el nuevo Brasil rico y moderno. Se comprueba el 'apartheid' en los shoppings. Se exacerba la lucha de clases.
El rolezinho ("dar um rolê" significa dar una vuelta) de las clases más desfavorecidas por los centros comerciales existe hace décadas. 'Chopis Centris', la popular canción del grupo Mamonas Assasinas, de 1990, refleja esa práctica: "ese tal Chopis Centris / está muy bien / para llevar a las novias / y dar unos rolezinhos".
El texto 'Etnografía do rolezinho', de la investigadora Rosana Pinheiro, describe el fenómeno de jóvenes pobres que ya en 2009 "los comerciantes y guardias de seguridad les despreciaban". Afirma que "El acto de ir al shopping es político: porqué esos jóvenes se están apropiando de cosas y espacios que la sociedad les niega día a día"
Los rolezinhos activistas, coordinados por organizaciones sociales, no son novedad. El documental 'Hiato' relata cómo en el año 2000 un autobús de ciudadanos de las favelas del Río Norte llega al shopping Rio Sul. Y cómo las tiendas cerraban sus puertas cuando el rolezinho de pobres se aproximaba.
Uno famoso fue en el shopping Parangaba, en Fortaleza, a finales de noviembre del año pasado. Como siempre, estaba presente la cuestión racial y la represión de las fuerzas 'de seguridad'. La ola de rolezinhos se expandió desde la periferia sur de São Paulo a partir de diciembre.
Las marcas son objeto de deseo. Foto: cartacapital
Y la policía, pública y privada, al servicio del dinero. Guardias de seguridad impiden la entrada a los centros comerciales a jóvenes vestidos con ropa barata, la mayoría mulatos o negros. Los guardias de seguridad, en su esquizofrenia, llegan a preguntar a los convocantes de rolezinhos si pertenecen a una organización terrorista (!). La Policía Militar (PM) de São Paulo, siempre lista, lanza gas lacrimógeno y balas de goma a participantes de rolezinhos. Y una oleada de convocatorias se expande por todo Brasil (el pasado día 13 ya había al menos 17 megarolezinhosconvocados). Y facebook cierra algunos eventos a petición de los centros comerciales. Algunos shoppings consiguen el apoyo de la justicia para vetar a los rolezinhos. Y muchos otros piden a la justicia que los prohíba.
Apartheid en los templos del consumo
Los rolezinhos tienen un claro perfil activista, social y político. El Movimento dos Trabalhadores Sem-Teto (Sin techo, MTST) lanzó en los shoppings Jardim Sul e Campo Limpo de São Paulo el ?O rolezão contra o Apartheid?. Asimismo, el Rolezinho no Xópim Iguatemi do Lago Norte de Brasilia está convocado por gente que participó en la toma del techo del Congreso del pasado junio.
La descripción del rolezinho de Brasilia lo confirma: "Convocado para protestar contra la privatización de los espacios públicos y la criminalización de la pobreza". La red de colectivos y plataformas activistas surgida desde el estallido de las protestas de junio está usando el rolezinho para denunciar la violencia policial o el racismo. O para movilizar con creatividad artística (aquí el Coletivo Vinhetando), con humor ("Hitler descubre la verdad de los rolezinhos de los shoppings") o con lemas anticonsumistas como el "Não vai ter shooping", una remezcla del popular grito "Não vai ter copa", similar al de los Tupamaros uruguayos de 1970, aquel del o hay piscina para todos, o no hay piscina para nadie.
Por si fuera poco, la 'izquierda' gobernante, o nueva derecha según otros -partidos políticos, sindicatos, movimientos afines cercanos al poder- ha visto en el rolezinho una oportunidad de entrar en las protestas y de redirigirlas contra las antiguas élites. Y de desviar un poco la atención de las crecientes convocatorias contra la FIFA, la corrupción que promueve y los desalojos provocados por las obras del Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos, en general contra la enorme cantidad de dinero destinada a estos eventos en un país lleno de pobreza.
¿Qué pasará con la oleada de rolezinhos que sigue en marcha? El investigador de redes Fábio Malini considera el rolezinho como una variante de ataque DDos, usado en Internet, que provoca que una página web caiga por el exceso de visitas. Un ataque DDos anticonsumista (cierre de shoppings) que podría generalizarse en las próximas semanas: "Sin saberlo, los jóvenes descubrieron una nueva táctica política: el ataque DDos en los shoppings. Mucho acceso hace que el sistema (de la economía política capitalista) caiga. Señores, sean bienvenidos al ataque de negación de servicio en el mundo real. Sin vidrio roto [de momento]. Pero con el comercio suspendido".
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