El sistema de agencias de Naciones Unidas continúa su colaboración con las autoridades de Ecuador, tras el terremoto de 7.8 en la escala de Richter que asoló el pasado sábado las zonas de Pedernales y Cojimi en la costa norte del país. Según datos preliminares, el movimiento telúrico ha dejado hasta el momento unos 270 muertos y más de 2.000 heridos.
Este domingo UNICEF distribuyó tabletas de purificación de agua en Pedernales, el área más afectada por el seísmo, y anunció que trabajará con socios humanitarios en la distribución de suministros sanitarios y escolares y casas de campaña. En un comunicado, afirmó que sus prioridades más importantes son evitar la propagación de enfermedades, proteger a los menores que hayan quedado separados de sus familiares y ofrecer apoyo psicológico y oportunidades temporales de enseñanza a los niños afectados.
Por otro lado, la Organización Panamericana de la Salud, la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), anunció el envío a Ecuador de un grupo de expertos de su equipo regional de respuesta para apoyar las acciones de las autoridades en la evaluación de daños. Asimismo, participará en el análisis de necesidades de agua y saneamiento, la coordinación de equipos médicos de emergencia y la evaluación de la infraestructura de los servicios de salud.
La víspera, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, transmitió sus condolencias al pueblo y al Gobierno de Ecuador por la pérdida de vidas y los daños causados por el terremoto, y encomió a las autoridades del país por su liderazgo en los esfuerzos de rescate. ONU
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