lunes, 9 de abril de 2012

Ni pan para hoy


SUELTOS!



(AW) No sorprende conocer nuevos datos escalofriantes sobre desnutrición en Centroamérica. La razón básica es la desigualdad que padecen los cinco continentes asentados en un sistema económico mercantilista que distribuye a los pueblos las migajas suficientes para que no mueran por inanición. La preocupación para que ello no ocurra es no perder la fuerza de trabajo de quienes producen el mundo aunque no lo gocen ni merezcan. Se agrega también el alza en los precios de los alimentos, en su mayoría importados, entre otras razones.

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---El informe Centroamérica en Cifras, elaborado por la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), reveló que el 14.2 por ciento de la población presenta cuadros de subnutrición; la más afectada es la niñez menor de 5 años.

El documento contiene una actualización de los principales indicadores relacionados con la seguridad alimentaria, la agricultura familiar y los pequeños productores de granos básicos en Centroamérica; son aproximadamente 6 millones de personas en estado de subnutrición.
En cuatro de los seis países de América Central, el porcentaje de personas que sufre desnutrición crónica moderada y grave, es decir, un retardo de altura o peso para su edad, es del 10 por ciento; Costa Rica es el único país que reporta menos del 5 por ciento.
El informe señala que las causas de las altas tasas de desnutrición en la región están estrechamente relacionadas con la situación de pobreza y extrema pobreza que enfrentan las mayorías, casi un 50 por ciento de la población en América Latina y el Caribe.
La desigualdad es otro de los factores que alienta los índices de subnutrición; los seis países centroamericanos se sitúan entre los primeros con los índices de desigualdad más elevados, reflejados en parte, en la situación de indigencia en la que viven el 26.8 por ciento de las personas.
Uno desafío importante en la lucha contra el hambre es el alza de los precios de los alimentos; el informe señala que en los últimos años el valor de la canasta básica ha aumentado en todos los países de Centroamérica; en el 2007 el costo era de unos 250 dólares y en la actualidad redondea los 300.
En ese lapso, también se duplicó el preció de la tortilla de maíz, uno de los principales productos alimenticios de la población centroamericana; una trayectoria parecida mostró el precio del frijol, que entre el 2006 y el 2011, se duplicó, incluso en Nicaragua se triplicó, concluye el documento de la FAO.
(fuente: Argenpress)

Civilizaciones por la vida.


ECUADOR




Los pueblos indios, campesinos, mujeres, trabajadores, estudiantes, docentes y más sectores populares del Ecuador iniciaron el 8 de marzo una movilización nacional en contra del extractivismo y por la defensa del Agua, la Vida y la Dignidad de los Pueblos, que culminará en Quito el 22 de marzo.
ecua
Por Jaime Breilh (Miembro de Red por el derecho a la Salud)


Quienes como el que suscribe, forman parte de la comunidad científica mundial y nacional dedicada a estudios en protección de la vida, de los derechos sociales y de la naturaleza, no podemos menos que respaldar el espíritu que anima a las colectividades movilizadas, y esperar que esta importante reafirmación de los ideales que nos llevaron a impulsar la construcción de la nueva Constitución del país, sensibilice a los sectores democráticos de la actual gestión pública, para que se proteja el derecho de estas comunidades a expresar su reclamo histórico, y se recoja sin prejuicios o valoraciones extrañas, su pedido de frenar un modelo de producción cuya peligrosidad y nefastas consecuencias sociales, culturales y ambientales ha demostrado la ciencia. Al margen de cualquier valoración de oportunidad política que pretenda poner en entredicho la legitimidad de esta reclamación social, es fundamental exigir que quienes tienen la responsabilidad de dar vigencia como mandatarios al principio participativo que fundamenta nuestra Constitución, favorezcan ese diálogo que reclaman las colectividades movilizadas para consensuar una salida a esta grave contradicción, que coloca nuestros derechos en una encrucijada de la que sólo saldremos mediante un debate sereno e informado acerca del modelo de civilización y los modos de vivir que finalmente queremos consolidar.