miércoles, 30 de enero de 2013

Los cristianos perseguidos en Medio Oriente.


Angustia cristiana en Medio Oriente

Benjamín Weinthal es un periodista preocupado por la suerte de las comunidades cristianas en Medio Oriente y acaba de difundir noticias alarmantes que, curiosamente, son marginadas por la prensa occidental. En la ciudad egipcia de Beni Suef, su corte criminal ha sentenciado a toda una familia a quince años de prisión por haberse convertido al cristianismo. Beni Suef se encuentra en la ribera oriental del Nilo, unos 115 kilómetros al sur de El Cairo. Esto es muy grave: demuestra cuán en serio se están tomando las prescripciones del nuevo gobierno islamista. La información fue publicada en el diario árabe Al-Masry al-Youm. Se trata de una historia simple. La bella Nadia nació y pasó su infancia en el seno de una familia copta. Los coptos integran el 10% de la población total del país. Debió convertirse al Islam cuando, hace 23 años, se casó con Mohamed Abdel-Wahhab Mustafá. Luego de enviudar, ella y sus siete hijos decidieron retornar abiertamente a la fe cristiana. Entre 2004 y 2006 se afanaron por conseguir la ayuda de funcionarios laicos para obtener nuevas tarjetas de identidad. Pero cuando asumió el nuevo gobierno presidido por Mohamed Morsi tanto Nadia como sus hijos y algunos burócratas bajo sospecha fueron sentenciados a prisión. Quizás el mundo ya se resignó a que bajo regímenes oprimidos por la teocracia pasen estas cosas. Nadie se queja, por ejemplo, de que en Arabia Saudita sea imposible construir una sola iglesia y esté prohibido exhibir la cruz, mientras se levantan febriles mezquitas por todo el planeta. Abandonar el Islam, por ejemplo, se considera una apostasía imperdonable allí y en casi todos los países con mayoría musulmana. Sin embargo, en Egipto la situación no era tan grave. Hubo incluso un período con tolerancia religiosa durante la monarquía, los gobiernos de Nasser, Anwar el-Sadat y hasta el recientemente defenestrado Mubarak. Incluso quedaron algunos judíos después de la independencia de Israel. Pero la minoría religiosa más importante es la copta, compuesta por casi ocho millones de fieles. Es una de las primeras comunidades cristianas de la historia, convertida -según versiones- por el evangelista Marcos en el siglo I, durante el gobierno de Nerón. El maravilloso Cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell la describe con envidiable inspiración y advierte sobre los nubarrones que oscurecieron su futuro luego de la Segunda Guerra Mundial. Samuel Tadros, investigador del Hudson Institute for Religious Freedom, asegura que conversiones como las de Nadia eran más o menos frecuentes en el pasado, pero que la nueva sharia "es un verdadero desastre en materia de libertad religiosa". La sharia se ha convertido en una parte integral de la nueva Constitución. Jordan Sekulow, director ejecutivo en el American Center for Law and Justice, afirma que los casos como el de Nadia y sus hijos se volverán cada vez más frecuentes y ominosos. Aumentará la discriminación contra otras religiones, encogidas bajo los implacables dictados de la ley coránica. El presidente Morsi fue criticado en los ámbitos seculares de su país por su silencio y ausencia durante los brutales asaltos que hace pocos meses sufrieron los cristianos de Egipto. En agosto, unas cien familias de Dahshour fueron obligadas a fugar, con abandono de sus bienes y hogares. Predicadores extremistas, aliados o integrantes de la Hermandad Musulmana convocaron a apartarse de los cristianos durante la Navidad, como si estuviesen infectos. No es novedad: a lo largo de décadas viven bajo la angustia de ser ciudadanos de segunda clase y tener que defenderse de ataques a iglesias, aldeas y comercios; ocurrieron asaltos de turbas envenenadas por imanes extremistas y se fuerza la conversión de toda mujer cristiana si pretende casarse con un musulmán, como le ocurrió a la desdichada Nadia. Sobre esto poco se publica en el culposo Occidente. Sekulow exige una vigorosa acción diplomática para empujar a Egipto hacia la libertad religiosa. El presidente Morsi tiene previsto encontrarse con Obama en marzo y sería imperdonable si este problema no se incluyera en las conversaciones. Occidente no debería ser un espectador indiferente. Sólo Estados Unidos provee un billón de dólares a Egipto, ¡por año! ¿Es una ayuda bien aprovechada? ¿O algunas porciones se desvían hacia los fanáticos? Semejante obsequio exige buena conducta en materia de derechos humanos o debería ser reconsiderado. Se estima que la población cristiana de Medio Oriente (comprendidas sus diversas denominaciones), hasta fines del siglo XX, se acercaba a un 20%. Los últimos censos la han reducido a un 5%. Y su número sigue bajando. En el Líbano, el más adelantado de los países árabes, cayó del 50 al 40%. El creciente poderío de Hezbollah, grupo armado y sostenido por Irán, aumentó en ese país la inseguridad y la emigración de cristianos. En Siria, que se desangra con una guerra atroz que el mundo contempla paralizado, los cristianos son más o menos el 12%. La brutal dictadura de Asad padre e hijo puede caer, pero no significará un alivio para los cristianos. Entre los rebeldes predominan los islamistas fanatizados, que ya han cometido crímenes por motivos religiosos. Algo similar pasó en Irak, donde la mitad de sus 800.000 cristianos han debido huir tras la caída de Saddam Hussein y el incendio de la principal iglesia de Bagdad durante una misa dominical, reivindicado por los salafistas, que quieren reimponer el estilo de vida existente en los tiempos de Mahoma (siglo VII). Para expresarlo sin rodeos, la fugaz "primavera árabe" ha sido capturada en la mayor parte de Medio Oriente por la regresión fanática, decidida a imponer un intolerante dogmatismo. El vicario de la Iglesia Saint George de Bagdad tuvo el coraje de lanzar una frase políticamente incorrecta, que podría costarle la vida. Dijo: "El único lugar de Medio Oriente donde los cristianos están verdaderamente seguros es Israel". Tiene razón: es el único y muy pequeño país de la región donde su comunidad cristiana aumenta sin restricción alguna. A esta afirmación se debería agregar lo sucedido en la última Navidad. Seiscientos cristianos de la Franja de Gaza obtuvieron el permiso de las autoridades israelíes para trasladarse a Cisjordania. La sorpresa fue mayúscula cuando, al regreso, varias decenas pidieron asilo para quedarse en Israel: no toleran seguir bajo el gobierno de Hamas ni de la Autoridad Palestina. Más sorprendente aún fue que muchas familias cristianas de Jerusalén Oriental se hayan trasladado para la celebración a los sectores judíos de la ciudad, porque se sentían más seguros que entre sus vecinos musulmanes. Según el diario Israel Hayom, varios políticos, periodistas y bloggers fueron detenidos por la Autoridad Palestina cuando se animaron a difundir estos hechos. Oficialmente, el gobierno palestino debe castigar a quienes tengan relaciones comerciales con los israelíes, porque desde hace tiempo ha impuesto un boicot económico bastante absurdo e ineficaz. Según estadísticas que no fueron cuestionadas ni por los más acérrimos críticos, unos 40.000 árabes de Cisjordania tienen permiso de trabajo en Israel y unos 15.000 consiguen trabajo en los cuestionados asentamientos. La diferencia no presenta dificultades. Israel es un país moderno y democrático, lleno de conflictos, pero cimentado sobre los pilares de la Ilustración. En el resto de Medio Oriente aún falta el cambio que empuje hacia las nuevas conquistas del espíritu. Occidente, al abstenerse de formular las críticas que debería blandir con fuerza, es corresponsable del atraso que sufren cientos de millones de personas.

¿Qué ocurrió realmente en Fordow?


Enigma bajo la tierra

¿Qué ocurrió realmente en Fordow?, el sitio secreto de enriquecimiento del proyecto nuclear iraní, no lejos de la ciudad santa de Qom. Día a día, se acumulan más y más noticias y aumentan los interrogantes. ¿Fue un accidente “habitual”, como suele ocurrir en un proyecto de tamaña dimensión o de otro complejo atentado del Mossad israelí? (Hubo varios y exitosos, según las publicaciones extranjeras). O ¿se trata de un anuncio que difundieron los factores de la oposición iraní para complicar al gobierno en Teherán? (también de eso hubo bastante). Mientras tanto es difícil obtener certeza al anuncio publicado por boca de Raza Halili, quien sostuvo que se desempeñó como agente de la CIA en Irán. Los iraníes negaron los informes sobre la explosión, dijo ayer el portavoz de la Casa Blanca en rueda de prensa. Un iraní que desertó a Occidente describió ayer, en el canal 2, aquello que, según su criterio, sucedió allí: “La mayoría de los trabajadores y científicos estaban abajo, a una profundidad de casi 90 metros por debajo de la tierra. Cuentan con dos ascensores y ambos se pararon por el estallido. Carecemos de información sobre el número de víctimas en la planta. Empezamos a recibir ahora algo de información y nos proponemos transmitirla, tras verificarla. La primera sospecha de los iraníes es que se trata de una acción secreta del Mossad”. El bunker en Fordow está cavado en la profundidad de la montaña. Estaba previsto que no sea descubierto por Occidente. Al ser desenmascarado por los servicios de inteligencia de Estados Unidos y Gran Bretaña, se convirtió en el principal problema para todo proyecto de ataque desde el aire. Las bombas más avanzadas a manos de Estados Unidos (que según parece no fueron suministradas a Israel) tendrán dificultades de atravesarlo, y ni hablar de destruirlo por completo. La planta sirve a los iraníes para el enriquecimiento de uranio a un relativo alto nivel, del 19,7% y depositar el material existente; es decir la protección ante un ataque. CIDIPAL

Publicamos la tercera parte del comunicado del EZLN "Ellos y Nosotros" firmado por el Subcomandante Marcos.

ELLOS Y NOSOTROS III


Los Capataces

(AW) 
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En algún lugar de México...
El señor golpea la mesa, furioso.
- ¡Aniquílenlos!
- Señor, con todo respeto, llevamos más de 500 años intentándolo. Los sucesivos imperios encumbrados lo han intentado con todo el poderío militar de la época -.
- ¿Y por qué siguen ahí?
- Err... todavía lo estamos tratando de entender - el lacayo mira con reproche al que tiene uniforme militar.
El aludido se levanta y, en posición de firmes, extiende su brazo derecho al frente, con la mano extendida, y grita con entusiasmo:
- ¡Heil...! perdón, quise decir, lo saludo, señor - Luego de dirigir una mirada amenazadora que calla las risitas de los demás comensales, continúa:
- El problema, señor, es que esos herejes no nos enfrentan donde somos fuertes, nos dan la vuelta, nos atacan en nuestras debilidades. Si todo fuera cuestión de plomo y fuego, bueno, pues hace tiempo que esas tierras, con sus bosques, agua, minerales, gente, hubieran sido conquistadas y así usted hubiera podido ofrecerlas en tributo al gran Mandón, señor. Esos cobardes, en lugar de enfrentarse a nosotros sólo con sus heroicos pechos desnudos, o con arcos, flechas y lanzas, y quedar como héroes (derrotados sí, pero como héroes), se preparan, se organizan, se ponen de acuerdo, nos dan la vuelta, se esconden cuando se quitan la máscara. Pero no estaríamos en esta situación si me hubieran hecho caso cuando empezó todo -, y mira con reprobación al comensal en cuyo letrero en la mesa se lee "chupa-cabras versión 8.8.1.3″.
El comensal aludido, sonríe mientras dice:
- General, con todo respeto, no teníamos una bomba atómica. Y aunque pudimos haber conseguido una de nuestros aliados (el comensal que tiene el letrero de embajador agradece la mención), habríamos conseguido aniquilar a todos los aborígenes, pero también habríamos destruido los bosques y el agua, además de que los trabajos de exploración y explotación de minerales serían imposibles por, digamos, varios siglos -.
Otro de los lacayos interviene:
- Les ofrecimos que a su muerte habría canciones y poemas alabando su sacrificio, corridos, películas, mesas redondas, ensayos, libros, obras de teatro, estatuas, su nombre en letras doradas. Les dijimos que si se empeñaban en resistir y seguir vivos, íbamos a sembrar rumores y dudas sobre por qué no han desaparecido, por qué no han muerto, y que diríamos que eran creación nuestra, que íbamos a llevar adelante una campaña de desprestigio tal que incluso contaría con el apoyo de algunos intelectuales, artistas y periodistas progresistas - Los comensales aludidos hacen un gesto de aprobación, aunque más de uno lo hace de desagrado por tantos "istas".
El señor interrumpe impaciente:
- ¿Y?
- Nos contestaron con una señal así - (el lacayo enseña la mano empuñada pero con el dedo medio levantado).
Los comensales se revuelven indignados y claman:
- ¡Proles! ¡Nacos! ¡Groseros! ¡Plebeyos! ¡Barrio! -
El lacayo sigue con la señal de la mano, mirando de frente al señor. Éste lo increpa:
- ¡Ya entendí!, ya puede bajar la mano.
El lacayo baja la mano lentamente, mientras hace un guiño a los demás comensales. Después continúa:
- El problema, señor, es que estas personas no rinden culto a la muerte, sino a la vida. Hemos intentado eliminar a sus líderes visibles, comprarlos, seducirlos.
- ¿Y entonces?
- Además de que no lo hemos conseguido, nos hemos dado cuenta de que el problema mayor son los líderes invisibles.
- Ok, encuéntrenlos.
- Ya los encontramos, señor.
- ¿Y? -
- Son tod@s, señor.
- ¿Cómo que tod@s?
- Sí, todas, todos. Ése fue uno de los mensajes de lo que hicieron el día del fin del mundo. Logramos que no se manejara eso en los medios de comunicación, pero creo que aquí podemos decirlo sin temor a que alguien más se dé cuenta. Usaron un código para que nosotros entendiéramos: el que está arriba del templete es el jefe.
- ¡¿Qué?! ¿40 mil jefes y jefas?
- Err... señor, disculpe, ésos son los que vimos, habría que agregar muchos más que no vimos.
- Cómprenlos entonces. Imagino que tenemos dinero suficiente - agrega dirigiéndose al comensal con el letrero de "cajero no automático".
El llamado "cajero", empieza a balbucear:
- Bueno, señor, tendríamos que vender algo del Estado y ya casi no queda nada.
El lacayo interrumpe:
- Señor, lo hemos intentado.
- ¿Y?
- No tienen precio.
- Entonces convénzanlos.
- No entienden lo que les decimos. Y a decir verdad, nosotros tampoco entendemos lo que dicen ellos. Hablan de dignidad, de libertad, de justicia, de democracia...
- Bueno, entonces hagamos como que no existen. Así morirán por hambre, enfermedades curables, con un buen cerco informativo, nadie se percatará hasta que sea demasiado tarde. Eso, matémosles de olvido.
El comensal que se asemeja sorprendentemente a un chupa-cabras hace un signo de aprobación. El señor agradece el gesto.
- Ya, señor, pero hay un problema.
- ¿Cuál?
- Aunque los ignoremos, se empecinan en seguir existiendo. Sin nuestras limosnas, perdón, quise decir sin nuestra ayuda, construyeron escuelas, hicieron producir la tierra, levantaron clínicas y hospitales, mejoraron sus viviendas y su alimentación, bajaron los índices de delincuencia, acabaron con el alcoholismo. Y, además de que prohibieron la producción, distribución y consumo de narcóticos, elevaron su esperanza de vida y casi la igualaron con la de las grandes ciudades.
- Ah, o sea que sigue siendo mayor en las ciudades - el señor sonríe contento.
- No señor, cuando dije "casi" es que la de ellos es superior. La esperanza de vida en las ciudades se redujo gracias a la estrategia de su antecesor, señor.
Todos voltean a ver con burla y reprobación al personaje de corbata azul.
- ¿Quieres decir que esos rebeldes viven mejor que los que se venden a nosotros?
- Completamente, señor. Pero de eso no hay que preocuparse, hemos montado una campaña mediática ad hoc para tapar eso.
- ¿Y?
- El problema es que ni ellos ni los nuestros ven televisión, ni leen nuestra prensa, no tienen tuiter, ni feisbuc, ni siquiera señal de celular. Ellos saben que están mejor y los nuestros saben que están peor.
Se levanta la comensal con el letrero de "izquierda moderna":
- Señor, si me permite. Con el nuevo programa de Solid... perdón, quise decir con la Cruzada Nacional...
El lacayo la interrumpe impaciente:
- Ya Chayo, no empieces con discursos para los medios. Todos nosotros concordamos en que el enemigo principal son esos malditos indios y no el otro innombrable. A ése lo tenemos bien infiltrado y acotado con personeros del señor aquí presente.
El del letrero "chupa cabras" asiente con satisfacción y recibe agradecido las palmaditas que le dan los comensales cercanos.
El lacayo continúa:
- Pero tú y yo, y todos los que estamos aquí, sabemos que todo eso de los programas sociales es una mentira, que no importa cuánto dinero se invierta, al final del embudo no queda nada. Porque cada quien se lleva su tajada. Después del señor, con todo respeto, tú agarras una buena parte, todos los aquí presentes también, luego los señores gobernadores, los mandos de las zonas militares y navales, las legislaturas locales, los presidentes municipales, los comisionados, los líderes, los encargados, los cajeros, total, que para abajo ya queda muy poco, o nada .
El señor interviene:
- Pues hay que hacer algo ya, porque si no el Mandón va a buscar a otros capataces y ustedes saben bien, damas y caballeros, lo que eso significa: el desempleo, el escarnio, tal vez la cárcel o el exilio.
El personaje rotulado "chupa cabras" se estremece y hace un gesto afirmativo.
- Y es urgente, porque si esos indios pata-rajada... (la hija del señor hace una señal de asco, la señora se siente súbitamente indispuesta y adquiere un color verde que olvídate de Linterna ídem). La señora se retira argumentando algo de un embarazo.
El señor sigue:
- Si esos pinches indios se unen entre sí, estaremos en muy graves problemas porque...
- Ejem, ejem, señor - interrumpe el lacayo.
- ¿Si? -
- Me temo que hay un problema más grande, es decir, peor, señor -.
- ¿Más grande? ¿Peor? ¿Qué puede ser peor que toda la indiada insurrecta? -
- Bueno, pues que se pongan de acuerdo con l@s otr@s, señor -.
- ¿L@s Otr@s? ¿Quiénes son? -
- Mmh... deje veo... bueno, pues campesinos, obreros, desempleados, jóvenes, estudiantes, maestros, empleados, mujeres, hombres, ancianos, profesionistas, maricones y machorras, punketos, rastafaris, skateros, raperos, hip-hoperos, rockeros, metaleros, choferes, colonos, ong´s, ambulantes, bandas, razas, nacos, plebes...-
- ¡Basta!, ya entendí... creo.
Los lacayos se miran entre sí con una sonrisa cómplice.
- ¿Dónde están los líderes que hemos comprado? ¿Dónde los que hemos convencido de que la solución de todo es volverse como nosotros?
- Cada vez les creen menos, señor. Cada vez controlan menos a su gente.
- ¡Busquen a quién comprar! ¡Ofrézcanles dinero, viajes, programas de televisión, registros, diputaciones, senadurías, gobiernos! ¡Pero sobre todo dinero, mucho dinero!
- Lo estamos haciendo, señor, pero... - el lacayo duda.
- ¿Y? - lo apremia el señor.
- Cada vez encontramos más... -
- ¡Magnífico! ¿Se necesita más dinero entonces?
- Señor, quiero decir que cada vez encontramos más que no se venden.
- ¿El terror entonces?
- Señor, cada vez son más los que no nos tienen miedo, o que si lo tienen, lo controlan.
- ¿El engaño?
- Señor, cada vez son más los que piensan por sí mismos.
- ¡Hay que acabarlos a todos entonces!
- Señor, si desaparecemos a todos, también desaparecemos nosotros. ¿Quién sembrará la tierra, quién hará andar las máquinas, quién trabajará en los grandes medios, quién nos atenderá, quién peleara nuestras guerras, quién nos alabará?
- Entonces hay que convencerlos de que nosotros somos tan necesarios como ellos.
- Señor, además de que cada vez más gente se está dando cuenta de que no somos necesarios, parece que el Mandón está dudando de nuestra utilidad, y por "nuestra" me refiero a todos nosotros.
Los invitados a la mesa del señor se revuelven incómodos en sus asientos.
- ¿Y entonces?
- Señor, mientras encontramos otra solución, porque la del "Pacto" no sirvió para nada, y viendo que hay que evitar la vergüenza de refugiarlo de nuevo en un cuarto de baño, hemos adquirido algo más conveniente: ¡un "cuarto de pánico"!
Los comensales se ponen de pie para aplaudir. Todos se arremolinan alrededor de la máquina. El señor entra y se pone frente a los controles.
El lacayo, nervioso, advierte:
- Señor, sólo tenga cuidado de no oprimir el botón de "eyección".
- ¿Éste?
- ¡Nooooooooooooooo!
Las maquillistas y titiriteros corren a dar los primeros auxilios.
El lacayo se dirige hacia uno de los camarógrafos que ha filmado todo:
- Tienes que borrar esa parte... Y dile al Mandón que vaya preparando un muñeco de repuesto. A éste hay que estarlo "reseteando" a cada rato.
Los comensales se arreglan la corbata, la falda, se peinan, tosen, buscando llamar la atención. Los clicks de las cámaras y la luz de los flashes opacan todo...
(continuará...)
Desde cualquier rincón en cualquier mundo.
SupMarcos.
Planeta Tierra.
Enero del 2013.
Datos tomados del Informe #69 del Servicio de Inteligencia Autónoma (SIA, por sus siglas en español) sobre lo escuchado y visto en una reunión ultra-archi-recontra-hiper secreta, realizada en México, D.F. traspatio de EU, latitud 19° 24´ N, longitud 99° 9´ W. Fecha: hace unas horas. Clasificación: sólo para sus ojos. Recomendación: no hacer pública esta información porque nos van a balconear. Nota: manden más pozol porque el Elías ya se lo acabó al grito de "¡atásquense que hay lodo!", y está bailando ska con la rola de Tijuana No, "Transgresores de la Ley", en la versión de Nana Pancha. Sí, está chida la rola, pero está cabreras entrarle al slam porque el Elías trae botas mineras de punta de acero.

El canciller Héctor Timerman se reunió con los directivos de la AMIA y la DAIA tras las críticas de estos organismos judíos por el acuerdo del Gobierno argentino con el de Irán en torno al juicio del atentado de 1994.



El canciller dijo que este memorándum no tendrá interferencia en la justicia argentina, solo se trata de una recomendación del ejecutivo.
“Es un gesto de ignorancia y de mala fe los que dicen que estamos cediendo soberanía, el juicio continúa en la Argentina con un juez argentino y un fiscal argentino”, dijo el funcionario.
Además Timerman sostuvo que las declaraciones indagatorias que se hagan en un marco internacional, “va a tener validez en la Justicia argentina”. “Muchos jueces salieron al exterior para hacer indagatorias”, indicó.
“Me alegro que estemos trabajando juntos con la AMIA y con la DAIA para aclarar todo lo que sea necesario”, añadió el canciller.
“Creo que nos vamos todos con la satisfacción de saber que estamos por el buen camino ¿Es el final del camino? No, pero es un paso más. Buscamos memoria, verdad, y justicia”, dijo Timerman.

El Gobierno rechazó esta tarde la citación del embajador argentino en Israel a raíz del acuerdo con Irán por la causa AMIA y lo consideró “un acto impropio” que “va en contra de las tradicionales relaciones de amistad que existen entre ambas naciones”.
En un comunicado, la Cancillería remarcó que el atentado del 18 de julio de 1994 “no involucró a ningún ciudadano israelí” y resaltó también que la Argentina “jamás ha citado a un embajador israelí para pedirle explicaciones sobre acciones de su gobierno”.
“La Cancillería argentina expresa que dicha citación para reclamar explicaciones sobre decisiones soberanas de la República Argentina es un acto impropio que se rechaza en forma enérgica y que va en contra de las tradicionales relaciones de amistad que existen entre ambas naciones”, apuntó la cartera que conduce Héctor Timerman.
Previamente, el director para América Latina de la Cancillería israelí, Itzhak Shoham, confirmó que el Gobierno de aquel país expresó al embajador argentino, Carlos Faustino García, su malestar por el acuerdo firmado por la administración de Cristina Kirchner con Irán en relación a la causa que investiga el atentado a la sede de la AMIA.
Shoham se quejó porque “nunca” fueron actualizados sobre la marcha de la investigación, “a pesar de reiterados pedidos” que realizaron, al punto que -según dijo- “nos enteramos por la prensa de que habían firmado este acuerdo que nos parece que no conduce a nada”.
“Convocamos al embajador argentino y estuvo esta mañana en mi oficina. Le transmitimos nuestro malestar por el acuerdo cerrado entre Irán y Argentina”, indicó el funcionario israelí.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), el director para América Latina de la Cancillería israelí afirmó que “desde un principio” sabía que debían “estar actualizados sobre el desarrollo para poder entender qué era lo que estaba sucediendo ahí”.
Para Shoham, el acuerdo entre la Argentina y Teherán “es una nueva válvula de escape a la presión internacional sobre Irán: en lugar de aumentar la presión para llevarlo a cumplir con un comportamiento internacional aceptable les dan la posibilidad de escaparse de esta opción”.
Shoham precisó que durante la reunión con el embajador argentino se le advirtió que “Irán apoya al terror internacional y que en Latinoamérica, en cuanto al terror, hay que actuar firmemente y no darle posibilidad de que vuelva a actuar”.
Además, el funcionario israelí explicó que entre los dos ataques terroristas ocurridos en Buenos Aires, el primero contra la Embajada de Israel, en 1992, y el segundo a la AMIA en 1994, hay similitudes.
Asimismo, le remarcó al embajador argentino que de haberse tomado medidas tras el primer atentado se hubiera podido evitar el segundo.
“Vemos una línea que une los atentados a la embajada y a la AMIA. Expresé mi opinión y si después del primer atentado hubieran tomado medidas enérgicas e inmediatas, tal vez se hubiera podido evitar el atentado a la AMIA.
El hecho de extender le da coraje a los terroristas y les permite continuar con su acción destructiva”, apuntó Shoham. Al ser consultado sobre qué espera de Argentina, Shoham expresó que desea que el gobierno de Cristina Kirchner “se de cuenta de que esto no conduce a nada. Son tácticas dilatorias de Irán que manejan también en el tema nuclear”.
Sobre las acciones diplomáticas a ser tomadas, comentó que se dio instrucciones a la embajadora israelí en Argentina, Dorit Shavit, para que solicite un encuentro con el canciller argentino, Héctor Timerman.
“Le indicamos a Dorit Shavit, embajadora en Argentina, que pida un encuentro con el canciller donde le exprese al mismo lo que hemos expresado aquí al embajador argentino”, contó.

La firma del presidente venezolano, Hugo Chávez, en la carta escrita en el hospital cubano y leída por Nicolás Maduro, levantó muchas dudas sobre su autenticidad.



Según la Perito en grafología, Ana Molíns: “a priori es difícil certificar la autenticidad de la misma, ya que al no disponer de los documentos originales, no se pueden analizar aspectos fundamentales, como son, por ejemplo, el propio arrastre del bolígrafo o la pluma con la que ha firmado”.
“En todo caso, la firma mostrada este lunes arroja bastantes dudas, ya que de haber sido realizada en el día de ayer o en el de hoy mismo, debería mostrar los signos de una persona enferma”.
“La firma de una persona que está convaleciente, y que acaba de pasar por una situación tan delicada de salud tiene que mostrar roturas, vacilaciones, como la firma de una persona mayor”.
“Son unos signos que no se ven en la rúbrica mostrada hoy por Nicolás Maduro, y que, tal y como se ve en la fotografía, la firma tiene la misma fuerza que la que figura a su lado, realizada cuando Chávez todavía no había sido operado”.
“Los signos normales de una persona convaleciente distan bastante de los que se pueden ver, por lo tanto, en esta carta la firma tendría que dejar ver levantamiento de bolígrafo, porque una persona que ha pasado por una situación así no tiene la suficiente fuerza como para hacer su firma habitual”.
Ana Molíns concluye insistiendo en que: “la dificultad de realizar un análisis sin disponer de los documentos originales, pero tal y como vemos en la firma de color rojo, no se aprecian signos de haber pasado por una enfermedad reciente”.