lunes, 10 de junio de 2013

La policía turca vuelve a cargar en el sexto día de movilizaciones.

Turquía aguarda el regreso de Erdogan en medio de las protestas

Nuevos incidentes durante la noche han dejado docenas de detenidos
También ha habido protestas en Ankara, Hatay y Esmirna

RTVE.es/AGENCIAS 05.06.2013
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, regresa el jueves a su país después de tres días de viaje oficial por el Magreb, durante los que se han acrecentado las protestas contra su Gobierno y su persona, y con el interrogante sobre si mantendrá su dura actitud frente a los manifestantes.

Ante el inicio de las protestas hace seis días, el primer ministro respondió con dos estrategias: mano dura policial y desprecio por las personas que se manifestaban primero en Estambul, luego en Ankara y después por todo el país.

Calificó, además, como "radicales", "extremistas" y "saqueadores" a los participantes en las protestas, contra los que la Policía empleó masivamente gases lacrimógenos y chorros de agua a presión. A día de hoy, las verdaderas batallas campales han dejado tres muertos, dos de ellos a manos de agentes, y más de 4.000 heridos.

Tras su ausencia los analistas coinciden en que la actitud que tenga ahora el líder islamista moderado puede tener el efecto de echar agua o más gasolina al fuego de las protestas.

La policía carga en el sexto día de protestas

La Policía turca ha vuelto a cargar este miércoles contra manifestantes en la plaza de Kizilay de Ankara, capital de Turquía, en una jornada marcada por multitudinarias manifestaciones en las principales ciudades del país, tras la convocatoria de huelga de las principales organizaciones sindicales. Las marchas,también se han repetido en otras importantes ciudades del país, como Estambul.

En la capital, a mitad de la tarde los agentes antidisturbios han empezado a emplear cañones de agua a presión y gas lacrimógeno contra grupos de ciudadanos que protestaban en la céntrica plaza Kizilay de la capital turca. Unas dos horas antes, la plaza había empezado a llenarse de ciudadanos, debido a que muchos empleados y funcionarios acudieron allí al terminar su jornada laboral, y se escuchaban los habituales eslóganes que piden la dimisión del Gobierno por su estilo autoritario.

Algunos activistas han pretendido alcanzar la cercana residencia del primer ministro, intentos siempre abortados por la Policía, según han informado a Efe testigos presenciales. De repente, y sin motivo aparente, los agentes han empezado a cargar contra la muchedumbre con cañones de agua a presión y gas lacrimógenos, envolviendo toda la plaza en densas nubes del producto irritante.

Los manifestantes han huído hacia las calles adyacentes, donde continúan las cargas policiales, una imagen ya habitual en estos seis dias continuados de protestas.Las marchas se han repetido en varias ciudades de Turquía  forma parte de la convocatoria de las organizaciones sindicales en el sexto día consecutivo de manifestaciones contra el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.

En Estambul, dos manifestaciones se han encontrado en la emblemática plaza de Taksim, el corazón de la revuelta que sacude Turquía desde el pasado viernes. "Taksim, resiste, los trabajadores llegan" o "Tayyip, los saqueadores están allí!" han cantado algunos de los manifestantes, según informa AFP. "El país no cederá ante ti," coreaban otros manifestantes, en un mensaje dirigido a Erdogan.

"Libertad para los detenidos"

Las marchas sindicales han reclamado la puesta en libertad sin cargos de los "miles de detenidos" en las seis jornadas de protestas y que los responsables de los excesos policiales en los primeros compases de la oleada de manifestaciones rindan cuentas, según EFE. Lo que empezó siendo una manifestación para evitar la destrucción de uno de los pocos parques en el centro de Estambul se ha convertido en un movimiento protesta política que se ha expandido por toda Turquía.

El epicentro de las protestas se halla en Taksim, donde los manifestantes han levantado grandes barricadas de piedras, coches destrozados y verjas para evitar la entrada de furgones policiales a la plaza. Los manifestantes, en su mayoría jóvenes universitarios y ciudadanos de clase media, cuentan con la simpatía de numerosos deportistas, actores, intelectuales y escritores turcos.

La Confederación de Sindicatos del Sector Público (KESK), que representa a unos 240.000 trabajadores, había hecho un llamamiento este miércoles a una segunda jornada de huelga, en la que se suma la convocatoria de la Confederación Sindical de Obreros Revolucionarios (DISK), que asegura contar con 420.000 miembros.

Un tercer fallecido

Las protestas antigubernamentales se han cobrado este miércoles una tercera víctima mortal, al fallecer en Ankara un hombre que se encontraba en estado de muerte cerebral desde hace cuatro días que había recibió un disparo en la cabeza a manos de la Policía y , según fuentes de la Asociación Médica de Turquía al diario Hürriyet Daily News.

Los otros dos fallecidos en las protestas son un hombre de 22 años, que recibió en la cabeza el impacto de un bote de humo disparado desde un vehículo policial durante una marcha en la provincia de Hatay, y otro joven que fue atropellado por un coche particular cuando levantaba una barricada en Estambul.

El Colegio de Médicos de Turquía cifró hoy en 4.177 los heridos que por el momento han dejado las protestas y los choques con la Policía. Hay tres heridos en estado crítico, diez han perdido un ojo y quince han sufrido traumatismos craneales. Por su parte, el Gobierno maneja una cifra de 300 lesionados, la mayoría de ellos policías.

Jóvenes durante las protestas en Ankara (Turquía), 3 de junio de 2013. Más de 750 personas han sido detenidas en los enfrentamientos con la policía durante las protestas en Ankara y en Esmirna que tras haberse desencadenado la semana pasada en Estambul, se han intensificado y extendido a otras localidades del país, donde continúan. - UMIT BEKTAS (REUTERS)


Manifestantes se enfrentan a la policía turca entre Taksim y Besiktas en Estambul. El secretario general de la Confederación de Sindicatos de Funcionarios Civiles (KESK), Ismail Hakki Tombul, avanzó su intención de convocar dos días de huelga a partir del martes. - BULENT KILIC (AFP)


Los opositores hacen cadenas humanas para trasladar piedras y escombros para la construcción de una barricada. - BULENT KILIC (AFp)


Manifestantes protegidos con máscaras de gas se protegen de los gases lacrimógenos que les lanza la policía. Uriel Sinai (getty)

Los indignados se hacen fuertes ante la vuelta de Erdogan a Turquía

Erdogan afirma que seguirá adelante con sus planes y que entre los manifestantes hay terroristas

Los ocupantes de parque de Estambul se organizan en una pequeña ciudad de tiendas de campaña

Juan Carlos Sanz (enviado especial) El País es Estambul 6 JUN 2013 - 15:06 CET


Un activista ofrece libros gratis en el parque Gezi de Estambul. / SEDAT SUNA (EFE)

Son los çapulcu. Así se hacen llamar los ocupantes del parque Gezi de Estambul, epicentro del estallido de los indignados turcos, desde que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, les bautizara la semana pasada con este término peyorativo que equivale a ?merodeador sin domicilio fijo? y que bien podría traducirse por ?perroflauta?. Pero en Gezi no hay canes adormilados ni vendedores de baratijas con peinado rastafari, sino jóvenes estudiantes que cantan viejas canciones de amor de Anatolia. ?Le hemos cambiado la letra, en lugar de ?vete ya de mi lado?, decimos ?Erdogan, lárgate ya?, sonríe Çagaz, de 19 años, un alumno de la Facultad de Empresariales del campus de Bilgi de Estambul que declina facilitar su apellido. El corro de universitarios en camiseta alegra el césped de un parque transformado ya, en la mañana de este jueves, en pequeña ciudad de tiendas de campaña.

Los indignados de Gezi se han organizado a conciencia junto a la céntrica plaza de Taksim. Gracias a las donaciones de los ciudadanos que les visitan han instalado una biblioteca con ladrillos y tablones, una cantina que reparte bebidas y bocadillos, un centro de información en un viejo minibús? ?Vamos a quedarnos y resistiremos hasta que Erdogan rectifique?, advierte Çagaz, que se declara políticamente independiente pero confiesa su simpatía por el Partido Republicano del Pueblo (en la oposición, socialdemócrata y laico). Los centenares de ocupantes del parque han exigido ya al Gobierno, a través de sus representantes desplazados el miércoles a Ankara, que paralice la construcción de un centro comercial en la zona verde y destituya a los mandos policiales que cargaron contra ellos con cañones de agua y gases lacrimógenos el pasado fin de semana.

Como toda Turquía, los jóvenes de Gezi esperan esta noche el regreso de Erdogan al país, tras una gira oficial de cuatro días por el Magreb. El gubernamental Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) ha dado a sus militantes la consigna de que no vayan a recibir a su líder al aeropuerto Atatürk de Estambul para evitar incidentes. En ausencia del primer ministro, el presidente de la República, Abdulá Gül, y el viceprimer ministro Bülent Arinc se han mostrado apaciguadores para intentar apagar el incendio provocado por las descalificaciones que lanzó contra los çapulcu. Desde Túnez, donde hoy concluía su gira magrebí, Erdogan declaró a la prensa que el Ejecutivo va a seguir adelante con sus planes urbanísticos en Taksim. El primer ministro precisó que algunos de los detenidos están vinculados al Partido Revolucionario para la Liberación del Pueblo, un grupo ilegal de extrema izquierda acusado del ataque cometido el pasado 1 de febrero contra la Embajada de EE UU en Ankara, en el que murieron un guarda de seguridad y un asaltante, según una información de la web de Hurriyet Daily News.

Mientras, los indignados turcos comienzan a cobrar notoriedad. El comisario europeo para la Ampliación, Stefan Füle, tiene previsto reunirse hoy con sus representantes en el curso de una visita de trabajo a Estambul. Una decena de jóvenes europeos han sido detenidos durante los disturbios, entre ellos una estudiante francesa de 21 años, según una información de France Presse, del programa de intercambio Erasmus, del que Turquía forma parte en tanto que país candidato al ingreso en la UE. Las protestas han causado más de 4.000 heridos y se han cobrado la vida de tres manifestantes y de un policía, que falleció el miércoles a consecuencia de las lesiones que sufrió en un accidente cuando disolvía una concentración en Adana, en el sur del país.

?Yo voté al AKP porque creía que representaba el cambio para Turquía. Hoy he venido a estar junto a mis alumnos?, asegura cerca del corro de estudiantes que cantan y bailan Zeynep Banu Dalaman, de 43 años, tendida sobre una esterilla en el parque de Gezi. Esta profesora de Sociología de la Universidad Aydin de Estambul admite que ?Erdogan hizo grandes reformas en Turquía, pero ahora se ha quedado solo ante este amanecer democrático que protagonizan los jóvenes con la expresión de su descontento?.

Profesores de todas las universidades de Estambul se han dado cita esta tarde para mostrar su solidaridad con el movimiento de los indignados de la plaza de Taksim. Sin duda rendirán homenaje al ingenio heredado del Mayo francés por estos çapulcu, que --como el legendario ?no hay pan para tanto chorizo? de los ?perroflautas? de la Puerta del Sol? también tienen sus lemas. ?Tayyip, ¿estás seguro de querer tener tres hijos como yo?? ?en alusión a los reiterados llamamientos del primer ministro al aumento de la natalidad en Turquía?, el más actual ?Por favor no vuelvas de África?, y, el inspirado ?No necesitamos gases lacrimógenos, somos gente sentimental?.

Se profundizan las protestas en Turquía.

TURQUÍA
      
Se movilizaron decenas de miles de personas contra el gobierno.
Cientos de miles de trabajadores públicos y profesionales liberales se unieron en toda Turquía a las protestas populares, que se saldaron con choques con la policía en Ankara, en la sexta jornada de unas manifestaciones que ya dejaron tres muertos y más de 4.000 heridos.

En una jornada de huelga y marchas convocadas por varias federaciones sindicales y colegios profesionales, decenas de miles de personas desembocaron en la plaza estambulí de Taksim, símbolo de las protestas, y en la de Kizilay, en el centro de Ankara.

Allí, en la capital del país, varias horas después de terminar la marcha sindical contra el Ejecutivo del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, la policía utilizó cañones de agua y gases lacrimógenos para disolver la concentración.

"Puedo decir que medio millón de personas ha estado hoy en huelga. Los pasillos de los hospitales han estado vacíos, las clases han estado vacías", declaró a Efe Ismail Hakki Tombul, secretario general de la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Públicos.

Sobre cómo puede acabar esta ola inédita de protestas en la última década en Turquía, aseguró: "Queremos que termine de forma pacífica. Si la policía no interviene, no habrá ningún problema".

En un intento de rebajar la tensión, el viceprimer ministro turco, Bülent Arinç, recibió a los miembros de la llamada "Plataforma de Solidaridad con Taksim", el grupo que inició las protestas para defender el parque Gezi, en Estambul, de los planes de construcción de un centro comercial.

Esta plataforma coincidió con los sindicatos en solicitar al Gobierno que detenga el plan de destrucción del parque, prohíba a la policía el uso de gases lacrimógenos, ponga en libertad sin cargos a los detenidos y elimine las limitaciones al derecho de reunión.

Asimismo, pidieron que rindan cuentas los responsables policiales de la violenta represión de las protestas en sus primeros días.

Miles de personas seguieron acampadas en el parque Gezi, dentro de un movimiento que carece de líderes conocidos y que funciona por autogestión, mientras que enormes barricadas levantadas con adoquines, vehículos destruidos y vallas tratan de bloquear el paso a la policía.

Los jóvenes crearon un sistema para repartir comida y agua de forma gratuita y han abierto un ambulatorio atendido por estudiantes de medicina, entre otras iniciativas.

Las protestas, espontáneas y que se expandieron por las redes sociales, comenzaron por cuestiones medioambientales, pero ahora critican el creciente estilo autoritario de Erdogan, que utiliza su mayoría absoluta para imponer leyes sin consenso.

También se supo que las víctimas mortales de las protestas aumentaron a tres, después de que falleciese una persona que llevaba cuatro días en estado de muerte cerebral, según la Asociación Médica de Turquía.

?Rebelión, resistencia, libertad y organización?, se lee en esta pancarta en una manifestación en Ankara.

La policía detuvo a 25 personas acusadas de usar la red social Twitter para "incitar a la revuelta".

Por primera vez, se produjo un pequeño enfrentamientos en la ciudad de Rize, en el mar Negro, entre una veintena de partidarios de las protestas y un numero igual de detractores, con varios heridos, de acuerdo con la cadena CNNTurk.

En el lado político, tras las disculpas del Gobierno a través del viceprimer ministro Arinç por el excesivo uso de la fuerza por parte de la policía en los primeros días, Turquía aguarda con expectación el regreso este jueves de Erdogan después de una gira por el Magreb.
Las palabras desafiantes de Erdogan antes de emprender viaje avivaron las protestas, al calificar de "extremistas" a los manifestantes y decir que servicios secretos extranjeros estaban detrás de ellas.

El jueves será, así, un día crucial para conocer si Erdogan va a apostar por la línea de diálogo de Arinç y del presidente turco, Abdullah Gül, o si continúa con su posición de dureza.

Por otra parte, el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, mantuvo una conversación con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, al que le hizo llegar su malestar por sus críticas sobre la gestión de las protestas, según la agencia Anadolu.

Davutoglu acusó a Estados Unidos de tratar a Turquía como "un país de segunda clase", después de que Kerry mostrase su "preocupación" por el elevado número de heridos registrado.

Venezuela fue el año pasado el principal destino de las exportaciones de armas españolas, con unas compras por valor de 182,4 millones de euros (unos 236 millones de dólares), derivadas sobre todo de la adquisición de un patrullero naval de vigilancia.

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México, Argentina, Colombia, Perú, Ecuador y Cuba figuran también entre los compradores de material militar español durante el año pasado, según figura en el informe sobre exportación de armas que hizo público el Ministerio de Economía y Comercio.
España exportó en 2012 material de armamento a más de cuarenta países por valor de 1.953 millones de euros (unos 2.538 millones de dólares) y el principal comprador fue Australia, con 505 millones de euros.
El segundo país en cifras absolutas fue Venezuela que, aparte del patrullero, adquirió bloques para la construcción de un buque de vigilancia del litoral, diversos juegos de herramientas, consumibles y repuestos para cañones instalados en patrulleros y partes y piezas de un avión de transporte y salvamento.
México destinó 84,7 millones de euros (110 millones de dólares) para tres aviones de transporte y de vigilancia y repuestos para aeronaves, entre otro material.
Hay países que el año pasado adquirieron las llamadas tecnologías de doble uso, que son materiales susceptibles de ser empleados en el campo civil y el militar, como sustancias químicas para las industrias petrolífera y petroquímica, electrodos de grafito para los hornos usados en la producción de acero o sistemas de control numérico para maquinaria.
En este apartado de compra de tecnología de doble uso figuran naciones como Argentina, que gastó 6,3 millones de euros (8,1 millones de dólares), y Cuba con 4,3 millones de euros (5,6 millones de dólares).
En el ámbito del armamento propiamente, Colombia gastó 5,7 millones de euros (7,4 millones de dólares) en reparación y modernización de motores de helicópteros militares, repuestos para aeronaves, munición de artillería y repuestos de obús.
Cuba destinó el año pasado 63.470 euros (82.500 dólares) en carabinas y rifles con sus municiones y Ecuador 233.626 euros (303.700 dólares) en repuestos para aeronaves y tres pistolas.
En cuanto a las exportaciones de material policial y de seguridad, Perú destinó 1,9 millones de euros (2,47 millones de dólares) y Brasil 40.500 euros (52.650 dólares), según el informe del Ministerio de Comercio español.
España anunció recientemente una nueva regulación en el ámbito del comercio exterior con terceros países para las armas de fuego de uso civil, con el objetivo de desarrollar el Tratado de Comercio de Armas de la ONU, que el país firmó el pasado lunes.
EFE