El presidente de Uruguay, José Mujica, le pegó un manotazo al micrófono de un periodista cuando éste intentaba hacerle una nota.

 Pero después el mandatario pareció advertir que se le fue la mano, por lo que se acercó al cronista y prometió darle una nota más tarde.

El diálogo:

- Presidente, estamos en vivo. Presidente, estamos en vivo. ¿Cómo le va? Buenos días.
Manotazo de José “Pepe” Mujica al micrófono.
- Bueno, discúlpeme, Presidente…
-Después hablamos.
- Bien, pero no me empuje el micrófono, estoy en vivo, trabajando, no sea malo.
Mujica se acerca al periodista.
- Presidente, estoy en vivo.
-Vení, vení, después te doy una nota, después te doy una nota, pero dejame hablar con la gente, ¿ta?
-Perfecto, gracias, Presidente.

“Bueno, ahí teníamos la palabra en exclusiva de Mujica, que me prometió la nota para después. Después del manotazo que me pegó en el micrófono, la arregló o intentó arreglarla en el aire. Lamentablemente no va a poder darme la entrevista porque no vamos a estar aquí nosotros”, concluyó.

Ayer el mandatario fue noticia por la vestimenta que usó cuando le tomó juramento al nuevo ministro de Economía. Pepe usó sandalias y subió su pantalón a modo de bermudas.

Mary Wagner esta presa nuevamente…

En el día de los Santos Inocentes liberaron a dos actividades de la multinacional ecologista “Greenpeace”, por supuesto los medios nacionales e internacionales se encargaron de decirnos que estos dos chicos eran nuestros héroes y que Greenpeace es una cosa maravillosa, omitiendo por supuesto que defienden todas las especies menos la humana, en concreto la especie humana por nacer; y que está maravillosa multinacional ha sido llevado a las Cortes de muchos países por no ser más que un negocio que mueve millones. Enarbolando la bandera de la perversa ideología ecologista recaudan millones, que manejan vaya a saber quien, dado que nunca han rendido cuentas a nadie de las millones que poseen, sí: una inocente ONG que salva ballenas, ¡claro!
Pero también en el día de los santos inocentes Mary Wagner esta presa nuevamente…
¿Quién es Mary? ¿No viste su cara en TN, en Clarín, en el New York Time, en la CNN? ¿No viste por todos los canales publicidades financiadas para que la liberen? Creo que no, ella trabaja para el Crucificado, no para una multinacional, por eso seguro no la viste.
¿Quién es? Mary Wagner es una católica canadiense de 36 años que se dedica al apostolado pro-vida aun al precio de su libertad y ya no recuerda cuántas veces ha estado en prisión por defender la vida.
Su GRAVE crimen es entrar en clínicas abortistas, en la sala de espera, o en el jardín ante la puerta de entrada, y repartir rosas blancas con una tarjeta a las mujeres que hay allí. En ella se puede leer: 'Fuiste hecha para amar y ser amada. Tu bondad es más grande que las dificultades. Las circunstancias en la vida cambian. Una nueva vida, aunque sea diminuta, promete un gozo irrepetible. ¡Hay esperanza!'

Mary aprovecha su encarcelamiento para evangelizar. "En la cárcel de mujeres reparte folletos sobre la Biblia y la Iglesia. Escucha a las mujeres que han abortado (el 90% de las presas), llora con ellas, reza con ellas".

"Para cuando salgan, les recomienda centros que ayudan a la mujer a superar el trauma post-aborto. Recibe visitas y cartas. La gente pro-vida le visita, como hacían los primeros cristianos con sus presos encarcelados por el César. -
Mary escribe desde la cárcel:
“Por favor oren por mí y las otras mujeres aquí en la prisión de Vanier, muchos de los cuales han pasado por abortos y necesitan sanación, y para aquellos que, mientras están aquí embarazada, son llevadas a tener abortos”.
No veo la cara de Mary en los diarios, en la TV, en los grandes medios…no veo a ningún famoso pidiendo por su libertad ¿no?
Abandonada al Señor de la vida, Cristo Crucificado, y no a la foto de un delfín, mi héroe es Mary, no Camila; aunque CNN me diga lo contrario.
Recemos por el fin del aborto que se está llevando vidas únicas, irrepetibles y amadas por Dios, recemos por Mary y todas las personas que están haciendo de esta causa, para la Gloria de Dios, sus vidas.