martes, 5 de marzo de 2013

Ex ministro de Gadafi bárbaramente torturado

LIBIA
por Leonor Massanet Arbona

Al Bahdadi Mahmoudi es el Primer Ministro de la Jamahiriyah Libia y dio ruedas de prensa continuamente explicando la realidad de lo que iba ocurriendo a lo largo de los bombardeos de la OTAN sobre Libia, hasta que la OTAN juntamente con alqaeda y las empresas de la guerra dieron el golpe de estado en Trípoli. Entonces Al Bahdadi se vió obligado a refugiarse en Túnez para no ser ejecutado.
Asistí a algunas de sus ruedas de prensa y recuerdo perfectamente como la gran mayoría de los medios ni les importaba en absoluto sus informaciones y solo iban allí a pregunarle donde estaba Gadafi, como si la destrucción de la OTAN, los miles de civiles que estaban sufriendo bajo las bombas, el asedio del pueblo, etc. no era en absoluto ni digno de mención para los medios internacionales y lo único válido era la meta de la OTAN, localizar a Gadafi. Recuerdo que una de las veces Bahdadi les respondió que no tenían contacto con él continuamente que el país estaba en una situación de emergencia y ellos se estaban dedicando a resolver las situaciones de emergencia que se presentaban, negociaciones y no se dedicaban a hablar con Gadafi. 
Com métodos supuestamente no ortodoxos, alqaeda y sus dirigentes occidentales trasladaron a este hombre desde Túnez a Trípoli, desde entonces ha estado desaparecido hasta ahora cuando se ha sabido que está en estado crítico por las torturas a las que ha sido sometido, mientras los medios internacionales, las leyes internacionales, las organizaciones humanitarias que han sabido todo lo que ha ocurrido y quienes lo capturaron, han mirado hacia otro lado. 
Todos sabemos que estas torturas que merecen las condenas de las leyes internacionales, son solo para averiguar la información que les falta para seguir expoliando las riquezas libias y terminar de destruir la Jamahiriyah libia. Lo sabemos todos.

Las organizaciones "humanitarias" ante los atentados terroristas en Damasco.

SIRIA
      POR  Mikel Itulain                
Es evidente que Amnistía Internacional falsifica los hechos, y no de modo inocente. Se encarga de culpabilizar de prácticamente todo al gobierno sirio, sin aportar evidencias              
Imágenes de los atentados en la ciudad de Damasco el 21 de febrero de 2013. Las imágenes son duras, pero piense que usted es un ciudadano sirio, que oye que han ocurrido una cadena de atentados en un barrio muy conocido por usted. Corre entonces allí, porque sabe que sus hijos pueden estar precisamente allí. Llega, mira, ve muertos por todas partes, cuerpos destrozados, también de niños, niños a los que les falta la cabeza, a algunos las piernas. La gente grita, enloquece. De repente reconoce un jersey de colores, el jersey de colores envuelve un trozo de cuerpo, un trozo del pecho de un niño pequeño. Usted se siente morir, se siente desmayarse, lo cree una pesadilla mientras un escalofrío recorre su cuerpo. Es su hijo, era su hijo. Pónganse en su lugar.


Con desesperación un ciudadano trata de salvar a un ser querido

Bien, ¿qué dicen las apodadas como organizaciones "humanitarias" sobre esta terrible barbarie? Miro la página de Amnesty International (su página en inglés y también en castellano)y no veo nada sobre ello. ¿Se les olvidó? Vuelvo a mirar a ver que dicen sobre Siria y hablan de:

Desde que las protestas comenzaron en 2011, la situación en Siria se ha convertido en un conflicto armado interno... (Conflict in Syria: Protect civilians. Amnesty International. 23.2.2013).

También hay una carta enviada al representante del gobierno sirio en Naciones Unidas para que paren las muertes de civiles por parte de su gobierno (Demand the government protects civilians in Syria, AI, 23.2.2013). Ninguna carta a Obama, Hollande, Cameron, u otros países occidentales, o a las dictaduras de Catar y Arabia Saudí, todo ellos fundamentales y principales responsables de la violencia y la guerra en Siria, mediante la financiación, suministro y apoyo de armas a los extremistas islámicos.


Página de Amnesty Intrernational, 23.2.2013

Bueno, decir que lo de Siria es un conflicto interno es simplemente falsificar la realidad, la realidad muestra que buena parte de los países occidentales financian a los extremistas islámicos, incluida Al Qaeda, que quieren derrocar al gobierno sirio.

Sobre los motivos por los que occidente quiere actuar contra Siria les dejo este enlace:Los intereses económicos detrás de la guerra en Siria.

Sobre la oposición "pacífica" y "democrática" que "representa" a los sirios: Charlie Skelton.La oposición siria: quién son los que hablan.Enlace

Sobre la oposición armada, los extremistas islámicos financiados desde el exterior:Al Qaeda,Tony Cartalucci.Ending Syria´s violence,Lo que estamos viendo en Siria. Les dejo más bibliografía:(3), (4), (5)

Sobre el conflicto "interno", que en realidad es internacional desde su origen: (5), (6), (7), (8) Tienen mucha más bibliografía si quieren, consúltenla.

Es evidente que Amnistía Internacional falsifica los hechos, y no de un modo inocente. Esta organización, Amnistía, se encarga de culpabilizar de prácticamente todo al gobierno sirio, sin aportar evidencias claras, como ya mostré en su actuación en el conflicto sirio:El papel de Amnistía Internacional en la guerra contra Siria.En esto sigue el guión de los departamentos de estado y de los medios de comunicación corporativos: Los medios de comunicación corporativos y la guerra contra Siria. Tambiénsin querer ver que la principal fuente de violencia proviene de la que están realizando Al Qaeda y otros grupos de fanáticos que asolan el país. Todos estos grupos armados están financiados por las potencias occidentales y por las corporaciones, que los usan como ejército de choque para destruir una sociedad y hacerse con el control de los recursos. Ellos, las corporaciones y sus ideólogos, han sido muy claros:

Esto expresaba Ed Husain en uno de estosthink-tank, el Consejo sobre Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations):

Los rebeldes sirios serían inmensamente más débiles hoy sin Al Qaeda en su filas. En general, los batallones del Ejército Libre Sirio [Free Syrian Army -FSA-] están cansados, divididos, caóticos e inefectivos. Sintiéndose abandonados por occidente, las fuerzas rebeldes se están desmoralizando cada vez más mientras se enfrentan con el ejército profesional y superior armamento del régimen de Assad. Los luchadores de Al Qaeda, sin embargo, pueden ayudar a aumentar la moral. La influencia de los yijadistas trae disciplina, fervor religioso, experiencia en la batalla de Irak, financiación de los simpatizantes suníes en el Golfo, y lo más importante, resultados contundentes. En breve, el FSA necesita a Al Qaeda ahora.(2)

Con pocas bromas, y de hecho como han actuado, utilizando a Al Qaeda como ejército de choque, como la legión que destruye y somete mediante la brutalidad y la barbarie a los pueblos que se muestran levantiscos o poco sumisos.3, 4, 5

Brookings, otrothink-tank, pese a adornarlo de retórica y de hablar de lucha por la libertad, contra la tiranía y contra el terrorismo, precisamente lo contrario que están haciendo las organizaciones apoyadas por el gobierno norteamericano, que es a su vez dirigido por estosthink-tank, ponía como soluciones para Siria:

Quitar el régimen [el Gobierno sirio] por vía diplomática;

Coaccionar al régimen por medio de sanciones y aislamiento diplomático;

Armar a la oposición Siria para derrocar al régimen;

Llevar a cabo una campaña aérea militar como en Libia para conseguir una victoria de la oposición.

Invadir Siria con fuerzas dirigidas por EE.UU. y quitar así el régimen directamente, y

Participar en una multilateral acción de la OTAN para quitar a Assad y reconstruir Siria.(2)

¿Por qué Amnistía Internacional no va al fondo del problema?, ¿al origen del problema? ¿Por qué no pide a los gobiernos occidentales y a las corporaciones que paren el ataque despiadado y robo contra otros países? Contra Libia, Siria, Mali, Venezuela, Ecuador, Cuba...

Bien, ahí esta el fondo de la cuestión. Amnistía Internacional está financiada por estas corporaciones, como bien documenta el experto en conflictos internacionales Tony Cartalucci.(9) Entonces:

¿Cuál es la misión de Amnistía Internacional?

¿Cómo manipula los sentimientos de la gente Amnistía Internacional posibilitando que se dé una guerra?

¿Cuál es el papel de Amnistía Internacional en el caso de la guerra en Siria?

¿Cómo protege Amnistía Internacional a una organización como la OTAN?

Tony Cartalucci dice que Amnistía Internacional no solo no defiende realmente los derechos humanos, sino que es el principal obstáculo para una defensa apropiada y sincera de ellos.(9) Y no le falta buena razón.

PS: Human Rights Watch sigue en la misma línea que AI. No hay mención al despiadado ataque terrorista en Damasco.

MULTITUDINARIA MANIFESTACION DE INDIGNADOS EN LAS CALLES DE LISBOA.

ESPECIAL CRISIS EUROPEA

Un millón de personas contra el ajuste

Mareas de manifestantes corearon consignas y pancartas contra la troika ?la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI)? y el gobierno nacional, ondeando banderas de Portugal.


Más de un millón de portugueses repudiaron la visita de representantes de la troika.
Más de un millón de portugueses ganaron ayer las calles de Lisboa en protesta contra los recortes y la política de ajuste del gobierno. Profesores, jubilados, trabajadores de la sanidad, políticos y grupos feministas se sumaron a las manifestaciones convocadas por los indignados lusos en Portugal, movilización rotulada como la más multitudinaria de los últimos dos años.

Mareas de manifestantes corearon consignas y pancartas contra la troika ?Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI)? y el Ejecutivo, y ondearon banderas lusas con una franja negra como símbolo de luto por la crisis que atraviesa el país. Gritos como ?Passos a la calle?, ?el pueblo unido jamás será vencido? o ?Grecia llegó aquí? se unieron a lemas contra la troika como ?fuera de aquí, FMI? o ?entroikados y revoltados?. Las manifestaciones transcurrieron sin incidentes relevantes, aunque hubo al menos dos detenidos en Oporto e insultos y tensión en Lisboa entre un grupo de manifestantes y agentes de policía. La protesta fue convocada principalmente a través de las redes sociales pero también, por primera vez, a través de carteles y propaganda en las calles de las principales ciudades lusas. El lema de la expresión popular fue ?O Povo é quem mais ordena? (El pueblo es el que manda), uno de los versos del himno de la revolución lusa de 1974, que derrotó a la dictadura fundada por António de Oliveira Salazar y se convirtió otra vez en símbolo del descontento ciudadano. La canción fue coreada al final de la marcha, en la plaza del Terreiro de Paco, la más grande de la capital lusa, y en una veintena de ciudades de Portugal, así como en otras fuera del país, como Barcelona, Madrid, Boston, Londres, París, Atenas y Estocolmo.

A través de esta manifestación, los indignados denunciaron que el primer ministro, Pedro Passos Coelho, cedió la soberanía nacional ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE) que, en mayo de 2011, a petición del anterior gobierno socialista, prestaron a Portugal 78 mil millones de euros para evitar su bancarrota. Esta vez, la marcha por las calles de la capital portuguesa coincidió con la presencia de representantes de la troika, que realizan la séptima evaluación al programa de asistencia financiera, y que exigen una polílica de ajuste que el gobierno aplica. Varios gremios profesionales y grupos civiles se han sumado a las denominadas mareas sectoriales para participar en la protesta.El principal sindicato luso, la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP), también movilizó a sus afiliados, según declaraciones de su líder, Armenio Carlos. Participaron igualmente diputados de los partidos de la izquierda portuguesa ?el Socialista, el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista?, así como los presidentes de las tres principales asociaciones profesionales de militares. Los organizadores calcularon que salieron a la calle en todo el país más de un millón de personas y, aunque las autoridades lusas no dieron datos sobre las manifestaciones, las emisoras de radio y  televisión locales consideraron las de ayer como las más multitudinarias registradas en el país.

El Ejecutivo conservador ganó las elecciones anticipadas un mes después y puso en marcha un duro programa de austeridad, con ajustes y reformas para cumplir los acuerdos suscritos. Veinte meses después, la coalición conservadora de gobierno soportó dos huelgas generales y varias multitudinarias protestas ciudadanas y sindicales, por lo que sufre un gran desgaste en popularidad y las encuestas la sitúan por detrás del Partido Socialista en las intenciones de voto. Portugal tiene datos económicos que empeoran constantemente, lo que ayuda a comprender la alta adhesión a la protesta: la tasa de desempleo se disparó al 17,6 por ciento, el doble que hace tres años, y el Producto Bruto Interno (PBI) sufrió una caída del 3,8 por ciento, la peor en varias décadas, en el último trimestre de 2012. El gobierno no hizo comentarios sobre la marcha de ayer, pero la semana pasada Passos Coelho ratificó su determinación de mantener las políticas de austeridad.

Europa: Un sistema que tiembla.

ESPECIAL CRISIS EUROPEA

Por Osvaldo Bayer

Desde Bonn, Alemania

Otra vez, como todos los años, volvieron a publicarse en los diarios alemanes los sueldos y otros beneficios que cobran los ejecutivos de las grandes empresas y también de los bancos. Nuevamente, la indignación volvió a cundir en toda la gente de trabajo. Esta vez no estuvo al frente de los que más ganaron, como en años anteriores, el señor Ackermann, presidente del Deutsche Bank (Banco Alemán), que cobró siempre más de diez millones de euros por año. Esta vez, apenas recibió de sueldos y otros beneficios 9,4 millones de euros. Esta vez, quien más cobró de todos los ejecutivos fue el presidente de Volkswagen, M. Winterkorn, que cobró en un año nada menos que 16,6 millones de euros. Después de Ackermann, vienen P. Loschner, de Siemens, con 8,7 millones; D. Zetschke, de Daimler-Benz, con 8,7 millones: W. Reitzle, de Linde, con 6,7 millones; J. Grossmann, de RWE, con 6,4 millones; N. Reithofer, de BMW, con 6,1 millones, y H. Hainer, de Adidas, con 5,9 millones de Euros.

Lo que obtuvo el presidente de Volkswagen representa, por mes, 300 veces más de lo que gana en promedio un técnico en la industria. Justo hace unos días el gremio metalúrgico denunció que en la BMW de Leipzig los trabajadores cobran entre 1300 y 1400 euros por mes.

En Estados Unidos, las cifras son aún más desproporcionadas, y lo mismo que en Alemania, se sigue ese camino en Francia e Inglaterra. Pero este año la reacción ha sido tan grande que justamente el jueves pasado las autoridades de la Unión Europea resolvieron que ningún banco europeo podrá dar como beneficio de fin de año a sus autoridades bonos que sean más altos que un sueldo de ellos, los ejecutivos. A veces, esos bonos se elevaron hasta más de diez millones de euros. Pero claro, esta nueva medida sólo afecta a los funcionarios bancarios y, en cambio, las demás empresas privadas siguen teniendo amplia libertad de manejar sus fondos.

La pregunta es: ¿cómo puede reinar una inmoralidad así en países con altas cuotas de desocupación y justo ante la actual crisis? Alemania acaba de publicar las últimas cifras sobre estos altos sueldos y beneficios, en momentos en que tiene 3.156.000 personas sin trabajo que cobran por mes una ayuda de no más de 400 euros, suma que apenas les alcanza para comer.

¿A esto le llaman democracia? Donde un trabajador cobra 400 euros y un empresario casi un millón. No. Hay que volver a definir lo que es una verdadera democracia. Esa palabra indiscutible siempre tiene que ir unida a la palabra Igualdad, ser sinónimos. El ganar tanto dinero debería avergonzar a esos dueños del poder financiero. La palabra que debería valer aquí es ?modestia?, la mejor de las cualidades humanas que tendría que estar para todos por encima del vocablo ?angurria?, en su verdadero sentido, los que quieren más poder y más lujo en un mundo pleno de miserias humanas. Más en esta época europea, plena de déficit y de falta de trabajo. Se resuelve la crisis de la forma más sencilla; por ejemplo, se despide a cinco mil obreros y ya está. En vez de buscar una solución más humana y solidaria. Los que ganan millones renuncian a parte de sus entradas en los tiempos difíciles y no al revés, que es crear problemas profundos y de base, crear violencia, como lo es dejar sin trabajo a padres de familia en plena educación de sus hijos.

Poco ha aprendido el ser humano en su experiencia histórica. Crear desocupación es nada más ni nada menos que crear violencia, porque en muchos casos al final llegaron a pagar los de arriba.

Con este sistema económico, el poder se sigue concentrando en los empresarios más poderosos. Por ejemplo, el de más fortuna, con 18.900 mil millones de euros, es el fundador de los supermercados ALDI. El segundo más rico es Theo Albrecht, hijo del anterior, dueño actual de los supermercados ALDI Nord, con 13.300 mil millones de euros. Y le sigue una larga lista de herederos de los fundadores de grandes empresas creadas luego de la última guerra.

Menos los demócrata-cristianos de la primera ministra Merkel y los del partido Liberal ?las dos fuerzas que gobiernan actualmente?, todos los demás partidos han solicitado el aumento de los impuestos a los altos sueldos y a las ganancias. El partido de Izquierda ?Links Partei? ha presentado además un proyecto para que se quite todo lo que supere un millón de euros a quien gane como sueldo más de esa cifra por año.

Mientras tanto, siguen las protestas obreras. En Siemens, por ejemplo, han iniciado una protesta porque la empresa comenzó a eliminar más de mil puestos de trabajo. Alrededor de 130.000 obreros de esa empresa comenzaron a protagonizar esa viva protesta. El jefe de Siemens, Peter Löscher, señaló que la empresa debe ahorrar en un año seis mil millones de euros. Se calcula que este año serán despedidos 5100 trabajadores y van a ser eliminados otros 1400 puestos de trabajo mediante la venta de instalaciones a otras empresas. Todo eso, a pesar de que los dos últimos años significaron para la empresa los períodos más satisfactorios en lo económico. Es decir, que se actúa no por la dignidad de la gente sino por el saldo pecuniario, nada más.

En ese sentido, la primera ministra, Angela Merkel, defendió últimamente con toda su fuerza la campaña de ahorros que han iniciado el gobierno y las principales empresas alemanas, con deterioro, sin ninguna duda, de la dignidad de la gente de trabajo. En ese sentido, la oposición, formada por los tres partidos de izquierda: la socialdemocracia, el Partido Izquierda y el partido Verde, protestó a viva voz en el Bundestag porque el gobierno no presentó en la debida fecha una información anual sobre la pobreza, un estudio realizado por una comisión independiente que en Alemania debe presentarse todos los años. Por ejemplo, se sabe que el oficialismo hizo tachar del documento la frase ?la fortuna privada en Alemania está muy mal repartida?. Y se hizo corregir numerosas opiniones del documento. Por su parte, Estados Unidos anunció el programa de ahorros al cual el diario alemán General Anzeiger califica de ?lista inhumana?, por el cual se quieren ahorrar mil millones de dólares con la eliminación de miles de puestos de trabajo y recortes en el sector social. Se teme que ese programa va a perjudicar en grande la economía mundial.

Stephen Fuller, economista de la Universidad de Georg Mason, calcula que se perderán así dos millones de puestos de trabajo y habrá un dos por ciento de retroceso del producto social bruto. Las crisis de siempre, no anunciadas, del capitalismo.

Y, ante todo, el demonio de la pobreza. En Europa hay dos países que la están sufriendo en forma muy profunda: Rumania y Bulgaria. Se nota por la cantidad de sus habitantes que está llegando a Alemania para pedir trabajo. Llegan y se quedan a vivir en casas abandonadas de los suburbios de las ciudades donde los aprovechadores de siempre les exigen cien euros mensuales para dejarlos dormir. O se construyen casuchas de madera o de lata en tierras de las vías del tren. Las comunas alemanas ya han dado la voz de alarma. La Agencia Alemana de Trabajo calcula que en el 2014 llegarán entre 120.000 y 140.000 emigrantes de Rumania y Bulgaria. Por eso, hay temor por la seguridad del país.

Realidades europeas. Pasan las épocas y se sigue sin encontrar una solución. Un sistema que demuestra que el capitalismo no trae estabilidad ni dignidad.

La intervención completa de Henning Mankell en el Foro de Davos.

ESPECIAL  CRISIS EUROPEA
¿HAY VIDA EN DAVOS?

El 24 de enero, el escritor sueco Henning Mankell participó en el Foro Económico Mundial en Davos con un discurso sobre Africa y la codicia. El texto completo



Henning Mankell (1948)Crédito foto: EFE
Davos, enero de 2013

Queridos amigos,

Dado que me he pasado la vida contando historias acerca de los seres humanos, sus vidas y su tiempo en la tierra, me gustaría comenzar esta sesión contándoles también este relato. Quiero que sigan con la imaginación a un país del sudeste de África, donde he vivido durante muchos años, Mozambique. Hace veinticinco años esta nación estaba desgarrada por una brutal guerra civil. Los mercenarios, que al principio estaban organizados y pagados por el régimen blanco de lo que entonces era Rhodesia del Sur, aterrorizó al gobierno legal. Más tarde, la parte sur de Rhodesia fue tomada por el régimen del apartheid en Sudáfrica. Durante esta guerra larga y dura visité las zonas del norte del país, en la provincia de Cabo Delgado, cerca de la frontera con Tanzania. Un día me introduje por un camino que conducía a un pequeño pueblo, y vi a un hombre joven que venía hacia mí. Ya a cierta distancia noté que estaba muy delgado y que caminaba despacio, de una manera casi antinatural, diría. Cuando nos acercamos más pude ver que sus ropas eran harapos. Pero luego me di cuenta de algo que nunca olvidaré mientras viva. Miré sus pies: no tenía zapatos. En su lugar había pintado unas sandalias. En los pies. Había usado los colores de la tierra y de las raíces para reemplazar sus zapatos. De esa forma había llegado a conservar su dignidad. Nunca olvidaré a ese muchacho que en ese momento tendría unos 15 años. ¿Qué fue de él? No lo sé. Lo más probable es que nunca haya tenido la oportunidad de crecer. Murió joven. Fue obligado a morir joven. Pero yo siempre lo llevo conmigo. Porque él tenía dos historias para contarme. La primera es la de cómo se las arregló para mantener su dignidad. Aunque su vida se vio atormentada por el hambre y la pobreza. Pero también por el temor a que los bandidos armados que podían venir en la noche lo mataran a él y a su familia. La otra historia es sobre el hecho de que él me aconsejó que, si alguna vez yo tuviera que hacerlo, también debía pintarme zapatos en los pies. El ser humano tiene una capacidad notable para soportar y mantener su dignidad de maneras que no contemplamos posibles.

¿Qué es el ser humano? Esa es, quizá, la pregunta a la que he dedicado la mayor parte de mi tiempo como escritor. ¿Qué significa vivir en esta época? ¿Qué significa para un ser humano en busca de algo que pueda dar algún tipo de sentido al breve tiempo que pasamos en esta tierra? ¿Hay un significado después de todo? ¿O es la vida de un ser humano tan misteriosa como el hecho de que la luz de las estrellas que veo aquí en Davos por la noche viajó durante un período de tiempo mayor que el que nuestra Tierra lleva existiendo?

Como autor creo haber encontrado una respuesta. Y eso me lleva a la segunda historia que quiero compartir con ustedes aquí hoy. Parte del tiempo que paso en Maputo, capital de Mozambique, lo hago en el único teatro profesional que hay en el país, el Teatro Avenida. Allí trabajo como director y dramaturgo. A veces, durante nuestros ensayos, hace mucho calor. No hay un aire acondicionado que funcione. Esto significa que uno debe aprovechar cualquier oportunidad para salir al aire libre, con la esperanza de que una brisa refrescante lo alivie. En la calle, afuera del teatro, hay un pequeño banco. De vez en cuando hay un poco de sombra en ese banco. En los países templados se comparte el agua, así como cualquier sombra con hermanas y hermanos. Un día, un par de años atrás, cuando yo salí de la sala había dos ancianos africanos sentados en ese banco. Noté que si sólo se movían ellos un poquito, habría espacio suficiente para que pudiera sentarme a la sombra también. Así que allí estábamos, dos ancianos negros y un hombre algo más joven blanco. Me encanta escuchar a escondidas así que presté atención a lo que estaban hablando. Entendí que lo hacían sobre un tercer hombre que acababa de morir. Uno de los hombres sentado en el banquillo, dijo: - Yo estaba en su lugar y empezó a contarme una historia sorprendente acerca de algo que había ocurrido cuando era un niño. Pero era una historia muy larga y se hizo tarde así que le dije que estaría de vuelta al día siguiente para que pudiera escuchar el final de la historia. Pero cuando llegó el día después, él había muerto.

Todo estaba tranquilo en el banco. Me dije a mí mismo que no me iría hasta haber oído lo que el otro tenía para decir. Por fin, después de lo que parecieron horas, dijo algo que tampoco olvidaré mientras viva: - No es esa una buena manera de morir antes de que haya terminado de contar su historia.

En ese momento entendí lo que es un ser humano. Se nos denomina Homo Sapiens, el hombre sabio, pero como realmente debería llamársenos es Homo narrans, el hombre narrador de historias. Porque lo que nos separa de otras criaturas es la notable capacidad de hablar y escuchar. Les puedo contar yo sobre mis sueños, mi ansiedad y mi ira y me pueden decir el vuestro. Mi gato no puede sentarse con otros gatos y hablar acerca de sus sueños y su esperanza en el futuro. Creo, o estoy convencido, que esta capacidad de usar palabras y escuchar las palabras de otras personas, salvará a la humanidad a largo plazo, cuando hayamos dejado el mundo irracional que vivimos en la actualidad. Con una nueva técnica veo la posibilidad de que más personas hagan oír su voz y la posibilidad de que escuchen. Mientras tanto, debemos considerar esta nueva técnica de manera crítica. Yo soy muy escéptico acerca de Twitter, por ejemplo, que está, básicamente, construido en el hecho de que está prohibido profundizar sobre cualquier pensamiento. En cambio la gente se anima a compartir sus pensamientos superficiales y fragmentados que no nos hace más sabios ni vamos a conocer a los demás seres humanos de una manera significativa. Yo, que a menudo escribo libros gruesos, historias largas, me he dado cuenta que hay un anhelo hoy después de esas historias que demandan nuestra atención por más de unos breves momentos. No creo que las imágenes en vivo, cine, televisión, Youtube, completamente hayan asumido el papel de la novela y el libro en nuestra sociedad. Si pensara así ya no seguiría escribiendo y dejaría mi pluma simbólica aquí y ahora.

En las dos historias que les he contado, me han acompañado en viajes simbólicos a África. Naturalmente, yo podría haber elegido historias de mi propio país, o por lo menos de nuestra parte del mundo. Pero ya que he vivido más de la mitad de mi vida con un pie en la arena y otro en la nieve, y dado que este movimiento tiene un impacto tan grande en mí como autor contando historias de África, fue una elección muy consciente. Suelo decir que mi experiencia africana me ha convertido en un mejor europeo. Significa que puedo considerar a Europa desde la distancia y con una perspectiva diferente al igual que el pintor que se aleja de su caballete. Desde este alejamiento puedo ver los puntos fuertes de la política y la cultura europea, pero también puedo ver los débiles, las grietas en la pared. Por ejemplo, la forma de tratar a los refugiados y cómo los callamos. Pero mi experiencia africana también me ha enseñado mucho más sobre las condiciones de ser un ser humano en nuestro tiempo. Me he acercado al conocimiento de los pueblos africanos. Hay tantas cosas que podríamos aprender si tan sólo nos preocupáramos por escuchar.

Mi crítica más importante hoy en día en contra de Europa y el mundo occidental todo, es que, me parece, hemos perdido por completo nuestra capacidad para escuchar. Nos hemos convertido en un continente donde todo el mundo habla constantemente. Lo único que importa son nuestras propias palabras, no lo que otros tienen para decir. En lugar de ayudar a África en su desarrollo con una apertura humilde y curiosa, hemos empacado nuestras maletas con respuestas y soluciones a diferentes problemas. Nuestras maletas deberían haber estado llenas de preguntas. Es un signo de pobreza que nosotros, los occidentales creamos que la gente en África no puede enseñarnos nada. Lo sé con convicción. Podría quedarme aquí hasta tarde esta noche o hasta que las vacas regresan al establo, como decimos en Suecia, y le dará ejemplos de lo que quiero decir. Pero por desgracia no tenemos tanto tiempo.

Quiero decir que sólo hay un gran problema en el continente africano hoy y es la pobreza. Pero voy a parar aquí porque tal afirmación puede ser fácilmente malinterpretada. El continente africano es fundamentalmente un continente muy rico. Muchos de los más buscados minerales y de los más raros del mundo, se pueden encontrar solamente en África. La diversidad agrícola es magnífica. El continente africano empobreció en la era colonial y por las consecuencias de lo que significaba deshacerse de esa opresión. Lo que empezó con el comercio de esclavos, donde muchos países árabes son tan culpables como el mundo occidental, culminó con el Congreso de Berlín en la década de 1880 y la lucha por África. En Berlín se dividió África y no fue hasta hace 20 años, con la abolición del apartheid, que África comenzó a liberarse de sus cadenas. Digo "comenzó", porque la pobreza en África ha sido opresiva y tomará bastante tiempo para deshacerse de ella. Para ayudar a África en sus propios términos, debe ser considerada como un pago por el patrimonio diabólico que el colonialismo dejó atrás.

Cuando digo que la pobreza es el único problema, lo que realmente quiero decir es que todos los otros problemas están directa o indirectamente relacionados con esta desventaja económica. Podemos discutir la atención de la salud, la educación, el desempleo, la sociedad civil frágil o la débil situación de las mujeres con mucha responsabilidad y sin influencia real en las instituciones políticas. Están todos de una manera u otra relacionados con la pobreza.

Tampoco debemos olvidar que los refugiados que llegan a Europa procedentes de África y de otros lugares vienen aquí con la esperanza de un futuro mejor. Su petición puede ser fácilmente resumida: - ¡Venimos aquí, porque ustedes estuvieron allí!

Para mí, el tema más importante es el analfabetismo. Cuando la gente me pregunta si es posible comprar mis libros en Mozambique puedo contestar de dos maneras. Puedo decir la verdad, y destacar que es posible comprar mis libros en Mozambique o puedo hacer como el filósofo griego Sócrates y responder, como el abogado del diablo: ¿Por qué es posible comprar mis libros en Mozambique?, sólo para comenzar una discusión. Para mí, el único libro realmente importante en Mozambique es el del ABC. Con más de la mitad de la población analfabeta nos acercamos a uno de los temas principales de la pobreza. El analfabetismo en Mozambique también debe considerarse desde un punto de vista global. Es una vergüenza que todavía en 2013 obliguen a los niños a comenzar la vida sin las herramientas más importantes que necesitarían para sobrevivir: la capacidad de leer y escribir. Desde esa perspectiva, el analfabetismo es una plaga que deberíamos haber podido erradicar antes como lo hicimos con la viruela. Pero permitimos que continúe el analfabetismo para atormentar a la gente. Las personas nacen con el analfabetismo y se ven obligadas a morir sin saber lo que se siente al leer una oración. El veredicto de la historia será muy pesado sobre nosotros porque no hemos resuelto esto de una vez por todas. Tenemos el dinero, tenemos la logística, pero todavía la gente no sabe lo que se siente al leer y escribir. Es una vergüenza para nosotros que permitamos que esto continúe.

Como escritor, pero sobre todo como un intelectual consciente, tengo una responsabilidad. La realidad que me rodea me afecta de muchas maneras. La humanidad no es sólo la narración de historias de animales, también es un animal político. No hay mayor amenaza para la democracia que tantos hombres y mujeres jóvenes digan: - No estamos interesados en la política. Entonces, es importante aclarar que siempre vivimos en un contexto político. Nadie puede esconderse de este hecho. Y la democracia, que todos creemos, nos exige una participación o de lo contrario morirá. En una democracia representativa les damos mucha responsabilidad a los que elegimos. Pero nosotros no les podemos dar toda la responsabilidad. Si hacemos eso, y perdón por mi lenguaje brutal, cortamos la garganta de la democracia y le imposibilitamos respirar. Un ser humano puede vivir con un respirador, la democracia no.

Para mí, la realidad política es una cuestión de solidaridad. Muchas personas imaginan que la solidaridad es sobre todo acerca de las emociones. Vemos el resultado de un devastador incendio en una fábrica de explotación de Asia, un tsunami o una guerra civil, y queremos ayudar. Eso es correcto, deberíamos hacerlo. Pero la solidaridad es mucho más. Principalmente se trata de solidaridad de sentido común. Acerca de sabiduría política. Si yo quiero que mis hijos tengan un futuro mejor, lo que también hay que pensar es que los demás niños deben tener la misma oportunidad. De lo contrario ninguno de ellos tendrá un futuro. Como seres humanos siempre tenemos que tomar una decisión. Supongamos que estoy sentado en casa escuchando música. De repente, oigo que alguien está pidiendo ayuda en la calle. Entonces puedo hacer las siguientes selecciones: puedo subir el volumen de forma que ya no puede oír a la persona en la calle. O puedo abrir una ventana y ver si hay algo que yo pudiera hacer. Y luego hacerlo. La acción habla más que las palabras, nunca al revés. La solidaridad puede ser predicada, pero es la acción política lo que realmente muestra el significado de la solidaridad.

He hablado mucho sobre la pobreza. Sabemos que vivimos en un mundo en el que no sólo estamos conectados por Internet. Además, las transacciones financieras son cada vez más restringidas. En unas pocas fracciones de segundo, miles de millones de dólares o euros u otras monedas pueden ser mágicamente transferidos de un continente a otro. Nadie puede controlar estas operaciones financieras. Al mismo tiempo, debemos darnos cuenta de que vivimos en una época donde los valores más básicos se han alterado por completo. Cuando yo crecía, la codicia era considerada como uno de los pecados cardinales. Y la generosidad es una virtud. Así era. Pero de repente, en cuestión de pocas décadas, esto ha cambiado. Hoy la codicia casi se ha convertido en una virtud y ser generoso es casi como ser estúpido. No hay que pensar que un hombre como Madoff en Estados Unidos, todos estos banqueros codiciosos, traficantes de armas, narcotraficantes y hombres involucrados en el tráfico, están en todas partes. Su codicia y la brutalidad también parecen no tener límites. Hay un gran riesgo de que nuestras sociedades se desgarren por la desintegración de los valores éticos y una vista bastante decente de la igualdad en nuestras sociedades.

¡Queridos amigos!

Todo lo que he hablado hoy aquí da una idea bastante buena de qué tipo de historias yo creo son importantes para escribir. Pero eso no quiere decir que escribo manifiestos políticos en forma de novelas u obras de teatro o guiones de cine. Estoy totalmente de acuerdo con el gran dramaturgo alemán Bertolt Brecht que destacó el punto que primero hay que entretener y divertir a la audiencia, entonces luego podría haber seriedad.

Escribo sobre el hombre que cuenta cuentos y escribo acerca de una raza humana que está evolucionando. A la larga supongo que este mundo horrible que vivimos hoy en día, con una brecha cada vez mayor entre ricos y pobres, es algo que podemos luchar y cambiar. Si yo no creyera que no he dedicado mi vida a la escritura, no podría estar aquí.

Este monólogo se convertirá ahora en un diálogo. Permítanme terminar con un proverbio africano que me gusta mucho: ?¿Por qué un ser humano tiene dos orejas pero solamente una lengua? Simplemente porque debemos escuchar el doble de lo que hablamos?.  Por lo tanto, creo que este es un buen momento para parar.

(Traducción: Lala Toutonian) 

ENTREVISTA CON EL ESCRITOR JOSEBA SARRIONANDIA.

EUSKAL HERRIA / PAIS VASCO

«Un pueblo no se va pareciendo a lo que recuerda, sino a lo que va haciendo»

Asegura que su aportación a la literatura vasca supone un porcentaje insignificante. Es posible que tenga razón en términos cuantitativos; sin embargo, pocos, muy pocos, serán los lectores que no sepan algo de Joseba Sarrionandia, uno de los escritores vascos más destacados en todos los géneros, aunque él no crea mucho en ellos.

Xabier IZAGA

En cualquier otro momento, la entrevista se habría desarrollado en euskara; sin embargo, a raíz de la traducción de su último ensayo, «Moroak gara behelaino artean?», al castellano (editorial Pamiela) y más recientemente al catalán de la mano de la editorial Pol·len, 26 años después de la traducción de «Narrazioak» a esa lengua, acordamos realizarla en castellano, ahora que un sector mucho más amplio de lectores también ha tenido acceso a esa obra y, por tanto, a la cosmovisión del escritor de Iurreta, exiliado desde hace casi treinta años, en los que el mito de Sarri ha ido en aumento. Algo que a Joseba Sarrionandia no parece quitarle muchos minutos de sueño. No es falsa modestia, ni siquiera modestia, la actitud de quien ha sido caracterizado por su «prosa poética», pero también por su poesía narrativa o por alguna novela con apariencia de diccionario.

Entre la publicación de su último libro y la de las traducciones del mismo, Euskal Herria ha vivido cambios notables en el plano político que Sarrionandia ha seguido con atención. Entretanto, no ha faltado alguna polémica que le ha afectado directamente, en la lógica de la dialéctica anterior a esos cambios. El nuevo panorama político vasco, la literatura y su lugar en ella, la economía y algunos otros temas de los muchos que trata en su voluminoso ensayo hacen extensa una entrevista cuyas respuestas son una constante invitación a la reflexión. Es más importante saber leer que saber escribir, afirma Sarrionandia; leerle a él, sin duda, lo es.

Todos coinciden en afirmar que Euskal Herria ha entrado en un nuevo ciclo, era, tiempo... cada cual con su interpretación, adecuada a sus presupuestos o a sus intereses. El 20 de octubre de 2011 se confirmó la determinación de la izquierda abertzale en su apuesta por la nueva estrategia. ¿Ha analizado las posibilidades que abrió el nuevo escenario?

La transición que siguió al franquismo a finales de los 70 no estaba a la altura de las expectativas de la sociedad vasca, que quería más democracia, aunque sí estaba acorde con la sociología franquista que era dominante todavía en muchas zonas de España. Entonces hubo un sector político que se acomodó a lo que había y otro que propugnó la ruptura con el franquismo y la resistencia. El conflicto, que con un poco de sentido común hubiera podido resolverse en dos o tres años, se ha prolongado durante 30 años y la escena política vasca se ha teatralizado mucho en todos esos años.

Por eso me parece muy exacta esa expresión que usas, «nuevo escenario». Los cambios de actitud me parecen muy positivos, pero hasta el momento han sido bastante unilaterales y parciales. Se trata de dejar de hacer teatro, de que la política sea una plaza abierta a todos y que las relaciones de imposición sean sustituidas por relaciones de colaboración.

A nivel abstracto es evidente lo que significa paz, que no sería la Pax Romana de los centuriones pisando el cuello de los bárbaros vencidos, sino que más bien debería dar a entender que se respeten los derechos de los demás.

¿Cree que se están cumpliendo las expectativas?

Las expectativas que había en relación a ETA me parece que sí, porque descartó los atentados. La actitud positiva que tendría que provenir del Estado me parece que no, porque la actitud represiva continúa y desde el poder se hace alarde, además, de esa intransigencia.

Y en el ámbito político de la calle parece que se mezclan lo positivo y lo negativo, porque han cambiado algunas cosas, pero da la impresión de que se siguen las inercias. Los partidos vascos perseveran en sus querellas, y hay mucha gente que ve las cosas con el prisma partidista, cuando podría esperarse que se pusieran de acuerdo y propusieran alternativas en cuestiones fundamentales. Como si fuera difícil dejar la teatralidad esa de la pequeña política y pasar a hacer una política más abierta.

En «¿Somos como moros en la niebla?» hace una descripción del victimismo diferenciando «víctima» y «victimista». Por supuesto, el victimismo ni es nuevo ni exclusivo de los conflictos más cercanos, pero en estos momentos en Euskal Herria parece clara esa actitud de convertir el sentimiento de víctima en instrumento de poder.

Si no estoy equivocado, esas supuestas víctimas pidiendo que continúe la guerra, o sea, que haya más víctimas, más pinta tienen de verdugos que de víctimas.

Quienes afirman que las víctimas siempre tienen razón se refieren solo a un tipo de víctimas, definidas no por su condición, sino por el causante de la misma. Para ellos no existen otras víctimas y denunciar esa negación, o simplemente referirse a esas otras víctimas, dicen, es «equiparar víctimas y verdugos».

Una víctima pudiera tener razón o no tenerla, como cualquier otra persona. Pero, con frecuencia, es el Estado el que se apropia de esa noción y desarrolla un discurso beligerante manipulando el mismo concepto de víctima de una manera que es muy funcional si se quiere seguir con la guerra. Si se quiere aportar algo a la convivencia se debería tratar de reconocer los derechos de los otros.

En este momento, se diga lo que se diga, las víctimas mayores de la situación son los presos y sus familiares, contra los que se siguen aplicando todas las legislaciones reglamentarias y especiales habidas y por haber, encubriendo con ese manto de legalidad y normalidad la venganza que se quiere establecer contra ciertas cabezas de turco.

Unos dicen que ETA tiene que pedir perdón, algunos incluso insisten en la condena retroactiva. Otros que todos tienen que pedir perdón. Y hay quien dice que nadie debe hacerlo.

¿Qué es eso de perdón? Algunos hablan todavía de arrepentimiento, como si las cosas se pudieran solucionar con términos religiosos infantiles. Digo infantiles, porque yo los relaciono con los fantasmas religiosos que nos impusieron en la infancia. A mí, policías españoles me torturaron de manera salvaje durante ocho días en el año 80 y ¿para qué quiero yo que me pidan perdón? Ojalá se haya olvidado de mí aquella gente. Feliz estoy de no haber vuelto a verlos.

En cualquier guerra sucede que cuando alguien agrede, el daño que causa al otro es mucho mayor que la satisfacción que pueda reportarle lo que hace. Cuando te toca ser víctima, la pérdida y el dolor son irremediables, y así es como esa dinámica de víctima y verdugo se convierte en un desastre. Todos se convierten en víctimas y verdugos sucesivamente y son más verdugo que víctima para el otro y, al mismo tiempo, más víctima que verdugo para sí mismos.

No creo que ninguna víctima, ni de un bando ni del otro, ansíe que el culpable se le presente a pedir perdón. Es el Estado el que impone esas Horcas Caudinas, que fue el nombre que le dieron los romanos a eso, cuando lo sufrieron, porque España quisiera que los vascos sediciosos se rindieran y reconocieran que su violencia ha sido unilateral, infundada y que el Estado ha actuado con justicia. Lo cual sería, simplemente, mentir.

El discurso de poder pretende quitarse de encima la culpabilidad atribuyéndosela por entero a los sometidos. Lo que sí hace falta por parte de estos es analizar realmente lo hecho e integrar la autocrítica en lo que se haga en adelante. Hay cosas que se hacen y son irreparables y lo único que se puede hacer después, en sentido político, es evitar que vuelvan a suceder. El asesinato y la tortura, el secuestro y la cárcel deben descartarse, la política debe estar abierta a todos, para evitar que se adopten los procedimientos de la guerra. Los políticos deberían dedicarse a asegurar esas condiciones mínimas de convivencia en lugar de atascarse en la retórica de justificar las imposiciones.

Una pregunta sobre su ensayo, para la gente que no ha leído su libro completo. ¿Por qué ha trazado ese paralelismo entre vascos y moros? ¿Por qué moros y no, por ejemplo, esquimales o indios?

El de «moro» es un concepto que he encontrado bien pulido por la historia, como esas piedras de río. También se usó en ese sentido el término «bárbaro», vinculado a ciertas culturas. El concepto de «indio» también se ha usado de esa manera generalizadora, en América. Hoy se usan otras nociones parecidas. Son conceptos vinculados al resentimiento de la gente del poder contra los oprimidos, resentimiento que Elías Canetti calificaba de ruin, porque se manejan para justificar el sojuzgamiento de la gente atribuyéndole una naturaleza perversa.

Lo de moro es una etiqueta que se le ha impuesto históricamente a gente diversa, en un ejercicio de poder de imponer palabras. Pero, desde otro punto de vista, los estados musulmanes -«moros», pudiéramos decir- me parecieron un buen ejemplo de relaciones de poder que hacen difícil la libertad de las personas y la política. El sometimiento a la religión, el acatamiento de la potestad militar, la resignación a la autoridad de la riqueza, las coartadas para justificar la condición subalterna de la mujer o de otra mucha gente. Los propios «moros» asumen una serie de sobre-determinaciones que les impiden desarrollarse en libertad.

La idea es que todos somos «moros» de alguna manera, porque hay relaciones de poder que nos condicionan, culpabilizándonos incluso, pero también porque no somos capaces de organizarnos políticamente como personas iguales en una plaza vacía y nos enredamos con determinaciones religiosas, económicas, militares, culturales o políticas de todo tipo.

En ese libro también mantiene que la contradicción más terrible de la democracia es la económica, y se refiere a la evolución contraria a la que había pronosticado la democracia liberal con el mercado como principal impulsor del progreso que llevaría a la igualdad socioeconómica. En los últimos años esa evolución contraria aparece más clara que nunca.

La democracia ya era paradójica tal como se inventó en las ciudades griegas, porque las mujeres, los esclavos y demás no tenían derecho a participar en esa supuesta democracia. A partir de la Revolución Francesa se impuso la autoridad política de la burguesía más que una democracia auténtica. Evidentemente, no hay democracia política sin cierto igualitarismo económico.

Lo que yo no sé es cómo se puede promover es igualitarismo. Cuando éramos jóvenes e ignorantes pensábamos que el socialismo soviético tendría que democratizarse y que el capitalismo tendería, merced al desarrollo tecnológico, a una sociedad del bienestar para todos. En cambio, entramos al siglo XXI con el derrumbamiento del sistema socialista y un capitalismo eufórico y bastante irresponsable, porque los grandes empresarios se consideraban ya sin obstáculos en su carrera por acumular dinero. Al de poco ese sistema ha entrado en crisis a partir de su mismo fundamento, que es el sistema bancario. Dicen que es una crisis económica, pero en realidad es una crisis social, y va a ser también una crisis política, porque ¿cómo va a ser posible la democracia con esas discordancias económicas y sociales?

Ya dijo Thomas Jefferson hace doscientos años que las instituciones bancarias son más peligrosas para las libertades que ejércitos dispuestos para la ofensiva.

No me parece que sea bueno para nadie ese neo-imperialismo que se está imponiendo en el mundo, ni para el soberanismo de izquierda, ni para los trabajadores y la gente de países pobres, ni para nada que sea subalterno y vaya contra corriente. La mundialización se está pareciendo a la conquista del Oeste, o sea, se habla de un gran avance civilizatorio, pero los hechos tienen también mucho que ver con ocupación y con imposición de la ley del más fuerte.

Favorable puede resultar, en todo caso, que la gente sometida se allegue a unirse y apoyarse para buscar alternativas. Porque cada vez se ve más claro que esos poderes de bancos y ejércitos occidentales constituyen una minoría en relación al conjunto de trabajadores mal pagados, naciones sin estado, inmigrantes ilegales y todo tipo de relegados que el sistema va produciendo.

El independentismo vasco dice que Euskal Herria tiene derecho a un estado como los demás. Usted defiende un estado-nación vasco, pero no como los demás.

Pienso que los vascos tienen derecho a organizarse políticamente como les dé la gana. De seguir vinculados a España y Francia, o de construir el estado independiente, si quieren. No porque sean una nación, sino porque les da la gana.

No creo que tenga sentido instaurar ninguna nación al margen de la voluntad de sus personas. La nacionalidad no puede derivarse más que de la autodefinición. Una nación es un espacio de comunicación, en todo caso, en que la mayoría de la gente opta por un marco para tomar las decisiones colectivas.

El estado por supuesto que tiene poco que ver con la voluntad de las personas, porque impone una determinada nación e impide que se pueda organizar otra cualquiera. La idea de hacer un estado-nación que se parezca al de España o Francia me parece un poco desagradable. Pienso que tenemos que proponer una República vasca más abierta a las autodefiniciones, mucho más democrática y participativa. Por ejemplo, nadie tiene por qué ser declarado ilegal por el hecho de inmigrar.

Por otra parte, como vascos de nación en ese sentido de autodefinición, pienso que mientras no tengamos independencia, debemos organizarnos y actuar como si la tuviéramos, como si formáramos parte de alguna manera de esa república imaginaria. Convirtiendo la resistencia a los dos estados que se nos han impuesto en un proyecto alternativo, porque, seguramente, esos estados no nos van a conceder nada y tendremos que ir consiguiendo las cosas por la vía de los hechos. Los derechos vendrán después, con circunstancias favorables.

Dice que no hay nada escrito, que no somos nada, no tenemos nada, pero precisamente por eso podemos decidir qué ser y qué hacer: «La razón primordial a favor de la independencia vasca no es la existencia de Euskal Herria, sino su inexistencia».

Me parece mejor formularlo de esta manera. El asunto es que somos una sociedad que quiere organizarse políticamente, y venimos de una historia de impugnación de esa posibilidad. No solo los vascos como tales han carecido de derechos, la mayoría de la gente está mal representada políticamente. En nuestro país, somos gente diversa, vascos, españoles, franceses, rifeños, de cualquier origen y de cualquier particularidad. Se trata de construir un espacio de comunicación, eso es una nación, un espacio cultural en que la gente se entienda más fácilmente, se respete entre sí y se organice políticamente.

Es importante recordar que esa posibilidad de hacer política le ha sido impedida siempre a los vascos y a todos los demás. Somos los perdedores de la historia, sin una estatus anterior que podamos plantearnos recuperar. De todas maneras, un pueblo no se va pareciendo a lo que recuerda, que además puede recordar de diversas maneras, sino a lo que va haciendo.

En nuestro país la gente vive instalada en la cultura de la queja: «Nos hacen esto, nos hacen lo otro, nos toca sufrir», como si no hubiera solución. Su ensayo me ha parecido optimista, con un final abierto. ¿Esto es así o es solo una percepción mía?

Me parece que es lo de la canción: mejor dejar de llorar; es que, además, hay estrellas en la noche. Es verdad que hay bastante masoquismo conformista, adornado con la rutina de culpabilizar al otro, lejano o cercano, en lugar de participar de una manera pragmática en la resolución de los problemas. Sin embargo, como decía Jean-Paul Sartre, la cuestión no es lo que nos hacen, sino lo que hacemos con lo que nos hacen.

El ensayo repasa una historia que es bastante desastrosa de un punto de vista vasco, pero sobre todo de un punto de vista humano general, y propone la actitud de cambiar las cosas. Me parece que es optimista en el sentido de que no descarta la posibilidad de cambiar las cosas y, más aún, porque no suspende la emancipación hasta el logro de unas metas utópicas generales lejanas en el tiempo, sino que propone que todos esos ideales se pueden ir concretando poco a poco en el presente vivido. La libertad no sería un distante objetivo a alcanzar, sino el hacer cotidianamente lo que se piensa.


«En la actividad literaria, me considero un marginal, una hormiga que anda un poco perdida»
Bittor Kapanaga comentó en cierta ocasión que, cuando usted tenía 14 o 15 años, leyó un texto suyo y le dijo que sería escritor.

Bittor Kapanaga era como un druida del monte Oriol, pero si dijo eso es porque no me veía escribir. Porque yo nunca he escrito bien. Yo escribo más de lo normal porque escribo mal, entonces tengo que corregir. Como borro, tengo que volver a escribir, y me parece que es así, con mucha paciencia, como he adquirido un poco de práctica en todo eso.

¿Para ser escritor es preciso escribir una novela?

Pero, entonces, la «Antología de Spoon River» es una novela, ¿no? No creo mucho en los géneros. Y tampoco en el concepto de escritor. Escribir, todo el mundo sabe escribir más o menos, porque ¿quién no ha pasado por la escuela? Cualquiera sabe escribir, lo que pasa es que algunos hemos perdido la vergüenza y publicamos, pero a mí me da la impresión de que igual es más importante saber leer que saber escribir.

De la misma manera que es más difícil y más importante saber escuchar y comprender las cosas que saber hablar.

¿Sigue escribiendo poesía?

Sí, aunque no he publicado casi nada desde el 96 me parece. Por ahí está un montón de folios sueltos que se llama «Itzuli ezinak». Significa «gente que no puede volver» y, al mismo tiempo, «textos intraducibles». O sea, que hasta el título es un poco intraducible.

Gabriel Aresti se mostraba dispuesto a que le borrasen de las páginas de oro de la literatura vasca, luego era consciente de que tendría un lugar en ellas. Me imagino que también usted lo será, aunque ha dejado claro que no le interesa la fama o, en palabras suyas, que no quiere «un elefante blanco».

No sé si serán de oro, ya me conformaría con que fueran de lata, o de papel simplemente las páginas de la literatura vasca, para pasarlas más fácilmente para atrás y para adelante. Ahora, además, parece que los textos se digitalizan y las páginas son como más etéreas. En realidad, veo la literatura vasca más como una actividad que como un objeto.

Y en esa actividad me considero un marginal, una hormiga que anda un poco perdida, medio alejada del hormiguero, pero haciendo lo que puede cargando un libro de vez en cuando. Hace cuarenta años había media docena de escritores, ahora se publican 3.000 libros al año en euskara, y yo publico un libro cada dos años. O sea que yo aporto como un 0,016 por ciento, pero pienso que entre todos sí estamos haciendo algo interesante.

Es uno de los escritores en euskara más apreciados y de los que más venden, aunque no sea lo mismo, pero también una de las principales referencias de la literatura vasca actual. ¿Cree que el mito Sarri, el militante escritor, el «árbol peregrino», tiene que ver con ello?

Pues no sé bien, yo nunca he vivido con Sarri. He hecho una vida lo más normal posible dentro de las circunstancias.

¿Y Sarri ha perjudicado al escritor?

Habrá gente que lee los libros con una motivación determinada. Y para otros, al contrario, esa prevención política será el pretexto para no leer los libros. No creo que los prejuicios sean buenos. X.I.

«La inclinación inquisitorial siempre ha sido una pulsión muy fuerte en España»
Desde el debate sobre la nueva estrategia de la izquierda abertzale los acontecimientos en Euskal Herria se han sucedido a un ritmo muy rápido. Uno de ellos fue la concesión hace año y medio del Premio Euskadi de ensayo, tratado más como acontecimiento político que literario. El revuelo ocasionado en torno al premio ¿no fue mayor de lo que habría sido en otro momento?

No sé cómo montaron tanto lío, cuando un premio literario es algo tan corriente. Claro que no estaban hablando de literatura. Si al menos hubieran leído el ensayo para saber de qué hablaban, pero bueno, la inclinación inquisitorial siempre ha sido una pulsión muy fuerte en España. ¿Para qué necesitan saber de qué habla un libro si lo que quieren es hacerlo desaparecer?

Cuando ganó el Premio de la Crítica también hubo cierta polémica creada por los medios de la ultraderecha. Algún miembro del jurado dijo que, si hubiera sabido su condición de expreso y exiliado, no habría votado a favor de su novela.

Qué le vamos a hacer, la justicia de los poderes ha funcionado así desde tiempos antiguos. Los premios de la crítica provocaron menos ruido, a pesar de ser estatales, porque eran intrascendentes en la medida en que no implicaban ningún dinero. Incluso en ese premio Euskadi, lo que se negaron a dar, en realidad, fue el dinero. No parece que les importara el premio en sentido honorífico, ni el contenido del libro, ni siquiera la bronca, sino solo el dinero. El dinero es la motivación y la justificación de esa gente, no debe ser casualidad que haya tanto cleptómano en la política institucional y mediática. X.I.

  FUENTE: GARA