jueves, 19 de diciembre de 2013

Descenso vertiginoso al pantano.

LIBIA

Moisés Saab 
El Cairo. El descenso en picada de Libia hacia la ingobernabilidad adquirió velocidad vertiginosa días atrás, cuando los miembros de una milicia armada atacaron con ametralladoras pesadas a manifestantes que demandaban su salida de la capital del país norafricano.
La masacre, en la cual fueron abatidos casi medio centenar de civiles, más que un hecho aislado es la síntesis de una situación gestada desde que los grupos armados tomaran control del país y lo fragmentaran en minifeudos, donde reinan y por cuyo control combaten a sangre y fuego.
En realidad la crisis por la que atraviesa ese país, rico en petróleo y en aguas subterráneas a pesar de sus características desérticas, y de accidentada historia, surgió tras el derrocamiento en 2011, vía una agresión armada de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), del gobierno liderado por Muammar Gadafi. Esos grupos armados, de  composición heterogénea, incluso con miembros venidos del extranjero, sirvieron en bandeja de plata el pretexto para la peculiar interpretación de la resolución aprobada en el Consejo de Seguridad sobre los disturbios que estallaron en el país tras el inicio de lo que ha dado en llamarse la primavera árabe.


La resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aprobada el 17 de marzo de 2011, autorizó a ?tomar todas las medidas necesarias? en Libia para ?proteger a los civiles y a las áreas pobladas bajo amenaza de ataques?, incluyendo la creación de una zona de exclusión aérea sobre el país. El texto descartaba de manera explícita la intervención terrestre en cualquier parte de Libia, pero las palabras claves estaban en la posibilidad de establecer una zona de exclusión aérea.
Este fue el mismo mecanismo empleado contra el gobierno de Saddam Hussein con el pretexto de proteger a las comunidades kurdas asentadas en el norte del país, las mismas que Reino Unido trató de exterminar en los años 20 cuando amenazaban su control colonial de Irak. Fue la única ocasión en que esa estación del año, que comienza con el renacimiento de la vida tras el invierno, cayó en diciembre, ya que el mote le fue adjudicado a partir de las protestas contra el expresidente tunecino Zine El Abidine Ben Alí y continuadas en Egipto a principios del año siguiente.
Un hecho inexplicable fue la abstención de Rusia y China en la votación del 17 de marzo de 2011 en la cual fue aprobado el documento, plataforma evidente de una operación de control de daños lanzada por el gobierno de Estados Unidos al que tomó por sorpresa la reacción en cadena contra el ?rais? egipcio, Hosni Mubarak, su mejor aliado en el norte de África y el Levante, quien había sido obligado a renunciar semanas atrás.
Lo demás es historia: Washington abandonó a Mubarak a su suerte, tras cerciorarse de que sus intereses geopolíticos estaban bien custodiados por la junta castrense a la que este dio paso, agotado por más de tres décadas de ejercicio del poder.
El mandatario, asediado por los disturbios que abarcaban a todo este país, y tras una conversación telefónica de media hora con su homólogo estadounidense Barack Obama, tuvo que ceder el puesto, en previsión de daños mayores que podrían afectar el estatus quo, sacralizado por el acuerdo de paz con Israel.
En realidad el gobierno libio era una víctima fácil debido a las muchas enemistades que se había hecho Gadafi en el Levante y en el continente africano, además de su error estratégico vital: creer que su evidente acercamiento a Estados Unidos, Francia e Italia, además del asesoramiento del entonces primer ministro británico Anthony Blair, lo reforzaba en el ejercicio del poder por tiempo indefinido.
La confusión de Gadafi tuvo consecuencias fatales para su país y en el resto del área, como demuestran los acontecimientos en Siria, donde las potencias occidentales intentaron reeditar el caso libio con el resultado de un conflicto que ha causado cientos de miles de muertos, heridos y desplazados y una tragedia humanitaria que cada vez resulta más insoportable para los gobiernos vecinos.
Después de más de dos años de la captura y asesinato de Gadafi, en circunstancias más que oscuras y de ribetes horrendos, los jefes de las milicias armadas han visto una oportunidad dorada de hacerse de una base segura para lograr sus objetivos económicos e ideológicos y económicos. Prueba de ellos son los lazos de los irregulares libios con el movimiento secesionista en Malí, atenuado por una intervención armada directa de Francia cuyos gobiernos sucesivos, encabezados por Nicolás Sarkozy y su antípoda político, Francois Hollande, demostraron que la distancia que los separa cuando de temas geopolíticos se trata, es mínima.
Si Sarkozy hizo un alarde de superpotencia en el caso de Costa de Marfil, vitrina fallida gala, Hollande tuvo su Malí y, de contra, la República Centroafricana.
El panorama libio se complicó más aún después de que los grupos irregulares y los jefes tribales de la región de la Cirenaica proclamaron a fines de octubre la autonomía, presentaron un gobierno y organizaron una compañía que se encargará de comercializar el petróleo que se extrae en la zona, lo cual debilitó aún más al gobierno del primer ministro Ali Zeidan.
La amenaza de Zeidan de pedir una intervención armada de las potencias para restaurar el orden no parecen haber tenido un efecto duradero ya que es evidente que los gestores del caos carecen de la disposición mínima de involucrarse en un país que cada día tiene más aspecto del clásico pantano en el que nadie está dispuesto a hundirse.

ENTREVISTA | TERESA FORCADES Y ESTHER VIVAS.

CATALUNYA

"El reto es convertir a esta mayoría social que sufre las consecuencias de la crisis en una

mayoría política"

Son dos de las más visibles dirigentes del Procés Constituent en Catalunya, pero sus tesis no se quedan en la reivindicación soberanista, sino que defienden que el capitalismo es incompatible con una democracia real y radical. Este lunes presentan en Madrid su libro 'Sin miedo'

ALEX GIL LARA Barcelona 15/12/2013 18:53 Actualizado: 15/12/2013 19:29

Teresa Forcades y Esther Vivas. LAURA RUBIO

La doctora en Salud Pública por la Universidad de Barcelona, Teresa Forcades, monja benedictina en el monasterio de Sant Benet de Montserrat, y la periodista y activista política Esther Vivas conversan en el libro Sin miedo que se presenta este lunes, 16 de diciembre, en el Teatro del Barrio de Madrid. Las dos coinciden en la iniciativa del Procés Constituent, un movimiento que busca crear una candidatura lo más unitaria posible que concurra a las próximas elecciones autonómicas catalanas. En el libro, repasan las causas de la crisis, la deslegitimación del sistema político y económico, la represión y criminalización de la protesta, la extensión de la desobediencia civil, las alternativas al régimen actual, la nueva política o el auge del nacionalismo en Catalunya.

El libro lleva por título Sin miedo, ¿sin miedo a qué?  

Esther Vivas: Bien, lo que hemos visto desde hace tiempo es que el poder quiere una sociedad con miedo, que la gente tenga miedo al cambio y a imaginar que otro sistema es posible. De hecho, la apatía, la resignación, el miedo, representan la gran victoria del sistema capitalista, el hacernos creer que no podemos cambiar las cosas. Es el mensaje, el discurso que nos han inoculado desde siempre. Son esas falsas verdades, esos mitos sobre los cuales se sustenta el sistema: "Nada se puede cambiar, no hay alternativas". Pero hoy, en el contexto actual de crisis, cada vez más gente se da cuenta de que el sistema no funciona, de que el capitalismo es incompatible con la vida, con la libertad, con la democracia, con la justicia, con los derechos básicos de las personas. El capitalismo hace negocio y la crisis le quita la máscara al sistema. A partir de aquí, se plantea la necesidad urgente de cambiar las cosas. La sanidad, la educación, la vivienda, la comida... todo esto no puede ser un negocio en manos del capital, de las empresas, sino que tienen que ser derechos básicos universales. Ese miedo que nos han querido meter, ahora está empezando a cambiar de bando.

Teresa Forcades: Sin miedo a que la lucha organizada por una alternativa al capitalismo nos pueda conducir a una situación peor que la que tenemos. Lo más probable es que nos conduzca a una situación que, aunque no tenga nada de ideal, sea mucho mejor que la actual en cuanto al respeto a las libertades y derechos básicos. En Islandia, por ejemplo, no tienen ningún paraíso, pero plantaron cara y ahora no tienen la deuda que tenemos nosotros.

Ese miedo del que habláis, ¿sirve como instrumento de control en nuestra sociedad?

T.F.: Creo que hay dos tipos de miedo que ahora mismo son relevantes a nivel social. Uno es el miedo a quedarse sin trabajo o a quedarse sin casa o sin papeles. Este miedo obedece a una causa real y debe respetarse. No se puede animar a la gente a luchar de forma individual por un mundo mejor porque no lo conseguirán y pagarán un precio muy alto. Pero una cosa es luchar solos o aislados -cosa que no recomiendo- y otra muy distinta es organizarse políticamente. Este es el segundo miedo: a que esta organización acabe mal. Creo que este segundo miedo no obedece a ninguna causa real. Creo que obedece a una alienación que debemos sacarnos de encima cuanto antes mejor. Si lo conseguimos, no habrá quien pare esta revolución.

E.V.: Las medidas represivas que se aprueban, ya sea el Govern catalán o el Gobierno español, ponen de manifiesto que cuando no pueden controlar la situación por las buenas, porque la gente toma conciencia, se moviliza y desobedece, la estrategia de criminalización es la respuesta. Se reforma el Código Penal, la ley de Seguridad Ciudadana, etc. Todo esto es una muestra más de la necesidad que tiene el poder de controlar la situación. Su mayor victoria es hacernos creer que no podemos cambiar nada, pero con la emergencia del movimiento indignado y la profundidad de la crisis, la gente empieza a ver la necesidad de cambiar las cosas.

¿Pensáis que el sistema capitalista es incompatible con la democracia?

E.V.: Totalmente. Este es otro de los mitos del sistema: el capitalismo es sinónimo de democracia. La idea es que la democracia es sólo posible con el capitalismo, pero en cambio el sistema no permite una democracia real, de verdad y radical. Tenemos numerosos ejemplos. Cuando la gente sale a la calle, se manifiesta, se hace un escrache o se rodea el Congreso, se les llama antidemócratas, golpistas, filoetarras... La respuesta del Gobierno ante las aspiraciones emancipadoras y plenamente democráticas de la sociedad es represión y miedo. Esto por un lado, por el otro, en 2011, hemos visto cómo se han dado golpes de Estado por parte de los mercados. La élites financieras sustituyeron a Berlusconi por Monti, un tecnócrata, y a Papandreu por Papademos, otro tecnócrata. Cuando el capitalismo entra por la puerta, la democracia sale por la ventana. Son sistemas incompatibles y esto es cada vez más evidente para un mayor número de personas.

T.F.: Sí lo es, porque, en contra de su discurso oficial, el capitalismo no está a favor de la libertad sino a favor de una regulación severa que defiende los intereses de las personas más ricas a costa de la posibilidad de supervivencia de muchos millones y a costa del bienestar de la mayoría. Por ejemplo, esta semana he leído en el New York Times que desde la caída del Muro de Berlín -desde que el capitalismo se quedó sin rival a nivel internacional- se han firmado más de 3.000 tratados internacionales dirigidos a proteger los intereses de las grandes multinacionales en contra de los gobiernos. En Namibia, por ejemplo, el Gobierno no ha podido aplicar las leyes anti-tabaco que aprobó su Parlamento porque Phillip Morris le ha demandado por atentar contra sus intereses.

A lo largo del libro, planteáis que el cambio social es imparable. ¿Cómo se puede incentivar ese cambio?

T.F.: Creo que solamente lo será si se cumplen dos condiciones: una es la activación de la subjetividad política, es decir, perder el miedo y organizarse. La segunda es la unidad en la diversidad: no pretender formar un frente homogéneo, ser capaces de unirse con personas que proceden de tradiciones o sensibilidades políticas, sociales o nacionales distintas para llevar a cabo la ruptura con el actual modelo.

E.V.: En primer lugar, plantear alternativas. Para poder reivindicar otras políticas, ese otro sistema, la recuperación de la democracia pasa por tomar conciencia de quién gana y quién pierde con la actual situación. Organizarse, luchar, movilizarse, desobedecer... todos estos son instrumentos y elementos esenciales para cambiar las cosas. Recuperar la democracia pasa por indignarnos. Esta es la clave. Y la crisis, a pesar de que nos conduce a una situación de bancarrota social, de drama social, también ofrece la oportunidad para que la sociedad se dé cuenta del carácter antidemocrático del sistema capitalista, de la supeditación de la política a los intereses económicos y financieros. Creo que es el primer paso para cambiar las cosas. La toma de conciencia es esencial para pasar a la acción y trabajar con ese objetivo.

No parece que sea ésa la dinámica actual.

E.V.: Los movimientos sociales son cíclicos y tuvimos aquí una irrupción, una ebullición del malestar, de la indignación en mayo del 2011 y en los meses siguientes. Ahora estamos en un momento distinto de las protestas, pero creo que seguimos en el mismo ciclo de luchas. Hoy día existe un gran descrédito de la clase política. El sistema político actual, las instituciones, están deslegitimados y esto ofrece la oportunidad de cambiar las cosas. El bipartidismo está en crisis. Cuando miramos a Grecia que, en cierta forma, es un espejo de lo que aquí está pasando, vemos que el sistema de partidos se ha descompuesto. Aquí en Catalunya, aún más con la crisis del modelo de Estado y el auge del soberanismo y del independentismo. Este cuestionamiento abre un espacio. Este es el reto; creo que hoy día hay mucha más gente que ha tomado conciencia de la situación que antes de la crisis y de la eclosión del 15-M. En mi entorno, veo a muchas personas, poco politizadas, que ven cómo amigos, familiares, vecinos tienen problemas para llegar a final de mes, están sin trabajo, sin ingresos, los desahucian, etc. Este impacto de la crisis en su vida cotidiana les hace tomar conciencia. Hay que aprovechar esto para explicar las causas reales de la crisis. Y hoy, no son cuatro los que dicen "esto es una estafa, no sólo una crisis", son muchos más. El reto es convertir a esta mayoría social que sufre las consecuencias de la crisis en una mayoría política. De ahí la importancia de reclamar, como ahora mismo en Catalunya, la necesidad de un proceso constituyente, planteando alternativas políticas que acaben con la hegemonía de unos pocos que monopolizan el poder en su beneficio.

¿Qué supone Procés Constituent para el panorama político actual?

E.V.: Propone una perspectiva de ruptura con el marco político e institucional actual. Reapropiarnos de las políticas, del futuro, aprovechar el escenario para llevar el derecho a decidir, trascender el  soberanismo encorsetado que quiere Mas, que sólo plantea una Catalunya libre. El señor Mas también quiere un proceso constituyente pero hecho desde arriba, por las élites políticas y económicas del país. Tenemos que aprovechar el debate sobre la independencia, sobre la cuestión nacional, para poder decir que queremos decidir sobre todo y queremos llevar esta independencia hasta sus últimas consecuencias. Este debate, Convergència i Unió, no nos lo va a garantizar. El Procés Constituent quiere una Catalunya libre, pero también libre de pobreza, de desahucios, de miseria, de paro, de hambre, de políticos corruptos, de banqueros ladrones, quiere poder decidir sobre todo. Tenemos que dotarnos de un marco que sea decidido por el conjunto del pueblo catalán. Esto puede parecer muy abstracto, pero en algunos países de América Latina se han dado procesos constituyentes que han generado un nuevo marco constitucional a partir de la participación popular. Son procesos que han tenido en algunos casos, es cierto, desenlaces contradictorios y que han generado en la izquierda un debate importante. En todo caso, estas experiencias nos demuestran que el cambio es posible. Tenemos que aprender de sus aciertos y de sus errores. Un caso parecido podría ser Islandia, donde a la crisis siguió un Gobierno de la izquierda clásica que no supo plasmar las esperanzas de cambio y renovación que demandaba la sociedad y que les había llevado al poder. Se congeló la Constitución de base popular, se claudicó frente a las presiones de la Unión Europea. La lección es que la izquierda de siempre no nos va a sacar de esta situación de crisis. O nos organizamos en un sentido amplio, o no hay alternativa.

"En Catalunya el malestar por los recortes se canaliza hacia el objetivo de la independencia, pero eso es insuficiente"

T.F.: Estrictamente hablando "proceso constituyente" significa el proceso mediante el cual se redacta y aprueba una nueva Constitución. En estos momentos, en Catalunya, el malestar social creciente causado por las políticas de recortes se está canalizando hacia el objetivo de la independencia. Nosotros creemos que esto es insuficiente y queremos aprovechar la coyuntura histórica para impulsar un cambio de ruptura con el actual sistema, tanto a nivel político como socioeconómico. En concreto, hemos empezado a organizarnos desde la base en asambleas territoriales y sectoriales. De momento, tenemos unas 110 asambleas y unas 46.000 personas adheridas. Si crecemos y nos consolidamos lo suficiente, impulsaremos una candidatura unitaria para las próximas elecciones autonómicas. Si la candidatura obtiene la mayoría, convocaremos una asamblea constituyente que redacte una nueva constitución para una República Catalana y posteriormente la someta a la aprobación popular mediante un referéndum.

¿El actual marco democrático permite el cambio social?

E.V.: El marco actual, de manera formal, te permite presentarte a unas elecciones. Movilizarte, pero ya vemos que cuando la indignación se desborda porque se exige una democracia real, se la reprime. En teoría, el sistema garantiza unos derechos que, en la práctica, no permite. Esto lo vemos día tras día, en cuestiones como el derecho a la vivienda. Hay miles de viviendas vacías y miles de familias son o han sido desahuciadas. Los actuales derechos sociales son fruto de una lucha. Nadie nos va a regalar nunca nada. Frenar los recortes, esta situación de emergencia social a la que nos han conducido, y obtener mejoras sociales se logrará con la movilización social y la desobediencia. A lo largo de la historia, la desobediencia ha sido clave para conseguir victorias; si las mujeres tenemos derecho al voto fue porque las sufragistas desobedecieron, si se eliminó el servicio militar fue porque una serie de insumisos fueron a la cárcel, etc. El capitalismo no permite una serie de derechos; lo que es necesario es ganarlos e imponer otro sistema de sociedad, otro modelo que rompa con el sistema actual, desde una perspectiva anticapitalista de ruptura.

14Rodea el Congreso: Cargas y detenciones en el Madrid policial por La Plataforma La HaineD -

ESPAÑA

 15/12/2013 
Crónica 14.D

Unos pocos valientes, unos pocos de cientos, a las 19:00 comienzan a rodear el congreso. Poco a poco la afluencia va creciendo hasta que se llegan a varios miles superando las 10.000 personas.

A las 20:00 se marcha hacia Neptuno, cortando la calle Alcala, ante la imposibilidad de la polícia de hacer nada para impedirlo.

Se llega a sol entre consignas y con los ánimos muy arriba. En Sol varios UIP son rodeados e increpados por la multitud, estos se repliegan buscando cobertura en los furgones cercanos.

21:00 La marcha sube por Carretas, hacia Jacinto Benavente con intención de dirigirse hacia Atocha. Cerca de La Plaza de Santa Ana un coche de la policía municipal es rodeado e increpado.

21:10 Se desconvoca la manifestación.

21:15 Comienzan las cargas y las carreras por Atocha y por el centro de Madrid.

21:30-22:30 Cargas y carreras por el centro, fuego y barricadas a la altura de Anton Martin y Tirso de Molina. La gente intenta llegar hasta Sol; se corta Gran via.

22:30. Fuego y barricadas por Alcala y Gran Vía. El centro de Madrid esta tomado por la policía.

23:10 La zona centro tomada por los antidisturbios, retenciones y algunos detenidos y heridos, carreras y cargas. Varios controles policiales a la salida de los metros. La gente comienza a retirarse.

Autoboicot: cuando Israel estaba a favor del apartheid de Sudáfrica


SUDÁFRICA 

Por Uri Avnery


¿Es posible que un país se boicotee a sí mismo? Parece una pregunta tonta. No lo es.


Ningún dirigente de Israel estaba presente en el funeral de Nelson Mandela, el ?gigante de la Historia?, como lo llamó Barack Obama. El único dignatario israelí que estuvo dispuesto a ir era el presidente del Parlamento, Yuli Edelstein, un señor amable, inmigrante de la Unión Soviética y colono. Es tan anónimo que la mayoría de los israelíes no lo reconocerían. (?Su propio padre tendría dificultades para reconocerlo en la calle?, dijo alguien en broma).


¿Por qué? El presidente del país, Shimon Peres, pilló una enfermedad que le impidió viajar, pero no le impidió dar un discurso y recibir visitas ese mismo día. Bueno, hay todo tipo de microbios misteriosos.


El primer ministro, Binyamin Netanyahu, tenía un motivo todavía más extraño. El viaje, aseguró, era demasiado caro, ya que lo tendrían que acompañar un montón de guardias de seguridad y eso.


Hace no tanto, Netanyahu causó un escándalo cuando se supo que para viajar al funeral de Margaret Thatcher, un vuelo de cinco horas, se hizo instalar una cama doble especial en el vuelo de la compañía El Al, lo cual costó mucho dinero. Netanyahu y su esposa, Sara?le, de la que se habla muy mal, no querían provocar otro escándalo tan pronto. Total, ese Mandela ¿quién es?


En conjunto era una muestra muy poco digna de cobardía personal por parte tanto de Peres como de Netanyahu. ¿De qué tenían miedo?


La Sudáfrica del apartheid era el principal cliente de la industria militar israelí


Bueno, podría haber ocurrido que les abuchearan. Hace poco, se divulgaron numerosos detalles de la relación entre Israel y Sudáfrica. La Sudáfrica del apartheid, bajo boicot del mundo entero, era el principal cliente de la industria militar israelí. Era un arreglo perfecto: Israel tenía un montón de sistemas de armamento, pero no tenía dinero para fabricarlos. Sudáfrica tenía mucho dinero, pero nadie le quería vender armas.


De manera que Israel vendió a los carceleros de Mandela todo lo que pudo venderles, desde aviones caza hasta dispositivos electrónicos militares, y les pasó información sobre la técnica nuclear. Peres en persona estaba muy involucrado en esto.


La relación no era únicamente comercial. Los altos cargos civiles y militares israelíes se reunían con sus homólogos sudafricanos, había visitas mutuas, se fomentaban las amistades personales. Aunque Israel nunca respaldó el apartheid, nuestro gobierno desde luego tampoco lo rechazó.


Aún así, nuestros líderes tendrían que haber ido, junto a los dirigentes de todo el mundo. Mandela era el gran perdonador y también perdonó a Israel. Cuando el maestro de ceremonias en el estadio anunció por error que habían llegado Peres y Netanyahu, sólo se oían unos pocos abucheos. Mucho menos que los que tuvo que escuchar el presidente sudafricano actual.


Tanto Mandela como Gandhi se situaban en el bando palestino contra Israel; qué extraño


En Israel, sólo una voz se levantó públicamente contra Mandela. Shlomo Avineri, un profesor respetado y ex director general del Ministerio de Exteriores, le criticó por tener un ?punto ciego?: por situarse en el bando palestino contra Israel. Mencionó también que otra autoridad moral, Mahatma Gandhi, tenía el mismo ?punto ciego?.


Qué extraño. ¿Dos gigantes éticos y el mismo punto ciego? A qué se puede deber eso, se pregunta uno.


El movimiento de boicot contra Israel gana terreno lentamente. Se manifiesta en tres formas principales (y varias intermedias).


La forma que más atención recibe es el boicot contra los productos de los asentamientos, iniciado por Gush Shalom hace 15 años. Está activo hoy día en muchos países.


Una forma de boicot más severa es la que se dirige contra todas las instituciones y corporaciones que tienen trato con los asentamientos. Es ahora la política oficial de la Unión Europea. Esta semana, precisamente, Holanda rompió las relaciones con la corporación israelí de agua, Mekorot, partícipe en la política que priva a los palestinos de acuíferos vitales y los transfiere a los asentamientos.


La tercera forma es la total: el boicot de todo y todos los israelíes (lo que me incluye a mí mismo). Esto también avanza despacio en muchos países.


El gobierno israelí se ha apuntado ahora a esta última forma de boicot. Al elegir voluntariamente no estar representado, o está representado por un perfil bajo en la ceremonia de Mandela, ha declarado que Israel es un Estado paria. Qué extraño.


La semana pasada escribí que si Estados Unidos encontrase una solución para las preocupaciones de Israel respecto a la seguridad en Cisjordania, éstas serían reemplazadas por otras preocupaciones. No me esperaba que iba a suceder tan pronto.


Binyamin Netanyahu declaró esta semana que acuartelar tropas israelíes en el valle del Jordán, como ha propuesto John Kerry, no es suficiente. Ni de lejos.


Netanyahu no llegó a exigir que los dirigentes iraníes se afiliaran a la Organización Mundial Sionista


Israel no puede renunciar a Cisjordania, mientras Irán tenga capacidad nuclear, declaró Netanyahu. Uno se pregunta qué tiene que ver. Bueno, es obvio ¿no? Un Irán fuerte respaldará el terrorismo y amenazará Israel de muchas maneras. Así que Israel debe mantenerse fuerte y eso incluye guardarse Cisjordania. Sí, sí, lógico.


Es decir, si Israel renuncia a toda capacidad nuclear ¿eso bastará? No, ¡qué va! Irán debe cambiar completamente sus políticas ?genocidas? respecto a Israel, debe poner fin a toda amenaza, así sea verbal, contra nosotros, debe adoptar una actitud amable. Eso sí, Netanyahu no llegó a exigir que los dirigentes iraníes se afiliaran a la Organización Mundial Sionista.


Antes de que ocurra todo esto, Israel no puede de ninguna manera hacer la paz con los palestinos. Lo sentimos, señor Kerry.


En mi última columna también ridiculicé el Plan Allon y otros pretextos que sacan nuestros derechistas para mantener ocupado los fértiles terrenos agrícolas del valle del Jordán.


Un amigo mío respondió que sí, es cierto que los antiguos motivos se han quedado todos obsoletos. El terrible peligro del poder combinado de Iraq, Siria y Jordania, que nos atacarían desde el Este, ya no existe. Pero?


No nos podemos fiar de los palestinos. Nos odian y continuarán combatiéndonos, ¿no?


Pero los guardianes del valle ahora perciben una nueva amenaza. Si Israel devuelve Cisjordania sin mantener control sobre el valle del Jordán y los pasos fronterizos a través del río, ocurrirán otras cosas terribles.


Un día después de que los palestinos se apoderen de los pasos del río, se traerán misiles de contrabando. Y esos misiles caerán cual lluvia sobre el aeropuerto internacional de Ben Gurión, la puerta de Israel, a pocos kilómetros de la frontera. Tel Aviv, a 25 kilómetros, estará bajo amenaza, al igual que la instalación nuclear de Dimona.


¿No hemos visto todo esto ya antes? Cuando Israel evacuó de forma voluntaria toda la Franja de Gaza, ¿no empezó a llover cohetes en todo el sur de Israel?


No nos podemos fiar de los palestinos. Nos odian y continuarán combatiéndonos. Si Mahmud Abbas intenta frenarlo, le derrocarán. Hamás o, lo que es peor, Al Qaeda, tomará el poder y desencadenará una campaña terrorista. La vida en Israel se convertirá en un infierno.


Por eso es evidente que Israel debe controlar la frontera entre el Estado palestino y el mundo árabe, y especialmente los pasos fronterizos. Como Netanyahu dijo una y otra vez, Israel no puede confiar su seguridad a manos de otros y no lo hará. Especialmente no a manos palestinos.


Bueno, en primer lugar, la analogía de la Franja de Gaza no funciona. Ariel Sharon evacuó los asentamientos de Gaza sin ningún acuerdo y sin siquiera consultarlo con la Autoridad Palestina, que en esa época aún gobernaba la Franja. En lugar de realizar un traspaso ordenado a las fuerzas de seguridad palestina, dejó atrás un vacío de poder que más tarde llenó Hamás.


Sharon también mantuvo el bloque por tierra y mar que convirtió la Franja de Gaza prácticamente en una inmensa prisión al aire libre.


En Cisjordania existe ahora un fuerte gobierno palestino con fuerzas de seguridad sólidas, entrenadas por Estados Unidos. Un acuerdo de paz los reforzará enormemente.


Abbás no se opone a una presencia militar extranjera en toda Cisjordania, incluido el valle del Jordán. Es más: lo pide. Ha propuesto que haya una fuerza internacional, bajo comando estadounidense. Sólo se opone a que esté el ejército israelí, porque esta situación equivaldría a otro tipo de ocupación.


Pero el punto principal es algo distinto, algo que deriva directamente de las raíces del conflicto.


Los argumentos de Netanyahu dan por supuesto que no habrá paz. Ni ahora ni nunca. El potencial acuerdo de paz ? al que los israelíes llaman el ?acuerdo sobre el estatus final? ? sólo abriría otra fase en una guerra que empezó hace generaciones.


La paz no es la continuación de la guerra con otros medios


Este es el obstáculo principal. Los israelíes ? prácticamente en bloque ? no pueden imaginar una situación de paz. Ni ellos ni sus padres o abuelos han experimentado jamás un día de paz en este país. La paz es algo como la llegada del Mesías, algo que se desea, por lo que se reza, pero de lo que nadie espera que realmente suceda.


Pero eso no significa, parafraseando a Carl von Clausewitz, que la paz sea la continuación de la guerra con otros medios. No es una tregua ni un armisticio.


La paz significa vivir lado al lado. La paz significa reconciliación, una auténtica voluntad de entender al otro bando, estar dispuesto de superar las viejas afrentas, significa el lento crecimiento de una nueva relación: económica, social, personal.


Para que la paz pueda durar debe satisfacer a todos los bandos. Requiera una situación con la que pueden vivir todos los afectados porque cumple con sus aspiraciones esenciales.


¿Es posible? Yo, al conocer el otro bando mejor que muchos otros, respondo con toda certeza: Sí, es posible. Pero no es un proceso automático. Para esto hay que trabajar, hay que invertir, hay que lanzar la paz como se lanza la guerra.


Nelson Mandela lo hizo. Por eso, todo el mundo acudió a su funeral. Y por eso, tal vez, nuestros dirigentes prefirieron no ir.


*Uri Avnery fue congresista del régimen sionista, escritor y un destacado militante a favor de una paz justa en Medio Oriente

Similitudes entre el apartheid en Israel y Sudáfrica.

SUDÁFRICA

A medida que el mundo reflexiona sobre el legado de Nelson Mandela y su lucha contra el apartheid en Sudáfrica, algunos han recordado su famosa observación: "Sabemos muy bien que nuestra libertad está incompleta sin la libertad de los palestinos."

Ese vínculo especial entre dos pueblos y sus luchas nacionales  ha contribuido a aumentar los esfuerzos sudafricanos para cuestionar los continuos abusos de derechos humanos y la sistemática discriminación a la que son sometidos los palestinos.

Hace unas semanas, el embajador de Sudáfrica en Israel aprovechó la oportunidad de su partida para criticar las políticas israelíes como una "réplica del apartheid". Ismail Coovadia también rechazó un regalo de 18 árboles plantados en su nombre por el Fondo Nacional Judío, una organización que ha desempeñado un papel importante en el desplazamiento de los palestinos.

No muchos países tienen embajadores que hablen de sus políticas en términos de apartheid. Viniendo de un diplomático sudafricano respetado, la afirmación es aún más dolorosa. Es un reflejo de cómo los políticos de Sudáfrica y de la sociedad civil han adoptado cada vez más la solidaridad con los palestinos y tomado la delantera en cuanto al  BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) e iniciativas relacionadas.

Pretoria ha exigido el etiquetado de los productos de los asentamientos, a pesar de una importante presión para no hacerlo. También ha habido notables expresiones de apoyo al boicot palestino en  las universidades y los sindicatos.

Esto sucede mientras las políticas de Israel hacia los palestinos son calificadas, cada vez con mayor frecuencia, en términos de apartheid por los observadores en Palestina e Israel y a nivel internacional.

En Sudáfrica existe el recuerdo de la histórica relación de Israel con el régimen del apartheid. Un punto de referencia excelente es el libro 'The Unspoken Alliance: Israel's Secret Relationship with Apartheid South Africa' de Sasha Polakow-Suransky, que explora los lazos entre Israel y el régimen sudafricano de la época.

La relación de Israel con el régimen del apartheid comenzó  a mediados de los años 1970, con el intercambio dela tecnología militar e inteligencia. Para algunos funcionarios de ambos lados, había también un componente ideológico. El  Primer Ministro Sudafricano Hendrik Verwoerd, afirmó que "los judios tomaron Israel a los árabes después que los árabes habían vivido allí durante 1.000 años. Israel, como África del Sur, es un Estado de apartheid".

Durante un período de unos 15 años, los ejemplos de la estrecha relación incluyeron un pacto en 1975 firmado por Shimon Peres y el entonces ministro de Defensa sudafricano PW Botha, y la colaboración de la industria de defensa israelí con el régimen de apartheid para eludir las sanciones internacionales. "La colaboración con el régimen racista de Sudáfrica" ??por parte de Israel fue condenada en la Asamblea General de la ONU.

Sin embargo, lo que realmente ha golpeado a muchos en Sudáfrica y en otros lugares, son las similitudes entre el sistema de apartheid allí instaurado y las actuales políticas de Israel hacia los palestinos.

En 2002, el arzobispo Desmond Tutu escribió un artículo llamado 'Apartheid en Tierra Santa', y dijo que en su reciente viaje a Palestina / Israel había recordado "mucho de lo que nos pasó a los negros en Sudáfrica". En 2007, el Relator de Derechos Humanos de la ONU, John Dugard, profesor jurídico de Sudáfrica y experto apartheid, dijo que "las leyes y prácticas de Israel" en los territorios ocupados "sin duda se asemejan en muchos aspectos al apartheid".

El elemento común de ambos sistemas es la consolidación y la aplicación de la desposesión, asegurar el control, acceso a la tierra y a los recursos naturales para un grupo a expensas de otro. Sin embargo, también hay diferencias importantes.

Mientras que el sistema de apartheid requería el trabajo de los sudafricanos de color, en las colonias sionistas en Palestina se considera a la población local no judía de manera muy diferente: como un grupo que debe ser expulsado y no explotado. La razón por la que hay hoy en día, dentro de las fronteras anteriores a 1967 de Israel, una mayoría judía es porque la mayoría de los palestinos que hubieran sido ciudadanos del nuevo estado fue objeto de una limpieza étnica, sus aldeas destruidas y sus tierras expropiadas.

Aunque hay muchos ejemplos de segregación de hecho y la discriminación institucionalizada en Israel antes de 1967, la comparación del apartheid realmente comenzó a tomar fuerza cuando Israel amplió su colonización y control de la Cisjordania ocupada y la Franja de Gaza.

El apartheid era, en cierto modo, un "Plan B": una forma de mantener la hegemonía y el control judío - la protección de la etnocracia - cuando directamente, las expulsiones en masa no era una opción factible.

Un académico israelí, Oren Yiftachel, ha descrito la situación en Israel y los Territorios Ocupados - hablando de ellos como una sola unidad - como un "apartheid progresivo", en el sentido que con el tiempo ha surgido un estado de facto desde el río Jordán hasta el Mar Mediterráneo, en el que se les niega o se les concede diferentes derechos a los árabes y palestinos, por medio de ??en tarjetas de  identificación, localización, etc

La ocupación israelí de la Ribera Occidental, que en 2017 cumplirá medio siglo, se ha convertido en un complejo sistema de control y exclusión, con colonos judíos que viven entre los palestinos 'no  ciudadanos' y cuya libertad de vivir en su propia tierra es gestionada por un sistema de apartheid y una burocracia de "permisos" y los obstáculos físicos.

Irónicamente, fue durante el llamado 'proceso de paz' de Oslo que los elementos de la comparación con el apartheid sudafricano empezaron a ser aún más claros.

En 1984, Desmond Tutu escribió que los territorios autónomos - bantustanes - promovidos por el régimen del apartheid sudafricon fueron privados de "integridad territorial o esperanza de viabilidad económica". Eran, escribió, simplemente "territorios fragmentados y discontinuos, que se encuentra en áreas improductivas y marginales del país" con "ningún control" sobre los recursos naturales o el acceso a las "aguas territoriales". Esto podría haber sido escrito hoy sobre los Territorios Ocupados en Palestina.

No solamente los métodos de represión israelí tienen paralelismos con el régimen histórico en Sudáfrica, políticas condenadas el año pasado por el Comité de Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Discriminación Racial en términos de "segregación" y como un incumplimiento de la prohibición de "apartheid " (PDF). Israel en el año 2013 se hace eco de los diplomáticos de Pretoria en los días pasados ??cuando se trata de propaganda.

Así, por ejemplo, al igual que en los años 1970 y 1980, hoy el ministerio israelí de Asuntos Exteriores afirma que un boicot a los productos producidos en los asentamientos perjudica ante todo a los  trabajadores palestinos. Aún más revelador es que algunos políticos y figuras públicas israelíes, den hoy la voz de alarma acerca de las tasas de natalidad palestina, la igualdad y la perspectiva de una solución de un solo estado democrático en términos de "suicidio nacional", el mismo discurso utilizado por los apologistas del apartheid en Sudáfrica.

Para los sudafricanos, cuyo recuerdo del apartheid sigue intacto, Israel es un objetivo no sólo porque es un ejemplo que de un sistema repudiado, sino porque para la población indígena colonizada, el apartheid de hoy es peor. El editor de un periódico sudafricano, Mondli Makhanya, lo recalcó en 2008 después de un viaje a Oriente Medio: "Me parece que a los israelíes les gustaría que los palestinos desaparecieran. Nunca hubo nada de eso en nuestro caso. Los blancos no esperaban hacer desaparecer a los negros".

De los combatientes veteranos y líderes como Nelson Mandela, Desmond Tutu y Ronnie Kasrils, a los activistas de derechos humanos que trabajan en iniciativas como BDS Sudáfrica y Open Shuhada Street, algunas de varias campañas en favor de los derechos palestinos, hay un reconocimiento que los palestinos se enfrentan a una lucha por la dignidad, la igualdad - y la vida misma - similar a la que una vez se llevó a cabo, y se ganó, en Sudáfrica.



* Ben White es un periodista independiente y autor del libro 'Apartheid israelí: una guía para principiantes' y 'Los palestinos en Israel: segregación, discriminación y democracia

Mandela: caída del apartheid, omisiones y mentiras.

SUDÁFRICA

por J.C. Cartagena et N. Briatte

La muerte de Nelson Mandela ha desencadenado una multitud de alabanzas unánimes en los medios de comunicación y entre los políticos. Sin embargo, algunos hechos han pasado conscientemente en silencio, o han sido totalmente distorsionados.
Muchos políticos occidentales lloran hoy la muerte de Mandela y  llenan de elogios su combate y  perseverancia. Sin embargo, cuando nos fijamos en  sus acciones y declaraciones de la década de 1980, se advierte que sus discursos se acomodaron bien  a la historia.

De hecho, son esos mismos países occidentales que apoyaron el régimen del apartheid por razones tanto políticas como económicas. La lista de las multinacionales que se llenaron los bolsillos gracias al apartheid y los políticos que apoyaron el sistema por motivos oscuros y vergonzosas  razones de anticomunismo sería muy larga de establecer (1).

En las emisiones y reportajes dedicados a Mandela, la naturaleza de su lucha es frecuentemente distorsionada. En efecto, según los comentadores, habría combatido el régimen exclusivamente por medios pacíficos. Sin embargo, el Congreso Nacional Africano (CNA), del cual Mandela era líder, creó en 1961, en alianza con el Partido Comunista Sudafricano (PCS), la « Punta de lanza de la nación » (Umkhonto we Sizwe)(MK), su brazo armado (2). Mandela y Joe Slovo, Secretario del PCS, eran quienes  ejercían el mando.


El Estado sudafricano jamás ha respetado ninguna frontera a la hora de exportar  su régimen despreciable y la violenta represión a los países vecinos, incluidos los que se encuentran en pleno corazón de Europa.
Pero nunca se hubiera atrevido a hacerlo si no hubieran tenido el apoyo de los países occidentales más poderosos.

Es así como bajo la presidencia de François Mitterrand los servicios del apartheid pudieron, con toda impunidad y con la complicidad de los  servicios secretos franceses, asesinar en 1988 en  Arcueil, Val de Marne, la representante del CNA en Europa, Dulcie September (3). Es mediante la intensa actividad de Dulcie que la opinión pública francesa logró descubrir  la lucha del pueblo sudafricano por su libertad. Tampoco era la primera vez que los servicios franceses participaban en las operaciones en apoyo al  sistema racista. En 1978 en París, época de apoyo abierto al régimen racista, bajo el Gobierno de Giscard d'Estaing, habían sido ya implicados en el asesinato de Henri Curiel, un activista franco-egipcio solidario del CNA (4).

Asi mismo en 1986, Pierre-André Albertini, un joven cooperante francés acusado de llevar valijas para el CNA, había sido encarcelado en Sudáfrica. Es necesario recordar que en este período los franceses estaban realizando negocios florecientes con el régimen sudafricano, incluso en el ámbito nuclear (5). El señor Stirbois del Frente Nacional llegó al extremo de tratar el joven Albertini de «terrorista». Es cierto que hasta el año 2008,  los Estados Unidos y algunos países europeos como Inglaterra, consideraban al CNA como una organización terrorista, calificándola de «organización comunista», para, según sus criterios, estigmatizarla (6).

Hoy en día, raros son los medios de comunicación y los comentaristas políticos que han recordado la epopeya cubana en África, que permitió a Namibia acceder a la independencia en 1990, a Angola consolidar la suya, pero que sobre todo hizo tambalear las certezas del régimen de Pretoria. Sin embargo, la batalla de Cuito Cuanavale fue la batalla más importante de la historia de África, según el propio Nelson Mandela, dicha batalla «fue el punto de inflexión en la lucha para liberar el continente y a nuestro país del flagelo del Apartheid!». Mandela afirmó que « los internacionalistas cubanos han aportado una contribución sin precedentes a la independencia, la libertad y la justicia en África » (7).


Tras la caída del apartheid, y a pesar de todos los cantos de sirenas del occidente, Nelson Mandela nunca se equivocó de amigos y reservó su primer viaje al extranjero a la isla de Cuba para agradecer a « su hermano » Fidel Castro, de la ayuda prestada « en las horas más sombiras del pueblo sudafricano » (8). Palabras y actos que hoy se silencian con el fin de ocultar de una parte, la fuerza de la solidaridad internacionalista cubana y en segundo lugar, la profundidad de la debacle del imperialismo en la región.

La historia de la lucha contra el apartheid nos ha enseñado que la combinación de todo tipo de luchas, incluido el ejército, con la solidaridad activa internacionalista, puede superar los regímenes siniestros, incluso cuando están apoyados y protegidos por las fuerzas más retrógradas y poderosas del planeta.

Traducido por: María Piedad Ossaba para La Pluma 

fuente: La Pluma/Le Grand Soir

Marcha en silencio por Sergio Lemos, asesinado por la policía en Santa Catalina

URUGUAY

por Martha Passegui

Hoy se marchó por el joven Sergio Lemos, asesinado por las balas policiales en el barrio de Santa Catalina.
Desde el obelisco hasta la universidad en silencio.
¿Quién escuchó el llanto de la madre? ¿Quién sintió el dolor de la ausencia de Sergio, en el hogar de la familia Lemos?
Una sociedad que va mutando lentamente y sin embargo, son los mismos hechos del pasado cuando mataban a los jóvenes por sus ideas. Esto no fue producto de una rapiña, ni de un copa miento, fue sencillamente y salvajemente un asesinato en la orilla misma de la pobreza olvidada por décadas. 
Tampoco es la primera vez que pasa un hecho de impunidad, los hay diversos y variado en los sectores más pobres de nuestra sociedad. Los estigmas en sus rostros curtidos de soledades y olvidos los marcan como posibles víctimas, por acierto o por error. 
El joven asesinado no fue muerto por error, fue parte de un engranaje de impunidad que persiste en las guardias pretorianas del estado. Un estado que no cuida a sus compatriotas.
Los expulsa, los acorrala y los mata. 
Tolerancia cero para ellos?pero para los genocidas que asesinaron, violaron, torturaron y desaparecieron a casi doscientos uruguayos hay prebendas, hay cárcel cómoda, hay protección del estado uruguayo. 
Hoy llegaron rostros nuevos a la avenida principal de Montevideo, marcharon en chancletas, con su pobreza a cuestas, junto a Madres y Familiares de Detenidos-Desaparecidos que dio su apoyo y acompañó la marcha y el pedido de justicia.

Ex agente Mario Neira Barreiro huye de Brasil.

URUGUAY

Requerido por la justicia uruguaya huyó a Buenos Aires 

El exmiembro del servicio secreto uruguayo Mario Neira Barreiro, quien denunció el supuesto envenenamiento del expresidente brasileño Joao Goulart y que cumplía en libertad condicional una condena en Brasil por tráfico de armas, huyó a Argentina, según informó hoy la prensa digital.

Según el portal del diario O Globo de Río de Janeiro, Neira Barreiro, quien en abril pasó a cumplir en libertad condicional su condena dictada en 2003 por porte ilegal de armas y concierto para delinquir, salió del país hace dos meses y "no pretende regresar".

De acuerdo con el medio, la fuga fue motivada porque el Gobierno de Brasil decidió en octubre negarle un pedido de refugio político a Neira Barreiro, cuya extradición a Uruguay está autorizada desde 1999.

En su perfil de una red social, el exagente indicó que vive en Buenos Aires y participó, el último 3 de diciembre, en un homenaje celebrado en el cementerio de Chacarita en memoria del excoronel Mohamed Alí Seineldin, quien en 1990 lideró un intento de golpe contra el entonces presidente Carlos Menem.

Hace cinco años, Neira Barreiro admitió que en 1976 espió en Argentina los últimos pasos de Goulart, depuesto en 1964 en un golpe de la dictadura militar que gobernó a Brasil hasta 1985.

El exagente señaló que Goulart no murió de un infarto, como informaron las autoridades argentinas, sino que sus medicamentos fueron cambiados por veneno en la llamada "Operación Escorpión", en el marco de la "Operación Cóndor" que tejieron las dictaduras del Cono Sur para eliminar a sus opositores.

Ese relato y el de otras personas llevó a que la Comisión de la Verdad, que investiga los crímenes de la dictadura en Brasil, pidiera la exhumación del cadáver de Goulart, como en efecto ocurrió en noviembre último.

Investigadores forenses de varios países analizaron los restos de Goulart para comprobar si el exmandatario fue envenenado.

La semana anterior, el 6 de diciembre, exactamente 37 años después de su muerte, los restos del expresidente volvieron a ser enterrados en su natal Sao Borja (Río Grande do Sul) después de haber recibido el 14 de noviembre, en Brasilia, honores fúnebres de jefe de Estado por parte de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

Grandes intereses transnacionales están haciendo lobby en la Argentina y el mundo para conseguir la despenalización de la marihuana.

URUGUAY

AREA X 
 En Area X ya hemos dado cuenta de cómo grandes intereses transnacionales están haciendo lobby en la Argentina y el mundo para conseguir la despenalización de la marihuana (que no es lo mismo que la legalización). Principalmente las sospechas recaen sobre George Soros, quien como accionista de Monsanto impulsa proyectos de despenalización del cannabis a través de su fundación Open Society y la Drug Pollicy Alliance, que cuenta con la membresía de ex militares, jefes de inteligencia y banqueros de la FED.
Mientras Monsanto investiga sobre marihuana transgénica y la compañía de software habla de lanzar su propia marca de esta planta, la DPA y Open Society buscan conseguir que un primer país permita el libre consumo de la sustancia para abrir un nuevo mercado regulado por sus propios intereses.
En Uruguay algunos medios se han puesto de sobre aviso, aunque parecen llegar un poco tarde teniendo en cuenta que el debate legislativo podría definirse hoy con el voto de Darío Pérez. El lobby de Monsanto en Uruguay fue denunciado en la TV y así lo relata el sitio web de la LR21:
La campaña televisiva en Uruguay para la ?regulación responsable? de la marihuana, a un costo de U$S100.000 estaría siendo financiada en parte por fondos del exterior, provenientes de organizaciones directamente vinculadas con la multinacional Monsanto que, a su vez, planea patentar una nueva semilla de marihuana transgénica en su beneficio.
Las asociaciones Drug Policy Alliance y Open Society Foundation, fueron reconocidas en el programa Entrelíneas de canal 20 del cable TCC, como las que solventan parte de la campaña en Uruguay. Open Society Foundation, está bajo el mando del multimillonario George Soros, uno de los accionistas de Monsanto, y que también apoya públicamente a Drug Policy Alliance.
La evolución que ha tenido el proyecto de ley de regularización en Uruguay, que apunta a que el fuerte de la producción quede en manos privadas, podría ser un negocio multimillonario, además de proyectable en otros países, para Monsanto, que ya logró que sus semillas ?registradas?, constituyan el principal rubro exportador uruguayo: la soja transgénica.
Según publica el periodista Leonardo Haberkorn, el vínculo entre los intereses de la multinacional, la campaña publicitaria, y los intereses por la patente sobre la marihuana, son al menos, coincidentes.

Otro fenómeno ?coincidente? se registra en México y USA
El ex director de estrategia corporativa de Microsoft, Jamen Shively, anunció que planea la creación de la primera marca nacional de marihuana en los Estados Unidos, con cannabis que espera importar desde México. La nueva empresa tiene ya sede en Seattle, y espera convertirse en líder del cannabis tanto recreativo como medicinal en la nación norteamericana.
El empresario señaló que tendrá una financiación inicial de U$S10 millones para su proyecto, que abarcaría en principio a los dos estados americanos que legalizaron la marihuana recreativa y a los 18 que la permiten para uso medicinal.
?Es un mercado gigante en busca de una marca. Estaríamos felices si tenemos el 40% de la marihuana en todo el mundo?, dijo Shively en declaraciones que publica El Mundo, de España.

LA CONSTRUCCIÓN DE UNA AMENAZA HEMISFERICA.

PUERTO RICO

por Jesús Dávila

SAN JUAN, Puerto Rico, 13de diciembre de 2013 (NCM) ? Los aviones de transporte militar en la pista de la Base Aérea Muñiz, estacionados mientras en Venezuela se contaban los sufragios de las elecciones municipales ?que los mandos castrenses intentaron despachar como algo rutinario- han dejado consignado que Puerto Rico está disponible para actuar como amenaza regional aunque ya no sea lo que una vez fue.

De hecho, los aviones estacionados ala con ala el domingo ocho de los corrientes constituían apenas un recuerdo difuso de cuando en 1958 las pistas militares puertorriqueñas sirvieron para la concentración de tropas aerotransportadas listas para caer sobre Venezuela como parte del ataque aeronaval que preparaba Estados Unidos poco después de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez.

Pero el potencial que pueda haber de que esta nación isleña pueda volver a usarse como base de asalto en otra guerra en el Caribe no parece poner en alerta a un país agobiado por su peor crisis económica en más  de setenta años y por la insistente convocatoria corporativa para un movimiento de masas que reclame el estado policíaco so color de justicia y derechos civiles. El deterioro ya es tan acelerado que ni siquiera ha sido noticia que el Gobierno prohibió que los presos puedan celebrar la Navidad y que reciban los días de las fiestas de Navidad, Año Nuevo y Reyes la visita de los grupos religiosos que por decenios le llevaban música y golosinas.

Es una situación inmediata tal que mientras el banco del Estado ha tenido que recurrir a pedir préstamos a las propias agencias del Gobierno, en Wall Street la empresa acreditadora Moody?s tiene a Puerto Rico en vigilancia para una posible degradación de sus bonos al nivel conocido internacionalmente como ?basura? en los primeros meses del año próximo.

Ante ese cuadro, las glorias ?o vergüenzas- militares de esta colonia estadounidense en el siglo pasado parecieran cuentos sobre épocas remotas y, sin embargo, hace apenas 66 años de que el empresario y ex presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Rico, Sosthenes Behn, pactara con el Secretario de la Defensa que la ITT daría acceso total a todas las comunicaciones de individuos para la inspección por la agencia de seguridad secreta de EEUU. Fue en aquella reunión, en la que también participó la RCA, que se estableció que los consorcios de comunicaciones no tendrían responsabilidad criminal ni se permitiría que se supiera públicamente lo que hacían, con lo que se sentaron las bases para el actual caso Snowden.

Las consecuencias que tienen en el presente aquellas aventuras militares y de inteligencia para las que fue usado Puerto Rico ?ubicado en un punto estratégico del Caribe equidistante de Guantánamo y de Caracas- plantean uno de los asuntos más delicados para una agenda internacional que atienda la solución del caso colonial, si es que se busca una opción por la paz y no para la guerra.

La construcción de Puerto Rico como amenaza, primero para el sur y ya también para el propio norte, fue un proceso que fue fraguando y tomando velocidad según avanzaba el siglo XX, según consta en archivos desclasificados y documentos públicos estadounidenses.  .

En las primeras tres décadas, cuando EEUU consolidaba su poderío en Centroamérica con la veintena de campañas de las ?Guerras Bananeras? y en el norte del Caribe con las ocupaciones de Cuba, Haití y la República Dominicana, Puerto Rico sólo tuvo una participación menor, como la expedición a la última mencionada por ?marines? de la guarnición de Culebra. Esos años fueron más bien internos desde el punto de vista militar, pero no estuvieron exentos de aventuras, como el primer cañonazo de EEUU en la Primera Guerra Mundial, disparado en 1915 desde el Morro contra un barco alemán o las hazañas del ya mencionado Coronel Behn en Francia con el Cuerpo de Señales.

Este coronel Behn, hijo de un venezolano y una isleña nacido en San Thomas que inmigró a Puerto Rico tras heredar una fortuna en este país y lo representó ante el Partido Republicano de EEUU, fue clave en el diseño y expansión del modelo corporativo internacional del nuevo imperio y jugó un papel controversial en la Segunda Guerra Mundial, primero como agente de Hitler y luego de la inteligencia aliada. Además, convirtió las oficinas de la ITT en bases para espías de EEUU.


A partir de los años cuarenta, Puerto Rico se convirtió en un enjambre de bases militares ?que llegó a incluir la base aérea de Ramey Field con los bombarderos atómicos del Comando Aéreo Estratégico y la Estación Naval de Roosevelt Roads- así como instalaciones de espionaje y vigilancia regional mediante radio y telefonía. En 1954, la Guardia Nacional de Puerto Rico le proveyó a la Agencia Central de Inteligencia los aviones cazas P-47 para bombardear Guatemala y en 1956 se usó Vieques para sacar, en bolsas de la Armada de EEUU. el cargamento de drogas por el que iría a la cárcel Vito Genovese, pero con impunidad total para Puerto Rico, que llegaría a ser puerto de trasbordo de drogas y armas.

En 1961, sirvió de ruta para el escape de los agentes de la CIA que huyeron de República Dominicana tras la ejecución del dictador Rafael Leonidas Trujillo y, también para la CIA, de centro de práctica para el desembarco anfibio de Playa Girón, Cuba.

En los años sesenta, Ramey sería base para los aviones espías U-2, así como para el transporte de miles de soldados para la invasión de 1965 a la República Dominicana. En esa guerra, desde Roosevelt Roads, se usó por primera vez un Blue Eagle I para la transmisión radial de propaganda ?el Programa Jenny- que sería muy utilizado en Vietnam.

Durante muchos años continuaría el uso militar intenso de Puerto Rico y los puertorriqueños pelearían en todas las guerras de EEUU. Por aquellos tiempos, el poeta Pablo Neruda escribiría ?los soldados de ese pueblo asociado de esta manera singular combaten, los norteamericanos dan las armas y los puertorriqueños dan la sangre?.