jueves, 28 de marzo de 2013

Con inteligencia, el Parlamento Chipriota se negó a votar el impuesto sobre los ahorros de menos de 100 mil Euros.

Domingo Cavallo 



 Ese impuesto era equivalente a la pesificación con devaluación que Duhalde decidió en enero de 2002, a la que se denominó “Corralón”.
En su lugar el Gobierno de Chipre, con el apoyo de la Unión Europea y el FMI, decidió reestructurar la deuda de sus bancos. Es equivalente a lo que nosotros estábamos haciendo cuando tuvimos que imponer el “Corralito” el 1 de diciembre de 2001. La única diferencia es que en el caso de Chipre la deuda que deben reestructurar es la de los bancos, que tienen pasivos por varias veces el PBI de Chipre. En nuestro caso sólo teníamos que reestructurar, en forma ordenada, una deuda del sector público del 50 % del PBI. Por eso la reestructuración será mucho más complicada y resistida por los acreedores, en particular los rusos, que lo que hubiera sido en Argentina.
Para reestructurar la deuda de sus Bancos, Chipre ha decidido liquidar un banco que había caído en insolvencia total. Esta reestructuración  no afectará para nada a los depósitos garantizados de hasta 100 mil Euros. Los mismos serán transferidos como obligación del Banco Nacional de Chipre al que a su vez se le transferirán los mejores activos del banco liquidado, hasta una cifra equivalente al monto de los depósitos garantizados de los que se hace cargo. Los demás acreedores del banco liquidado recibirán el producido de la liquidación del resto de los activos, es decir serán afectados por una quita que quedará determinada luego de que termine el proceso de liquidación.
El Banco Nacional de Chipre, deberá re-capitalizarse con aportes del Gobierno y de los acreedores no garantizados. Nuevamente, sus depositantes hasta 100 mil Euros no sufrirán quita ni pagarán impuesto alguno. El resto de los depositantes y demás acreedores deberán transformar una cierta proporción de sus acreencias en acciones.
Para que la economía de Chipre pueda seguir funcionando normalmente dentro del Euro, el Banco Central Europeo tendrá que comenzar a actuar cuanto antes como prestamista de última instancia del Banco Nacional de Chipre y de los demás bancos que no sean liquidados. Apénass el Banco Central Europea adopte esta decisión, el Gobierno de Chipre podrá levantar las restricciones que hay afectan a los depositantes. Es decir, el “Corralito” habrá sido una medida transitoria, hasta completar la reestructuración de deudas. Así debió haber sido en Argentina. Lamentablemente, el Golpe Institucional del 20 de diciembre de 2001, llevó a que lo que debía ser una medida transitoria para proteger los ahorros,  se terminara transformando en un mecanismo de confiscación de los ahorros de las familias.
Si el Banco Central Europeo, la Unión europea y el FMI no ayudan rápidamente a que la población de Chipre advierta que lo esta solución es mucho mejor que la alternativa de abandonar el Euro y que las restricciones al retiro de efectivo son medidas transitorias, todavía existe el riesgo de que los deudores de los Bancos consigan que se “lirisen” (es decir se conviertan los Euros  chipriotas en “liras”) los depósitos y las deudas y luego la lira sufra una fuerte devaluación. En ese caso los depositantes de hasta 100 mil Euros terminarán pagando un impuesto virtual incluso superior al que el Parlamento Chipriota se negó a votar. Ojalá el pueblo Chipriota no se deje engañar como lamentablemente los malos políticos engañaron al pueblo Argentino en 2002.