La cultura homosexual es vista por el gobierno de Francia como la opción al catolicismo
La manifiesta guerra cultural en occidente.
Pero nada es similar a lo que sucede en Francia, donde los funcionarios del gobierno socialista tienen claro que están en una lucha por sustituir los valores del catolicismo por los valores de la cultura homosexual, porque no han podido adaptar el protestantismo a Francia, como dice el ministro de educación Peillón.
Este proceso lo maneja Francia presentando una fachada de neutralidad, cuando en realidad están tratando de crear una religión estatal, comenzando desde el colegio.
LOS LLAMADOS A EXPERIMENTAR LA HOMOSEXUALIDAD
En los políticos y la izquierda de occidente existe la tendencia a pensar que lacultura homosexual es signo de progreso porque sustituye a la cultura “caduca” del cristianismo.
Por eso hay intentos de todo tipo para alentar la experimentación de la homosexualidad de los niños desde pequeños, como sucede con los nuevos muñecos suecos, que han dejado a Barbie y Ken obsoletos y marginados. La nueva muñeca/o se llama Hermes-Afrodita: la primera muñeca – o un par de muñecas – transgénero. Gracias a la inserción de velcro el niño o niña será capaz de ponerle y quitarle senos, vaginas, penes y testículos, y combinarlos a su placer y satisfacción. Y así tenemos un muñeco con senos y pene, por ejemplo, o con pene y vagina a la vez. La muñeca es producida por el Uniniku sueca.
O también está el caso de padres, uno canadiense y otro sueco, que han impuesto sus hijos nombres neutros (como “Storm”), ya que será el niño cuando crezca elegirá su orientación sexual. La neutralidad del nombre es el resultado perfecto de la teoría de género.
También en Holanda como en Canadá, hay intervenciones para detener las hormonas masculinas y femeninas, a fin de dar tiempo a los niños para decidir qué dirección elegir en el futuro.
Y también está el tema de los baños. Hay toda una polémica en EE.UU. sobre los baños unisex y para permitir a los transexuales ir al baño del sexo contrario con el que nacieron, e incluso ha habido una propuesta de un administrador de Mendoza (Argentina) para introducir en todas las zonas de la ciudad un tercer baño Trans. Y en las ciudades inglesas de Brighton y Hove desean eliminar las señales de los baños públicos que orientan a los niños y niñas debido a que es discriminatorio. De esta forma, no habría más necesidad de un tercer baño para los trans.
PERO NADA ES TAN AVANZADO COMO LO QUE SUCEDE EN FRANCIA
En Francia se ha tomado la ideología de género y la homosexualidad oficialmente como la forma de desplazar los valores de la civilización cristiana y católica, y lo dicen explícitamente, y lo hacen.
La religión oficial es enseñada en la escuela. La neutralidad es sólo una fachada.
Vincent Peillon, el Ministro francés de la Educación, ha dicho que no se puede construir un país libre con la religión católica y hay que reemplazar sus valores:
No se puede hacer una revolución sólo en el sentido material, es necesario hacerla en el espíritu. Hasta ahora hemos hecho la revolución esencialmente política, no la moral y espiritual. Así que hemos dejado la moralidad y la espiritualidad en manos de la Iglesia Católica. Tenemos que reemplazarla. Nunca se va a construir un país libre con la religión católica. Visto que no se puede adaptar el protestantismo en Francia como lo han hecho en otras democracias, hay que inventar una religión republicana. Esta nueva religión es la laicidad, que debe acompañar a la revolución material pero que es (de hecho) la revolución espiritua.
El ministro hizo repartir a las escuelas francesas, una
Carta de Laicidad que, de hecho, es el ejemplo perfecto de clericalismo secular (se puede leer
aquí).
KIT DE CONCIENCIA
Todas las señales muestran que la supuesta neutralidad reclamada por Peillon es una simple pantalla para imponer algunas ideas culturales actuales precisas. Sólo que ahora, en la Francia Hollande (el que ofrece a la líder de Femen como la nueva Marianne), este laicismo se impone en la escuela.
Peillon habla de homofobia en estos términos:
“La homofobia es ahora un delito penal y en la escuela de la República se debe enseñar a vivir juntos, luchar contra la discriminación en contra de todos los LGBT (Lesbianas Gays, Bi y Trans”.
Se recomienda un kit de la conciencia con folletos y material informativo para el profesorado. Peillon dijo que se centrará en:
“la educación sexual, la vida emocional, la construcción de la identidad y el sufrimiento a causa de la discriminación.”
Para ello, tienen que cambiar también los libros de texto porque ellos piensan que se insiste en no hablar de que algunos autores eran figuras históricas LGBT, incluso cuando este hecho explica en gran medida su trabajo, como el poeta Arthur Rimbaud.
La Ministro de Derechos de la Mujer, Najat Belkacem-Vallaud está convencida de que de que en los libros de texto deberían tener escrito “la orientación sexual de cada personalidade notable.”
Esto “sería útil para las parejas homosexuales con hijos, para demostrar que su existencia es en realidad ordinaria.”
Así es la idea de Hollande y sus ministros de que la escuela se convierta en el campo de educación en que se inculquen los preceptos de la religión del estado.