El avión bimotor operado por Air Sita, estaba llevando a los excursionistas a la región del Everest y a los dos o tres minutos del despegue, cerca del río Manohara en el borde suroeste de Katmandú, se estrella.
Uno de los testigos manifestó que: “El avión cayó al suelo, rebotó una vez, pero no se rompió. El avión ya estaba en llamas, la gente local se precipitó con cubos y trató de apagar las llamas, pero era demasiado caliente y la gente no pudo acercarse lo suficiente”.
Los primeros informes de Nepal indican que un choque con aves estuvo involucrado en el accidente, que dejó 19 personas muertas.