24 de junio de 2013. (Notifam) –
“La base de la sociedad guatemalteca es la familia y vamos a cumplir con los valores y la ética que manda la Constitución”, declaró el mandatario guatemalteco Otto Pérez Molina.
El tema se trató durante la 43 Asamblea General de la OEA que se tituló: “Por una política integral frente al problema mundial de las drogas en las Américas,” celebrada el pasado martes 4 de junio de 2013 en la ciudad de Antigua, Guatemala.
Los documentos que el presidente se rehusó a firmar por encontrar en ellos cosas “con las que no estamos de acuerdo”, fueron la Convención Interamericana contra toda Forma de Discriminación e Intolerancia y la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia. Dijo que los países son libres de “poner una reserva marcando nuestra posición.”
El acuerdo habría añadido el término “orientación sexual” a la lista de categorías protegidas de la discriminación, dando pie a que en el futuro se legalizara el “matrimonio” entre homosexuales.
“Estamos en contra de toda discriminación, pero no podemos permitir que bajo los supuestos de estar en contra de la intolerancia se acepten normas de carácter internacional sobre supuestos derechos que reclaman personas de conducta homosexual,” declaró un comunicado de 42 organizaciones pro-familia que calificaron de “acertada” la decisión del presidente.
A pesar de que activistas del lobby gay presionaron a los representantes de Guatemala ante la Organización de Estados Americanos (OEA) para que se firmaran dichas convenciones, Pérez Molina se mantuvo firme asegurando que en la Constitución guatemalteca está garantizada la no discriminación y que era “innecesario” firmar los dos convenios internacionales.
Alexandra Sole, presidenta de la Asociación “Sí a la Vida” de Guatemala, felicitó públicamente al mandatario diciendo: “Gracias señor presidente por ser tan valiente”. Y en una declaración a ACI Prensa aseguró que “lo menos que podíamos hacer era agradecer. Y si la presión había sido pública, entonces el agradecimiento lo tendría que ser también”.
En América Latina actualmente Argentina y Uruguay son los únicos dos países que han legalizado las uniones entre personas del mismo sexo.