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La 47º sesión de la Comisión de Población y Desarrollo de las Naciones Unidas, celebrada la semana última en Nueva York, reafirmó los compromisos establecidos en el Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD), que tuvo lugar en El Cairo en 1994, y acordó acelerar los esfuerzos para cumplir los desafíos todavía pendientes. También subrayó la importancia de integrar las cuestiones de población y desarrollo a la agenda de desarrollo post-2015.
El documento final de la sesión, adoptado por consenso entre los estados miembros de las Naciones Unidas, reitera alguno de los logros clave alcanzados hace 20 años en El Cairo, incluyendo la afirmación de que los derechos sexuales y reproductivos son centrales para la justicia social y el desarrollo sustentable, y el reconocimiento de la necesidad de modificar las persistentes desigualdades y la discriminación.
“Los Estados Parte tienen la obligación de asegurar que las personas puedan disfrutar su salud sexual y reproductiva, incluyendo el derecho al más alto nivel de salud y el derecho a no ser discriminado. Las referencias a la cultura, la religión y la tradición no pueden ser utilizadas para justificar actos discriminatorios” manifestó Mariela Belski, Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
“Celebramos que se haya incluido la necesidad de producir información desagregada y también, el énfasis puesto en la importancia de la participación de los jóvenes en la formulación, implementación, monitoreo y evaluación de las políticas públicas que afectan su vida. Pero, lamentamos que el párrafo sobre participación no haya incluido a todos los individuos, particularmente los grupos vulnerables, entre estos por ejemplo los grupos de jóvenes LGBTI. Esta resolución llega en un momento crucial para el futuro de la agenda sobre desarrollo sustentable. El consenso político sobre la importancia de los derechos humanos y la igualdad de género en la formulación e implementación de políticas de desarrollo debe ser reflejado en el proceso post 2015” dijo Belski.
Amnistía Internacional valora que la Comisión exija a los estados miembros que garanticen el respeto, protección, promoción y cumplimiento de todos los derechos humanos, incluyendo la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas. Igual importante es que la Comisión reconozca el impacto negativo de la violencia de género sobre la capacidad de mujeres y niñas para su desarrollo. Sin embargo, nos preocupa que la Comisión no haya aprovechado la oportunidad para referirse a la discriminación persistente y sistemática y a la violencia que enfrentan los individuos y grupos sobre la base de su orientación sexual e identidad de género.
También nos preocupa la manera en que las negociaciones fueron conducidas, así como los esfuerzos de la Santa Sede y de algunos estados miembros, que permitieron que estos importantes derechos, que han sido reconocidos por los órganos de derechos humanos de la ONU como obligaciones estatales desde la adopción del Programa de Acción de El Cairo, en 1994, fueran excluidos del documento resultante del CPD47.
El llamado de la Comisión a los gobiernos para que prioricen los servicios fundamentales incluyendo a los servicios de planificación familiar, cuidado pre y post parto, el tratamiento de infecciones de transmisión sexual incluyendo el VIH, y servicios de calidad para el manejo de complicaciones que pueden surgir de la práctica del aborto es positivo.