Un cura desaparecido durante la dictadura sería primer beatificado
Así lo especulan en la prensa italiana. Se refieren A Carlos de Dios Murias, secuestrado en La Rioja durante el proceso
El diario La Stampa cita declaraciones en este sentido del padre Carlos Trovarelli, provincial de los Frailes Menores Conventuales en Argentina y Uruguay.
"La causa para la canonización, la comenzó (Jorge) Bergoglio en mayo de 2011, cuando firmó los papeles correspondientes. Y lo hizo con discreción para evitar ser bloqueado por otros obispos argentinos, que aún se oponen a iniciativas similares basadas en el compromiso social de los sacerdotes", dijo el religioso.
La causa de beatificación y posterior canonización por el martirio de Murias fue iniciado en mayo de 2011 por la diócesis de La Rioja.
Trovarelli aseguró que el cardenal Bergoglio firmó de inmediato la documentación para iniciar el proceso y enviarlo a Roma.
"Se le aconsejó ser discreto: muchos obispos argentinos, especialmente los más viejos, se oponen a juicios basados en el compromiso social. Gracias a su cautela, el proceso siguió adelante", precisó.
Murias y el sacerdote de origen francés Gabriel Longueville fueron secuestrados el 18 de julio de 1976 en la casa parroquial de la Iglesia El Salvador, en Chamical, por un grupo que se hizo pasar por agentes de la Policía Federal.
Los sacerdotes fueron llevados en un auto a la base aérea de esa ciudad y allí fueron interrogados y torturados. Dos días después sus cadáveres aparecieron vendados, a varios kilómetros de la ciudad.
Estaban bajo el celo pastoral del entonces obispo riojano Enrique Angelelli, quien encarnó la lucha por los desprotegidos y los campesinos de esa jurisdicción eclesiástica.
A raíz del asesinato de los dos sacerdotes, Angelelli intentó llevar documentación sobre el hecho a Buenos Aires, pero murió en un confuso accidente automovilístico que todavía hoy se investiga y se trata de determinar si no fue intencional.
El 4 de agosto de 1976, Angelelli conducía su auto desde Chamical a La Rioja luego de denunciar que dos sacerdotes habían sido secuestrados, torturados y asesinados unos días antes.
A la altura de Punta de los Llanos, sobre la ruta 38, el vehículo volcó en un accidente que fue provocado con intencionalidad de matar al prelado.
El sacerdote Arturo Pinto, quien acompañaba a Angelelli en el viaje y ahora impulsó la investigación desde su papel de querellante, relató que el vehículo fue cruzado por otro automóvil hasta que lograron hacerlo volcar.
Angelelli sobrevivió al vuelco y su cuerpo quedó tendido en el pavimento, donde poco después murió.
Algunas versiones sostienen que fue rematado en esa agonía