*PAIS VASCO - Euskal Herria *
*29/12/2013*
(AFP, Rafa Rivas)
- El Colectivo de Presos y Presas Políticos Vascos (EPPK) ha dado un
paso inédito hasta la fecha, con importantes implicaciones y mucho
recorrido por delante, después de un debate interno de meses sobre la
situación política y, en concreto, en torno a las recomendaciones del Foro
Social
Según ha comunicado en una declaración adelantada ayer por NAIZ y
Berria.info, está dispuesto a abordar las opciones
legales para superar las medidas de excepción y volver finalmente a casa,
«aun cuando ello para nosotros implícitamente conlleve la aceptación de
nuestra condena».
La trascendencia del mensaje queda remarcada por un formato también nuevo.
Junto a la habitual declaración por escrito (en su versión original íntegra
en las páginas 6-7), EPPK ha remitido esta vez la grabación de la lectura
del mensaje, en euskara. Lo enuncia Marixol Iparragirre, una de las seis
portavoces del Colectivo, presa actualmente en Réau-Sud Francilien, cerca
de París. Se inserta en un vídeo, con una fotografía fija de Iparragirre y
el logotipo de EPPK como fondo, que incluye rótulos con la traducción al
castellano del mensaje. Puede verse completo en NAIZ.
Mediante esta declaración, el Colectivo da a conocer que «asumimos toda
nuestra responsabilidad sobre las consecuencias derivadas de nuestra
actividad política en el conflicto político. Asimismo, mostramos nuestra
voluntad para analizar la responsabilidad de cada uno de nosotros, dentro
de un proceso acordado que reúna las condiciones y garantías suficientes».
«Estamos dispuestos, dentro de un plan de actuación global, a estudiar y
tratar la posibilidad de que el proceso que culmine con nuestra vuelta a
casa se efectúe de manera escalonada, mediante compromisos individuales y
en tiempo prudencial», especifica, lo que supone una relevante novedad.
En la misma línea, EPPK expone que «podríamos aceptar que nuestro proceso
de vuelta a casa -nuestra excarcelación y de manera prioritaria nuestro
traslado a *Euskal Herria*- se efectuase utilizando cauces legales, aun
cuando ello para nosotros implícitamente conlleve la aceptación de nuestra
condena». Y añade aquí que «compartimos que tanto la ley como su aplicación
cumplen una función esencial de cara al futuro, ya que han de ser
utilizadas para fortalecer los pasos que hayan de darse».
Esta disposición constructiva no es óbice para que EPPK deje claro
igualmente que «es necesario derogar toda situación y medida de excepción.
Adaptar el entramado jurídico a la situación política. Cambiar radicalmente
la política penitenciaria y priorizar el fin de la dispersión. Reconocer
nuestros derechos, posibilitar nuestra vuelta a casa e impulsar la solución
integral a la actual situación política», enumera.
Estas concreciones se agrupan en ocho puntos que fijan la posición de EPPK.
En los primeros, el Colectivo remarca que «el origen político del conflicto
exige asimismo una solución política», lo que requiere «una hoja de ruta
firme». Sitúa la clave de la resolución en que se garantice la posibilidad
de desarrollar democráticamente todos los proyectos políticos, de modo que
«debemos evitar cualquier salida parcial o falsa para impedir que el
conflicto se perpetúe». En esta solución necesariamente «integral» se habla
de encarar las consecuencias del conflicto desde una perspectiva global,
con el apunte de que «reconocemos con toda sinceridad el sufrimiento y daño
multilateral generados».
En paralelo, el Colectivo recuerda que «en toda esta maquinaria la tortura
constituye un elemento esencial, que exige que la política penitenciaria y
los procedimientos judiciales sean revisados y evaluados, y reparado el
daño causado».
Como posición general, EPPK especifica su reconocimiento del nuevo
escenario creado por el fin de la lucha armada de ETA, que ya asumió en
Gernika en junio de 2012, pero va más allá: «En lo sucesivo renunciamos al
empleo del método utilizado en el pasado para hacer frente a la imposición,
represión y vulneración de derechos. Nuestro compromiso con el nuevo
escenario es absoluto y nos reafirmamos en nuestra decisión de fortalecerlo
y consolidarlo».
*Como propuso el Foro Social*
La declaración comienza remarcando que las recomendaciones trasladadas por
el Foro Social no procedían de la reflexión e iniciativa de EPPK, pero el
Colectivo consideró que debían «tomarse en consideración en la medida en
que integran elementos para la solución» y dado que tenían un importante
apoyo social, por lo que se desencadenó este debate.
Cuatro de las doce recomendaciones del Foro, emitidas en mayo pasado,
aluden expresamente a las personas presas y huidas. Se insta a «adecuar la
legalidad y aplicar una justicia de carácter transicional» eliminando las
medidas contrarias a los derechos humanos. Se recomienda que «el proceso de
reintegración se realice por medio de cauces legales, aceptando que el
mismo, siendo integral, se debe desarrollar de forma individual, escalonada
y en tiempo prudencial», e incluyendo además un reconocimiento del daño
causado. Y se plantea que los presos sean «actores activos» en el proceso,
facilitando su relación con la ciudadanía e instituciones.
El mensaje de EPPK se dirige a la ciudadanía vasca y sus agentes, pero
también «a cuantos en el ámbito internacional, individual o colectivamente,
han mostrado responsabilidad para la solución del conflicto».
Habla también el Colectivo del contexto en que se produce este paso al
frente: «Los enemigos de la libertad de *Euskal Herria*, que hoy son
enemigos de la paz, pretenden ahogar entre los muros de la prisión el
proceso democrático que la ciudadanía vasca, con la participación de todas
y todos, trata de llevar hasta el final. Siendo conscientes de su intención
y para evitar que el proceso de solución se enfangue, el EPPK asume la
responsabilidad que le corresponde».
Concretan los presos y presas en otro punto del mensaje que esta reflexión
interna no ha resultado sencilla porque «los nuevos tiempos no han llegado
hasta aquí. Somos rehenes de los estados español y francés y a través de
sus funcionarios sufrimos a diario el acoso del sistema carcelario
construido para aniquilarnos tanto a nosotros como a nuestros familiares y
amigos».
*EL PROCESO Y LA POSICIÓN DEL COLECTIVO:*
ENERO 2010
EPPK anuncia su voluntad de «incidir» en el escenario que se va abriendo y
habla de la necesidad de dar «una velocidad adecuada al proceso».
SETIEMBRE 2011
El Colectivo suscribe la Declaración de Gernika en el acto de primer
aniversario de su firma, realizada inicialmente por cinco partidos y 23
agentes sociales más.
OCTUBRE 2011
La Declaración de Aiete da paso a la decisión histórica de ETA de poner
cese definitivo a la lucha armada. EPPK abre una primera reflexión y debate
interno.
JUNIO 2012
El Colectivo cierra este primer proceso respaldando el cambio de ciclo y la
estrategia de la izquierda abertzale. Se abre a dar pasos en el futuro.
MARZO-MAYO 2013
Ante el bloqueo en la hoja de ruta de Aiete, el Foro Social busca
soluciones concretas. Emite doce recomendaciones. EPPK decide estudiarlas y
abre otra reflexión.
DICIEMBRE 2013
EPPK anuncia su voluntad de explorar las posibilidades legales, en los
criterios propuestos por el Foro Social, y de compartir este camino con la
ciudadanía vasca.
*Contactos en Euskal Herria para buscar acuerdos y fórmulas de
materialización*
Una vez especificado el sentido de su decisión y detallados sus compromisos
generales, EPPK anuncia además otro paso: se pondrá en contacto con los
promotores de las recomendaciones del Foro Social y con otros agentes
de *Euskal
Herria* «a fin de buscar acuerdos» y de «encontrar fórmulas que permitan su
desarrollo».
La disposición a compartir este camino con representantes de la sociedad
vasca también resulta novedosa y abre posibilidades diferentes a las
anteriores, además de situar el foco en *Euskal Herria*. «A fin de
facilitar la superación de las situaciones de excepción que sufrimos en las
cárceles, EPPK escuchará las propuestas y reflexiones de los distintos
agentes y compartirá las suyas, con objeto de que las decisiones y pasos
que se adopten para que el proceso avance sean compartidos y gocen del
apoyo necesario», adelanta.
La especificación de la voluntad de trabajar con los promotores del Foro
Social da una relevancia especial al acto del pasado lunes en el Palacio de
Aiete, donde se presentó la llamada Comisión para el Impulso del Proceso de
Paz, con la misión concreta de promover que se atiendan y materialicen las
recomendaciones hechas por el Foro, a través de una amplia interlocución
con instituciones, partidos y sociedad. Por el momento la conforman ocho
personas: Jordi Armadans, Fernando Armendariz, Garbiñe Biurrun, Anne-Marie
Bordes, Henri Duhalt, Maite Pérez Larumbe, Nazario Oleaga y Michel Tubiana.
Volviendo a la declaración emitida ayer, al tiempo que abre esta opción el
Colectivo de Presos y Presas Políticos Vascos también introduce una
apelación a la sociedad vasca. Llama a la ciudadanía, instituciones,
agentes y partidos a «buscar un amplio consenso que posibilite nuestro
regreso a casa, enmarcado en un proceso integral, que no ponga en cuestión
nuestro carácter ni dignidad política».
«No es tiempo de ocultarse tras dificultades e impedimentos. Es hora de la
responsabilidad política. La de todos. También la nuestra, en la medida en
que somos parte y consecuencia del conflicto».
«EPPK no rehuirá sus propias responsabilidades ni dependerá de los
movimientos de los demás para hacer los suyos», recalca en la parte final
del mensaje. Y reitera que «haremos cuanto esté en nuestra mano, con total
generosidad, en la consecución de la libertad de *Euskal Herria*».
*29/12/2013*
(AFP, Rafa Rivas)
- El Colectivo de Presos y Presas Políticos Vascos (EPPK) ha dado un
paso inédito hasta la fecha, con importantes implicaciones y mucho
recorrido por delante, después de un debate interno de meses sobre la
situación política y, en concreto, en torno a las recomendaciones del Foro
Social
Según ha comunicado en una declaración adelantada ayer por NAIZ y
Berria.info, está dispuesto a abordar las opciones
legales para superar las medidas de excepción y volver finalmente a casa,
«aun cuando ello para nosotros implícitamente conlleve la aceptación de
nuestra condena».
La trascendencia del mensaje queda remarcada por un formato también nuevo.
Junto a la habitual declaración por escrito (en su versión original íntegra
en las páginas 6-7), EPPK ha remitido esta vez la grabación de la lectura
del mensaje, en euskara. Lo enuncia Marixol Iparragirre, una de las seis
portavoces del Colectivo, presa actualmente en Réau-Sud Francilien, cerca
de París. Se inserta en un vídeo, con una fotografía fija de Iparragirre y
el logotipo de EPPK como fondo, que incluye rótulos con la traducción al
castellano del mensaje. Puede verse completo en NAIZ.
Mediante esta declaración, el Colectivo da a conocer que «asumimos toda
nuestra responsabilidad sobre las consecuencias derivadas de nuestra
actividad política en el conflicto político. Asimismo, mostramos nuestra
voluntad para analizar la responsabilidad de cada uno de nosotros, dentro
de un proceso acordado que reúna las condiciones y garantías suficientes».
«Estamos dispuestos, dentro de un plan de actuación global, a estudiar y
tratar la posibilidad de que el proceso que culmine con nuestra vuelta a
casa se efectúe de manera escalonada, mediante compromisos individuales y
en tiempo prudencial», especifica, lo que supone una relevante novedad.
En la misma línea, EPPK expone que «podríamos aceptar que nuestro proceso
de vuelta a casa -nuestra excarcelación y de manera prioritaria nuestro
traslado a *Euskal Herria*- se efectuase utilizando cauces legales, aun
cuando ello para nosotros implícitamente conlleve la aceptación de nuestra
condena». Y añade aquí que «compartimos que tanto la ley como su aplicación
cumplen una función esencial de cara al futuro, ya que han de ser
utilizadas para fortalecer los pasos que hayan de darse».
Esta disposición constructiva no es óbice para que EPPK deje claro
igualmente que «es necesario derogar toda situación y medida de excepción.
Adaptar el entramado jurídico a la situación política. Cambiar radicalmente
la política penitenciaria y priorizar el fin de la dispersión. Reconocer
nuestros derechos, posibilitar nuestra vuelta a casa e impulsar la solución
integral a la actual situación política», enumera.
Estas concreciones se agrupan en ocho puntos que fijan la posición de EPPK.
En los primeros, el Colectivo remarca que «el origen político del conflicto
exige asimismo una solución política», lo que requiere «una hoja de ruta
firme». Sitúa la clave de la resolución en que se garantice la posibilidad
de desarrollar democráticamente todos los proyectos políticos, de modo que
«debemos evitar cualquier salida parcial o falsa para impedir que el
conflicto se perpetúe». En esta solución necesariamente «integral» se habla
de encarar las consecuencias del conflicto desde una perspectiva global,
con el apunte de que «reconocemos con toda sinceridad el sufrimiento y daño
multilateral generados».
En paralelo, el Colectivo recuerda que «en toda esta maquinaria la tortura
constituye un elemento esencial, que exige que la política penitenciaria y
los procedimientos judiciales sean revisados y evaluados, y reparado el
daño causado».
Como posición general, EPPK especifica su reconocimiento del nuevo
escenario creado por el fin de la lucha armada de ETA, que ya asumió en
Gernika en junio de 2012, pero va más allá: «En lo sucesivo renunciamos al
empleo del método utilizado en el pasado para hacer frente a la imposición,
represión y vulneración de derechos. Nuestro compromiso con el nuevo
escenario es absoluto y nos reafirmamos en nuestra decisión de fortalecerlo
y consolidarlo».
*Como propuso el Foro Social*
La declaración comienza remarcando que las recomendaciones trasladadas por
el Foro Social no procedían de la reflexión e iniciativa de EPPK, pero el
Colectivo consideró que debían «tomarse en consideración en la medida en
que integran elementos para la solución» y dado que tenían un importante
apoyo social, por lo que se desencadenó este debate.
Cuatro de las doce recomendaciones del Foro, emitidas en mayo pasado,
aluden expresamente a las personas presas y huidas. Se insta a «adecuar la
legalidad y aplicar una justicia de carácter transicional» eliminando las
medidas contrarias a los derechos humanos. Se recomienda que «el proceso de
reintegración se realice por medio de cauces legales, aceptando que el
mismo, siendo integral, se debe desarrollar de forma individual, escalonada
y en tiempo prudencial», e incluyendo además un reconocimiento del daño
causado. Y se plantea que los presos sean «actores activos» en el proceso,
facilitando su relación con la ciudadanía e instituciones.
El mensaje de EPPK se dirige a la ciudadanía vasca y sus agentes, pero
también «a cuantos en el ámbito internacional, individual o colectivamente,
han mostrado responsabilidad para la solución del conflicto».
Habla también el Colectivo del contexto en que se produce este paso al
frente: «Los enemigos de la libertad de *Euskal Herria*, que hoy son
enemigos de la paz, pretenden ahogar entre los muros de la prisión el
proceso democrático que la ciudadanía vasca, con la participación de todas
y todos, trata de llevar hasta el final. Siendo conscientes de su intención
y para evitar que el proceso de solución se enfangue, el EPPK asume la
responsabilidad que le corresponde».
Concretan los presos y presas en otro punto del mensaje que esta reflexión
interna no ha resultado sencilla porque «los nuevos tiempos no han llegado
hasta aquí. Somos rehenes de los estados español y francés y a través de
sus funcionarios sufrimos a diario el acoso del sistema carcelario
construido para aniquilarnos tanto a nosotros como a nuestros familiares y
amigos».
*EL PROCESO Y LA POSICIÓN DEL COLECTIVO:*
ENERO 2010
EPPK anuncia su voluntad de «incidir» en el escenario que se va abriendo y
habla de la necesidad de dar «una velocidad adecuada al proceso».
SETIEMBRE 2011
El Colectivo suscribe la Declaración de Gernika en el acto de primer
aniversario de su firma, realizada inicialmente por cinco partidos y 23
agentes sociales más.
OCTUBRE 2011
La Declaración de Aiete da paso a la decisión histórica de ETA de poner
cese definitivo a la lucha armada. EPPK abre una primera reflexión y debate
interno.
JUNIO 2012
El Colectivo cierra este primer proceso respaldando el cambio de ciclo y la
estrategia de la izquierda abertzale. Se abre a dar pasos en el futuro.
MARZO-MAYO 2013
Ante el bloqueo en la hoja de ruta de Aiete, el Foro Social busca
soluciones concretas. Emite doce recomendaciones. EPPK decide estudiarlas y
abre otra reflexión.
DICIEMBRE 2013
EPPK anuncia su voluntad de explorar las posibilidades legales, en los
criterios propuestos por el Foro Social, y de compartir este camino con la
ciudadanía vasca.
*Contactos en Euskal Herria para buscar acuerdos y fórmulas de
materialización*
Una vez especificado el sentido de su decisión y detallados sus compromisos
generales, EPPK anuncia además otro paso: se pondrá en contacto con los
promotores de las recomendaciones del Foro Social y con otros agentes
de *Euskal
Herria* «a fin de buscar acuerdos» y de «encontrar fórmulas que permitan su
desarrollo».
La disposición a compartir este camino con representantes de la sociedad
vasca también resulta novedosa y abre posibilidades diferentes a las
anteriores, además de situar el foco en *Euskal Herria*. «A fin de
facilitar la superación de las situaciones de excepción que sufrimos en las
cárceles, EPPK escuchará las propuestas y reflexiones de los distintos
agentes y compartirá las suyas, con objeto de que las decisiones y pasos
que se adopten para que el proceso avance sean compartidos y gocen del
apoyo necesario», adelanta.
La especificación de la voluntad de trabajar con los promotores del Foro
Social da una relevancia especial al acto del pasado lunes en el Palacio de
Aiete, donde se presentó la llamada Comisión para el Impulso del Proceso de
Paz, con la misión concreta de promover que se atiendan y materialicen las
recomendaciones hechas por el Foro, a través de una amplia interlocución
con instituciones, partidos y sociedad. Por el momento la conforman ocho
personas: Jordi Armadans, Fernando Armendariz, Garbiñe Biurrun, Anne-Marie
Bordes, Henri Duhalt, Maite Pérez Larumbe, Nazario Oleaga y Michel Tubiana.
Volviendo a la declaración emitida ayer, al tiempo que abre esta opción el
Colectivo de Presos y Presas Políticos Vascos también introduce una
apelación a la sociedad vasca. Llama a la ciudadanía, instituciones,
agentes y partidos a «buscar un amplio consenso que posibilite nuestro
regreso a casa, enmarcado en un proceso integral, que no ponga en cuestión
nuestro carácter ni dignidad política».
«No es tiempo de ocultarse tras dificultades e impedimentos. Es hora de la
responsabilidad política. La de todos. También la nuestra, en la medida en
que somos parte y consecuencia del conflicto».
«EPPK no rehuirá sus propias responsabilidades ni dependerá de los
movimientos de los demás para hacer los suyos», recalca en la parte final
del mensaje. Y reitera que «haremos cuanto esté en nuestra mano, con total
generosidad, en la consecución de la libertad de *Euskal Herria*».