sábado, 22 de junio de 2013

En el día de hoy, miles y miles de brasileños salieron a las calles para exigir por mejores servicios públicos y denunciar los gastos millonarios que conlleva el mundial de fútbol que se realizará el año que viene en el país sudamericano.

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La presidente Dilma Rousseff canceló su viaje a Japón.
Miles de personas se concentraron en la Iglesia de la Candelaria, en el centro de Rio de Janeiro, con el plan de marchar hacia el estadio Maracaná, donde se enfrentan España y Tahití. “¿Hay mucha gente en el Maracaná? Imagina en la fila de la emergencia de un hospital público?”, leían algunas de las pancartas.
Por el momento, las marchas están convocadas en unas 100 ciudades y nada presagia el fin de este movimiento apolítico, que carece de liderazgos identificados.
Las protestas, que han dejado perplejo al gobierno de izquierda de Dilma Rousseff y a la clase política en general, comenzaron exigiendo la revocación del aumento del precio del boleto de autobús, metro y tren. Pero rápidamente sumaron otros reclamos y denuncias, como los 15.000 millones de dólares de dinero de los contribuyentes destinados a la Copa Confederaciones y el Mundial 2014.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes educados y de clase media, expresan su indignación por el aumento del costo de vida y la mala calidad de los servicios, en momentos en que el país, mundialmente famoso por sus programas sociales que sacaron a millones de la pobreza, registra un decepcionante crecimiento económico y una inflación en alza.
También denuncian la corrupción arraigada en la política brasileña y reclaman mayores inversiones en educación, salud y seguridad.

En el día de hoy, la Corte de Ghana difundió su parecer después de que la Fragata Libertad haya sido retenida y devuelta gracias a una sentencia del Tribunal Internacional del Mar.

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Según la agencia EFE, la emisora ghanesa Joy FM indicó que la sentencia del Tribunal Supremo agrega que la decisión de retener la Fragata no solo “fue injusta” sino que “podría haber puesto en peligro la seguridad de Ghana y haber desencadenado un conflicto militar y diplomático”. 
La Fiscalía General del país africano le había reclamado al Tribunal Supremo en diciembre la revocación de la orden judicial que supuso la inmovilización de la nave argentina.
El buque escuela argentino quedó retenido ilegalmente en el puerto ghanés de Tema el 2 de octubre último, cuando la justicia ghanesa aceptó una demanda de embargo interpuesta por el fondo buitre estadounidense NML.

Hoy, el canciller argentino Héctor Timerman expuso ante el Comité de Descolonización de la ONU el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas que sostiene la Argentina ante el Reino Unido hace más de veinte años. Asimismo, criticó el referéndum y la militarización de la zona.

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El Comité Especial de Descolonización de la Naciones Unidas se reunió hoy en Nueva York. Uno de los temas principales fue la cuestión de las Islas Malvinas, que contó con una nueva presentación de la delegación argentina, encabezada por el canciller Héctor Timerman.
En sus declaraciones, el canciller reafirmó el “solemne compromiso del gobierno argentino de resolver el diferendo por la soberanía a través del diálogo” y lamentó que “el fin de la controversia esté secuestrado en Londres”.
Además, denunció que la ocupación británica permite “una presencia militar” en el Atlántico Sur y una “ilegítima apropiación de los recursos naturales renovables y no renovables de la Argentina”.
Por otra parte, aseguró que el Reino Unido busco convertir a los habitantes de las islas en “víctimas” a través del referéndum realizado para darle voz a los kelpers, quienes votaron a favor de continuar bajo el dominio anglosajón.
“Fue en realidad una encuesta organizada por el gobierno británico para que los ciudadanos británicos digan que el territorio ocupado militarmente sea aceptado como británico”, señaló.
Timerman le pidió al presidente del Comité que acompañe las negociaciones de buenos oficios entabladas por la Argentina para reanudar el diálogo con Gran Bretaña.