martes, 24 de julio de 2012

Oswaldo Payá.


Oswaldo Payá: disidente histórico cubano

paya2

Oswaldo Payá Sardiñas (La Habana, Cuba, 29 de febrero de 1952) activista político cubano, líder de la oposición política al gobierno cubano, ffundador y el organizador del Proyecto Varela,  Premio Andrei Sajarov a los Derechos Humanos del Parlamento Europeo en 20025 y candidato oficial al Premio Nobel de la Paz, falleció en accidente de tráfico el 22 de julio de 2012.
Infolatam
Madrid, 23 julio 2012
Nacido en La Habana en 1952 en el seno de una familia de ferviente tradición católica, Payá asistió al colegio Champagnat de los Hermanos Maristas en la barriada del Cerro, hasta que fue clausurado por el régimen comunista en 1961.
A los 16 años fue enviado a pasar el servicio militar obligatorio en Isla de Pinos. Una vez concluido el período militar, se integró a la vida en su parroquia en el Cerro y pasó a formar parte de su grupo parroquial juvenil.
Su acción como laico lo llevó a trabajar en el proceso de la Reflexión Eclesial Cubana (REC) y fue designado como delegado al Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC) en febrero de 1986.
Por esos años (1986-1988) fundó e impulsó la Peña Cristiana del Pensamiento Cubano en la Parroquia de El Cerro y publicó el folleto Pueblo de Dios para ser distribuida en todas las iglesias.
A pesar de su actividad opositora mantuvo siempre un empleo estatal como especialista en equipos electromédicos. Tenía un título de Ingeniería en Telecomunicaciones.
En 1988 fundó el MCL, una agrupación a la que dedicó todos sus esfuerzos en defensa de los derechos democráticos y las libertades civiles de sus compatriotas.
Su labor no pasó inadvertida por el Gobierno cubano. Su hogar fue asaltado por las turbas alentadas por la Seguridad del Estado en 1991. Desde entonces fue interrogado y detenido temporalmente por la policía política en repetidas ocasiones.
Al año siguiente redactó el llamado Programa Transitorio para un cambio político en Cuba y se sumó como uno de los cinco organizadores de la coalición Concilio Cubano.
Como figura de liderazgo de la oposición firmó el manifiesto Todos Unidos y fue nombrado coordinador de su comisión de relatoría.
Proyecto de movilización ciudadana
Pero su gran proyecto de movilización ciudadana se materializó hacia el 2001 a través del Proyecto Varela y los comités ciudadanos creados para impulsarlo a lo largo del país. La iniciativa había sido ideada en su organización en 1998.
Payá y sus seguidores recorrieron la isla recabando apoyo y el 10 de marzo del 2002 lograron presentar a las autoridades más de 11 mil firmas de respaldo a un plebiscito sobre un proyecto legislativo ante la Asamblea Nacional del Poder Popular.
El Gobierno cubano no solo rechazó la propuesta, sino que sacó a las calles a miles de manifestantes para reafirmar el sistema socialista y provocar un cambio constitucional que no dejara resquicios para la actividad disidente.
Sin embargo, las represalias no quedaron ahí. En marzo del 2003, a raíz de la ola represiva conocida como la Primavera Negra, unos 40 integrantes del MCL estuvieron entre los 75 activistas arrestados y condenados a penas entre 12 y 28 años de cárcel en juicios sumarios bajo acusaciones de atentar contra la soberanía nacional.
Payá no fue encarcelado y no cesó en sus reclamos de los derechos democráticos en Cuba.
En el 2004, el Proyecto Varela consiguió recolectar otras 14 mil firmas para reclamar cambios al Gobierno de Fidel Castro.
Recibido por Juan Pablo II
Dos años después presentó el programa Todos Cubanos para una transición pacifica hacia la democracia, y firmó junto con otros disidentes el documento Unidad para la Libertad. En el 2009, impulsó el Llamamiento al Diálogo Nacional y, en el 2001, dio a conocer la declaración El Camino del Pueblo, una propuesta para unir a la oposición pacífica de cara al futuro de la Isla.
Por su labor cívica dentro de Cuba, fue honrado en 1999 con el Premio Homo Homini, de la fundación checa People in Need, por su contribución a la defensa de los derechos humanos, y en el 2002 recibió el galardón W. Averell Harriman, que otorga anualmente el Instituto Nacional Demócrata en Washington.
También fue nombrado Doctor Honoris Causa en Leyes por la Universidad de Miami (2002) y la Universidad de Columbia, en Nueva York (2003). Fue nominado en seis oportunidades al Premio Nobel de la Paz.
En ocasión del viaje para recibir el Premio Sajarov en el Parlamento Europeo, Payá fue recibido en Roma por el Papa Juan Pablo II y visitó luego Miami, donde asistió a una misa de homenaje en la Ermita de la Caridad del Cobre y realizó encuentros con figuras y organizaciones del exilio cubano.
Lo sobreviven su esposa Ofelia Acevedo, sus hijos Oswaldo José, Rosa María y Reinaldo Isaías, además de su hermano Carlos, quien es delegado del MCL en Madrid.
No se han informado aún los pormenores sobre el traslado del cadáver a la capital para la realización del funeral.
De 1986 a 1988 funda y mantiene la Peña Cristiana del Pensamiento Cubano en la Parroquia de El Cerro y publica “Pueblo de Dios” para ser distribuida en todas las Iglesias. En 1988 funda el Movimiento Cristiano Liberación. Siendo coordinador nacional del MCL, Oswaldo hace un llamado al cambio nacional y hace la Proclamación del MCL.Desde entonces ha sido detenido en varias oportunidades por la policía política del régimen. Su hogar es asaltado por las turbas alentadas por la Seguridad del Estado en 1991, Al año siguiente redacta el Programa Transitorio. Participa como uno de los cinco organizadores del Concilio Cubano, redactando el único documento de unidad que plasmaba la posición de sus miembros.
Es detenido por la policía En 1999 participa en la redacción del manifiesto Todos Unidos y es nombrado coordinador de su Comisión de Relatoría. Crea los Comité Ciudadanos Gestores del Proyecto Varela en 2001 y presenta el 10 de marzo de 2002 más de 11 mil firmas de respaldo al plebiscito sobre este proyecto de Ley ante Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba. En mayo de 2003 mas de 40 activistas y gestores del Proyecto Varela , muchos de ellos miembros del Movimiento Cristiano Liberación son encarcelados y condenados, a penas entre los 12 y los 28 años lo que no evita que en diciembre Paya y los comité Ciudadanos presenten 14 mil firmas más de apoyo al Proyecto Varela Presenta en 2006 el programa Todos Cubanos, documento para una transición pacifica hacia la democracia. Firma junto con otros disidentes el documento Unidad para la Libertad.
Organiza la campaña Foro Cubano, en el que están llamados a participar todos los cubanos incluido el gobierno. Hace en 2009 un Llamamiento al Dialogo Nacional y en 2010 lanza el FORO TODOS CUBANOS. En 2011 redacta la declaración “El Camino del Pueblo” que es apoyada por la mayoría de la oposición civilista dentro de la isla. Oswaldo Paya ha sido honrado con el Premio Homo Homini, de la fundación checa “People in need” por su contribución a la defensa de los derechos humanos y el premio W. Averell Harriman, que otorga anualmente el Instituto Nacional Demócrata (NDI) en Washington.
Recibe el premio Andrei Sajarov a los derechos humanos, otorgado por el Parlamento europeo en 2002 y es premio “Encina de la libertad” de NN.GG. del Partido Popular de Extremadura. Paya fue honrado con el titulo Doctor Honoris Causa en leyes por la Universidad de Columbia ,Nueva York. Ha sido una vez nominado al premio Principe de Asturias y seis ocasiones al Premio Nobel por la Paz.

La muerte de Oswaldo Payá.


Al centro de la carretera: la muerte de Oswaldo Payá.

Por ARTURO LÓPEZ LEVY
(Especial para Infolatam).- La muerte del opositor Oswaldo Payá Sardiñas representa un duro golpe para la oposición política cubana. Paya era el líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), organización propulsora de la iniciativa opositora de más alcance desde la victoria comunista en la guerra civil cubana de los años sesenta. A tenor del artículo 88 (g) de la constitución cubana, el MCL se propuso recoger un número mayor a las 10 000 firmas requeridas para generar una iniciativa legislativa en torno a los derechos de los cubanos a la libre expresión, movimiento, asociación y a la propiedad privada. Para el año 2002, a pesar de considerables obstáculos interpuestos por las autoridades, Paya y varios de sus seguidores entregaron más de 11 000 firmas a la Asamblea Nacional, el parlamento cubano.
El hecho de que un movimiento opositor recogiera ese número de firmas no representó una amenaza inmediata para el gobierno de Fidel Castro ni una crisis de gobernabilidad como los gobiernos de George W. Bush y José María Aznar trataron de presentar. En términos de reconocimiento público y capacidad de convocatoria, tanto la capacidad de Payá y el MCL, como de la oposición política toda era y es exigua. El merito opositor de Payáestaba en haber estructurado un camino posible, una agenda moderada basada en demandas desde la calle cubana, para retar al gobierno cubano a partir de su propio orden constitucional.
A diferencia de otros grupos opositores que se reciclan entre declarados opositores al gobierno cubano, Payá y el MCL tenían una conexión a la población más general a través de comunidades religiosas, fundamentalmente católicas. Aunque la jerarquía católica nunca tomó partido respecto al Proyecto Varela, si expresó en varias ocasiones su respeto por el carácter cívico, no violento del mismo y toleró la iniciativa individual a favor de Payáen algunas (nunca un numero mayoritario) de las parroquias del país. El MCL también organizó grupos de encuentro regular y estructuras a nivel de algunos pueblos y ciudades, algo de lo que carece la mayoría de los opositores cubanos, con muchos contactos con la prensa internacional e internet pero sin convocatoria ni institucionalización popular real.
Ni Pa’ya ni pa’ca:
Unos días después de la entrega de las firmas del Proyecto Varela a la Asamblea Nacional de Cuba, la isla fue visitada por el ex presidente norteamericano James Carter en mayo de 2002.  En su discurso en el aula magna de la universidad de la Habana, con Fidel Castro sentado en el auditorio, y ante las cámaras de la televisión cubana, el también premio Nobel de la Paz abogó por una discusión publica del proyecto de reformas presentado por Payá como parte de un proceso de diálogo entre todos los cubanos y de distensión con EE.UU. Washington debía comenzar con la eliminación de la prohibición para los estadounidenses de viajar a la isla.
Entre la visita de Carter a Cuba y el arresto de varios de los líderes intermedios del MCL, Payá disfrutó de una elevación de su perfil internacional..
El debate entre el presidente Carter y varios líderes estudiantiles castristas fue transmitido a toda la isla y reproducido luego en publicaciones oficiales. El gobierno reaccionó con dos estrategias fundamentales: 1) la convocatoria prioritaria a un contra-plebiscito al propuesto por Paya que reafirmase el carácter perpetuo del socialismo cubano, haciendo ilegal el cuestionamiento implícito en el proyecto Varela al dominio unipartidista del Partido Comunista (PCC), 2) en marzo de 2003 arrestó a la crema y nata de los cuadros intermedios del MCL, dejando a Payá cual general sin capitanes, y destruyendo la capacidad de comunicación entre el líder y las bases, que aunque no podían competir con el PCC, estaban en un momento ascendente.  El MCL nunca se recuperó de aquel golpe.
Entre la visita de Carter a Cuba y el arresto de varios de los líderes intermedios del MCL, Payádisfrutó de una elevación de su perfil internacional. Recibió varios premios internacionales incluido elAndrei Sakharov del parlamento europeo y otro del Instituto Nacional Demócrata para las Relaciones Internacionales. Payá visitó Madrid, donde fue recibido por el entonces presidente José María Aznar y Miami, donde recibió el apoyo de un grupo importante de los exiliados de línea moderada y el ataque apasionado de los defensores de la intransigencia total frente al gobierno castrista y el orden constitucional post-revolucionario. La actitud de la extrema derecha cubana exiliada quedó sintetizada en la frase descalificadora de la locutora radial y líder del Consejo para la Libertad de Cuba Ninoska Pérez: “Ni pa’ya, ni pa’ca”.
Al regresar a Cuba, Payá se encontró entre dos fuegos. El gobierno acudió al  contra-plebiscito, con instrumentos de cooptación, movilización y represión para la cual  el MCL no tenía mínima capacidad de resistencia. En el exilio, su oposición a las propuestas de congresistas cubano-americanos para restringir los viajes de cubano-americanos a Cuba, y pasadas declaraciones contra el embargo le atrajeron la ira de la derecha exiliada, para la cual su movimiento, centrado en torno a su persona y la representación exterior de su hermanoCarlos Payá, residente en España, no tuvo respuesta efectiva. En lugar de insistir en una postura moderada firme hacia ambos extremos, desarrollando propuestas sobre la base de su posición inicial de usar el orden constitucional post-revolucionario para retar su continuidad, Payá ensayó un discurso ambiguo, intentando desconectar la lucha contra las limitaciones a las libertades y derechos humanos de los cubanos, de la condena al embargo de Washington contra la isla (Carlos Paya llegó a decir que “el gran y único bloqueo en Cuba era el del gobierno”). Fue un error estratégico.
Una nueva circunstancia:
Con el lanzamiento del proyecto de reforma económica gradual, Raul Castro y el PCC se apropiaron de algunas de las propuestas de cambio emanadas no solo dentro de los sectores más pragmáticos dentro del gobierno sino también de la oposición. El inicio del tránsito a una economía mixta y descentralizada, la relajación de la política migratoria y un nuevo dialogo con la Iglesia Católica crearon una nueva situación en la isla que socava las propuestas más atractivas y las metas más urgentes del MCL.
En el proyecto Varela, los derechos reclamados tenían todos iguales valores, en la agenda de reformas, el gobierno ha propuesto una liberalización incompleta, con una secuencia en la ampliación de derechos encaminada a preservar al PCC en el poder. Dadas las incertidumbres y riesgos asociados a una lógica de shock y desobediencia civil, una parte importante de la población cubana (con patrones de envejecimiento no favorables a propuestas revolucionarias al estilo de las sociedades árabes) y las comunidades religiosas, que son las instituciones de la sociedad civil que combinan la mayor independencia del estado y capacidad de convocatoria, han dado un apoyo crítico a ese proceso.
El gobierno de Raúl Castro también inauguró una política de autoritarismo de baja intensidad hacia la oposición activa. A partir de la excarcelación y exilio de la mayoría de los presos de la primavera de 2003, en lugar de condenar a los nuevos arrestados a largas penas, las autoridades cubanas arrestan a opositores de menor perfil internacional, por periodos cortos, para después liberarlos, castigados con multas o sanciones de relativa corta duración. Las circunstancias de represión con largas penas contra los opositores y el estancamiento doctrinario posterior al V Congreso del PCC en 1997, que hacía más atractivo el mensaje de derechos mínimos del Proyecto Varela desaparecieron gradualmente.
Al centro de la carretera:
Al momento de su muerte este 22 de julio, ni Oswaldo Payá ni el MCL se había adaptado a la situación creada a partir de las propuestas de reformas. Ese marasmo opositor es descrito en algunos de sus cables a Washington, revelados en Wikileaks, por varios funcionarios norteamericanos de la Sección de Intereses en La Habana. El proyecto de usar los mecanismos del sistema político de 1976 para retar su hegemonía política desde posiciones moderadas post-revolucionarias seguía siendo el más atractivo para los partidarios pasivos de la oposición. Sin embargo,  la oposición se debate entre erráticas declaraciones hostiles a las gestiones mediadoras de la Iglesia Católica y una falta de hoja de ruta.
La muerte de Payá deja un vacío de liderazgo en la diezmada oposición cubana. A diferencia de la oposición bloguera que sueña con las revoluciones de twitter y facebook, Payá, sabía que para retar al PCC, la clave estaba en “organización, organización y organización”. Su experiencia como católico practicante en los momentos grises del ateísmo oficial le demostró que solo la atracción y organización de una masa crítica de ciudadanos podría revertir las políticas totalitarias.
Las denuncias de su hija Rosa María, sobre un posible homicidio provocado traerán la movilización de los opositores activos y atraerán a pasivos simpatizantes y cubanos que lo admiraban como un cristiano honesto, hombre decente de familia, y trabajador ejemplar en el Hospital donde era ingeniero. En el exterior, algunos del exilio derechista, que en vida sabotearon su propuesta moderada, se rasgaran las vestiduras para elevarlo a la categoría de mártir. Por supuesto, que no discutirán el daño que su intransigencia y radicalismo causó a Payádesde 2002.
En términos de legado, Payá deja un camino apenas empezado: trabajar desde el orden constitucional post-revolucionario para canalizar la vibrante pluralización social de la isla en una alternativa racional y nacionalista, de democracia y estado de bienestar, al proyecto de reformas parciales de Raúl Castro.  Quizás en Washington y Miami se iniciará una reflexión sobre el costo de continuar una política maximalista, contraproducente a la consolidación de un proyecto de oposición moderada. En Cuba, las pintadas obscenas en los muros de la casa de Payá son testimonio de una oportunidad perdida por el PCC para convivir con un cubano que no persiguió nunca la violencia sino el derecho a expresar su discrepancia. Payá murió políticamente en el medio de la carretera, donde hay dos rayas amarillas, y muchas buenas intenciones de centro derecha y centro izquierda, aplastadas por la complicidad de los radicalismos.

Oswaldo Payá asesinado por el régimen castrista.


Oswaldo Payá: Muerte de un demócrata

Infolatam
Madrid, 23 julio 2012
Por VICENTE BOTÍN
(Especial para Infolatam).- Recibía a la prensa extranjera en su casa habanera del barrio del Cerro, trufada de micrófonos, y hablaba sin tapujos, sin importarle que sus palabras llegaran, nítidas, a los escuchas de la Seguridad del Estado. Era el disidente con más peso, el más peligroso para el Gobierno cubano al que logró poner contra las cuerdas con el “Proyecto Varela”, una iniciativa para promover la democracia en Cuba partiendo, paradójicamente, de las leyes de la propia dictadura.
De fuertes convicciones católicas, Oswaldo Payá estudió en el colegio de los Hermanos Maristas de La Habana, hoy sede de la Seguridad del Estado, y participó desde muy joven en grupos de reflexión laicos vinculados a la Iglesia Católica, perseguida y silenciada desde el ascenso al poder de Fidel Castro. En 1988 fundó el Movimiento Cristiano de Liberación, de tendencia demócrata cristiana, que en pocos años se convirtió en una de las organizaciones más importantes de la sociedad civil cubana. Dos años más tarde dio a conocer el documento “Llamamiento al Diálogo Nacional” en el que proponía la celebración de un referéndum para elegir una Asamblea Constituyente que redactase una nueva Constitución, y una amnistía para los presos políticos.
En 1996, Oswaldo Payá alumbró el Proyecto Varela, su iniciativa más ambiciosa, para exigir la libertad de asociación, la convocatoria de elecciones libres, y la libertad de expresión. El 10 de marzo de 2002, Payá decidió ir más lejos y presentó el Proyecto Varela en la Asamblea Nacional del Poder Popular con el aval de 11.000 firmas. El Artículo 88 de la Constitución de 1976 permitía a los ciudadanos proponer reformas legales si diez mil electores registrados presentaban sus firmas a favor de la propuesta.
Fidel Castro quedó noqueado. Era la primera vez que resultaba atrapado en su propio entramado legal. Su entonces canciller, Felipe Pérez Roque, salió a la palestra para reiterar la eterna cantinela: “El Proyecto Varela –dijo Pérez Roque– forma parte de la estrategia de subversión contra Cuba, ha sido concebido, financiado y dirigido desde el exterior, con la participación activa de la Sección de Intereses norteamericana en La Habana; forma parte del mismo esquema de subversión, no tiene el menor asidero en las leyes cubanas, es una burda manipulación de la Constitución y las leyes de Cuba…”.
Las palabras del hoy defenestrado ministro de Exteriores no fueron suficientes y Fidel Castro se vio forzado a convocar un referéndum para modificar la Constitución suprimiendo el polémico Artículo 88 y declarar “irrevocable” el socialismo. Obtuvo un resultado “a la búlgara” del 98,97 por ciento de votos favorables a su propuesta. Oswaldo Payá contraatacó con otras 14.000 firmas, pero el gobierno hizo oídos sordos. Ese año el Parlamento Europeo otorgó a Payá el Premio Sajárov de Derechos Humanos.
La inquietud del gobierno ante las iniciativas de Payá y el auge que estaban tomando otros movimientos disidentes como Arco Progresista o Todos Unidos, se tradujo en la brutal represión de la llamada “primavera negra” de 2003. Setenta y cinco disidentes fueron detenidos, juzgados y condenados en un pogromo selectivo que incluyó a periodistas, sindicalistas, maestros, médicos, bibliotecarios independientes, militantes de grupos de oposición y defensores de los derechos humanos, toda una muestra del inconformismo y la resistencia pacífica contra un régimen fascista etiquetado de comunista.
Todos ellos fueron juzgados  de acuerdo con la Ley de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, más conocida como “ley mordaza” y condenados a penas que oscilaban entre los cinco y los veintiocho años de prisión. El grupo más castigado fue el de Oswaldo Payá: de los 75 encarcelados casi 40 militaban en el Movimiento Cristiano de Liberación. Paradójicamente Payá no fue detenido ni perdió su trabajo para una entidad estatal como especialista en equipos hospitalarios, pero a partir de ese momento sufrió un permanente acoso por parte del gobierno y de turbas a su servicio que organizaron  actos de repudio frente a su domicilio.
La muerte de Oswaldo Payá supone un duro golpe para el futuro democrático de Cuba. Payá era un peso pesado entre los grupos disidentes que desde hace años y pese a sus diferencias, tratan de establecer bases comunes de actuación para una transición pacífica a la democracia. En 2007, nueve meses después de la proclama de Fidel Castro en la que cedió provisionalmente el poder a su hermano Raúl, el Movimiento Cristiano de Liberación y los grupos más importantes de la disidencia, difundieron un documento titulado “Unidad por la Libertad” en el que expresaron su deseo de trabajar responsablemente en la formación de un bloque unitario “si las circunstancias aconsejan  que ese paso es necesario y el más conveniente para lograr los cambios hacia la democracia en Cuba, que es nuestro objetivo  y la razón de ser de la oposición cubana”. Además de Payáfirmaban el documento entre otros, Vladimiro Roca, de “Todos Unidos”; Martha Beatriz Roque y René Gómez Manzano, de la “Asamblea para Promover la Sociedad Civil”; y Elizardo Sánchez, de la “Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional”.
En 2009, Oswaldo Payá participó en un nuevo “Diálogo Nacional”, un proyecto para lograr un programa común entre todas las fuerzas políticas para restablecer la democracia en Cuba. A pesar de su ideología demócrata cristiana, Payá no gozó de las simpatías de la Iglesia Católica y él criticó abiertamente el acercamiento entre el gobierno de Raúl Castro y el cardenal Jaime Ortega. Como muchos, no entendió la complicidad del cardenalOrtega con la dictadura en la operación de “blanqueo” llevada a cabo con la excarcelación y destierro de disidentes cubanos.
El camino a la libertad en Cuba está jalonado de personas como Oswaldo Payá que desgraciadamente no verán el fin de la dictadura. Hay muchas muertes en ese tránsito, demasiados accidentes, sobradas sospechas, numerosos interrogantes.Y ninguna respuesta.

Oswaldo Paya muere en confuso accidente de tráfico.


Cuba: 


Oswaldo Payá, una de las figuras más relevantes de la oposición interna de Cuba y con una larga trayectoria de activismo pacífico por la democracia en la isla, murió en un accidente de tráfico en el este del país.
Payá, de 60 años, era el líder del Movimiento Cristiano Liberación y el impulsor, hace más de una década, del “Proyecto Varela”, una iniciativa avalada por miles de firmas para promover una transición democrática en Cuba.
Fue también el primer opositor cubano a quien el Parlamento Europeo otorgó, en 2002, el premio Sájarov a los Derechos Humanos y la Libertad de Pensamiento.
En el accidente que este domingo le costó la vida a Payá murió también el cubano Harold Cepero y resultaron heridos el español Ángel Carromero, un dirigente local de Nuevas Generaciones del Partido Popular de Madrid, y el sueco Jens Aron Modig.
El siniestro ocurrió a las 13:50 horas locales del domingo en La Gavina, una localidad cercana a la ciudad de Bayamo (a más de 740 kilómetros al este de la isla), cuando el vehículo en el que viajaban todos ellos perdió el control y se estrelló contra un árbol, dijeron fuentes oficiales cubanas que citaron testigos presenciales.
Las autoridades locales investigan las causas del suceso según una inusual nota publicada en la web oficial Cubadebate, donde se califica de “lamentable” el accidente.
La familia de Payá, quien residía en La Habana, espera que el traslado de los restos mortales del disidente tenga lugar mañana para poder celebrar las honras fúnebres.
“Ha sido un impacto muy grande, increíble, un momento muy malo”, dijo a Efe, Marlene Payá, hermana del opositor, muy afectada por la trágica noticia.
Con la muerte de Payá la disidencia cubana pierde a una de sus figuras más respetadas y reconocidas dentro y fuera de la isla, según coincidieron en declaraciones a Efe varios opositores, consternados por la inesperada noticia.
Las “Damas de Blanco” y el periodista independiente Guillermo Fariñas (también reconocidos con el Premio Sajárov, en 2005 y 2010, respectivamente) lamentaron la pérdida de un “hombre sencillo y digno, que buscó la libertad y luchó por el respeto a los derechos humanos en Cuba” y de un “patriota” que “fue capaz de poner al Gobierno cubano frente a la pared y desenmascarar que no cumple con las leyes”.
“Era un líder con una trayectoria desde posiciones pacíficas y constructivas, él se ha ganado un puesto en nuestra historia y una referencia a seguir por nuestro compatriotas”, subrayó por su parte el economista crítico y expreso político Óscar Espinosa.
Elizardo Sánchez, portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), calificó de “tragedia terrible” y de “perdida irreparable” la muerte de quien considera “el líder más notable de las fuerzas democráticas opositoras” en la isla.
“La Cuba presente ha perdido a un hombre sumamente necesario, la Cuba futura ha perdido a un político imprescindible”, escribió en la red social Twitter la conocida bloguera crítica Yoani Sánchez.
En cuanto a los ciudadanos extranjeros heridos en el accidente se encuentran ingresados en el Hospital Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo donde reciben asistencia médica.
La Embajada de España en Cuba ha desplazado a Bayamo por carretera a uno de sus diplomáticos para ofrecer asistencia consular a Ángel Carromero, cuyo estado al parecer no es muy grave y está fuera de peligro.
Payá nació en La Habana el 29 de febrero de 1952, era ingeniero y estaba casado con Ofelia Acevedo, con quien tuvo tres hijos.
En su larga trayectoria como opositor pacífico para conseguir una apertura democrática en la isla dentro de la legalidad promovió numerosas iniciativas, la más conocida de ellas el “Proyecto Varela” con el que logró un importante reconocimiento internacional.
El “Proyecto Varela”, donde Payá proponía reformas legales, apertura de espacios de participación libre y apoyo para la celebración de un referéndum, fue presentado ante el Parlamento cubano con el aval de 11.000 firmas el 10 de mayo de 2002 y en octubre de 2003 sumó otras 14.000 firmas más a su iniciativa.
La respuesta del régimen cubano fue sacar adelante en referéndum una reforma constitucional luego acordada en el Parlamento, por el que se declaró “irrevocable” el régimen socialista y la negativa a volver al capitalismo.
Durante su vida, Payá recibió numerosas distinciones en el extranjero que no pudo recoger e incluso se le postuló en varias ocasiones para el Premio Nobel de la Paz.

Acto en solidaridad con Revolución Bolivariana.


Capital Federal: 

Hora: 17:00

Lugar: Obelisco.

Motivo: En el marco de la jornada global de solidaridad con la Revolución Bolivariana, actividad acordada tras el último Foro de Sao Paulo. De esta forma, alrededor de 50 países tendrán diferentes eventos en defensa de uno de los procesos de cambio más radicales del mundo. La consigna será “En defensa de la Revolución Bolivariana y el Comandante Chávez”

Reseña: Desde el Capitulo Argentina de los Movimientos Sociales hacia el ALBA creemos que es preciso rodear de la más amplia solidaridad al proceso de cambios que vive Venezuela, de cara a las próximas elecciones a desarrollarse en Octubre próximo. Venezuela representa, junto a otros países como Cuba, Bolivia y Ecuador, la posibilidad de pensar un modelo de unidad latinoamericana diferente: solidario, más humano. Venezuela representa dignidad frente a los constantes atropellos del imperialismo, que este año apoya la candidatura de Henrique Capriles Radonski, con ansias de poner fin al “peligro Chávez”. Venezuela representa la posibilidad de repensar (y de reinventar, claro está) el socialismo, frente a un capitalismo que muestra su crisis a escala mundial. Por ello, y en apoyo a los Movimientos Sociales de Venezuela que defienden cotidianamente su Revolución, estaremos el próximo Martes en el Obelisco. Convocamos a todas las organizaciones sociales de nuestro país a participar de la actividad, diciendo bien alto: Defendamos a la Revolución Bolivariana y al Comandante Chávez! Viva el ALBA y la integración solidaria de nuestros pueblos!

Convoca – Contacto: Comando Carabobo Argentina

Acto - Homenaje a Simón Bolívar.


Martes 24.
Capital Federal: 

Hora: 11:00

Lugar: Parque Rivadavia, Av. Rivadavia al 4800.

Motivo: Conmemoración del 229ª del Natalicio del Libertador Simón Bolívar

Reseña: Se colocará una ofrenda floral frente al Monumento a Bolívar.

Convoca – Contacto: Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Argentina.

El supuesto responsable del brutal asesinato de 12 personas durante la proyección de The Dark Knight Rises en Aurora, Colorado, ha comparecido ante un tribunal por primera vez.



James Holmes, de 24 años, apareció en la corte con el pelo teñido de naranja, en un intento de parecerse al Guasón, se sentó en silencio y miró hacia delante en el palacio de justicia del condado de Arapahoe cuando escuchó los cargos en su contra.
Holmes se encuentra detenido bajo sospecha de asesinato en primer grado después de que matara a tiros a 12 personas en una sala de cine e hiriera a 58 después de medianoche en la madrugada del viernes.
Los fiscales dijeron que están buscando la pena de muerte para el sospechoso, aunque la decisión se haría en consulta con los familiares de las víctimas.