sábado, 18 de febrero de 2012

Christian Wulff, presidente alemán, presentó su renuncia en Berlín, tras ser acusado de corrupción por tráfico de influencias.



La dimisión fue anunciada en una conferencia de prensa en su residencia, el Palacio de Bellevue, después de que la justicia se lo solicitase tras la acusación de corrupción en su contra.
“Alemania necesita un presidente que cuente con la confianza ilimitada de una amplio espectro de la población y pueda afrontar los inmensos retos nacionales e internacionales”, aseguró Wulff.
“El desarrollo de los últimos días y semanas mostró que esta confianza y con ella las posibilidades de obrar se han visto afectadas de forma duradera. Por ello renuncio para allanar rápidamente el paso a un sucesor”.
Sin embargo, le dedico una crítica a los medios que destaparon el escándalo, manifestando que “nos hirió a mí y a mi mujer”. Es la primera vez en la historia de Alemania que se pide levantar la inmunidad de un jefe de Estado.
La acusación en su contra es por haber sacado ventajas personales de su posición en el poder con vacaciones gratuitas, créditos bancarios ventajosos y beneficios en la adquisición de automóviles y otros bienes de consumo.

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