TEGUCIGALPA, 16 Feb. 12 (ACI).-El Papa Benedicto XVI expresó su solidaridad y cercanía ante la tragedia ocurrida en una cárcel en Honduras en donde fallecieron 355 personas a causa de un incendio cuyas causas aún se investigan.
Así lo expresó el Santo Padre en una carta enviada al Obispo de Comayagua, Mons. Roberto Camilleri, firmada por el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone.
En la misiva divulgada por la Nunciatura Apostólica en Honduras, el Papa ofrece sus sufragios "al Todopoderoso por el eterno descanso de los difuntos" y expresa su cercanía a los familiares y amigos de las víctimas del incendio.
Benedicto XVI dio además sus condolencias a "los familiares de los fallecidos, junto con las expresiones de su cercanía espiritual y el vivo deseo por un pronto y total restablecimiento de los heridos en el lamentable percance".
Finalmente, "el Sumo Pontífice a la vez invoca la amorosa protección de nuestra señora la Virgen Santísima de Suyapa (Patrona de Honduras) e imparte con afecto la confortada bendición apostólica como signo de consuelo y esperanza en estos momentos de tristeza".
Mons. Roberto Camilleri también lamentó esta tragedia y pidió que se tomen las medidas respectivas para que algo así nunca más vuelva a suceder.
El Vicario General de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, Mons. Carlo Magno Núñez, dijo a ACI Prensa que esta tragedia "ha consternado a todas las autoridades y a todo el país".
"La Iglesia de Honduras y en especial en Comayagua está cercana a los familiares de los fallecidos para dar asistencia en lo que se pueda. Pido a todos mucha oración por los familiares de las víctimas, a quienes la Iglesia está asistiendo", señaló.
El Nuncio Apostólico en Honduras, Mons. Luigi Vivanco, celebró ayer una Misa por las víctimas en el Templo de la Juventud San Juan Bosco en la que participaron autoridades locales.
Este jueves los médicos forenses iniciaron la identificación de los 355 reos que murieron atrapados en el penal de Comayagua, en el centro del país.
Las autoridades todavía investigan cuál fue la causa del incendio, considerado la peor tragedia en una cárcel en el mundo en los últimos diez años.
Así lo expresó el Santo Padre en una carta enviada al Obispo de Comayagua, Mons. Roberto Camilleri, firmada por el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone.
En la misiva divulgada por la Nunciatura Apostólica en Honduras, el Papa ofrece sus sufragios "al Todopoderoso por el eterno descanso de los difuntos" y expresa su cercanía a los familiares y amigos de las víctimas del incendio.
Benedicto XVI dio además sus condolencias a "los familiares de los fallecidos, junto con las expresiones de su cercanía espiritual y el vivo deseo por un pronto y total restablecimiento de los heridos en el lamentable percance".
Finalmente, "el Sumo Pontífice a la vez invoca la amorosa protección de nuestra señora la Virgen Santísima de Suyapa (Patrona de Honduras) e imparte con afecto la confortada bendición apostólica como signo de consuelo y esperanza en estos momentos de tristeza".
Mons. Roberto Camilleri también lamentó esta tragedia y pidió que se tomen las medidas respectivas para que algo así nunca más vuelva a suceder.
El Vicario General de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, Mons. Carlo Magno Núñez, dijo a ACI Prensa que esta tragedia "ha consternado a todas las autoridades y a todo el país".
"La Iglesia de Honduras y en especial en Comayagua está cercana a los familiares de los fallecidos para dar asistencia en lo que se pueda. Pido a todos mucha oración por los familiares de las víctimas, a quienes la Iglesia está asistiendo", señaló.
El Nuncio Apostólico en Honduras, Mons. Luigi Vivanco, celebró ayer una Misa por las víctimas en el Templo de la Juventud San Juan Bosco en la que participaron autoridades locales.
Este jueves los médicos forenses iniciaron la identificación de los 355 reos que murieron atrapados en el penal de Comayagua, en el centro del país.
Las autoridades todavía investigan cuál fue la causa del incendio, considerado la peor tragedia en una cárcel en el mundo en los últimos diez años.
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