Se trata del magistrado Ernst Henning Eielsen quien estaba jugando al solitario cuando debería haber estado escuchando el testimonio de un profesor sueco.
La imagen despertó la ira de los familiares de las 77 personas asesinadas aunque un portavoz del tribunal de Oslo insistió el señor Eielsen estaba concentrado.
“Los jueces están siguiendo atentamente lo que se dice y lo que se está presentando a la corte. Hay diferentes maneras de mantener la concentración”, intento justificar el portavoz.
Breivik mató a ocho personas en un atentado contra un edificio gubernamental en Oslo, antes de disparar y matar a 69 adolescentes en un campamento juvenil en la isla de Utoya.
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