Murió el preso político vasco Xabier Lopez Peña.

EN FRANCIA

A pesar del cese de la lucha armada y de la explícita decisión del independentismo vasco de recorrer un camino político, la "realidad" española y francesa sigue apostando al dolor y el sufrimiento de los cientos de presos y presas (602 en la actualidad) y de sus familiares., de la dispersión a gran distancia de su pueblo, de la represión y el chantaje constante que se aplica sobre el Colectivo de Presos. 31 de marzo de 2013 (Resumen Latinoamericano).- ESPAÑA Y FRANCIA SIGUEN SANGRANDO AL PUEBLO VASCO FALLECE EL PRESO POLÍTICO INDEPENTISTA XABIER LOPEZ PEÑA A pesar del cese de la lucha armada y de la explícita decisión del independentismo vasco de recorrer un camino político, la "realidad" española y francesa sigue apostando al dolor y el sufrimiento de los cientos de presos y presas (602 en la actualidad) y de sus familiares. Otro preso político vasco, Xabier López Peña, ha muerto producto de los vejámenes carcelarios, de la dispersión a gran distancia de su pueblo, de la represión y el chantaje constante que se aplica sobre el Colectivo de Presos. De este martirio, agregado a las condenas prolongadas, y del castigo de no liberar a los presos y presas enfermas y tampoco a los condenados por una ley infame son culpables jueces con nombre y apellido. Uno de ellos se da el lujo de merodear por las calles de Buenos Aires, arropado por un progresismo erróneo que reivindica la memoria cuando se trata de los represaliados argentinos, y mira para un costado cuando se les habla del dolor del pueblo vasco. Nos referimos a Baltasar Garzón, asalariado del gobierno argentino para asesorar sobre una materia que deshonra: los derechos humanos. A pesar del dolor por un nuevo militante revolucionario fallecido, a pesar de que el llamado "proceso de paz" en Euskal Herria sigue pendiente por culpa de la cerrazón criminal española y francesa, la militancia vasca recuerda el Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca) multitudinariamente en las calles, exigiendo avanzar a paso acelerado hacia la independencia y el socialismo. En la gran manifestación que desbordó las calles de Iruñea (Pamplona) pudo verse el rostro de López Peña, como símbolo de agradecimiento a todo lo que él entregó por su pueblo y como acicate para no abandonar el camino de la lucha por una Euskal Herria liberada.