Matthew Cullinan Hoffman
24 de julio de 2013 (Notifam) –
Las fuentes consultadas por el periódico parecen confirmar enfáticamente las afirmaciones realizadas por el periódico italiano L’Espresso de que Monseñor Battista Ricca, un ex diplomático del Vaticano, era muy conocido por su conducta homosexual durante su gestión provisional de la oficina diplomática de la Santa Sede en Uruguay desde 1999 a 2001.
Fuentes dentro de la Iglesia Católica de Uruguay dijeron a El País que “es todo verdad”, según palabras del periódico. El periódico agregó que las fuentes anónimas “consideraron que solo de mala fe se le pudo haber recomendado esta persona al Papa para un cargo”.
El periódico también indica que el secretario general de la conferencia episcopal uruguaya, el Obispo Heriberto Bodeant, ha aceptado las denuncias como verdaderas, y especula que “tal vez hubo un cambio de actitud o simplemente se cuidó y no dio más motivos”.
“Aparentemente la única vez que trascendió algo fue acá”, dijo Bodeant, según El País. “Si a él se le pidió que corrigiera su conducta, o lo hizo o se cuidó de no generar más situaciones escandalosas, [y] eso le permitió seguir en la Iglesia”.
Uno de los más conocidos vaticanistas (periodistas que se especializan en el Vaticano) de Roma, Sandro Magister, arriesgó su carrera de 25 años en un informe muy exitoso que menciona a Ricca como quien estuvo sexualmente involucrado con un hombre durante su tiempo en la nunciatura en Uruguay (1999). Según el informe, Ricca causó más escándalo al insistir que le dieran un empleo y una habitación en la nunciatura a su “amigo”. Magister escribe que el nuncio local denunció la situación a las autoridades vaticanas pero la situación continuó.
Magister agrega que después de los posteriores escándalos en los que estuvo involucrado con su vida sexual, a Rica se le transfirió primero a la nunciatura de Trinidad y Tobago, donde permaneció hasta 2004. Y de ahí fue trasladado al Vaticano donde en el año 2006 fue puesto a cargo de las casas donde residen los obispos en sus visitas a Roma, incluida la residencia donde ahora vive el papa Francisco.
Magister dijo que la información fue ocultada a Francisco en lo que es “el más cruel y pérfido engaño desde su elección como Papa”.
El portavoz del Vaticano, P. Federico Lombardi, respondió a las denuncias de L’Espresso y su muy respetado periodista Sandro Magister, asegurando que las denuncias “no son creíbles”.
L’Espresso, respondió a los comentarios del P. Lombardi diciendo: “Se puede agregar que las autoridades vaticanas, en lugar de inventar negaciones improbables e improvisadas, podrían verificar la fiabilidad de todo lo que publicó L’Espresso, simplemente consultando la exhaustiva documentación en su posesión sobre el caso, en particular la relacionada con su tiempo en la nunciatura de Montevideo. Existe más documentación disponible de parte de las autoridades uruguayas, desde las fuerzas de seguridad hasta los bomberos. Sin mencionar los numerosos obispos, sacerdotes, religiosos, laicos en Uruguay que fueron testigos directos del escándalo y están dispuestos a hablar”.
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