miércoles, 15 de enero de 2014

LA GUERRA CONTRA EL NARCOTRÁFICO EN MÉXICO.

MÉXICO

Los grupos de autodefensa asumen el control de dos pueblos más en México
Un grupo de desconocidos impidió el paso por algunas carreteras de la zona oeste de Michoacán, al sur del país. Los empresarios calculan pérdidas de al menos 700.000 dólares

Verónica Calderón 

Interior de la alcaldía de Apatzingán, incendiado ayer por desconocidos supuestamente vinculados a narcotraficantes. / Eduardo Verdugo (AP)


Unos hombres armados llegaron el viernes por la tarde a Antúnez, un pueblo de Michoacán de unos 8.000 habitantes, y pidieron a los habitantes que se reunieran en la plaza. La reunión duró menos de una hora. Al final, los pobladores declararon constituida su guardia comunitaria. Antúnez está a 20 kilómetros de Parácuaro, el décimo municipio controladopor los grupos de autodefensa en el Estado, al suroeste de México. Las milicias avanzan, pueblo por pueblo, en la región de Tierra Caliente, la más violenta de una zona de por sí violenta.

La toma de Antúnez y Coahuayana, dos pequeñas comunidades michoacanas, pronto causó reacciones. Un grupo de encapuchados, supuestamente vinculados narcotraficantes del cartel local, Los Caballeros Templarios, saquearon tiendas y prendieron fuego a la alcaldía y biblioteca de Apatzingán, la ciudad más importante de la región, con 80.000 habitantes. El Gobierno michoacano insistió, a través de un comunicado, que la violencia no dominaba a Apatzingán sino solo ?puntos focalizados?. Los ataques no cesaron. La madrugada de este sábado, los atacantes quemaron otras dos sucursales de Oxxo, una famosa cadena de tiendas de alimentos en México.

Desde que el sábado pasado las autodefensas entraron en Parácuaro, a solo 20 kilómetros de Apatzingán, la tensión ha aumentado en la zona. Ocurren hechos violentos un día sí y otro también. Todos los días ha habido manifestaciones de civiles armados que se declaran en contra de las guardias comunitarias. Queman vehículos y no permiten el paso hacia las comunidades.

La ventana de un banco muestra orificios de bala en Apatzingán. / Eduardo Verdugo (AP)

Los autobuses han suspendido los trayectos a la zona. Los empresarios calculan pérdidas de al menos nueve millones de pesos (unos 700.000 dólares). La región sufre desabasto, los camiones que distribuyen alimentos y gasolina no pueden llegar. Los incendios dañaron también las instalaciones de fibra óptica de Apatzingán, lo que causó fallos en el servicio de telefonía e Internet durante casi 20 horas.

Un grupo de hombres armados tapó también las salidas a Antúnez esta mañana. Cerca 8.000 personas quedaron aisladas, entre ellos 10 periodistas (algunos de Televisa, Reuters y el periódico mexicano El Universal, según la organización Artículo 19). El bloqueo se mantuvo hasta las primeras horas de la tarde, cuando se restableció el tránsito en la zona.

El Gobierno de Michoacán difundió hoy un nuevo comunicado, en el que detallaba los daños causados por los encapuchados en Apatzingán la noche del viernes. La Administración del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, no ha dado, hasta ahora, una postura oficial.

Los grupos de autodefensa surgieron en febrero pasado en respuesta a, según han explicado, los abusos de Los Caballeros Templarios, el cartel del narcotráfico que domina la zona, productora de marihuana y metanfetamina y una parada estratégica en el trasiego de droga. Han asumido el control de una decena de municipios, donde sustituyen el papel del Estado. Desde su irrupción, la violencia se ha profundizado en Michoacán.

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