La Casa Blanca condena el ataque a una de las escuelas de la ONU en Gaza
Tres soldados israelíes mueren al mientras "intentaban derribar un túnel" al sur de la franja
la ONU en Gaza, donde murieron 16 palestinos. Israel admitió haber abierto fuego en las inmediaciones del colegio, convertido en albergue para desplazados por la invasión israelí. La agencia para los refugiados palestinos de la ONU, UNRWA, acusó directamente a los israelíes de haber perpetrado este nuevo ataque mortal contra uno de sus colegios en Gaza. Entre los al menos 16 muertos había seis niños y dos trabajadores de UNRWA. El centro acogía a más de 3.200 palestinos. Es una de las escuelas que Naciones Unidas mantiene en el campo de refugiados de Yabalia, al norte de la Franja. El portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes, el teniente coronel Peter Lerner, aseguró están “investigando” la matanza en la escuela de Yabalia.
Por la tarde, un ataque en un mercado de gasóleo del distrito oriental de Shiyaiya, donde operan las tropas israelíes, mató a 17 civiles palestinos. Un primer bombardeo provocó un gran incendio que atrajo a bomberos, ambulancias y curiosos. Pero siguieron cayendo proyectiles, que causaron una escabechina entre estos civiles y los periodistas presentes.
Tras condenar el bombardeo del refugio de la ONU en Yabalia, Estados Unidos anunció el envío de nuevas remesas de armas a Israel, que está vaciando sus arsenales sobre la franja de Gaza. Según la agencia Reuters, están de camino nuevos proyectilesde mortero de 120mm y granadas de 40mm, entre otras armas y municiones.Israel había anunciado un alto el fuego "humanitario" de cuatro horas a partir de las tres de la tarde. Pero el cese de hostilidades no se aplicó en las zonas con presencia militar israelí. Horas después de la matanza, seguían bombardeando la zona periódicamente con morteros e hiriendo a cualquiera que se acercase.
El Ejército confirmó más tarde la muerte de tres soldados israelíes en el distrito de Jan Yunis, al sur del enclave palestino. Trataban de "derribar un túnel". Israel ha perdido 56 soldados y 3 civiles en esta ofensiva. Del lado palestino, los muertos superan ya los 1.350, el 75%, civiles. 350 de los muertos palestinos eran niños.
En Yabalia, más de 500 familias creyeron que la bandera y las divisas de la ONU les resguardarían de los cañones y de la aviación israelíes. Antes del amanecer del miércoles, al menos tres proyectiles golpearon el área. Destruyeron un aula atestada de gente, los servicios y un pequeño parque adyacente donde los desplazados palestinos dejaron más de una docena de mulas y burros. Sus cadáveres destripados señalaban la entrada al recinto, claramente marcada con los colores de Naciones Unidas. Otros portavoces admiten que las fuerzas israelíes dispararon en la zona, “en respuesta” a presuntos ataques desde las “proximidades” de la escuela.
La agencia de la ONU ha condenadoel bombardeo: “La pasada noche, unos niños murieron mientras dormían junto a sus padres en el suelo de aulas declaradas refugios de la ONU en Gaza. Matar a niños mientas duermen es una afrenta contra todos nosotros y un motivo de vergüenza universal”. El texto denuncia “en los términos mas firmes esta grave violación de las leyes internacionales por parte de las fuerzas israelíes”. El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, habló de un "ataque injustificable".
Es la segunda escuela de la ONU en la que Israel provoca una matanza desde el inicio de la ofensiva sobre Gaza, el pasado 8 de julio. Israel admite haber bombardeado un colegio en Beit Hanún el pasado jueves. Contra toda evidencia, el Ejército asegura que “estaba vacío” cuando lo golpearon con “una granada” de mortero. Pero patio y los pasillos encharcados de sangre de la escuela de la ONU, así como diversos supervivientes, contaban otra historia: la ONU estaba preparando la evacuación del refugio cuando Israel la bombardeó con varias granadas de mortero. 16 personas murieron en el ataque a la escuela de Beit Hanún, el jueves pasado, entre ellas un bebé y varios niños.
El martes por la noche en Yabalia, Raad Abdalal, de 19 años, dormía a raso en el patio del refugio de Yabalia cuando empezaron los bombardeos de Israel en la zona. Cuenta que toda el área empezó a iluminarse con fuego de aviación y de tanques. Sin otro lugar adónde ir, los desplazados trataron de meterse en las aulas. Junto a una de ellas, a la izquierda de la entrada al recinto, cayó un proyectil que hundió una pared y mató a un grupo de personas que intentaban descansar en sus colchonetas. Cuenta Adalal que allí se resguardaba Said Abu Yalala.
Escapó de la devastación de la localidad norteña de Beit Hanún, invadida por Israel la semana pasada. Murió en el bombardeo cuando dormía “junto a un grupo de niños”. Por la mañana quedaban grandes pedazos de gomaespuma empapada de sangre.
Ahmed Mosa, de 50 años, colaboró con Abdalal en el rescate de un hombre al que las bombas del miércoles “arrancaron los dos brazos”. Le dieron algún auxilio y trataron de parar la hemorragia hasta que llegaron las ambulancias. “Tardaron más de una hora”, recuerda. Los bombardeos implacables en la zona impidieron la llegada inmediata de los servicios de emergencia.
Más de 215.000 de los alrededor de 1,8 millones de habitantes de la Franja han buscado refugio en escuelas de la ONU. Con una nueva oleada de amenazas telefónicas masivas y mediante la distribución de octavillas, las Fuerzas Armadas israelíes ordenaron el martes la “evacuación” de diversos barrios y municipios del este y del norte del enclave palestino. La orden afecta a más de 400.000 gazatíes, que están viendo cómo las bombas de Israel también matan en los refugios de la ONU, los únicos lugares que creían seguros.
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