Los países de América Latina y el Caribe adoptaron hoy en Brasilia un nuevo plan a 10 años para fortalecer la protección de las personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares en la región.
Durante la reunión de dos días, organizada por la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el gobierno de Brasil, los países latinoamericanos y caribeños acordaron trabajar en conjunto en la búsqueda de soluciones innovadoras para proteger a los refugiados y diseñar nuevas estrategias que mejoren las oportunidades de integración.
Los participantes en el evento, que conmemoraba el 30º aniversario de la Declaración de Cartagena, también se pronunciaron por promocionar los programas de movilidad laboral.
Además, el compromiso de acabar con la apatridia para 2024 convertiría a América Latina y el Caribe en la primera región en responder a la petición del ACNUR.
El titular de ACNUR, António Guterres, describió este compromiso como “valiente, generoso y visionario”, pero advirtió que ahora la responsabilidad cae sobre la región para traducir estas intenciones en acciones concretas.
América Latina y el Caribe tienen más de 6 millones de desplazados, refugiados y solicitantes de asilo y recientemente empezó a lidiar con miles de niños no acompañados que huyen hacia el norte en busca de seguridad.
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