Los trabajadores de las fábricas de autos se encontraron con las puertas cerradas con candados y un aviso que les informaba que estaban bajo “licencia remunerada”.
“La decisión tiene como objetivo proteger la integridad física de los colaboradores mientras continúan las discusiones con los representantes sindicales con relación a la viabilidad de una de las fábricas del complejo”, señala un comunicado de la empresa.
Se trata de una planta a 100 km de la ciudad de Sao Paulo, en la que se producen autos Corsa Hatchback, Meriva, Zafira y Classic, y se emplea a 1.500 empleados.
“La empresa tomó en cuenta las fuertes evidencias, de las últimas horas y días, sobre movilizaciones internas en el complejo y entiende que el momento actual es delicado y prefiere no exponer a sus empleados a eventuales incitaciones y provocaciones comunes”, indicaron.
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