COLOMBIA
17 de julio
Indígenas y campesinos de la región del Cauca, en el sudoeste de Colombia, se enfrentaron este martes con soldados luego de que un efectivo fuera levantado y retirado en andas de su lugar de consigna, en un gesto simbólico del reclamo que hacen para que liberen su región.
El hecho se dio cuando unos mil nativos de la comunidad Páez llegaron hasta el cerro Berlín, en el municipio de Toribío, para obligar a los militares que vigilaban unas torres de comunicaciones a dejar el lugar, lo que generó rispideces y choques sin consecuencias serias.
Cuando los indígenas levantaron a un soldado, otro de los militares hizo un disparo al aire para intimidar, y los nativos respondieron arrojando tierra, en una situación que pudo verse en los canales Caracol y Telesur.
Las comunidades locales habían dado hasta la medianoche como plazo para que las dos partes del conflicto interno colombiano, militares y guerrilleros, abandonaran la zona, de cuya seguridad pretenden hacerse cargo a través de sus propios cuerpos, armados con simbólicos "bastones de mando".
El comandante dela Fuerza de Tarea Apolo, el general Jorge Jerez, relató que sus hombres se encuentran en una situación difícil porque los indígenas quemaron sus víveres y, simultáneamente, resisten ataques desde las montañas de parte de las FARC.
"Mis soldados no sólo están resistiendo los maltratos de los indígenas que hoy entraron y nos quemaron los víveres, sino también soportan los hostigamientos de los guerrilleros que atacan desde la parte alta", denunció Jerez.
El militar alimentó, de alguna manera, las denuncias de alianzas entre aborígenes e insurgentes.
"Uno se da cuenta de que hay un trabajo conjunto entre la guerrilla y los indígenas de sacar a las tropas de las áreas donde se está trabajando, donde se han bloqueado los corredores del narcotráfico y de movilidad", añadió Jerez.
La decisión de los locales de expulsar a militares y guerrilleros fue adoptada por la multiplicación de los ataques de las FARC en esa zona, mediante el lanzamiento de explosivos de fabricación artesanal contra estaciones policiales de varias localidades caucanas, pero especialmente en Toribío. Muchos artefactos se desviaron y afectaron casas habitadas por civiles.
Centenares de aborígenes desmontaron ya la semana pasada trincheras levantadas por policías y militares en la región, con el argumento de que su presencia incentiva ataques guerrilleros.
Los choques de hoy fueron seguidos del lanzamiento de gases por parte de los militares, según reportó Telesur, que citó además a Feliciano Valencia, miembro de la comunidad Paez, que explicó que "la intención no es agredir a nadie, sino decirles con la razón que nos asiste que nos cansamos de la guerra y no aguantamos más".
Como fondo de estos episodios, crece la polémica por la denuncia de una dirigente indígena que advirtió sobre un "pacto" entre sectores nativos y la guerrilla para sacar a militares de la zona.
"Es falso que estemos infiltrados por la guerrilla", subrayó el gobernador del cabildo indígena de Corinto, Héctor Vircué, en respuesta a Ana Silvia Secué, representante dela Organización Pluriculturalde Pueblos Indígenas de Colombia.
El presidente Juan Manuel Santos aseguró que no ordenará la salida de la fuerza pública de ninguna zona del país, por lo que los indígenas invitaron a Cauca al ex juez español Baltasar Garzón, que se desempeña en Colombia como asesor dela OEAen temas de derechos humanos, para explicarle la situación.
Secué dejó de manifiesto una división entre los indígenas al advertir de una supuesta alianza entre las FARC y los dirigentes del sector, palabras en las que se apoyó el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, para decir que eso "desenmascara" a las FARC y demuestra la influencia del grupo armado entre los indígenas.
Pero el gobernador Vircué señaló que aunque es cierto que algunos nativos se enrolaron en la insurgencia, "en términos generales no puede decir que la comunidad esté de acuerdo con ese grupo y que prueba de ello es que la movilización pretende excluir a la guerrilla" de ese territorio.
"No estamos intentando revertir el orden constitucional, sino garantizar el derecho a la vida. Igual estamos esperando a que el gobierno quiera iniciar un diálogo serio con nuestros pueblos", dijo Vircué a la cadena de radio Caracol.
Los líderes paeces afirman que la guardia indígena, conformada por cerca de 10 mil miembros que usan un bastón de mando como arma, puede hacerse cargo de la seguridad en la zona.
Se desconoce si hay heridos o muertos
Indígenas y militares se enfrentan
en el sur de Colombia por el desalojo de la Fuerza Pública
BOGOTÁ, 17 Jul.
Indígenas y militares colombianos han participado este martes en intensos enfrentamientos en Toribío, en el departamento de Cauca (suroeste), como consecuencia de la decisión de los nativos de desalojar a la Fuerza Pública, a la que responsabilizan, junto a la guerrilla, de los hechos violentos que se han registrado en esa zona rural.
Los cabildos indígenas habían dado de plazo hasta las 02.00 horas (09.00 horas en la España peninsular) a los soldados del Batallón de alta montaña número ocho de la Fuerza de Tarea Apolo para abandonar Toribío, advertencia que finalmente no fue acatada.
Cientos de aborígenes subieron hasta la pequeña base militar situada en cerro Las Torres para sacar a empujones a los militares, lo que provocó un enfrentamiento entre las partes, según informaron los cabildos a los medios locales. Hasta ahora se desconoce si hay heridos o muertos.
El comandante de la Fuerza de Tarea Apolo, general Jorge Humberto Jerez, ha denunciado que durante varios días los soldados han tenido que soportar acciones como éstas, pero que este martes la situación ha empeorado porque los indígenas han destrozado y quemado todos los víveres que tenían los militares.
Desde hace varios días, cientos de indígenas de Toribío se han encargado de desmantelar bases del Ejército, de la Policía y de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a los que acusan de promover la violencia en esa zona y en todo el departamento de Cauca.
La situación en Cauca empeoró hace una semana, cuando el Ejército radicalizó sus operaciones contra las FARC, después de que los guerrilleros lanzaran una de las peores ofensivas contra los militares que luchan contra el narcotráfico en esa región.
El municipio más afectado por la violencia es Toribío, donde 3.000 personas han tenido que abandonar sus casas. Además, el Ejército ha sufrido varias bajas, entre ellas dos militares que murieron el pasado jueves al caerse el avión en el que viajaban a la altura del municipio de Jambaló.
A pesar de la crítica situación que se vive en Toribío, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha dejado claro que no desmilitarizará Cauca y que los operativos continuarán hasta que hayan logrado desactivar todos los frentes de las FARC.
"RESPUESTA TARDÍA"
El gobernador de Cauca, Temístocles Ortega, ha denunciado en una cumbre extraordinaria con sus homólogos regionales que la respuesta del Gobierno de Santos ha sido "tardía y lenta", pues asegura que se trata de una crisis que se vive desde hace muchos tiempo sin que se hayan tomado las medidas pertinentes.
"El Cauca vive hoy un abandono histórico por parte del Estado", ha afirmado Ortega, al apostar por la conciliación entre los indígenas y el Estado para poner fin a la actual situación.
EL REPRESOR QUE FALTABA:
Llegó Garzón y se reune con indígenas del Cauca, en Colombia
El ex juez español Baltasar Garzón se ha reunido con los indígenas del Cauca (suroeste de Colombia), que le han pedido mediar tras los recientes enfrentamientos entre el Ejército y la guerrilla.
Una primera reunión entre Garzón y los indígenas se celebró el domingo por la noche en esa localidad y hoy prosiguió el encuentro, al que acudieron decenas de nativos que estudian la situación en el departamento del Cauca, donde en julio han aumentado los hostigamientos de la guerrilla de las FARC y los bombardeos de la fuerza pública.
El ex juez de la Audiencia Nacional, ha viajado varias veces a esta región para respaldar los derechos de los indígenas, pero, ha asegurado que, en esta ocasión, lo ha hecho por iniciativa propia y que "no había hablado aún con el Gobierno".Garzón ha vuelto a dejar claro que su papel no es de mediador sino de interlocutor entre los indígenas y el gobierno colombiano.
17 de julio
Indígenas y campesinos de la región del Cauca, en el sudoeste de Colombia, se enfrentaron este martes con soldados luego de que un efectivo fuera levantado y retirado en andas de su lugar de consigna, en un gesto simbólico del reclamo que hacen para que liberen su región.
El hecho se dio cuando unos mil nativos de la comunidad Páez llegaron hasta el cerro Berlín, en el municipio de Toribío, para obligar a los militares que vigilaban unas torres de comunicaciones a dejar el lugar, lo que generó rispideces y choques sin consecuencias serias.
Cuando los indígenas levantaron a un soldado, otro de los militares hizo un disparo al aire para intimidar, y los nativos respondieron arrojando tierra, en una situación que pudo verse en los canales Caracol y Telesur.
Las comunidades locales habían dado hasta la medianoche como plazo para que las dos partes del conflicto interno colombiano, militares y guerrilleros, abandonaran la zona, de cuya seguridad pretenden hacerse cargo a través de sus propios cuerpos, armados con simbólicos "bastones de mando".
El comandante dela Fuerza de Tarea Apolo, el general Jorge Jerez, relató que sus hombres se encuentran en una situación difícil porque los indígenas quemaron sus víveres y, simultáneamente, resisten ataques desde las montañas de parte de las FARC.
"Mis soldados no sólo están resistiendo los maltratos de los indígenas que hoy entraron y nos quemaron los víveres, sino también soportan los hostigamientos de los guerrilleros que atacan desde la parte alta", denunció Jerez.
El militar alimentó, de alguna manera, las denuncias de alianzas entre aborígenes e insurgentes.
"Uno se da cuenta de que hay un trabajo conjunto entre la guerrilla y los indígenas de sacar a las tropas de las áreas donde se está trabajando, donde se han bloqueado los corredores del narcotráfico y de movilidad", añadió Jerez.
La decisión de los locales de expulsar a militares y guerrilleros fue adoptada por la multiplicación de los ataques de las FARC en esa zona, mediante el lanzamiento de explosivos de fabricación artesanal contra estaciones policiales de varias localidades caucanas, pero especialmente en Toribío. Muchos artefactos se desviaron y afectaron casas habitadas por civiles.
Centenares de aborígenes desmontaron ya la semana pasada trincheras levantadas por policías y militares en la región, con el argumento de que su presencia incentiva ataques guerrilleros.
Los choques de hoy fueron seguidos del lanzamiento de gases por parte de los militares, según reportó Telesur, que citó además a Feliciano Valencia, miembro de la comunidad Paez, que explicó que "la intención no es agredir a nadie, sino decirles con la razón que nos asiste que nos cansamos de la guerra y no aguantamos más".
Como fondo de estos episodios, crece la polémica por la denuncia de una dirigente indígena que advirtió sobre un "pacto" entre sectores nativos y la guerrilla para sacar a militares de la zona.
"Es falso que estemos infiltrados por la guerrilla", subrayó el gobernador del cabildo indígena de Corinto, Héctor Vircué, en respuesta a Ana Silvia Secué, representante dela Organización Pluriculturalde Pueblos Indígenas de Colombia.
El presidente Juan Manuel Santos aseguró que no ordenará la salida de la fuerza pública de ninguna zona del país, por lo que los indígenas invitaron a Cauca al ex juez español Baltasar Garzón, que se desempeña en Colombia como asesor dela OEAen temas de derechos humanos, para explicarle la situación.
Secué dejó de manifiesto una división entre los indígenas al advertir de una supuesta alianza entre las FARC y los dirigentes del sector, palabras en las que se apoyó el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, para decir que eso "desenmascara" a las FARC y demuestra la influencia del grupo armado entre los indígenas.
Pero el gobernador Vircué señaló que aunque es cierto que algunos nativos se enrolaron en la insurgencia, "en términos generales no puede decir que la comunidad esté de acuerdo con ese grupo y que prueba de ello es que la movilización pretende excluir a la guerrilla" de ese territorio.
"No estamos intentando revertir el orden constitucional, sino garantizar el derecho a la vida. Igual estamos esperando a que el gobierno quiera iniciar un diálogo serio con nuestros pueblos", dijo Vircué a la cadena de radio Caracol.
Los líderes paeces afirman que la guardia indígena, conformada por cerca de 10 mil miembros que usan un bastón de mando como arma, puede hacerse cargo de la seguridad en la zona.
Se desconoce si hay heridos o muertos
Indígenas y militares se enfrentan
en el sur de Colombia por el desalojo de la Fuerza Pública
BOGOTÁ, 17 Jul.
Indígenas y militares colombianos han participado este martes en intensos enfrentamientos en Toribío, en el departamento de Cauca (suroeste), como consecuencia de la decisión de los nativos de desalojar a la Fuerza Pública, a la que responsabilizan, junto a la guerrilla, de los hechos violentos que se han registrado en esa zona rural.
Los cabildos indígenas habían dado de plazo hasta las 02.00 horas (09.00 horas en la España peninsular) a los soldados del Batallón de alta montaña número ocho de la Fuerza de Tarea Apolo para abandonar Toribío, advertencia que finalmente no fue acatada.
Cientos de aborígenes subieron hasta la pequeña base militar situada en cerro Las Torres para sacar a empujones a los militares, lo que provocó un enfrentamiento entre las partes, según informaron los cabildos a los medios locales. Hasta ahora se desconoce si hay heridos o muertos.
El comandante de la Fuerza de Tarea Apolo, general Jorge Humberto Jerez, ha denunciado que durante varios días los soldados han tenido que soportar acciones como éstas, pero que este martes la situación ha empeorado porque los indígenas han destrozado y quemado todos los víveres que tenían los militares.
Desde hace varios días, cientos de indígenas de Toribío se han encargado de desmantelar bases del Ejército, de la Policía y de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a los que acusan de promover la violencia en esa zona y en todo el departamento de Cauca.
La situación en Cauca empeoró hace una semana, cuando el Ejército radicalizó sus operaciones contra las FARC, después de que los guerrilleros lanzaran una de las peores ofensivas contra los militares que luchan contra el narcotráfico en esa región.
El municipio más afectado por la violencia es Toribío, donde 3.000 personas han tenido que abandonar sus casas. Además, el Ejército ha sufrido varias bajas, entre ellas dos militares que murieron el pasado jueves al caerse el avión en el que viajaban a la altura del municipio de Jambaló.
A pesar de la crítica situación que se vive en Toribío, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha dejado claro que no desmilitarizará Cauca y que los operativos continuarán hasta que hayan logrado desactivar todos los frentes de las FARC.
"RESPUESTA TARDÍA"
El gobernador de Cauca, Temístocles Ortega, ha denunciado en una cumbre extraordinaria con sus homólogos regionales que la respuesta del Gobierno de Santos ha sido "tardía y lenta", pues asegura que se trata de una crisis que se vive desde hace muchos tiempo sin que se hayan tomado las medidas pertinentes.
"El Cauca vive hoy un abandono histórico por parte del Estado", ha afirmado Ortega, al apostar por la conciliación entre los indígenas y el Estado para poner fin a la actual situación.
EL REPRESOR QUE FALTABA:
Llegó Garzón y se reune con indígenas del Cauca, en Colombia
El ex juez español Baltasar Garzón se ha reunido con los indígenas del Cauca (suroeste de Colombia), que le han pedido mediar tras los recientes enfrentamientos entre el Ejército y la guerrilla.
Una primera reunión entre Garzón y los indígenas se celebró el domingo por la noche en esa localidad y hoy prosiguió el encuentro, al que acudieron decenas de nativos que estudian la situación en el departamento del Cauca, donde en julio han aumentado los hostigamientos de la guerrilla de las FARC y los bombardeos de la fuerza pública.
El ex juez de la Audiencia Nacional, ha viajado varias veces a esta región para respaldar los derechos de los indígenas, pero, ha asegurado que, en esta ocasión, lo ha hecho por iniciativa propia y que "no había hablado aún con el Gobierno".Garzón ha vuelto a dejar claro que su papel no es de mediador sino de interlocutor entre los indígenas y el gobierno colombiano.
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