El equipo irlandés y sus leyendas fueron recibidos en el Castillo de Hillsborough por la realeza para ser honrados por su victoria en el Grand Slam.
La Reina se dispuso a saludar a los jugadores, y cuando llegó el turno de O’Gara, ícono en su país, el jugador tenía las manos en los bolsillos. Brian O’Driscoll, el capitán del equipo, presentaba a cada hombre y solo pudo llevarse la mano a la boca.
Esto podría haber pasado como un malentendido de no ser que el rugbier retiró sus manos de los bolsillos cuando la Reina comenzó a saludar a otros jugadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario