miércoles, 12 de septiembre de 2012

Diversas organizaciones sociales acudieron hoy al monumento a Salvador Allende frente al palacio de La Moneda, con llamados al pueblo chileno para que evite el "resurgimiento del fascismo".

CHILE

Homenaje a Allende en el corazón de Santiago        

Santiago de Chile, 11 sep (PL) 

Representantes de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), y de los Ejecutados Políticos, de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), de Comando de Exonerados de las Fuerzas Armadas, del Colegio de Profesores, de los estudiantes y de partidos políticos como el Comunista, Allendista y los socialistas, entre otros, rindieron tributo a Allende.

En uno de los discursos más aplaudidos, la presidenta de la AFDD, Lorena Pizarro, exclamó que dolía el alma al ver como hasta hoy se persigue al pueblo, y cómo se empiezan a asumir conductas terroristas por parte del gobierno.

"Vemos cómo en las comisaría el abuso a menores ya se está volviendo una costumbre, vemos cómo en las manifestaciones callejeras nuevamente autos civiles detienen y secuestran por horas niños y niñas. Nos indigna y nos duele porque esencialmente somos defensores de la vida y de la dignidad", expresó Pizarro.

La activista dijo sentir indignación también al ver los accesos a La Moneda enrejados, en alusión a las vallas de metal colocadas por la policía de Carabineros en los accesos al palacio de gobierno, y el depliegue de efectivos antimotines en los alrededores.

"No quieren que se muestre a este pueblo que, a pesar del dolor, que a pesar de la persecución, que a pesar de la pobreza y de la injusticia social, la conciencia se levanta y dice: aquí estamos para rendir tributo al más grande, noble y digno presidente que ha tenido nuestro país", enfatizó.

Y no está lejano el día -apostilló- en que esas rejas tendrán que salir de ahí, para permitirle al pueblo chileno avanzar libre por las Alamedas, y rendir el justo homenaje que merece Salvador Allende.

Por su parte el excoronel Pedro Guerrero, del Comando de los Exonerados Políticos, recordó cómo los miembros de las Fuerzas Armadas que no se sumaron al golpe fueron perseguidos.

El 11 de septiembre de 1973 "nació un proceso de desintegración del orden político y democrático de la nación, donde no se respetó la Constitución de 1925, dejándola sin efecto, al igual que al Congreso y los tribunales de justicia", recordó el exmilitar.

Para anular la acción de los tribunales, se establecieron los Consejos de Guerra, de los cuales todos los miembros del comando hemos sido víctimas.

En la base del monumento, donde se puede leer la frase de Allende "tengo fe en Chile y en su destino", fueron colocados coronas de flores a nombre de las diversas organizaciones sociales.

Simultáneamente fueron entonados canciones alegóricas a los hechos, himnos de las organizaciones y pronunciados espontáneos discursos de asistentes.

Con los brazos en alto, miembros de la CUT repetían una y otra vez: "compañero Salvador Allende, ahora y siempre".

Líderes de la juventud comunista, con su secretaria general al frente, Karol Cariola; y la vicepresidenta de la Confederación de Estudiantes de Chile, Camila Vallejo, también rindieron homenaje a las víctimas del golpe de Estado, y en fecha tan significativa como esta prometieron ser consecuentes con el ideario de justicia social de Allende.

"Su legado está más presente que nunca, y las bases de su proyecto son retomadas por los movimientos sociales", expresó Cariola.

Durante la dictadura militar más de 40 mil personas fueron desaparecidas, ejecutadas o torturadas, según informes oficiales.

CHILE

    11 de septiembre de 2012 - 10:01
En Chile, los estudiantes toman la estafeta

                
El Dr. Salvador Allende en el Palacio de la Moneda el 11 de septiembre de 1973. 
Por Marcela Águila Rubín, 


?En Chile surge una nueva generación que retoma la lucha de Salvador Allende y eso me da mucha esperanza?, asienta René Lechleiter. Afincado en el país sudamericano en tiempos del presidente socialista, el periodista suizo compartió con el pueblo chileno la esperanza de su proceso emancipador.


?Todavía se me eriza la piel cuando lo pienso. Es casi indescriptible: Millón y medio de personas, pueblo, pueblo, en la Avenida O?Higgins el 1 de mayo. Había gente de todos los barrios, madres con sus hijos, baile y cueca, banderas, gritos??

El sentimiento generalizado era: ?ahora sí, Chile se pone los pantalones largos y se mete a construir su propio país. Una cosa tremenda?, recuerda el especialista en América Latina.

En entrevista con swissinfo.ch, añade que había una gran esperanza, ?la gente se decía: ahora sí, con nuestras propias fuerzas podemos resolver la cuestión de la salud, de la vivienda? todos esos programas que empezó el gobierno de Allende con la participación masiva de la gente?.

Lechleiter describe también el afán con el que el pueblo chileno se volcó a limpiar las plazas o a arreglar lo que era menester con un trabajo voluntario.

?Había una gran alegría, un enorme entusiasmo acompañado de acontecimientos culturales como la nueva canción chilena? Víctor Jara??


Proceso de vida VS proceso de muerte

Pero el 11 de septiembre, hoy hace justo 39 años, un golpe militar, encabezado por Augusto Pinochet y orquestado desde Washington con el apoyo de las trasnacionales y la oligarquía, acabó con la fiesta de la democracia y sumió al país en una sangrienta dictadura.

?Se produjo un tremendo contraste entre un proceso de emancipación de todo un pueblo versus el proceso de aplastar esta esperanza con la muerte. Ese es el fondo del 11 de septiembre?. Empero, advierte, ?el proceso popular se interrumpió pero no se puede parar?.

En su opinión, los estudiantes, que han organizado concentraciones masivas en reclamo de la enseñanza gratuita en el país, tomaron ahora la estafeta, algo que no osó la generación precedente. ?Asustada por las amenazas de la dictadura, no se atrevió a rescatar lo que había antes (con Allende)?.


?Me gustan los estudiantes??

Ahora, de manera contraria, surge una nueva generación que advierte que con la privatización, los que tienen dinero, tienen educación. Eso es injusto, sobre todo para los jóvenes que tienen la vida por delante. Por ello los estudiantes reclaman que el Estado, que no es pobre, elija un sistema educacional para toda la población y no solamente para los ricos, analiza Lechleiter.

?Es una lucha muy justa, muy merecida, sin miedo a la represión y eso me da mucha esperanza porque va ser un ejemplo para otros países que cayeron en la economía neoliberal?.

En Chile, la imposición de ese sistema estuvo detrás del golpe. Y aún ahora persisten sus estructuras, incluso en sectores básicos como la educación y la salud que ?no está diseñada para tener habitantes sanos sino para sacar plusvalía. Se trata de obtener mucho dinero y no de conservar la vida. Excluye al pueblo, y eso es perverso?.


Un Putsch pre concebido

El gobierno de Allende velaba porque el pueblo tuviera acceso a esos y otros satisfactores, pero hicieron todo para desestabilizarlo. El también arquitecto suizo recuerda por ejemplo, aquella vez en que, para sortear las maniobras de desabasto de la oposición, el presidente hizo traer a Chile barcos de la Unión Soviética con pescado para la población chilena.

?Chile tiene 5mil kilómetros de costa pacífica. Sin embargo, en los años 70, no se comía pescado. Había problemas para alimentar a la gente. Allende, con la URSS, hizo llegar una flota pesquera muy desarrollada que preparaba el producto para su consumo y lo congelaba en los propios barcos.

?Lo lanzó a precios subvencionados, accesibles para todos. Empero, la prensa, la oposición de derecha, emprendió una tremenda campaña en la que decía que el pescado congelado perdía todo su valor nutritivo y que la iniciativa de Allende camuflaba una maniobra del Ejército Rojo para invadir el país?.


Un hito en la Historia

Las versiones de que ?el experimento socialista? de Allende fue un fracaso y que era urgente que Pinochet ?rescatara? al país, son una falacia. La andanada contra el Salvador Allende empezó desde que era candidato, acusa Lechleiter.

?Con el Gobierno de Allende parecía el fin de la Guerra Fría: Antes se decía que los comunistas pretendían tomar el poder por la fuerza, con una minoría e imponer una dictadura. En Chile, con el voto democrático había sido electo un presidente que se declaba abiertamente socialista. Una unidad popular, un frente formado con distintos partidos había logrado, con instrumentos absolutamente democráticos, llegar al gobierno: ¡Ese fue un hito en la Historia!?

Por supuesto, conviene nuestro interlocutor, en tres años, y con tantas maniobras de desestabilización, era imposible cambiar todo.

?Como ahora (Barak) Obama que ha dicho que en 4 años es imposible reparar los desarreglos que dejó (George) Bush? y Allende no tuvo ni tres años para  reparar todo un siglo de fracasos". 


Marcela Águila Rubín, swissinfo.ch

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