Michelle lo utilizó para la ceremonia de inauguración del segundo mandato de su marido, Barack Obama, sobre un abrigo de Thom Browne, que fue elaborado especialmente para ella para esta ocasión.
El diseñador no tiene pensado comercializar el ya famoso abrigo, así que lo único que podían comprar las fanáticas de la primera dama, son los guantes o los zapatos, también de J.Crew, que por ahora hay stock.
El efecto que tiene la mujer de Barack Obama sobre la industria de la moda en EEUU es solo comparable al conocido “Kate Effect”, el que tiene Kate Middleton.
Para los que pensaban que la firma americana iba a lucrarse gracias a su famosa modelo, se equivocan, hablando en directo en el programa “Today Show”, la directora creativa de la marca aseguró “que no van hacer una segunda producción de los accesorios de la primera dama, como muestra de respeto hacia ella y hacia su familia”.
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