sábado, 9 de marzo de 2013

Quebracho llora la muerte de uno de sus financistas.


Nos ha estremecido esa noticia, la que Ellos añoraban, la que nos espantaba.

Apuramos estas líneas, echamos manos a lo que tenemos al alcance para tratar de decir lo que queremos, para dar ánimo, no un ánimo impostado y condolente, sino el ánimo que se le da como hermano de combate a un combatiente. Estamos ahí al lado del bravo Pueblo Bolivariano, y confiados en su capacidad y su victoria.

Muchos especularan por estos días con internas del Partido, con acomodamientos de la derecha, con lo fulminante que puede ser la ausencia del líder.
Chávez es de esos muertos que no mueren. No murió Chávez, nació otro momento de la Revolución Bolivariana, y agárrense los escuálidos!

Con la grandeza de un estadista dejó una orden en su último mensaje:

“…quiero decir algo, aunque suene duro, pero yo quiero y debo decirlo, debo decirlo. Si como dice la Constitución, cómo es que dice, si se presentara alguna circunstancia sobrevenida, así dice la Constitución, que a mí me inhabilite, óigaseme bien, para continuar al frente de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, bien sea para terminar, en los pocos días que quedan… ¿Cuánto?, ¿un mes? Hoy es… Sí, un mes, un mes. Y sobre todo para asumir el nuevo período para el cual fui electo por ustedes, por la gran mayoría de ustedes, si algo ocurriera, repito, que me inhabilitara de alguna manera, Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir, como manda la Constitución, el período; sino que mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que —en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales— ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela.”

“En el marco de este mensaje, que por supuesto jamás hubiese querido transmitirles a ustedes, porque me da mucho dolor en verdad que esta situación cause dolor, cause angustia a millones de ustedes, pues, que hemos venido conformando una sólida… un solo ente, porque como decíamos y decimos, ya en verdad Chávez no es este ser humano solamente, Chávez es un gran colectivo, como decía el eslogan de la campaña: ¡Chávez, corazón del pueblo! Y el pueblo está aquí en el corazón de Chávez. (…) Tenemos Patria, tenemos una Patria ¡cuánto costó, cuánto costó recuperarla! Revivirla, levantarnos con ella entre dolores, entre pesares, recordemos cuanto ha costado, cuanto nos ha costado a millones, a millones.”

Y nos advertía y alertaba el Comandante: “No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para, bueno, mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria. No, no podrán, ante esta circunstancia de nuevas dificultades -del tamaño que fueren- la respuesta de todos y de todas los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras como diría Augusto Mijares, es unidad, lucha, batalla y victoria.”

“Sea como sea y con esto termino, hoy tenemos Patria, que nadie se equivoque. Hoy tenemos Pueblo, que nadie se equivoque. Hoy tenemos la Patria más viva que nunca, ardiendo en llama sagrada, en fuego sagrado. Sólo me resta decirles, con las buenas noches a las diez y diez minutos de esta noche del sábado  ¡Hasta la victoria siempre! Unidad, batalla y victoria. A cuidar a Nicolás Maduro, cerrar filas con la Revolución y con Nicolás Maduro.”

Hasta siempre Comandante  de los pueblos del mundo. Comandante de los sueños. Comandante de la de la esperanza. Comandante del amor y la rebeldía. Comandante de los llanos y los ríos y los pájaros.

Hasta siempre Comandante de los anticapitalistas. Comandante de los que luchan por otro mundo posible. Comandante de la humildad y el decoro. Comandante de la dignidad y la igualdad.

Hasta siempre Comandante de la vida. Comandante de los niños. Comandante de los viejos. Comandante de la juventud. Comandante de las mujeres y los hombres. Comandante de la risa inocente y ligera, Comandante de historias y vivencias.

Hasta siempre Comandante de la naturaleza. Comandante del mar y de los vientos, Comandante de las ideas y las palabras. Comandante de la poesía y los juegos de niños. Comandante de los cantos. Comandante del compromiso y la militancia.

Hasta siempre Comandante del pensamiento Bolivariano. Comandante del legado heroico del Ejército del Libertador.

Hasta siempre Comandante de los pobres y abandonados de la tierra. Comandante de la Utopía. Comandante de los enfermos y discapacitados. Comandante de los socialistas y comunistas verdaderos.

Hasta siempre Comandante de la Patria. Comandante de Nuestra América. Comandante de la libertad y autodeterminación de los pueblos. Comandante del antiimperialismo. Comandante anticolonialista.

Hasta siempre Comandante de la democracia y la participación de los pueblos. Comandante del ALBA. Comandante de Unasur. Comandante de la unidad e integración de los pueblos.

Hasta siempre Comandante de la rebelión del 4 de febrero y del febrero rebelde. Comandante de Comandantes.

Hasta siempre Comandante de la independencia y la soberanía.

Comandante de la Unidad, de la unidad y la unidad.

No es una pretensión inconsistente y retórica afirmar nuestra confianza ciega en la fortaleza de este pueblo que no una vez sino muchas -contra el secuestro y golpe de estado del 2002, contra el lockout del 2002-2003, contra las guarimbas, contra los planes desestabilizadores, en las elecciones una y otra vez- afirmó el camino que está dispuesto a recorrer.

No hay mucho más que decir apurando líneas para cumplir con los requerimientos de impresión. Hay dolor claro, bronca, angustia, puteadas atravesadas, duele claro, duele. Pero la Revolución Bolivariana ahí está. El Bravo Pueblo Bolivariano seguirá ese camino que viene transitando con esfuerzo y valor. Porque los pueblos de Nuestra América caminan juntos.

El Cantor de la Patria Alí Primera, premonitorio, profeta, cantó  sin saberlo entonces para este momento de Nuestra América:

“Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos / y a partir de este momento es prohibido llorarlos / que se callen los redobles en todos los campanarios / vamos pu pal carajo que para amanecer
no hacen falta gallinas sino cantar de gallos / ellos no serán bandera para abrazarnos con ella / y el que no la pueda alzar que abandone la pelea / no es tiempo de recular, no de vivir de leyendas “

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