viernes, 26 de abril de 2013

Capriles contra América Latina.

VENEZUELA

Por: Eduardo Rothe | Miércoles, 24/04/2013 
Quien ve lo presente ve todas las cosas: las que ocurrieron en el insondable pasado, las que van a ocurrir. (Marco Aurelio)

La contraofensiva de los Estados Unidos contra la nueva unidad latinoamericana ya cuenta con algunas victorias como la firma de tratados de libre comercio y los golpes parlamentarios de Honduras y Paraguay. El golpe en cámara lenta de Capriles, dos veces derrotado excandidato presidencial venezolano, ya causó 10 muertos (entre ellos 2 niños) y forma parte de esta contraofensiva, coordinada en Venezuela con el ex presidente Uribe y sus grupos paramilitares, con recursos de la CIA, la derecha europea, y sus ONGs en Venezuela.


XENOFOBIA
Otras señales del golpe de Capriles es la reaparición mediática de dos expresidentes de la petrolera PDVSA: Gustavo Rossen, hábil conspirador, y el torpe Guaicaipuro Lameda. Junto a ellos emergieron en la Televisión otros participantes del golpe de 2002 que entonces promovieron el anticomunismo y la xenofobia anticubana. Esta vez, sin embargo, todos añadieron a su discurso el racismo anticaribeño y antilatinoamericano: Nicolás Maduro es acusado de ser colombiano o hijo de colombianos, y  Capriles descalifica personalmente a los jefes de Estado que vinieron y siguen viniendo a despedir y rendir honores al Comandante Hugo Chávez.
En la calle esta política se manifestó en ataques contra las servicios de salud donde trabajan médicos cubanos (Barrio Adentro para la atención primaria y los avanzados Centros de Diagnóstico Integral CDI) en cuya defensa cayeron asesinados varias de las víctimas de la violencia opositora iniciada el 15 de abril, al día siguiente del estrecho pero claro triunfo de Maduro.  
MALVINAS Y MISOGINIA
Según el candidato derechista, potencias como Rusia, China y Brasil son mendigos que viven de la caridad venezolana (?) mientras que la pequeña y bloqueada Cuba sería un imperio que ocupa a Venezuela. En la vehemencia de Capriles se destaca su ensañamiento con las mujeres, venezolanas o extranjeras, que ocupan cargos públicos; para los chavistas esto tiene más que ver con una falla de carácter que con geopolítica: la Ministra de la Mujer del gobierno venezolano lo acusó abiertamente de misógino. Además, sus repetidas y groseras descalificaciones  de la Presidenta Cristina de Argentina parecen compaginarse con el apoyo tácito de Capriles a la ocupación británica de las Malvinas: lo contrario de un campeón continental como Chávez, este líder derechista es uno de los pocos, fuera de Estados Unidos e Israel, que apoya el bloqueo estadounidense a la República de Cuba.
CONTRA TELESUR
Una gran ventaja política y electoral de Capriles es su absoluta libertad de decir cualquier cosa sin obligación alguna, ni siquiera de coherencia con lo que dijo antes o dirá después. Pero cuando afirma que un cambio en Venezuela significaría un cambio en América Latina sabe muy bien lo que dice: ese cambio es la meta su  política contra los organismos de la unión, ALBA, CELAC,  MERCOSUR, PETROCARIBE, UNASUR etc. Tal como el asedio y agresión de sus grupos motorizados a la interestatal TeleSUR, sobre la que el lider derechista ya afirmaba, en el punto 138 de su Programa que, de llegar al poder, estudiaría las condiciones en que se encuentran Telesur y Radio del Sur para servir efectivamente como parte de proyecto de integración de América Latina. Aquí la ambigüedad, característica de las propuestas de Capriles no es más que un eufemismo para la nacionalización y posterior privatización de TeleSUR, que sería vendida al Grupo Prisa español.
CONTRA VENEZUELA
El reconocimiento a regañadientes del Presidente Maduro por los gobiernos europeos de la OTAN no impide que Estado Unidos mantenga su apoyo al golpe de Capriles, a sabiendas que lo de sus socios de la OTAN es un provisional, mientras se logra un quiebre de gobernabilidad en Venezuela, o la violencia de calle alcanza tal gravedad que obligue a un pronunciamiento militar que justifique una ruptura en cadena y una ingerencia abierta.  Para Washington lo que esta en juego no es la ya imposible presidencia de un Capriles evidentemente incapaz llevar a buen término la liquidación del chavismo, sino su capacidad de desequilibrar a Venezuela mediante la violencia, lo suficiente para desmontar o entrabar la unidad latinoamericana. Para ese propósito de romper o entrabar la unión de América Latina Capriles es perfecto, pues parece despreciar a los gobiernos y pueblos del continente tanto como al gobierno y a la mayoría del pueblo de Venezuela.
SU NORTE ES EL NORTE
En lo que se refiere al gran proyecto bolivariano y sanmartiniano sellado con el abrazo de Guayaquil, al sueño de Martí, Morazán, Villa y Zapata, Sandino, el Ché Guevara, y tantos otros, para Capriles y sus seguidores, ese sueño no pasa de sueño. En la grandeza de Chávez no ven sino un mito, ante el cual hoy se proclaman realistas como hace 200 años. Los que, aliados al Imperio, inundaron los campos para que el Libertador arase en el mar, los que enfrentaron y mataron a Bolívar, son los mismos que enfrentaron y mataron a Chávez.

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