viernes, 26 de abril de 2013

Corte anula juicio contra Ríos Montt en Guatemala.

GUATEMALA

LA IMPUNIDAD SIGUE


RETRATO DE UN GENOCIDA

Por Allan Nairn, abril 19, 2013
Common Dreams

Por  un instante pareció que en Guatemala se estaba a punto de hacer justicia.

Pero unas horas antes de que una corte emitiera un veredicto, el juicio por genocidio contra el general Efraín Ríos Montt acaba de ser suspendido.

La decisión de último momento de suspender el caso fue técnicamente tomada por un tribunal de apelaciones.

Pero detrás de la decisión se encuentra la intervención secreta del actual presidente de Guatemala como también las amenazas de muerte contra los jueces y fiscales hechas por asociados del ejército de Guatemala.

Docenas de mayas sobrevivientes de las masacres arriesgaron sus vidas al servir de testigos. Pero ahora con la decisión tomada desde arriba, el registro escrito de los testimonios de la corte que ellos valientemente habían ayudado a crear, ha sido borrado.

El siguiente relato de mi conocimiento personal sobre el caso fue escrito hace varios días. Se me pidió que lo mantuviera en privado hasta que se llegara al veredicto.

"Sería un error creer que este caso redundara en beneficio de los gobernantes de Guatemala.

Este caso se les impuso desde abajo. Lo último que ellos desean es justicia.

Pero ellos estuvieron de acuerdo en ingerir una dosis parcial porque las fuerzas políticas eran tales que ellos no tenían otra alternativa y porque pensaron que sacrificando a Ríos Montt ellos podrían salirse con la suya, salvando así su propio pellejo.

Fui llamado a testificar en el caso contra Ríos Montt, se me consideró como un `testigo calificado' y estaba tentativamente programado para testificar el lunes 15 de abril. Pero en el último momento se me impidió tomar el estrado `para evitar una confrontación con el ejecutivo [guatemalteco]'.


Se me dio a entender, que lo que eso significaba era, que el general Otto Pérez Molina, el presidente de Guatemala, cancelaría el juicio si yo subía al estrado ya que mi testimonio podría implicarlo a él.


Más allá de eso, existía el temor, concretamente manifestado, de que al tomar el estrado y dada la naturaleza de mis pasados escritos y declaraciones yo implicaría a la `institución armada" y eso podría desatar la violencia.

El trato bajo el cual Pérez Molina y la elite gobernante del país habían permitido que el caso siguiera su curso era que, únicamente Ríos Montt y su codefendido, el general Mauricio Rodríguez Sánchez serían los afectados. El resto de los miembros del ejército al igual que Pérez Molina saldrían ilesos.

Sobre esa base, quedó entendido que Pérez Molina, se abstendría de anular el juicio contra Ríos Montt, y más importante todavía se encargaría de evitar que miembros del antiguo cuerpo de oficiales asesinara a los fiscales y a los testigos, como también frenar a cualquier escuadrón de matones que podría ser montado por los oligarcas del CACIF (Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras).  (Pérez Molina tiene poder de facto para anular el caso vía la intervención secreta con la Corte de Constitucionalidad y otras cortes)

Este entendimiento fue considerado como vital para la sobrevivencia tanto del juicio como de aquellos envueltos en el mismo. Asociados del ejército habían amenazado ya a la familia de uno de los fiscales más importantes, y a la mitad del juicio uno de los tres jueces que presiden el caso había recibido amenazas de muerte.

En el caso de uno de esos amenazados de muerte, un hombre le había ofrecido a él un soborno de un millón de dólares estadounidenses como también asesoramiento en el manejo de cuentas en el extranjero y en lavado de fondos. Todo lo que el abogado tenía que hacer era estar de acuerdo en detener el caso de Ríos Montt.

Cuando el intento de soborno no funcionó, el ángulo cambio: El hombre sacó una pistola y la puso sobre la mesa y dijo que el sabía donde encontrar al hijo del abogado.

Pero hasta aquí ninguna persona a cargo del juicio ha sido asesinada. Aunque las cosas estaban tensas, el trato se mantenía.


Pero para la conmoción de muchos y para los titulares de la prensa mundial que por mucho tiempo había fallado en reportar adecuadamente sobre el terror en Guatemala, todo cambió repentinamente el 5 de abril cuando Hugo Ramiro Leonardo Reyes, un ex mecánico del ejército, testificó vía videoconferencia desde un lugar desconocido que Pérez Molina había ordenado la ejecución de atrocidades.

Testificando con la cara parcialmente cubierta por una cachucha de beisbol, él habló a cerca de los asesinatos cometidos por el ejército de Ríos Montt y luego inesperadamente agregó que uno de los principales perpetradores había sido Pérez Molina quien, según su relato, había ordenado ejecuciones y la destrucción de aldeas.

Según el testigo, esto ocurrió durante las masacres en los alrededores de Nebaj, cuando Pérez Molina servía como comandante de operaciones de Ríos Montt en 1982-83.

Da la casualidad que durante ese periodo de tiempo yo había estado ahí y me encontré con Pérez Molina quien en ese entonces se hacía pasar como el mayor Tito Arias.

Lo había filmado en entrevistas varias veces. En una ocasión observamos juntos los cuerpos de cuatro guerrilleros capturados que él había interrogado. Sin que él escuchara, los subordinados de Pérez Molina me dijeron como, actuando bajo órdenes, ellos rutinariamente capturaban, torturaban y llevaban a cabo  múltiples ejecuciones de civiles.

El hecho de que el testigo haya mencionado el pasado de Pérez Molina evidentemente enfureció al presidente. Él denunció públicamente al testigo y ordenó que fuera investigado.

Luego citó a la Fiscal General. Se corrió el rumor de que si en el juicio se mencionaba de nuevo el nombre de Pérez Molina, todos los acuerdos previos serian suspendidos. La cancelación del juicio a Ríos Mont sería lo de menos: el precio a pagar sería muy alto.

El caso continuó como se había acordado originalmente con Pérez Molina. Mi testimonio fue cancelado, y del registro de la corte se eliminó cualquier evidencia que pudiera implicar aún más al presidente.

Bajo las leyes de Guatemala, el presidente en funciones no puede ser enjuiciado. El periodo presidencial de Pérez Molina finaliza en el 2016.

Este es un pequeño pero revelador aspecto del caso. La historia de la masacre todavía no ha terminado".

Después de haber escrito el relato mencionado arriba, el ejército de Guatemala y la oligarquía se manifestaron. Ellos empezaron a sentir que no tenían la necesidad política de sacrificar a Ríos Montt. Como lo escuchó Pérez Molina de boca de la propia elite, sus intereses y los de Ríos Montt convergían.

El 16 de abril Pérez Molina dijo públicamente que el juicio era una amenaza para la paz. El 18 de abril, hoy, el juicio por genocidio contra Ríos Montt fue suspendido.

(Con relación a las fuentes: Para algunas de mis entrevistas filmadas con Pérez Molina, ver el documental ¡Skoop! Dirigido por Mikael Wahlforss. EPIDEM, Scandinavian televisión, 1983. Largos pasajes de este documental, bajo el título, Titulares de Hoy, está disponible en el sitio web de Jean-Marie Simon quien fue mi colega en el film. También se pueden ver sus fotografías y la narrativa en su libro, Guatemala: Eternal Spring, Eternal Tyranny, W.W. Norton, 1988.

Para un detallado y contemporáneo reportaje sobre las masacres de Ríos Montt ver mi pieza publicada en la edición del 11 de abril de 1983 en The New Republic: "The Guns of Guatemala: The merciless misión of Rios Montt Army". El articulo cita a algunos de los subordinados de Pérez Molina y brevemente lo menciona como el "Mayor Tito". Al momento de escribir el artículo y cuando trabajaba en el film no sabía su nombre real.

Los pasajes del film en You Tube se propagaron viralmente en Guatemala durante la campaña presidencial de Pérez Molina en el 2011. Durante la campaña Pérez Molina se mostró evasivo a cerca de si realmente él era el "Mayor Tito", aunque más tarde salió a luz que él lo había admitido en años anteriores pero luego había intentado ocultar esa admisión.

También pueden ver mi artículo del 17 de abril, 1995 en The Nation, "C.I.A. Death Squad: Americans have been directly involved in Guatemalan Army killings". El artículo reporta sobre el apoyo de EUA a la G-2, la unidad de inteligencia militar guatemalteca que elegía sus blancos para ser asesinados y desaparecidos y muy a menudo efectuaba sus propios asesinatos y tortura. El artículo menciona a Pérez Molina como "uno de los últimos tres jefes de la G-2 [quienes] de acuerdo a fuentes de inteligencia de EEUU y de Guatemala han estado en la nómina de pagos de la C.I.A.".

El artículo agrega que el entonces coronel "Pérez Molina, quien ahora dirige el Estado Mayor Presidencial y supervisa el Archivo, fue acusado en 1994, cuando de acuerdo a la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, se encontró evidencia del involucramiento del Estado Mayor en el asesinato del juez Edgar Ramiro Elías Ogaldez".

Igualmente, en el momento de la publicación del artículo en The Nation, yo aún desconocía que Pérez Molina era Tito.

Para conocer a cerca del papel de los EEUU en el apoyo dado a Ríos Montt pueden consultar el artículo que escribí para el Washington Post: "Despite Ban, U.S Captain Trains Guatemalan Military", octubre 21,1982, página 1.

Después de la publicación de mi artículo en The Nation, el ejército guatemalteco envió a un emisario quien me invitó a almorzar en un lujoso hotel y muy amablemente me dijo que me matarían si no retiraba el artículo. El ejército continuamente asesinaba a guatemaltecos, pero para un periodista de los Estados Unidos la amenaza sonaba vacía. El hombre que me amenazó posteriormente se convirtió en una excelente fuente de información.)

GUATEMALA

IMPUNIDAD Y REARTICULACIÓN DE LOS ACTORES EN CONTRA DEL PUEBLO, 
EN EL JUICIO POR GENOCIDIO 

El partido Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), a la opinión pública nacional e internacional manifiesta: 
1. En el juicio seguido contra los generales José Efraín Ríos Mont y José Mauricio Rodríguez Sánchez, sindicados por genocidio, se ha evidenciado la continuidad de la impunidad implementada desde la época contrainsurgente como elemento consustancial a la represión como política del Estado, siendo el sistema de administración de justicia, uno de los principales soportes de esta política. En este caso se evidencia la utilización, manipulación y distorsión del ordenamiento jurídico vigente para entrampar el proceso, obstruir la justicia y favorecer a los sindicados. 

2. Irrespetando la independencia de poderes establecidos en la Constitución Política de la República, el actual presidente General Otto Pérez Molina, en reiteradas ocasiones ha emitido opiniones, negando la existencia de actos de genocidio durante la guerra interna. Esta posición política la ha implementado la Asociación de Veteranos Militares de Guatemala (AVEMILGUA), la apócrifa Fundación contra el Terrorismo, y otras organizaciones, cuyas acciones no hacen más que recordar los procedimientos que utilizaron unidades operativas de la inteligencia militar. En esta misma dirección se inscribe la declaración distorsionadora de la realidad, que con el título de ?Traicionar la paz y dividir a Guatemala?, emitió un conjunto de ex funcionarios del gobierno de Álvaro Arzú, quienes aseveraron que el juzgamiento de los delitos antes señalados, conllevaría ?la reaparición de la violencia política?, pretendiendo con ello exculpar al Estado de su responsabilidad en la aplicación de la represión contra del pueblo. 

3. El Informe de la Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH), emitido en febrero de 1999, y aceptado públicamente por URNG y cuyas recomendaciones han sido desestimadas por todos los gobiernos a partir de la firma de la paz, estimó que durante la guerra interna se produjeron más de 200,00 muertos y desaparecidos, identificó la comisión de por lo menos cuatro actos de genocidio, especificando dentro de ellos al pueblo Ixil, y señaló a su vez la responsabilidad del Estado en el 93% de los hechos cometidos. 

del recrudecimiento de la violencia política ejercida aún hoy en día por el Estado en contra del pueblo, quien actúa legítimamente por la defensa de sus derechos y que, por el contrario, es sindicado, perseguido, capturado, secuestrado y asesinado, utilizando los mismos métodos que en el pasado. 
4. Los aspectos señalados fueron identificados en el marco de los Acuerdos de Paz, habiéndose suscrito compromisos para solucionarlos de la mejor manera. Sin embargo, después de su incumplimiento, asistimos a un proceso de continuado deterioro político, social, económico, cultural, ambiental y ético, que hubiese podido ser evitado, además 

En base a lo anterior, URNG llama a: 
1º. Retomar el cumplimiento de los Acuerdos de Paz, como el camino establecido para lograr la paz firme y duradera, la democracia y el desarrollo resaltándose en este momento las profundas e indispensables reformas al sistema de justicia y el apego de la Ley de Reconciliación Nacional, que excluye expresamente los delitos de genocidio y crímenes de lesa humanidad, los cuales son imprescriptibles. 
2º. Respetar plenamente la autonomía del sistema de administración de justicia y erradicar las maniobras que reproducen la impunidad como se ha observado en el momento actual. 
3º. Reafirmar la solidaridad con las víctimas y sobrevivientes del genocidio y en particular con el pueblo Maya-Ixil, exhortándoles a mantener vigente su memoria histórica, la exigencia y defensa de sus derechos y su inclaudicable lucha por la verdad y la justicia. 
4º. Solicitar a la comunidad internacional y a los organismos establecidos en materia de derechos humanos y justicia, a continuar acompañando los procesos de lucha contra la impunidad, la observancia de los derechos de la población y la aplicación del derecho internacional. 
5º. Cesar inmediatamente la represión contra el pueblo y la persecución selectiva, pública y privada, en contra de dirigentes sociales, afiliados y militantes de URNG. 
COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL 
Guatemala, 19 de abril de 2013 

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