REPUBLICA POPULAR DE COREA
Pyongyang, 2 de abril (ACNC) -- Se reveló otra vez el nuevo hecho que
prueba el carácter provocativo y la peligrosidad de las maquinaciones
hostiles de Estados Unidos contra la República Popular Democrática de Corea.
Como es conocido por todos, en dos años últimos EE.UU. aumentó más de 11
mil efectivos militares ocupantes del Sur de Corea.
Los armamentos mortíferos y las unidades ya ubicados y los que van a
reforzarse este año sirven para el ataque preventivo nuclear y la
realización de la guerra química en la tierra y el aire.
Si estos se suman a los equipos entregados a los títeres surcoreanos, su
cantidad será tan inmensa que se pueda llevar a cabo una guerra total.
La realidad prueba otra vez que la recrudescente provocación de EE.UU.
no parte del lanzamiento del satélite con fines pacíficos y la prueba
nuclear de autodefensa realizados recientemente por la RPDC.
El aumento de las fuerzas de los efectivos norteamericanos ocupantes del
territorio surcoreano y las provocaciones anti-RPDC se basan en la
estrategia de EE.UU. de tomar con seguridad la heguemonía militar en la
región del Nordeste Asiático al ocupar la Península Coreana, punto
estratégico en esta zona.
La situación de hoy se ha creado por el maligno designio de EE.UU. de
desatar la segunda guerra nuclear agravando al máximo la situación de la
Península Coreana este año del 60º aniversario de la firma del Acuerdo de
Armisticio de Corea.
Con esto, se ha hecho más evidente que son los actos bandidescos que
convierten lo negro en lo blanco, las maniobras de EE.UU. y las fuerzas
hostiles que califican el lanzamiento del satélite y la prueba nuclear de la
RPDC de destruir la paz y la estabilidad de la Península Coreana.
Por esta razón, la RPDC rechaza totalmente las "resoluciones de sanción"
del Consejo de Seguridad de la ONU y toma una tras otra las contramedidas
superintransigentes.
Todo esto es para defender la dignidad y la soberanía de la nación, la
justicia y la verdad de la humanidad frente a las coacciones y las
arbitrariedades de EE.UU. y las viles acciones serviles del CS de la ONU
carente de la imparcialidad.
La verdad no puede ser adoptada mediante votación a manos alzadas.
Lo testimonia la resistencia de un científico quien unos siglos antes
sacrificó hasta su vida gritando: "pero la Tierra gira" con el objetivo de
defender la verdad aun en medio de la vejación religiosa.
La brillante victoria de la joven RPDC en la pasada guerra coreana en
que frustró la invasión armada del imperialismo yanqui que inventó hasta la
"resolución" de la ONU jactándose de la "supremacía" mundial y sus fuerzas
aliadas, fue el ejemplo magnífico de la historia moderna sobre la
invencibilidad de justicia y verdad.
En el mundo civilizado de hoy en que la verificación de la independencia
es la corriente de la época, unos Estados, poseedores de las armas nucleares
no pueden representar las distintas ideologías, regímenes, tradiciones y
cultos de otros países ni definir sus destinos.
Si el imperio y sus satélites siguen recurriendo a las maquinaciones de
aplastamiento anti-RPDC, no evitarán el implacable castigo de la Corea del
Songun.
La justicia y la verdad vencen a la injusticia y la falsedad, lo que es
la inevitabilidad de la historia.
Pyongyang, 2 de abril (ACNC) -- Se reveló otra vez el nuevo hecho que
prueba el carácter provocativo y la peligrosidad de las maquinaciones
hostiles de Estados Unidos contra la República Popular Democrática de Corea.
Como es conocido por todos, en dos años últimos EE.UU. aumentó más de 11
mil efectivos militares ocupantes del Sur de Corea.
Los armamentos mortíferos y las unidades ya ubicados y los que van a
reforzarse este año sirven para el ataque preventivo nuclear y la
realización de la guerra química en la tierra y el aire.
Si estos se suman a los equipos entregados a los títeres surcoreanos, su
cantidad será tan inmensa que se pueda llevar a cabo una guerra total.
La realidad prueba otra vez que la recrudescente provocación de EE.UU.
no parte del lanzamiento del satélite con fines pacíficos y la prueba
nuclear de autodefensa realizados recientemente por la RPDC.
El aumento de las fuerzas de los efectivos norteamericanos ocupantes del
territorio surcoreano y las provocaciones anti-RPDC se basan en la
estrategia de EE.UU. de tomar con seguridad la heguemonía militar en la
región del Nordeste Asiático al ocupar la Península Coreana, punto
estratégico en esta zona.
La situación de hoy se ha creado por el maligno designio de EE.UU. de
desatar la segunda guerra nuclear agravando al máximo la situación de la
Península Coreana este año del 60º aniversario de la firma del Acuerdo de
Armisticio de Corea.
Con esto, se ha hecho más evidente que son los actos bandidescos que
convierten lo negro en lo blanco, las maniobras de EE.UU. y las fuerzas
hostiles que califican el lanzamiento del satélite y la prueba nuclear de la
RPDC de destruir la paz y la estabilidad de la Península Coreana.
Por esta razón, la RPDC rechaza totalmente las "resoluciones de sanción"
del Consejo de Seguridad de la ONU y toma una tras otra las contramedidas
superintransigentes.
Todo esto es para defender la dignidad y la soberanía de la nación, la
justicia y la verdad de la humanidad frente a las coacciones y las
arbitrariedades de EE.UU. y las viles acciones serviles del CS de la ONU
carente de la imparcialidad.
La verdad no puede ser adoptada mediante votación a manos alzadas.
Lo testimonia la resistencia de un científico quien unos siglos antes
sacrificó hasta su vida gritando: "pero la Tierra gira" con el objetivo de
defender la verdad aun en medio de la vejación religiosa.
La brillante victoria de la joven RPDC en la pasada guerra coreana en
que frustró la invasión armada del imperialismo yanqui que inventó hasta la
"resolución" de la ONU jactándose de la "supremacía" mundial y sus fuerzas
aliadas, fue el ejemplo magnífico de la historia moderna sobre la
invencibilidad de justicia y verdad.
En el mundo civilizado de hoy en que la verificación de la independencia
es la corriente de la época, unos Estados, poseedores de las armas nucleares
no pueden representar las distintas ideologías, regímenes, tradiciones y
cultos de otros países ni definir sus destinos.
Si el imperio y sus satélites siguen recurriendo a las maquinaciones de
aplastamiento anti-RPDC, no evitarán el implacable castigo de la Corea del
Songun.
La justicia y la verdad vencen a la injusticia y la falsedad, lo que es
la inevitabilidad de la historia.
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