Los 36.000 participantes, con brazaletes negros, observaron 30 segundos de silencio a las 10H00 locales (09H00 GMT) al darse la salida de la carrera élite de hombres y del gran público, bajo la mirada de miles de espectadores congregados en las calles de Londres.
Tras la explosión el lunes de dos bombas a algunos metros de la llegada del maratón de Boston, que dejaron tres muertos y 180 heridos, el dispositivo de seguridad del evento londinense ha sido reforzado aunque la policía subraya que el “nivel de amenaza” no ha aumentado.
Un 40% de policías suplementarios respecto a 2012 han sido desplegados, lo que representa un aumento de “varios centenares” de hombres, según Scotland Yard, que no quiso comunicar cifras precisas.
Scotland Yard, que trabaja en estrecha colaboración con el FBI (Oficina Federal de Investigaciones) y la policía de Boston, afirmó que “no existe vínculo conocido entre las atrocidades cometidas en el maratón de Boston y el maratón de Londres”.
“Los policías tendrán una presencia visible para tranquilizar a la gente, procederán a registros, entre otras medidas, para garantizar que el acontecimiento sea tan seguro y divertido como de costumbre” dijo el responsable del maratón, Nick Bitel.
Los espectadores se congregaban a lo largo de los 42,195 km de recorrido, que comienza en Greenwich, en el este de Londres, luego serpentea a lo largo del Támesis hasta los alrededores de Buckingham Palace, tras pasar por varios lugares emblemáticos de la capital, como los rascacielos de Canary Wharf, el Tower Bridge, el Big Ben y el parlamento, cerca de la llegada en el Mall.
El príncipe Enrique, tercero en el orden de la sucesión al trono, entregará las medallas. Sus servicios indicaron que no se prevé ningún cambio en el programa tras el atentado de Boston.
En señal de solidaridad, los corredores han sido invitados a llevar un brazalete negro durante la carrera. Además, por cada corredor que atraviese la línea de meta, los organizadores entregarán dos libras (2,35 euros) a un fondo de ayuda a las víctimas de los ataques.
Los principales atletas inscritos confirmaron su participación. El mas esperado era el británico Mo Farah, medalla de oro de 5.000 y 10.000 metros en los Juegos Olímpicos, que sin embargo solamente correrá la mitad de la distancia, a modo de preparación para su verdadero debut en el maratón el año próximo.
El keniano Wilson Kipsang, vencedor el año pasado del maratón, deberá para conservar su título derrotar a su compatriota Patrick Makau, que posee el récord del mundo, y al ugandés Stephen Kiprotich, campeón olímpico el verano boreal pasado en los Juegos celebrados en la capital británica.
Entre las mujeres la etíope Tiki Gelana, campeona olímpica del maratón, es una de las favoritas de la prueba junto a la keniana Edna Kiplagat, campeona del mundo.
Los participantes de mayor edad son Paul Freedman (88 años) entre los hombres, e Iva Barr, de 85, entre las mujeres.
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