miércoles, 1 de mayo de 2013

El príncipe de Orange, Guillermo Alejandro, sucedió este martes a su madre Beatriz como rey de Países Bajos, convirtiéndolo en el primer varón que se sienta en el trono holandés en los últimos 120 años.



Fue  una breve ceremonia, de apenas 15 minutos, en donde madre e hijo firmaron  el Acta de Abdicación que pone fin a 33 años de reinado de Beatriz, que vuelve a ser princesa de los Países Bajos. El relevo se produjo ante los miembros del Gobierno holandés, los presidentes de las dos Cámaras holandesas y otras autoridades.
Miles de personas se concentraron en la plaza del Dam de Ámsterdam para seguir el evento a través de las pantallas gigantes que transmitían  en directo la firma de abdicación y para recibir después con aplausos al nuevo rey, que junto a su madre y a su esposa, Máxima Zorreguieta, salieron al balcón del Palacio Real.
“Feliz de presentaros a vuestro nuevo rey, el rey Guillermo Alejandro”, fueron las únicas palabras que la ya princesa Beatriz de los Países Bajos dijo a la multitud antes de besar a su hijo y cederle la palabra.
Guillermo Alejandro dio las gracias “de todo corazón” el apoyo recibido por el pueblo holandés y agradeció “intensamente” los 33 años de reinado de su madre, que, con gesto emocionado dejó el balcón para dar paso a las tres hijas de los nuevos monarcas, Catalina,nueva heredera, Alexia y Ariane.
Máxima Zorreguieta, la argentina que desde este martes es reina europea, acompañó a su marido durante toda la ceremonia y, aunque firmó el Acta de Abdicación, no tomó  la palabra en ningún momento. La reina consorte Máxima cuenta con una gran popularidad entre los holandeses, pese a sus inicios difíciles por ser hija de un alto funcionario de la dictadura militar en Argentina.
Los reyes Guillermo y Máxima de Países Bajos se retiraron del balcón junto a sus tres hijas, a la espera de la ceremonia de investidura que tendrá lugar en torno a las 14:00 horas en la Iglesia Nueva de Ámsterdam.

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