URUGUAY
por Nelson Peralta Larrosa - "Pablo"
Montevideo 27 de mayo de 2013.
Héctor Amodio Pérez no es un personaje que importe más que para calificar a traidores. Ya se ha asimilado en Uruguay y otros países, llamar Amodio Pérez a quien traiciona una causa para obtener algún beneficio.
Como en las supuestas cartas publicadas su mayor mérito fue el de ser encargado de la Columna 15. Pero es bueno tomar conciencia que el mérito de la columna 15, su eficacia, su accionar, la descentralización de la columna en tres aparatos diferentes, militar, servicios, y político, se debió fundamentalmente a sus integrantes. Esa descentralización hacía que se actuase casi sin directivas del Ejecutivo. Amodio más bien era como el mensajero del Ejecutivo. Venía y decía hay que estudiar tal cosa, y nada más. Luego nosotros lo estudiábamos, planeábamos y lo hacíamos con excelente resultado. Por supuesto que en el Ejecutivo, Amodio se iba anotando porotitos.
Amodio Pérez: ampliamente repudiado por sus ex compañeros.
Creo que quienes conocimos a Gustavito fuimos esos integrantes, que si bien no llegamos a la ?intimidad? e ?intensidad? de quien lo conoció unas horas cuando lo tuvo enterrado en su casa, compartimos con él la planificación de las acciones y la ejecución de las mismas.
Así que en base de ese conocimiento de este personaje y de su mujer, la negra Mercedes, creo que habría que buscarlo entre los integrantes de esa famosa columna 15.
En cuanto a la veracidad de esa profusa correspondencia que ha comenzado a enviar Amodio, no agrega para mi ninguna novedad ni destapa ningún tarro como se pretende dar a entender. No estoy de acuerdo que el MLN perdió su mística. Yo distingo entre dos Movimientos, el de los dirigentes ávidos de poder, y el de los militantes de todos los días que llevábamos a cabo las acciones político militares que hicieron de los Tupamaros, una organización revolucionaria que fue ejemplo en todo el mundo entero.
Los militantes vivíamos con una extrema austeridad. Dormíamos sobre el piso, comíamos lo que podíamos, y accionábamos casi todos los días. Aprendimos a vivir en la clandestinidad en la práctica. Sabíamos movernos sin problemas en esta pequeña ciudad que es Motevideo. Generalmente en transporte público. En caso de utilizar automóviles que tomábamos prestados por horas o días, dejábamos dinero en retribución por ese servicio a sus propietarios. Nunca nos apegamos a cosas materiales, locales por ejemplo, y si éramos detectados por vecinos, los abandonábamos, para protegernos y proteger a la gente del pueblo que llegaba a saber de nuestra presencia allí. En fin, jamás se nos hubiese ocurrido tomar represalias contra el pueblo que pretendíamos liberar.
Nuestra vida consistía en estudiar, preparar materiales, mantener en forma nuestras pobres armas, estar al tanto de la política nacional e internacional para proponer acciones acordes a la actualidad de ese momento. Los militantes entrábamos a la Orga con una total entrega y con el sueño de cambiar la sociedad. Vivíamos al día. Sabíamos que en esa etapa podíamos ir a la cárcel en cualquier momento o perder la vida. Cada día que sobrevivíamos hacíamos un brindis simbólico, para festejar el día que le habíamos ganado a la prisión o la muerte.
Fuimos y somos gente convencida por ideales revolucionarios. Siempre estuvimos al margen de todos los tejes y manejes que habían entre los ?dirigentes?. A veces nos informábamos por infidencias de alguno de ellos. Los ?dirigentes? sabían lo importante que era para ellos ser los dueños de la información. Y la guardaban para sí celosamente como si fuese él símbolo ?la corona- que los separaba del resto. Prácticamente no tenían contacto con nosotros.
De esto debo rescatar a Raúl Sendic con el cual era posible tener una relación de amistad para trillar y conversar con normalidad. Por eso me llama la atención que el presunto ?Amodio? de las cartas no profundice en los errores de Sendic. Lo único que menciona es que tuvo varias compañeras?
Eso lo sabíamos todos, no era un secreto. Pero tampoco eran tantas. Otros de los ?dirigentes? si practicaban ese deporte con más asiduidad. La diferencia estriba en que Raúl tuvo varios hijos, creo que de su esposa, de Violeta y de una de las hermanas Ité.
Volviendo a Amodio Pérez, tenía muchos puntos oscuros. Apropiaciones indebidas en alguna de las operaciones, proporcionar documentos falsos que perjudicaban a quienes se los adjudicaba, usar a los militantes como conejillos de Indias para probar cosas que luego usaría él. Por ejemplo, cuando o teníamos suficiente locales se nos ocurrió ir a vivir en pareja a hoteles. Amodio dio la orden de desalojar los hoteles porque no eran seguros. En realidad, fue una mentira. Lo que hizo fue ir a vivir él y la negra al hotel, después que fue probado como seguro. Yo he leído atentamente estas cartas y veo en ellas algunas incongruencias. Errores de fechas. Nombres que no corresponden en responsabilidades que menciona. Para un meticuloso como Amodio, me llaman la atención esas inexactitudes.
Este ?Amodio? no menciona nada de sus propios errores. El perdió papeles que comprometieron a varias personas, y además dieron a conocer los planes del MLN.
Tampoco dice nada del acopio de dinero y oro que él iba haciendo. Oro que fue enterrado en una chacra suya y que desapareció misteriosamente. No veo en todas estas cartas nada nuevo, más bien que es una recopilación de datos del libro escrito por él en el Cuartel, y que transcribe más exactamente Gavazzo.
Tampoco me convencen las fotos de ?Amodio?, no hay ninguna prueba de que esas fotos no sean trucadas. Y el tema de la operación de las huellas digitales me parece de ciencia ficción. Unas FFAA que avaramente no le paga un billete de avión directo a España, le practica una microcirugía supuestamente de alto nivel. ¡Poco creíble! Hay que decir que las cirugías plásticas practicadas en aquella época, fueron desastrosas, dejando narices inútiles, labios con cicatrices demasiado visibles, orejas idem. Hay también una cosa importante para mí. Dice que lo calificaron de traidor por haber entregado la cárcel del pueblo. En realidad siempre se supo que fue el Nepo quien convenció al Mojarra de que la entregara. Solo el Mojarra podría aclarar si Amodio ejerció alguna presión para que cometiera semejante cosa.
¡TRAIDOR! Yo estaba en el cuartel de Flores cuando me enteré de que Amodio estaba colaborando. No fueron los compañeros quienes tildaron de traidor a Amodio. A mí me lo comunicó directamente el Teniente Coronel Hugo Fracese, para convencerme de que hablara. Ingenuamente le contesté que para hablar de un tupamaro debía lavarse la boca.
Si Amodio vive, ha pasado 40 años atormentado por el peso de la traición que cometió, mientras que los militantes fuimos heridos, terriblemente física y mentalmente torturados, encarcelados con torturas psicológicas durante 13 años, conscientes de que nuestra generación había hecho lo posible por seguir sus más altos ideales. Podemos vivir en paz y con la conciencia tranquila.
Los que lucharon por el poder ayer y hoy, seguirán con el calvario que han elegido.
En cuanto a si este es Amodio o no, yo no me atrevo a asegurarlo. Para eso tendría que confirmar las cosas en las que participamos él y yo solamente. Pero no me interesa. Ya que no me interesa si vive o si ha muerto.
Lo que si me interesa es qué es lo que se persigue con este uso de los medios para desacreditarnos a todos. Creo que esto ha desacreditado a estos Ricardos III en pos de la corona. Adictos al poder, que sufren el síndrome de abstinencia cuando no tienen algún carguito, y eso los lleva como a los pastabaseros, a tratar de ganar espacio, dinero, y prensa, a costilla de decir y hacer cualquier cosa. También es posible que quienes propicien todo esto sean otros grupos políticos o militares que también siempre se han movido por el poder y no por la justicia social.
ES ENTONCES QUE YO REIVINDICO LA LUCHA DE LOS COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS TUPAMAROS QUE MURIERON EN LA LUCHA, LOS QUE FUERON ASESINADOS EN LA TORTURA, EN LOS TORTURADOS, Y EN LOS ENCARCELADOS. MUCHOS QUEDARON EN EL CAMINO, PERO MUCHÍSIMOS SON LOS QUE HEMOS SOBREVIVIDO Y MANTENEMOS NUESTROS IDEALES INTACTOS. ¡MI HOMENAJE A TODOS ELLOS!
Néstor
Henry Engler: ?Amodio está en Montevideo y se pasea por las narices de todos?
El extupamaro dice que ?por el tono? de las cartas, Amodio Pérez está en Uruguay
+ - 28.05.2013,
Henry Engler
Desde que reapareció Héctor Amodio Pérez, señalado por todo el Movimiento de Liberación Nacional como el ?traidor? culpable de todos los males del movimiento guerrillero, los líderes que aún viven y tiene actividad pública en Uruguay optaron por ignorar y desacreditar lo que ahora, 40 años después, intenta decir este personaje misterioso. Para algunos, como la esposa del presidente José Mujica, Lucía Topolansky, Amodio es ?un hombre muerto?. Otros, como el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, el asunto es ?chusmerío?.
Henry Engler, otra de las figuras del núcleo duro del MLN, que integró la dirección del grupo y participó junto a Amodio de momentos clave de su accionar, tampoco quiso responder las alusiones del mítico ?traidor?. Dijo estar ?en conocimiento? de lo que cuenta Amodio en sus cartas, porque él fue parte de la dirección del MLN entre 1971 y 1972 hasta su detención en agosto de 1972, y se pronunció sobre su paradero: ?Por el tono de las cartas yo diría que Amodio, ?el Negro?, está en Montevideo y se pasea por delante de las narices de todos?.
Engler respondió por escrito desde Suecia un cuestionario de El Observador, con preguntas referidas a las alusiones que Amodio Pérez realiza a su persona.
En la primera de las cartas que mandó, Amodio relata que en abril de 1972 intentó transmitir su idea de replegarse con el MLN. Dice habérselo planteado en ese momento a Engler, y que estuvo de acuerdo, pero que Julio Marenales y Raúl Sendic se opusieron. El hoy director del Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim) eludió responder sobre el punto, pero aclaró que la dirección del MLN era Sendic. ?Yo consideraba entonces y considero hoy, que independientemente que Raúl Sendic estuviese militando en el ejecutivo del MLN o se hallara en una tatucera en medio del monte del Río Negro, o en Paysandú, o en Bella Unión con un grupo de peludos, en donde él estuviese, allí estaba la dirección del MLN?. ?Al lado de Raúl (Sendic), a nosotros, a todos aquellos que pasamos por la dirección del MLN, la camiseta nos quedaba un par de talles demasiado grande?, agregó Engler en su respuesta.
El exdirigente tupamaro asumió también que hubo ?errores? en el movimiento guerrillero, de los cuales ?no se salva ninguno? de sus integrantes. ?Todos cometimos errores, algunos tremendos. De eso no se salva ninguno. No existieron ni los perfectos ni los infalibles. En una guerrilla los errores se pagan con sangre, angustia, sufrimiento y muerte?, confesó.
Para Engler no sirve de nada determinar, 40 años después, la forma en la que cayó el MLN, sino evitar que se generen las condiciones para que se forme un nuevo movimiento guerrillero.
?¿Qué sentí cuando leí lo publicado por Amodio? Me acordé de un tango: ?Vuelvo cansado a la casita de mis viejos / cada cosa es un recuerdo que se agita en mi memoria / Los 20 abriles me llevaron lejos, locuras juveniles, la falta de consejos / Hay en la casa un hondo y cruel silencio huraño y al llegar, / Como a un extraño me recibe el viejo criado / ¡Si habré cambiado, que el anciano por la voz tan sólo me reconoció! ¿Viste que hay mucho tango en este retorno??, concluyó Engler en su respuesta escrita.
fuente: El Observador
por Nelson Peralta Larrosa - "Pablo"
Montevideo 27 de mayo de 2013.
Héctor Amodio Pérez no es un personaje que importe más que para calificar a traidores. Ya se ha asimilado en Uruguay y otros países, llamar Amodio Pérez a quien traiciona una causa para obtener algún beneficio.
Como en las supuestas cartas publicadas su mayor mérito fue el de ser encargado de la Columna 15. Pero es bueno tomar conciencia que el mérito de la columna 15, su eficacia, su accionar, la descentralización de la columna en tres aparatos diferentes, militar, servicios, y político, se debió fundamentalmente a sus integrantes. Esa descentralización hacía que se actuase casi sin directivas del Ejecutivo. Amodio más bien era como el mensajero del Ejecutivo. Venía y decía hay que estudiar tal cosa, y nada más. Luego nosotros lo estudiábamos, planeábamos y lo hacíamos con excelente resultado. Por supuesto que en el Ejecutivo, Amodio se iba anotando porotitos.
Amodio Pérez: ampliamente repudiado por sus ex compañeros.
Creo que quienes conocimos a Gustavito fuimos esos integrantes, que si bien no llegamos a la ?intimidad? e ?intensidad? de quien lo conoció unas horas cuando lo tuvo enterrado en su casa, compartimos con él la planificación de las acciones y la ejecución de las mismas.
Así que en base de ese conocimiento de este personaje y de su mujer, la negra Mercedes, creo que habría que buscarlo entre los integrantes de esa famosa columna 15.
En cuanto a la veracidad de esa profusa correspondencia que ha comenzado a enviar Amodio, no agrega para mi ninguna novedad ni destapa ningún tarro como se pretende dar a entender. No estoy de acuerdo que el MLN perdió su mística. Yo distingo entre dos Movimientos, el de los dirigentes ávidos de poder, y el de los militantes de todos los días que llevábamos a cabo las acciones político militares que hicieron de los Tupamaros, una organización revolucionaria que fue ejemplo en todo el mundo entero.
Los militantes vivíamos con una extrema austeridad. Dormíamos sobre el piso, comíamos lo que podíamos, y accionábamos casi todos los días. Aprendimos a vivir en la clandestinidad en la práctica. Sabíamos movernos sin problemas en esta pequeña ciudad que es Motevideo. Generalmente en transporte público. En caso de utilizar automóviles que tomábamos prestados por horas o días, dejábamos dinero en retribución por ese servicio a sus propietarios. Nunca nos apegamos a cosas materiales, locales por ejemplo, y si éramos detectados por vecinos, los abandonábamos, para protegernos y proteger a la gente del pueblo que llegaba a saber de nuestra presencia allí. En fin, jamás se nos hubiese ocurrido tomar represalias contra el pueblo que pretendíamos liberar.
Nuestra vida consistía en estudiar, preparar materiales, mantener en forma nuestras pobres armas, estar al tanto de la política nacional e internacional para proponer acciones acordes a la actualidad de ese momento. Los militantes entrábamos a la Orga con una total entrega y con el sueño de cambiar la sociedad. Vivíamos al día. Sabíamos que en esa etapa podíamos ir a la cárcel en cualquier momento o perder la vida. Cada día que sobrevivíamos hacíamos un brindis simbólico, para festejar el día que le habíamos ganado a la prisión o la muerte.
Fuimos y somos gente convencida por ideales revolucionarios. Siempre estuvimos al margen de todos los tejes y manejes que habían entre los ?dirigentes?. A veces nos informábamos por infidencias de alguno de ellos. Los ?dirigentes? sabían lo importante que era para ellos ser los dueños de la información. Y la guardaban para sí celosamente como si fuese él símbolo ?la corona- que los separaba del resto. Prácticamente no tenían contacto con nosotros.
De esto debo rescatar a Raúl Sendic con el cual era posible tener una relación de amistad para trillar y conversar con normalidad. Por eso me llama la atención que el presunto ?Amodio? de las cartas no profundice en los errores de Sendic. Lo único que menciona es que tuvo varias compañeras?
Eso lo sabíamos todos, no era un secreto. Pero tampoco eran tantas. Otros de los ?dirigentes? si practicaban ese deporte con más asiduidad. La diferencia estriba en que Raúl tuvo varios hijos, creo que de su esposa, de Violeta y de una de las hermanas Ité.
Volviendo a Amodio Pérez, tenía muchos puntos oscuros. Apropiaciones indebidas en alguna de las operaciones, proporcionar documentos falsos que perjudicaban a quienes se los adjudicaba, usar a los militantes como conejillos de Indias para probar cosas que luego usaría él. Por ejemplo, cuando o teníamos suficiente locales se nos ocurrió ir a vivir en pareja a hoteles. Amodio dio la orden de desalojar los hoteles porque no eran seguros. En realidad, fue una mentira. Lo que hizo fue ir a vivir él y la negra al hotel, después que fue probado como seguro. Yo he leído atentamente estas cartas y veo en ellas algunas incongruencias. Errores de fechas. Nombres que no corresponden en responsabilidades que menciona. Para un meticuloso como Amodio, me llaman la atención esas inexactitudes.
Este ?Amodio? no menciona nada de sus propios errores. El perdió papeles que comprometieron a varias personas, y además dieron a conocer los planes del MLN.
Tampoco dice nada del acopio de dinero y oro que él iba haciendo. Oro que fue enterrado en una chacra suya y que desapareció misteriosamente. No veo en todas estas cartas nada nuevo, más bien que es una recopilación de datos del libro escrito por él en el Cuartel, y que transcribe más exactamente Gavazzo.
Tampoco me convencen las fotos de ?Amodio?, no hay ninguna prueba de que esas fotos no sean trucadas. Y el tema de la operación de las huellas digitales me parece de ciencia ficción. Unas FFAA que avaramente no le paga un billete de avión directo a España, le practica una microcirugía supuestamente de alto nivel. ¡Poco creíble! Hay que decir que las cirugías plásticas practicadas en aquella época, fueron desastrosas, dejando narices inútiles, labios con cicatrices demasiado visibles, orejas idem. Hay también una cosa importante para mí. Dice que lo calificaron de traidor por haber entregado la cárcel del pueblo. En realidad siempre se supo que fue el Nepo quien convenció al Mojarra de que la entregara. Solo el Mojarra podría aclarar si Amodio ejerció alguna presión para que cometiera semejante cosa.
¡TRAIDOR! Yo estaba en el cuartel de Flores cuando me enteré de que Amodio estaba colaborando. No fueron los compañeros quienes tildaron de traidor a Amodio. A mí me lo comunicó directamente el Teniente Coronel Hugo Fracese, para convencerme de que hablara. Ingenuamente le contesté que para hablar de un tupamaro debía lavarse la boca.
Si Amodio vive, ha pasado 40 años atormentado por el peso de la traición que cometió, mientras que los militantes fuimos heridos, terriblemente física y mentalmente torturados, encarcelados con torturas psicológicas durante 13 años, conscientes de que nuestra generación había hecho lo posible por seguir sus más altos ideales. Podemos vivir en paz y con la conciencia tranquila.
Los que lucharon por el poder ayer y hoy, seguirán con el calvario que han elegido.
En cuanto a si este es Amodio o no, yo no me atrevo a asegurarlo. Para eso tendría que confirmar las cosas en las que participamos él y yo solamente. Pero no me interesa. Ya que no me interesa si vive o si ha muerto.
Lo que si me interesa es qué es lo que se persigue con este uso de los medios para desacreditarnos a todos. Creo que esto ha desacreditado a estos Ricardos III en pos de la corona. Adictos al poder, que sufren el síndrome de abstinencia cuando no tienen algún carguito, y eso los lleva como a los pastabaseros, a tratar de ganar espacio, dinero, y prensa, a costilla de decir y hacer cualquier cosa. También es posible que quienes propicien todo esto sean otros grupos políticos o militares que también siempre se han movido por el poder y no por la justicia social.
ES ENTONCES QUE YO REIVINDICO LA LUCHA DE LOS COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS TUPAMAROS QUE MURIERON EN LA LUCHA, LOS QUE FUERON ASESINADOS EN LA TORTURA, EN LOS TORTURADOS, Y EN LOS ENCARCELADOS. MUCHOS QUEDARON EN EL CAMINO, PERO MUCHÍSIMOS SON LOS QUE HEMOS SOBREVIVIDO Y MANTENEMOS NUESTROS IDEALES INTACTOS. ¡MI HOMENAJE A TODOS ELLOS!
Néstor
Henry Engler: ?Amodio está en Montevideo y se pasea por las narices de todos?
El extupamaro dice que ?por el tono? de las cartas, Amodio Pérez está en Uruguay
+ - 28.05.2013,
Henry Engler
Desde que reapareció Héctor Amodio Pérez, señalado por todo el Movimiento de Liberación Nacional como el ?traidor? culpable de todos los males del movimiento guerrillero, los líderes que aún viven y tiene actividad pública en Uruguay optaron por ignorar y desacreditar lo que ahora, 40 años después, intenta decir este personaje misterioso. Para algunos, como la esposa del presidente José Mujica, Lucía Topolansky, Amodio es ?un hombre muerto?. Otros, como el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, el asunto es ?chusmerío?.
Henry Engler, otra de las figuras del núcleo duro del MLN, que integró la dirección del grupo y participó junto a Amodio de momentos clave de su accionar, tampoco quiso responder las alusiones del mítico ?traidor?. Dijo estar ?en conocimiento? de lo que cuenta Amodio en sus cartas, porque él fue parte de la dirección del MLN entre 1971 y 1972 hasta su detención en agosto de 1972, y se pronunció sobre su paradero: ?Por el tono de las cartas yo diría que Amodio, ?el Negro?, está en Montevideo y se pasea por delante de las narices de todos?.
Engler respondió por escrito desde Suecia un cuestionario de El Observador, con preguntas referidas a las alusiones que Amodio Pérez realiza a su persona.
En la primera de las cartas que mandó, Amodio relata que en abril de 1972 intentó transmitir su idea de replegarse con el MLN. Dice habérselo planteado en ese momento a Engler, y que estuvo de acuerdo, pero que Julio Marenales y Raúl Sendic se opusieron. El hoy director del Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim) eludió responder sobre el punto, pero aclaró que la dirección del MLN era Sendic. ?Yo consideraba entonces y considero hoy, que independientemente que Raúl Sendic estuviese militando en el ejecutivo del MLN o se hallara en una tatucera en medio del monte del Río Negro, o en Paysandú, o en Bella Unión con un grupo de peludos, en donde él estuviese, allí estaba la dirección del MLN?. ?Al lado de Raúl (Sendic), a nosotros, a todos aquellos que pasamos por la dirección del MLN, la camiseta nos quedaba un par de talles demasiado grande?, agregó Engler en su respuesta.
El exdirigente tupamaro asumió también que hubo ?errores? en el movimiento guerrillero, de los cuales ?no se salva ninguno? de sus integrantes. ?Todos cometimos errores, algunos tremendos. De eso no se salva ninguno. No existieron ni los perfectos ni los infalibles. En una guerrilla los errores se pagan con sangre, angustia, sufrimiento y muerte?, confesó.
Para Engler no sirve de nada determinar, 40 años después, la forma en la que cayó el MLN, sino evitar que se generen las condiciones para que se forme un nuevo movimiento guerrillero.
?¿Qué sentí cuando leí lo publicado por Amodio? Me acordé de un tango: ?Vuelvo cansado a la casita de mis viejos / cada cosa es un recuerdo que se agita en mi memoria / Los 20 abriles me llevaron lejos, locuras juveniles, la falta de consejos / Hay en la casa un hondo y cruel silencio huraño y al llegar, / Como a un extraño me recibe el viejo criado / ¡Si habré cambiado, que el anciano por la voz tan sólo me reconoció! ¿Viste que hay mucho tango en este retorno??, concluyó Engler en su respuesta escrita.
fuente: El Observador
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