martes, 11 de junio de 2013

Desde la perspectiva de Israel, el plan de EE.UU. distrae útilmente la atención de la Iniciativa Árabe de Paz, la nueva oferta de los Estados árabes de relaciones diplomáticas plenas con Israel a cambio de su retirada de la mayor parte de los territorios ocupados.

JOHN KERRY

Netanyahu, preocupado porque la oferta podría forzarlo a conversaciones serias, ha reaccionado con un silencio sepulcral. Al mismo tiempo Yair Lapid, su ministro de Finanzas supuestamente centrista presentado originalmente por Occidente como un partidario de la paz, ha aplastado la idea de un acuerdo con los palestinos como poco realista. Dijo el mes pasado al New York Times que apoya la expansión de las colonias.


Parece que Israel espera que la Autoridad Palestina, que ahora está permanentemente sumida en una crisis económica, pueda ser forzada con promesas de miles de millones de dólares en edulcorantes. Según fuentes palestinas, Abas enfrenta una intensa presión de EE.UU., a través del plan Kerry, con el propósito de forzarlo a abandonar su condición de que Israel congele el crecimiento de las colonias antes del reinicio de las negociaciones.


Israel está ansioso por lograr esa concesión. A pesar de los informes de que Netanyahu ha prometido discretamente a los estadounidenses que evitará causarles problemas durante las próximas semanas con anuncios de construcción de colonias, hay un aluvión de proyectos en trámite.


Durante el fin de semana, los informes de los medios revelaron un plan de 300 nuevas viviendas en Jerusalén Este, mientras se anuncia la venta de casi 800 más. Se espera que varios puestos avanzados de colonias establecidos sin autorización del gobierno israelí se legalicen retrospectivamente, incluyendo cientos de viviendas en Eli, cerca de Ramala.


Reuters informó ayer de que Kerry espera una decisión con respecto al reinicio de las conversaciones de paz dentro de dos semanas o, según sus funcionarios, se apartará del proceso de paz. Dijo en una reunión del Comité Judío Estadounidense el mismo día: ?Si no tenemos éxito ahora, es posible que no tengamos otra oportunidad?.


Para Netanyahu, semejantes amenazas son huecas. Si EE.UU. se ausenta del conflicto, Israel simplemente tendrá una mano más libre para intensificar la subyugación de los palestinos y el robo de su tierra.


A pesar de que hay mucho más en juego para los palestinos, la AP se ha mostrado hasta ahora discretamente falta de interés por el plan Kerry. Ha señalado que no hará ?concesiones políticas a cambio de beneficios económicos?, una manera diplomática de decir que no se dejará sobornar para ceder respecto al Estado.


Pero el verdadero peligro para los palestinos, como recuerdan muy bien desde las conversaciones de Camp David en el año 2000, es que se trata de proyectarlos como el chivo expiatorio. Si se niegan a aceptar la última versión de paz económica, Israel y EE.UU. se apresurarán a culparlos de intransigencia.


Es una situación en la que Netanyahu no puede perder y otro momento de desastrosa caída en el proceso diplomático para los palestinos.


Jonathan Cook ha obtenido el Premio Especial de Periodismo. Sus últimos libros son Israel and the Clash of Civilisations: Iraq, Iran and the Plan to Remake the Middle East (Pluto Press) y Disappearing Palestine: Israel?s Experiments in Human Despair (Zed Books). Su página web es: www.jonathan-cook.net .

Una versión de este artículo se publicó primero en The National, Abu Dhabi.

FUENTE: CounterPunch

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

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