viernes, 13 de septiembre de 2013

VIVA CATALUÑA LIBRE YA!!!!

CASI DOS MILLONES DE CATALANES EN UNA CADENA HUMANA

POR LA INDEPENDENCIA 

"NO SOMOS ESPAÑOLES, VIVA CATALUÑA LIBRE YA!", gritaban en las calles de Barcelona 

Un millón ochocientas mil  personas enlazan sus manos a las 17.14 horas y completa una masiva cadena humana de norte a sur del país | La ANC insta a los políticos a "convocar la consulta sin dilación" en el año 2014 y a "cumplir el mandato"

La Via Catalana ha sido un éxito de participación ciudadana. En Barcelona, miles de participantes han querido aportar su granito de arena a la cadena humana que une norte y sur de Catalunya.

DIADA 2013, nuevo salto en el proceso catalán

Catalunya muestra al mundo su deseo de ser independiente

«Ante acciones históricas hacen falta decisiones históricas». Tras la Via Catalana que abarrotó un recorrido de 400 kilómetros, la ANC emplaza a Artur Mas a convocar ya la consulta de 2014 

Beñat ZALDUA

A primera hora de la tarde aún había quien aguantaba la respiración, a la espera de ver si la cadena humana llenaba el trazado de 400 kilómetros de sur a norte del Principat. No hacía falta sufrir. A las 17.14 horas, con el repicar de las campanas de la Seu Vella de Lleida, centenares de miles de catalanes se dieron la mano, símbolo de la voluntad inapelable, e imparable, de una mayoría social que ayer emitió un rotundo e inequívoco mensaje a tres bandas, al mundo, al Estado español y a las instituciones catalanas: queremos ser un estado independiente.

Ni la lluvia paró por un momento una movilización de proporciones inabarcables, menos aún al saber que hasta el Congreso de los Diputados hizo aguas ayer. Metáforas impagables de un día en el que la historia dejó de ser pasado para convertirse en presente. Y más importante aún, se tuvo conciencia de ello.

Resulta ciertamente complicado tratar de describir un acto como el de ayer, sobre el que las imágenes hablan bastante mejor que las palabras, pero como muestra del éxito de la jornada basta decir que ni siquiera se entró en la habitual guerra de cifras. Fueron muchos más que los cerca de 500.000 inscritos, alguno se aventuró a decir que participaron millón y medio de personas y la conselleria de Interior cifró la asistencia en 1,6 millones de personas. Pero aquí quedó el tema, ni la caverna mediática madrileña consiguió la ansiada foto de un tramo de la cadena sin llenar, aunque alguno se atrevió a afirmar, sin pruebas, que se utilizaron figurantes de cartón.

Eso sí, cifras para la historia quedan unas cuantas, como la de los 30.000 voluntarios que a lo largo de los últimos meses se han encargado de que la convocatoria de ayer se convirtiese en un rotundo éxito. Pero más allá de las cifras, que impresionan, la medida de la movilización la dan casos como la de una familia de la Cerdanya -en los Pirineos-, que se recorrió unos 300 kilómetros para acudir a la llama- da de la ANC) y llenar las Terres de l'Ebre, en la otra punta del Principat. Y no es más que un pequeño ejemplo de un país volcado que ayer paralizó sus actividades para reivindicar la independencia.

Una sociedad en marcha

Además del mensaje lanzado al mundo, la Diada de ayer sirvió sin duda para reforzar uno de los principales pilares del proceso independentista catalán: la iniciativa social.

Los partidos políticos apenas ocuparon unas decenas de metros en el parque de la Ciutadella y en la plaza Sant Jaume, mientras que fue la sociedad, organizada ella misma, la que fue capaz de rellenar todos y cada uno de los metros de la cadena. Un claro aviso ante las tentaciones de recular: ¿si son capaces de esto, de qué no lo serán?

Porque es importante insistir en la complejidad que comporta una movilización como la de ayer en Catalunya, imposible de asumir si no es con la voluntad de los miles de voluntarios que desde las 15.00 horas organizaban a los asistentes en los diversos tramos. Si la manifestación del año pasado fue espectacular por motivos cuantitativos, este año se le ha sumado el factor cualitativo, de gran importancia sobre todo de cara al exterior.

Fue la sociedad, además, la que demostró también que, pese a que el proceso actual se enmarca en el Principat, no existe frontera catalana ni en los Pirineos ni en el río Sénia. La cadena se adentró tanto en la Catalunya Nord como en el País Valencià, donde los músicos Lluís Llach y Carles Santos se dieron la mano para enlazar los Països Catalans, después de que el Tribunal Superior de Justicia valenciano anulase la prohibición anunciada el lunes por la subdelegación del Gobierno en Castelló.

Eso no impidió que la Guardia Civil organizase un gran dispositivo a la altura de Vinarós (Castelló), donde concluía, según el permiso, el tramo valenciano de la cadena. La impresionante afluencia de gente, sin embargo, llevó a alargar la cadena, dejando momentos de tensión y acabando con el exdiputado de Solidaritat en el Parla- ment Alfons López Tena y otra persona en comisaria, acusados de desobediencia.

Mensaje claro a Mas

Una vez conformada oficialmente la cadena a las 17.14 horas, las radios, fundamentales ayer, reprodujeron en directo el `Cant dels Ocells', del compositor catalán Pau Casals, recuperando fragmentos de su histórico discurso de 1971 ante la Asamblea de las Naciones Unidas. Momento emotivo al que siguió un vídeo en varios idiomas -con Guardiola hablando alemán incluido- y los discursos descentralizados a cargo del filósofo Xavier Rubert de Ventós -en El Pertús (Girona)- y la actriz Marina Comas, en Amposta (Tarragona). Todo quedó listo entonces para uno de los momentos culminantes: el discurso de la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, en la plaza Catalunya de Barcelona.

De una imagen exterior habitualmente fría y algo distante, Forcadell no pudo reprimir ayer su emoción y, de hecho, se vio obligada a interrumpir su discurso en una ocasión, para tratar deshacer el nudo de emociones que se le vio en la garganta. Algo que no le impidió lanzar un mensaje contundente dirigido, sobre todo, a dos bandas. Por un lado, a la sociedad catalana, a la que felicitó por «escribir una de las páginas más gloriosas de nuestra historia y demostrar nuestra dignidad al mundo». Por otro lado, al president, Artur Mas, y al Govern: «Es hora de que demuestren su determinación y su compromiso con este pueblo; que convoquen la consulta en 2014, sin dilación ni pérdidas de tiempo».

Y por si no quedó claro, añadió: «Si no es posible realizar la consulta, que den todos los pasos necesarios para que Catalunya sea un nuevo Estado de Europa, pero ahora, no en 2016». «Queremos que 2014, tricentenario de nuestra derrota, se convierta en el primer año de nuestra libertad», clamó antes de dar paso al canto de `Els Segadors', con el que el índice de pieles de gallina alcanzó extremos insospechados.

Discurso claramente dirigido a Mas, que no se dio por aludido y dirigió su mirada al exterior, al declarar, tras el acto institucional de la mañana, que «si el Estado español no nos escucha, tendrá un  problema grave de relación con Catalunya». Una evidencia que acompañó de otra del mismo calibre: «Somos un pueblo en marcha, con unos objetivos muy concretos y unas grandes mayorías que se movilizan por su futuro». Ni palabra de unas fechas que deberán ir concretándose. Así lo reclamó el resto de fuerzas favorables al derecho a decidir, empezando por su socio de legislatura, ERC, cuya secretaria general, Marta Rovira, insistió en que no hay alternativa a la consulta: «Lo que nos pide la inmensa mayoría es votar y la democracia no se puede obstaculizar».

En el otro extremo, al cierre de esta edición no se pudo confirmar si la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, pudo finalmente salir de su casa por la tarde -lamentó que no podría hacerlo-. Lo sabido es que, por primera vez, no asistieron al acto institucional de la mañana, prefirieron uno ante 400 personas. Quizá la «Catalunya real» de la que le gusta hablar.

Sea como sea, ayer no fue el día de los políticos ni de las instituciones. La sociedad hace tiempo que va por delante y ayer lo volvió a demostrar, abriendo una de las alamedas que hace 40 años otros cerraron en Chile.

Una Diada con mil colores llena de contenido social la demanda independentista
El clamor fue uno y clarísimo: independencia. Pero junto a ella, infinidad de colectivos sacaron a relucir en la Diada de ayer sus reivindicaciones sociales, junto al mensaje de que no vale con la independencia, que también hay toda una sociedad para transformar. La inmensa mayoría de ellos lo hizo dentro de la propia cadena de la ANC u organizando ramales que enlazaban con la Via Catalana.

Procés Constituent reunió a unas 4.000 personas para rodear la sede de Caixabank, en la avenida Diagonal de Barcelona. Una movilización que conectó directamente con la cadena de la ANC, igual que el medio millar de personas de Àgora Ciutadana que llenó el tramo de la Via Catalana de Badalona para reivindicar una educación pública de calidad. No fueron los únicos. También en Barcelona, la plataforma LGTBIQ desvió un ramal hacia la Glorieta de la Transexual Sònia, a la que mataron en 1991. En Girona, la Xarxa pels Drets Socials se unió a la cadena rodeando el hospital Josep Trueta, en protesta por los recortes sanitarios, mientras que en las Terres de l'Ebre, la reivindicación nacional fue visiblemente acompañada por los reclamos contra el trasvase del Ebro.

Tras la cadena humana, la Esquerra Independentista, que participó en buen número en la Via Catalana, recorrió las calles del centro de Barcelona y de Reus (Tarragona), uniendo en una sola voz las reivindicaciones nacionales y sociales. Según los organizadores, 30.000 personas participaron en la marcha de la capital, mientras que 6.000 lo hicieron en Reus. A última hora, la CUP manifestó a través de un comunicado que «ni el Gobierno español, ni los mercados financieros pueden impedirnos decidir nuestro futuro como pueblo». B.Z.


Éxito inapelable de una cadena humana con un rotundo mensaje independentista


Cientos de miles de catalanes han dibujado esta tarde su línea hacia la independencia, con una cadena humana que ha llenado 400 kilómetros de litoral de norte a sur del Principat. Lo han hecho con un mensaje muy claro, dirigido tanto al mundo como a las propias instituciones catalanas: una gran mayoría social quiere un nuevo estado independiente. El Govern ha cifrado en 1,6 millones el número de participantes.

@zalduariz|Barcelona|2013/09/11

Manos entrelazadas frente a la Sagrada Familia de Barcelona. (Lluis GENE/AFP)
Hasta la meteorología ha dado una tregua para contribuir al rotundo éxito de la ?Via Catalana cap a la Independència?, la espectacular cadena humana que esta tarde se ha extendido a lo largo de más de 400 kilómetros de Principat, de sur a norte, con un mensaje claro y nítido: una amplia mayoría social de Catalunya quiere un estado independiente.

Así lo han repetido a lo largo de toda la tarde los centenares de miles de participantes -no se ha dado ninguna cifra, pero han sido muchos más de los cerca de 500.000 inscritos-, que han mostrado una impresionante capacidad de organización para hacer frente al reto logístico que suponía componer toda la cadena. De esta manera, al mérito cuantitativo de la manifestación del año pasado, la ANC suma el mérito cualitativo de la organización del evento de este año.

La Generalitat ha cifrado la participación ciudadana en la cadena independentista en una cifra «en ningún caso inferior» a los 1,6 millones de personas.

Tras el traslado de miles de personas a lo largo del día a alguno de los 800 tramos de los que ha constado la Vía Catalana, los preparativos han comenzado hacia las 15.00 horas, cuando la gente ha empezado a acercarse al recorrido. Para las 16.00 horas la mayoría del trayecto de la cadena estaba cortado ya al tráfico y los responsables de cada tramo organizaban a los asistentes, en algunos lugares muchos más de los necesarios para conformar la cadena.

Todo estaba preparado para cuando, a las 17.14 horas, el campanario de la Seu Vella de Lleida ha comenzado a repicar, dando el pistoletazo de salida oficial a la cadena, cuyos miembros se han dado la mano ofreciendo una espectacular y potentísima imagen al mundo. Algo ciertamente difícil de describir. Hoy son las imágenes las que hablan.

Tras el ?Cant dels Ocells? de Pau Casals, un vídeo en varios idiomas -con Pep Guardiola en alemán incluido-, han comenzado los discursos descentralizados, empezando por el filósofo Rubert de Ventós en el Pertús (Girona) y siguiendo por la actriz Marina Comas en Amposta (Tarragona).

A las 17.45 horas todas las miradas se han dirigido a la plaza de Catalunya de Barcelona -repleta de esteladas e ikurrinas de Independentistak-, donde la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadell, a ofrecido el discurso final, en el que, visiblemente emocionada -ha tenido que interrumpir su intervención en una ocasión-, ha reclamado a las instituciones que «convoquen la consulta sin dilación ni pérdidas de tiempo». En un mensaje claramente dirigido a Mas, Forcadell ha pedido que se den «todos los pasos necesarios para que Catalunya sea un nuevo estado de Europa, pero ahora, no en 2016». «Queremos que 2014, tricentenario de nuestra derrota, se convierta en el primer año de nuestra libertad», ha concluido.

Y tras ello, más imágenes para la memoria. La de los centenares de miles de participantes cantando a pulmón ?Els Segadors?, tras lo cual se ha desconvocado oficialmente la cadena. Lo cual no quiere decir que se acabe ni la fiesta ni la reivindicación. La manifestación de la Esquerra Independentista recorre a esta hora las calles del centro de Barcelona, mientras en plaza Catalunya ha comenzado un concierto que posteriormente enlazará con el organizado por Ómnium Cultural a las puertas de la Ciutadella.


Miércoles 11 de Septiembre de 2013, 09:37 am
Con cadena humana piden referendo para sellar la independencia de Cataluña

La cadena humana, denominada Vía Catalana hacia la Independencia, tiene como objetivo principal presionar al presidente catalán, Artur Mas, para que organice un referendo de autodeterminación en 2014. Vistiendo camisetas amarillas, los participantes se dieron la mano a lo largo de 400 kilómetros.


Con renovados llamados a la realización de un referendo, diversas plataformas independentistas realizaron este miércoles una cadena humana y una manifestación en el tradicional Día de Cataluña, en un nuevo desafío al Gobierno de España, que lo considera ilegal.

La cadena humana, denominada Vía Catalana hacia la Independencia,  recorió 86 pueblos y ciudades a lo largo de 400 kilómetros, de norte a sur de esa comunidad del noreste español.

La Vía Catalana está inspirada en la cadena humana de 600 kilómetros que en 1989 protagonizaron miles de ciudadanos de Estonia, Letonia y Lituania para exigir la independencia de esas tres repúblicas bálticas de la Unión Soviética.

Vistiendo camisetas amarillas, los participantes se dieron la mano de manera simbólica, en alusión a la toma de Barcelona por las tropas franco-españolas en 1714, tras la Guerra de Sucesión, que redujo la autonomía catalana, reseñó el portal web de Prensa Latina.

"En este pueblo hay mucha animación, pero este año incluso es más especial", comentó Teresa Forn, de 53 años, que no para de vender banderas y camisetas en un puesto ambulante instalado en la calle principal.

Mientras, en una plaza cercana, bajo un cielo nublado, una banda toca sardanas, la música tradicional de la región, describió la agencia internacional de noticias AFP.

"A ver si fuera nos escuchan, porque en Madrid no hay manera", dijo Montserrat Sal, una mujer de 60 años que salió a las calles a manifestar.

"Creo que ya no tenemos que hacer caso a Madrid, que ellos hagan la suya y nosotros seguiremos trabajando por lo que queremos", sentenció Dolores Zafra, pastelera jubilada de 65 años que pese a haber nacido en Andalucía, en el sur de España, asegura sentirse la más "catalana ".

Esta consulta es también una exigencia de Esquerra República de Cataluña, agrupación independentista de izquierda que se convirtió en la segunda fuerza política de esa autonomía en las elecciones de noviembre.t Solé, un maestro de 46 años, señaló que antes no era ?independentista?. Aseveró que se ha ?radicalizado con el tiempo?.

?Siempre me he sentido muy catalán pero ahora ha llegado un punto en que la asfixia económica es tal que el sentimiento independentista se exagera", reconoció Solé vestido con la camisa amarilla.

Para los organizadores del acto, el objetivo es presionar al presidente catalán y líder de Convergencia y Unión (CyU, derecha nacionalista catalana), Artur Mas, para que organice un referendo de autodeterminación en 2014.

Artur Mas asomó recientemente su intención de celebrar en 2016 elecciones plebiscitarias, si el gobierno conservador de Mariano Rajoy veta la celebración de la consulta el próximo año.

El mandatario regional dijo que no descarta convertir en plebiscito los comicios regionales de 2016, cuando concluye la legislatura, en caso de que el Ejecutivo español impida el proyectado referendo sobre la independencia catalana, reseñó Prensa Latina.

Sin embargo, dijo que se trata de un escenario que desea evitar porque supondría una confrontación con el Gobierno central.

El Tribunal Constitucional de este país europeo aceptó en mayo un recurso presentado por la administración de Rajoy contra la declaración de soberanía aprobada por Cataluña.

Con su admisión a trámite de la demanda del Ejecutivo, el alto tribunal suspendió temporalmente el acuerdo adoptado el pasado 23 de enero por el Parlamento catalán, que define a ese territorio como sujeto político y jurídico soberano.

La Diada en Cataluña se celebra todos los 11 de septiembre para conmemorar la caída de Barcelona en manos de las tropas borbónicas comandadas por el duque de Berwick durante la Guerra de Sucesión en España en 1714.

Igualmente, se recuerda la abolición de las instituciones catalanas tras la promulgación de los Decretos de Nueva Planta, en 1716.

Una riada amarilla inunda la plaza Catalunya

Una multitud vibra con la Via Catalana en el centro de Barcelona, convertido en una gran fiesta del independentismo

Miércoles, 11 de septiembre del 2013 - 

Un silencio lleno de emoción recorre la plaza Catalunya cuando el Cor Jove de l?Orfeo Catalá interpreta el Cant dels Ocells. "Son momentos inolvidables, esto es histórico, histórico", expresa Montse mientras sostiene a su hijo en brazos. Ataviada con una estelada que lleva a modo de capa y vistiendo la camiseta amarilla de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), es una más entre la multitud que se ha concentrado en la céntrica plaza barcelonesa, punto neurálgico de la 'Via Catalana cap a la Independencia', que ha unido a más de un millón y medio de catalanes a lo largo de los 480 kilómetros de la costa catalana.

  
La plaza de Catalunya, abarrotada, durante la tarde de este miércoles. JOSEP GARCIA


Más que una cadena, lo que se advierte es una plaza anegada por una caudalosa riada de color amarillo que parece no tener fin. A las 17.14 en punto, llega el momento que todo el mundo está esperando. Una pantalla gigante situada detrás del escenario montado por la ANC avisa de que es la hora de enhebrar la cadena humana. Las campanas de la Seu Vella, que se escuchan a través de los altavoces de la plaza dan la señal. Y la concentración se torna una fiesta. Las manos se entrelazan, y un grito, por encima de todo: "I-inde-independencia!". Las estelades predominan e inundan la manifestación, tanto que apenas se puede distinguir una senyera entre el gentío. En el escenario, una representación de la sociedad civil catalana encabezada por la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, se 'encadena' al socaire de los aplausos del público.

Marta se une al clamor. Luce la elástica del Barça con los colores de la senyera, una de las camisetas que ha hecho más fortuna en la jornada. Aún no ha cumplido la mayoría de edad y ha venido con sus amigas. "Mis padres si que se apuntaron pero yo prefería estar por aquí a mi aire", asegura. "No me siento española para nada, quiero que nos dejen ser un país normal".

La pantalla emite un mensaje a favor del derecho a la autodeterminación en el que participan diversas personalidades catalanas que arranca los aplausos de los asistentes. Las intervenciones de Lluís Llach y, sobretodo, la de Pep Guardiola (en alemán) son las más vitoreadas. Uno de los que aplaude es Albert, que ha venido con su mujer y sus dos hijos. Ninguno está inscrito oficialmente en la Via Catalana pero la agitación mediática de los últimos días les ha empujado a acudir. "En un principio no teníamos intención de venir pero mira aquí estamos. No sé como acabará todo esto pero algo tiene que ocurrir, lo que está pasando aquí es una demostración", afirma con un punto de serenidad difícil de encontrar entre los concentrados. Domina la euforia.

El colofón llega con el discurso de Carme Forcadell, trufado de frases que espolean los ánimos, ya muy enfervorizados, de la multitud. "Somos un pueblo porque lo queremos ser!", exclama tras una pausa dramática obligada por la emoción que la embarga, que naturalmente los asistentes corresponden con aplausos. La prédica de la presidenta de la ANC, en la que deja claro al ?president? de la Generalitat, Artur Mas, que no pueden esperar al 2016, termina con el tradicional "Visca Catalunya lliure!", que desata el entusiasmo colectivo.

La cadena humana ha sido un éxito y la gente se retira a su casa satisfecha. No todos, una parte del público, sobretodo los más jóvenes, se queda a disfrutar del concierto de 'Els Catarres'. "Esto ha sido la hostia, como no nos escuchen ahora ya no sé que tendremos que hacer", afima Mario. La fiesta del independentismo ha vuelto a superar todas las expectativas. 


EN TARRAGONA

Un grupo de extrema derecha irrumpe en la delegación de la Generalitat en Madrid y agrede a varios diputados

Han destrozado mobiliario urbano y han tirado gas pimienta mientras gritaban "No nos engañan, Catalunya es España"

Madrid. (Agencias).- Un grupo de extrema derecha ha irrumpido este miércoles en el Centro Cultural Blanquerna, la delegación del Govern de la Generalitat en Madrid, durante el acto de celebración de la Diada Nacional de Catalunya en la capital española.

Fuentes policiales han explicado a Efe que los actos han sido protagonizados por un grupo de unos quince jóvenes que iban vestidos con apariencia normal con la intención de meterse en el acto y boicotearlo, cosa que han hecho a continuación.

En el asalto, cinco asistentes han resultado heridos leves, entre los que había diputados. También han destrozado mobiliario urbano y han tirado gas pimienta, mientras gritaban "No nos engañan, Catalunya es España". Durante el incidente los asaltantes han mantenido un forcejeo con un cámara de televisión y con el diputado de CiU Josep Sánchez Llibre, y al abandonar el centro cultural han arrojado un bote de gas.

Según ha podido comprobar Efe, los radicales han entrado por la puerta principal del centro cultural, situado en la madrileña calle de Alcalá, y se han dirigido directamente al salón de actos, en la planta inferior. Han permanecido en la librería apenas un minuto e iban, excepto uno, a cara descubierta.

Allí, han comenzado a empujar a los asistentes, hasta situarse en el estrado, donde han arrancado la "senyera" que presidía el acto y han exhibido banderas de España y de partidos ultraderechistas. Además, han roto las lunas del local, han tirado las estanterías y han arrojado gases lacrimógenos, según testigos presenciales y la confirmación posterior de la Policía.

Al salir, según los testigos, han golpeado a un joven y han forcejeado con otra persona, mientras que otros asistentes han recibido empujones, entre ellos el diputado de CiU Josep Sánchez Llibre, quien se ha encarado con los asaltantes.

Los trabajadores del centro cultural Blanquerna han desalojado debido a los gases lacrimógenos a los asistentes al acto, convocado por el delegado de la Generalitat en Madrid, Josep Maria Bosch, y al que asistían, entre otros, varios diputados y el senador del PNV Iñaki Anasagasti.

Fuentes de Emergencias Madrid han informado a Efe de que una niña de cuatro años y una mujer de mediana edad han sido atendidas por el Samur al sufrir irritaciones en los ojos y garganta como consecuencia del gas. Ambas han sido dadas de alta en el lugar. Los otros tres heridos leves han sido atendidos por distintas dolencias como contusiones, irritación por los gases y una crisis hipertensiva.

La Policía ya ha abierto una investigación sobre lo sucedido y maneja diversas pistas para identificar a los autores de los incidentes.

Dirigentes catalanes han condenado el asalto. El primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha afirmado en su cuenta de Twitter: "Mi enérgica condena por el asalto de la Delegación de la Generalitat en Madrid. Les autoridades han de actuar con contundencia".

El diputado autonómico y dirigente del PPC Pere Calbó ha expresado también a través de este canal su "condena absoluta" de los "hechos violentos en la Delegación de la Generalitat en Madrid (...) Esperemos que se detengan a todos los violentos".

El republicano Alfred Bosch ha aplaudido con un "bravo" la actitud del diputado de CiU en el Congreso Josep Sánchez-Llibre, que se ha enfrentando con algunos de los agresores "para frenar a los atacantes ultraderechistas".

El líder de ICV, Joan Hererra, ha utilizado también las redes sociales para afirmar: "Un grupo de extrema derecha irrumpe y agrede a la delegación catalana de Madrid. Asco de gente y vergüenza de seguridad sobre los fascistas".

La diputada autonómica Carina Mejías, de Ciutadans, ha añadido sobre esta cuestión: "¡No a la violencia! Lamento el ataque a la sede de la Generalitat en Madrid. La unidad y la libertad no entienden de violencia".

También el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, a través de su cuenta de Twitter ha rechazado el asalto: "Mi más enérgica condena al ataque a la sede de la Generalitat en Madrid #diadadetots".

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