El hecho ocurrió en el barrio de Jobar, en Damasco, mientras unos periodistas decidieron tomar testimonio de unos niños que jugaban en la calle con sus bicicletas. Ellos amablemente dieron sus relatos a las cámaras, detallando el horror que significa vivir en este tiempo en su ciudad.
Increíblemente, mientras los niños hablaban de las dificultades de sus vidas, una explosión tuvo lugar interrumpiendo abruptamente la entrevista. Por fortuna, ninguno de los menores resultó herido.
Según un reciente estudio publicado por Oxford Research Group, más de 11.000 niños han muerto en Siria desde el inicio del conflicto.
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