BRASIL
28/03/2014
La dirigente del MST Eliane Kai afirmó que la acción denuncia como están mal viviendo centenares de ex-trabajadores de la Fazenda conocida como JU, debido al cese de actividades hace más de ocho meses.
Más de 1200 mujeres del Movimiento Sin Tierra de Brasil del extremo sur de Bahía ocuparon el pasado viernes la Fazenda JU, que posee más de 2.000 hectáreas, situada en el municipio de Prado. Esa acción da continuidad a la jornada de lucha de las mujeres Sin Tierra que este año reivindican el lema "Mujeres Sin Tierra en lucha contra el capital y por la Reforma Agraria Popular".
La empresa contaba con una plantilla de 240 trabajadores fijos, y en época de cosecha de café llegaba a contratar hasta 800 personas. Ex empleados afirman que la empresa venía de un ciclo de atrasos de salarios y no cumplía con las leyes laborales. Los propietarios del latifundio son parte de una familia de Sao Paulo que poseen empresas en otros Estados. Sus propiedades en Bahía tienen que ver con actividades pecuarias y de café en extensos monocultivos con alto uso de agrotóxicos, práctica esta que envenena la tierra, los alimentos y coloca en riesgo a los trabajadores y población en general.
Las mujeres ocupantes se solidarizaron con la situación de las familias y denuncian las brutalidades que sufren, y reivindican que ese latifundio (ligado a los agronegocios) sea expropiado.
28/03/2014
La dirigente del MST Eliane Kai afirmó que la acción denuncia como están mal viviendo centenares de ex-trabajadores de la Fazenda conocida como JU, debido al cese de actividades hace más de ocho meses.
Más de 1200 mujeres del Movimiento Sin Tierra de Brasil del extremo sur de Bahía ocuparon el pasado viernes la Fazenda JU, que posee más de 2.000 hectáreas, situada en el municipio de Prado. Esa acción da continuidad a la jornada de lucha de las mujeres Sin Tierra que este año reivindican el lema "Mujeres Sin Tierra en lucha contra el capital y por la Reforma Agraria Popular".
La empresa contaba con una plantilla de 240 trabajadores fijos, y en época de cosecha de café llegaba a contratar hasta 800 personas. Ex empleados afirman que la empresa venía de un ciclo de atrasos de salarios y no cumplía con las leyes laborales. Los propietarios del latifundio son parte de una familia de Sao Paulo que poseen empresas en otros Estados. Sus propiedades en Bahía tienen que ver con actividades pecuarias y de café en extensos monocultivos con alto uso de agrotóxicos, práctica esta que envenena la tierra, los alimentos y coloca en riesgo a los trabajadores y población en general.
Las mujeres ocupantes se solidarizaron con la situación de las familias y denuncian las brutalidades que sufren, y reivindican que ese latifundio (ligado a los agronegocios) sea expropiado.
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