PALESTINA
La presa palestina Hana Shalabi cumplió ayer 13 días en huelga de hambre para exigir su excarcelación y el fin de la llamada «detención administrativa». El Ministerio de Prisioneros palestinos advirtió del deterioro de su estado y denunció su traslado a una celda de aislamiento como castigo a su acción. La protesta de Shalabi, de carácter indefinido, se se produce tras la huelga de hambre de 66 días que realizó por los mismos motivos el preso Khader Adnan.
Ainara LERTXUNDI |
Hana Shalabi, de 29 años, fue detenida el 16 de febrero en su domicilio en Burquin (Cisjordania). Un día después inició una huelga de hambre indefinida en contra de su «detención administrativa», una figura jurídica que permite a las autoridades israelíes mantener en prisión por tiempo ilimitado a un detenido sin presentar cargos. Basta con la acusación genérica de que «representa una amenaza para la seguridad» o con la palabra del mando militar interviniente en la detención. Ni siquiera sus abogados pueden tener acceso al sumario.
Se da la circunstancia de que Shalabi fue excarcelada el 18 de octubre como parte del intercambio de prisioneros palestinos a cambio de la entrega del soldado israelí Gilad Shalit
Su padre, Yahya Ash-Shalabi, denunció la violenta actitud del Ejército israelí durante el operativo que comenzó a la 1.30. Relató que, tras retener a todos los miembros de la familia y quitarles los teléfonos móviles y ordenadores, Shalabi fue introducida en un vehículo militar con los ojos vendados y esposada.
Esta situación no les fue ajena. En una anterior detención, el 14 de setiembre de 2009, una docena de jeeps rodearon su domicilio. Durante el registro, uno de los soldados rompió y pisoteó las fotos de uno de los hermanos de Shalabi, fallecido en setiembre de 2005 en una incursión militar. Los insultos, sobre todo de carácter sexista, fueron una constante. Su padre fue encañonado con la culata de un fusil cuando intentó interceder por ella, mientras que su madre perdió el conocimiento.
Los intensos interrogatorios a los que fue sometida en el Centro de Detención de Kishon se prolongaron durante ocho días, en los que estuvo en una celda sin ventanas ni luz natural. Finalizado el periodo de interrogatorio, la joven palestina fue retenida nueve días más en este centro. El 29 de setiembre de 2009 le impusieron seis meses de «detención administrativa» alegando que representaba «un peligro para la comunidad».
Tras su paso por Kishon, fue encarcelada junto a presas sociales israelíes en la prisión de Hasharon. El 25 de octubre, más de un mes después de su arresto, fue trasladada junto a las demás presas palestinas.
Ahora, nuevamente presa, permanece en aislamiento en la misma cárcel. El Ministerio de Prisioneros palestinos advirtió el lunes del deterioro de su estado y denunció la falta de atención médica.
La Autoridad Palestina exigió ayer a Israel su inmediata liberación. «Es hora de acabar con esta política -bajo la cual hay 310 palestinos encarcelados- que contraviene toda ética», subrayó en un comunicado.
La Jihad Islámica, por su parte, responsabilizó a las autoridades israelíes de lo que le pueda pasar a Shalabi y alabó su protesta contra «la crueldad».
Adnan, estable tras ser intervenido quirúrgicamente
El preso palestino Khader Adnan, ingresado en el hospital Zeev, en la localidad de Safed, tuvo que ser operado el lunes por un colpaso intestinal. Adnan, que el 21 de febrero puso fin a una huelga de hambre de 66 días, fue intervenido quirúrgicamente tras referir fuertes dolores abdominales causados por la falta de ingesta de alimentos durante esos dos meses. Según denunció la asociación de apoyo a presos palestinos Addameer, el traslado al quirófano lo hizo esposado de pies y brazos a la camilla. En ese estado ha permanecido prácticamente la totalidad del tiempo que lleva ingresado.
Adnan fue detenido el 17 de diciembre en su domicilio en Arrabeh frente a su esposa e hijas, de cuatro años y año y medio. Un día después inició una huelga de hambre indefinida para exigir su excarcelación y en contra de la «detención administrativa».
Al cabo de nueve semanas, la ONG israelí Médicos por los Derechos Humanos alertó de que estaba «en riesgo de muerte inminente» y que «sufría una importante atrofia muscular». Ante la repercusión internacional que adquirió su caso y la gravedad de su estado, el Tribunal Constitucional accedió a analizar su situación. Escasos minutos antes de la vista judicial, la Fiscalía militar llegó a un acuerdo con los abogados de Adnan por el que se fijó su excarcelación para el 17 de abril. A. L.
La presa palestina Hana Shalabi cumplió ayer 13 días en huelga de hambre para exigir su excarcelación y el fin de la llamada «detención administrativa». El Ministerio de Prisioneros palestinos advirtió del deterioro de su estado y denunció su traslado a una celda de aislamiento como castigo a su acción. La protesta de Shalabi, de carácter indefinido, se se produce tras la huelga de hambre de 66 días que realizó por los mismos motivos el preso Khader Adnan.
Ainara LERTXUNDI |
Hana Shalabi, de 29 años, fue detenida el 16 de febrero en su domicilio en Burquin (Cisjordania). Un día después inició una huelga de hambre indefinida en contra de su «detención administrativa», una figura jurídica que permite a las autoridades israelíes mantener en prisión por tiempo ilimitado a un detenido sin presentar cargos. Basta con la acusación genérica de que «representa una amenaza para la seguridad» o con la palabra del mando militar interviniente en la detención. Ni siquiera sus abogados pueden tener acceso al sumario.
Se da la circunstancia de que Shalabi fue excarcelada el 18 de octubre como parte del intercambio de prisioneros palestinos a cambio de la entrega del soldado israelí Gilad Shalit
Su padre, Yahya Ash-Shalabi, denunció la violenta actitud del Ejército israelí durante el operativo que comenzó a la 1.30. Relató que, tras retener a todos los miembros de la familia y quitarles los teléfonos móviles y ordenadores, Shalabi fue introducida en un vehículo militar con los ojos vendados y esposada.
Esta situación no les fue ajena. En una anterior detención, el 14 de setiembre de 2009, una docena de jeeps rodearon su domicilio. Durante el registro, uno de los soldados rompió y pisoteó las fotos de uno de los hermanos de Shalabi, fallecido en setiembre de 2005 en una incursión militar. Los insultos, sobre todo de carácter sexista, fueron una constante. Su padre fue encañonado con la culata de un fusil cuando intentó interceder por ella, mientras que su madre perdió el conocimiento.
Los intensos interrogatorios a los que fue sometida en el Centro de Detención de Kishon se prolongaron durante ocho días, en los que estuvo en una celda sin ventanas ni luz natural. Finalizado el periodo de interrogatorio, la joven palestina fue retenida nueve días más en este centro. El 29 de setiembre de 2009 le impusieron seis meses de «detención administrativa» alegando que representaba «un peligro para la comunidad».
Tras su paso por Kishon, fue encarcelada junto a presas sociales israelíes en la prisión de Hasharon. El 25 de octubre, más de un mes después de su arresto, fue trasladada junto a las demás presas palestinas.
Ahora, nuevamente presa, permanece en aislamiento en la misma cárcel. El Ministerio de Prisioneros palestinos advirtió el lunes del deterioro de su estado y denunció la falta de atención médica.
La Autoridad Palestina exigió ayer a Israel su inmediata liberación. «Es hora de acabar con esta política -bajo la cual hay 310 palestinos encarcelados- que contraviene toda ética», subrayó en un comunicado.
La Jihad Islámica, por su parte, responsabilizó a las autoridades israelíes de lo que le pueda pasar a Shalabi y alabó su protesta contra «la crueldad».
Adnan, estable tras ser intervenido quirúrgicamente
El preso palestino Khader Adnan, ingresado en el hospital Zeev, en la localidad de Safed, tuvo que ser operado el lunes por un colpaso intestinal. Adnan, que el 21 de febrero puso fin a una huelga de hambre de 66 días, fue intervenido quirúrgicamente tras referir fuertes dolores abdominales causados por la falta de ingesta de alimentos durante esos dos meses. Según denunció la asociación de apoyo a presos palestinos Addameer, el traslado al quirófano lo hizo esposado de pies y brazos a la camilla. En ese estado ha permanecido prácticamente la totalidad del tiempo que lleva ingresado.
Adnan fue detenido el 17 de diciembre en su domicilio en Arrabeh frente a su esposa e hijas, de cuatro años y año y medio. Un día después inició una huelga de hambre indefinida para exigir su excarcelación y en contra de la «detención administrativa».
Al cabo de nueve semanas, la ONG israelí Médicos por los Derechos Humanos alertó de que estaba «en riesgo de muerte inminente» y que «sufría una importante atrofia muscular». Ante la repercusión internacional que adquirió su caso y la gravedad de su estado, el Tribunal Constitucional accedió a analizar su situación. Escasos minutos antes de la vista judicial, la Fiscalía militar llegó a un acuerdo con los abogados de Adnan por el que se fijó su excarcelación para el 17 de abril. A. L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario