domingo, 24 de junio de 2012

Acerca de la legalización del partido independentista SORTU.

EUSKAL HERRIA / PAIS VASCO


Lucha institucional, sí; movimientos populares, también



A última hora del 20 de junio, se ha hecho pública la noticia de la legalización de Sortu por parte del Tribunal Constitucional español.



Esta noticia que es una buena noticia tanto para la Izquierda Abertzale como para Euskal Herria se debería coger con cautela como todos los sucesos políticos que suceden en este país.



Tras la legalización de Sortu y la exculpación de los promotores de D3M y Askatasuna, vemos que las ilegalizaciones de TODAS las organizaciones y partidos políticos así como los cierres de los medios de comunicación vascos (periódicos, revistas, radios) llevadas a cabo por el super juez justiciero Baltasar Garzón en el año 1998, han sido decisiones tomadas por el Estado. Una expresión de esta decisión de intentar acabar con la lucha del pueblo vasco y del MLNV la dio José María Aznar cuando dijo la famosa sobre Egin de: «Pensaban que no nos íbamos a atrever». Y se quedó tan tranquilo.



Sonroja, cuando no avergüenza, el silencio y la prepotencia con la que los políticos regionalistas del PNV y de otras organizaciones y partidos han actuado durante todos estos últimos años, en los que sabiendo que las razones eran políticas y no judiciales, han acatado y se han aprovechado todo lo que han podido de las ilegalizaciones, para quedarse en el poder sabiendo que ocupaban escaños, concejalías y alcaldías que no les correspondía, pero todo es bueno para llenarse los bolsillos.



A pesar de la legalización de Sortu, el Estado español sigue aplicando de forma sistemática la violencia en las calles de las ciudades y pueblos vascos. Se ha incrementado la presencia de la Guardia Civil de forma rutinaria en diferentes puntos en forma de controles, en las últimas detenciones se han denunciando torturas, la Ertzaintza dispara a matar en festividades deportivas, un ejemplo es la muerte de Cabacas, y así podíamos seguir con una larga lista. Todo esto debe enseñanos que la legalización de Sortu, la exculpación de los promotores de D3M y de Askatasuna, no deben ocultarnos que los tribunales españoles siguen adelante con su papel represor de la voluntad del pueblo vasco. Sin ir más lejos, hoy, 20 de junio, la Audiencia nacional ha condenado a un vecino de Bilbo a un año de cárcel por la colocación de fotografías de presos políticos vascos. La violencia del Estado español continúa al mismo ritmo que siempre, así como la del Estado francés con las múltiples detenciones de militantes vascos.



Sortu se plantea realizar un trabajo institucionales, y eso está bien, pero no hemos de perder de vista que el trabajo institucional (¿lucha institucional?) debe ser un aspecto más de la lucha de un pueblo por su libertad, ya lo decía Rosa Luxemburg:



«El terreno de la legalidad burguesa del parlamentarismo no es solamente un campo de dominación para la clase capitalista, sino también un terreno de lucha, sobre el cual tropiezan los antagonismos entre proletariado y burguesía. Pero del mismo modo que el orden legal para la burguesía no es más que una expresión de su violencia, para el proletariado la lucha parlamentaria no puede ser más que la tendencia a llevar su propia violencia al poder. Si detrás de nuestra actividad legal y parlamentaria no está la violencia de la clase obrera, siempre dispuesta a entrar en acción en el momento oportuno, la acción parlamentaria de la socialdemocracia se convierte en un pasatiempo tan espiritual como extraer agua con una espumadera. Los amantes del realismo, que subrayan los ?positivos éxitos? de la actividad parlamentaria de la socialdemocracia para utilizarlos como argumentos contra la necesidad y la utilidad de la violencia en la lucha obrera, no notan que esos éxitos, por más ínfimos que sean, sólo pueden ser considerados como los productos del efecto invisible y latente de la violencia».



El pueblo trabajador vasco debe tener presente las enseñanzas de esta militante comunista.



Boltxe kolektiboa

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